Prólogo

El monólogo del estudiante de la Sala Blanca

 

En este preciso momento, en un salón del 1er año dentro de la Preparatoria de Educación Avanzada.

El profesor estaba enseñando una currícula de nivel extremadamente bajo.

Alumnos de mi edad se estaban rascando la cabeza cuando enfrentaban alguna pregunta que a mí me aburría hasta las lágrimas.

Entonces creé una ilusión con un grupo de niños de jardín de infantes conmigo como la única persona adulta entre ellos.

Esta no era la primera vez, pero lamentaba la inutilidad de aprender aquí, y el desperdicio de tiempo valioso.

De vez en cuando, cierta persona aparecía en mi cabeza.

Porque, así nada más, la emoción conocida como “odio” se filtraba de mi corazón, recordándome por qué estoy aquí. Y la fuerza inadvertidamente se volcaba en mi mano derecha mientras sostenía el lápiz de la tablet.

Ayanokouji Kiyotaka.

¿Cuándo me volví consciente por primera vez de ese nombre?

Incluso si trataba de rememorarlo, era difícil recordar la fecha exacta.

Pero estoy bastante seguro, sin embargo, que ese nombre había sido grabado en mi mente desde que tengo memoria.

Nadie que estudió en la Sala Blanca no conocía ese nombre.

Ese era el motivo.

La razón para esto era simple. Él era mejor que cualquier estudiante, de cualquier grado o edad.

Nadie pudo superar a Ayanokouji Kiyotaka de la 4ta generación.

Como resultado, Ayanokouji Kiyotaka fue establecido como el modelo perfecto.

Sólo un pequeño niño, pero había tenido un inmenso impacto en toda la Sala Blanca.

No sería exagerado decir que aquellos de nosotros de la 5ta generación, un año por debajo de él, habíamos estado influenciados mayormente por él.

Se decía que sin importar cuán extremo era un programa de entrenamiento, él fue capaz dejar atrás un legado de excelencia.

No obstante, en cuanto a eso, también aplicaba a mí. Siempre he sido quien tuvo calificaciones excelentes entre los de la 5ta generación.

Siempre he probado que soy mucho más genio que todos los demás.

Pero… siendo genio, nunca he recibido un elogio ni una vez.

En cuanto al motivo, no creo que haga falta decirlo.

Siempre eran las mismas palabras frías las que provenían de la boca del instructor.

“Ayanokouji Kiyotaka era mucho mejor que tú hace un año.”

Sin importar cuánto me esforzara, sin importar cuán excelentes eran mis calificaciones, seguía sin recibir reconocimiento.

Todo lo que recibía eran órdenes, diciéndome que alcance al ser divino inalcanzable.

Algunos de aquellos que estudiaban en la misma sala que yo comenzaron a “adorar” a Ayanokouji Kiyotaka quien había sido convertido en un Dios.

Qué vergüenza.

Originalmente aceptaron educación para convertirse en número 1, pero ellos mismos renunciaron a convertirse en el número 1.

Esa clase de personas, ¿cómo podrían sobrevivir en la Sala Blanca hasta el final?

Al final, no necesité reírme de cómo el grupo era eliminado uno por uno.

Sin embargo, no estuve totalmente sin períodos de debilidad. Mientras que es cierto que yo no lo veneraba, sospechaba que la figura conocida como Ayanokouji Kiyotaka no existía realmente, y que sólo era un personaje usado para motivarnos.

Los instructores deben haber visto a través de mis sentimientos.

Un día, recibí órdenes del instructor para ser llevado a una de las salas de visita usadas por la gente de afuera.

Fue a través de un vidrio, pero allí, por primera vez, fui capaz de confirmar la existencia de Ayanokouji Kiyotaka con mis propios ojos.

Él no podía saber que yo lo estaba mirando, pero restaba importancia a sus asombrosas calificaciones.

Hasta este día, aún recuerdo su figura, y me estremezco sin darme cuenta siquiera.

Sin embargo, pregúntame si sentía como si estuviera mirando a un Dios, y lo negaría rotundamente.

Así no es como funciona. Esa existencia es nuestro enemigo.

“Adorar” no estaba bien. Sólo el “odio” era un sentimiento que podría hacernos crecer.

Sí, era el sentimiento de odio el que estaba haciendo temblar mi cuerpo. Fue mi odio incesante hacia él lo que me permitió permanecer con éxito en la Sala Blanca hasta el final.

Pero al final del día, veneración, odio, y similares sólo eran los sentimientos y pensamientos privados de un individuo.

Para la gente de la organización, lo que los estudiantes pensaban no era importante.

El objetivo definitivo de la Sala Blanca no era crear personas que pudieran convertirse en número 1.

Sino establecer la investigación que pueda permitir la producción en masa de personas excepcionales.

Esa era la verdadera razón de la existencia de la Sala Blanca.

No importa si se trata de mí o de Ayanokouji Kiyotaka. Mientras sea ejemplo del éxito, no importaba quién era.

Y era por eso que——los fracasos no tenían valor.

En otras palabras, si Ayanokouji Kiyotaka era elegido como el caso exitoso, ¿entonces qué sucedería con el significado de mi existencia, quien actualmente estaba realizando todo este estudio?

Sólo sería considerado como uno de muchos fracasos, culminando la vida como un inútil.

Qué trágico fin del camino.

Terminaría en el mismo lugar que los estudiantes que fueron eliminados.

¿Cómo podría aceptar tal cosa?

Necesitaba probar que “Ayanokouji Kiyotaka” no era el número 1 por todos los medios que sean necesarios.

Tengo que recibir el reconocimiento de esa organización como el caso exitoso.

Y entonces una oportunidad única en la vida se presentó ante mí.

Ayanokouji Kiyotaka desobedece sus órdenes, rehusándose a regresar a la Sala Blanca recientemente reiniciada.

Gracias a esto, mi yo que nunca había interactuado con él obtuvo la oportunidad de ponerse en contacto con Ayanokouji Kiyotaka.

——Así es.

La oportunidad única de enterrarlo finalmente había llegado para mí.

Y por ese motivo, era mejor deshacerse de este sentido común fabricado.

Según se dice, matarlo… también era una forma de resolver este problema.

 

Traducción al Inglés: botman (TLG Translations), Mr. David, y Alice (Cinnamon Translation)
Traducción al Español
: nahucirujano
Corrección: nahucirujano

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