Introducción
Conforme entré al salón a la mañana siguiente, la
mayoría de los estudiantes giraron a ver en mi dirección.
Sin embargo, apartaron sus miradas casi de inmediato.
Entonces, de la nada, volvieron a mirarme de nuevo.
Esto sucedió una y otra vez.
La realidad era que ellos ya habían empezado a actuar
para expulsarme.
Esta era la verdadera forma de esa sensación ‘fuera de
lugar’ que había percibido el día anterior.
Los miembros del Grupo Ayanokouji, como Akito y
Keisei, no parecían notar nada inusual.
Si les revelo mi situación actual descuidadamente, el
hecho de que Kei estuvo involucrada en la filtración de información para mí
podría terminar siendo público.
No tenía más opción que lidiar con esto por mi cuenta.
“Buen día, Ayanokouji-kun.”
“Ah. Buen día.”
Habiendo apenas llegado al salón ella misma, Horikita
no parecía consciente de la situación tampoco.
“¡Yo!”
Sudou pareció llegar junto con ella, ya que sus
saludos llegaron uno justo después del otro.
“Para que lo sepas, nuestra llegada sólo fue
coincidencia.”
“No pregunté.”
Por alguna razón u otra, Sudou me envió una mirada
ostentosa para luego dirigirse a su asiento.
Probablemente no estaba involucrado con lo que estaba
teniendo lugar dentro de la Clase C.
Mientras que es posible que a él le gustaría verme
expulsado, si le seguía la corriente al plan de Yamauchi, provocará un gran
impacto en la evaluación que Horikita tendrá sobre él en adelante. Además, tampoco
es un actor habilidoso como para mantener una cara de póker.
“…Por cierto.”
Horikita me susurró después de que Sudou se alejó.
“¿Qué?”
“¿Qué hiciste?”
“¿No estás saltándote algunos detalles? Sé más
específica.”
“Respecto a mí. ¿Qué hiciste?”
Su pregunta seguía siendo bastante abstracta.
“No sé qué tratas de decir, pero no hice nada. No
tengo tiempo para ocuparme por ti.”
“¿No tienes tiempo? ¿A qué te refieres?”
“Es mi propio problema. No te preocupes.”
La clase iba a comenzar pronto.
Basado en la actitud de Horikita, aún no había tenido
contacto con su hermano mayor.
Eso probablemente iba a suceder después por la tarde.
1
Era la hora del almuerzo del viernes y el examen
especial de mañana se acercaba rápidamente.
Yo, Horikita Suzune, pensaba en los eventos que habían
tenido lugar la noche anterior.
Mientras consideraba que era hora de irme a la cama,
recibí un mensaje de texto.
Recuerdo que mi corazón casi se detiene cuando vi de
quién provenía.
Era un mensaje de mi hermano mayor.
Sólo tenía escrito una sola oración.
[¿Hay algo de lo que te arrepientas?]
Ese mensaje que parecía hacerme una pregunta.
Luego de leerlo varias veces, pensé en qué podría
hacer a pesar de haber perdido mi camino.
Sin embargo, esta era una oportunidad única en la
vida.
Si la dejo escapar… La próxima vez que pueda escuchar
la voz de mi hermano será durante la graduación.
[¿Estarías dispuesto a hablar conmigo?]
Habiéndome decidido, escribí ese mensaje como
respuesta.
A pesar de que lo único que tenía que hacer era
presionar enviar, mis dedos estaban pesados y no podía obligarme a hacerlo.
“Haa…”
Estabilicé mi respiración y presioné el botón. Lo
único que podía hacer ahora era esperar a la respuesta de mi hermano.
En el momento en que mi ansiedad respecto a si me
contestaría o no casi se había desvanecido, una respuesta llegó en la forma de
una llamada telefónica.
En lugar de ansiedad, sentí alivio.
Afortunadamente, me había respondido con una llamada.
Hubiera sido difícil para mí volver a escribirle con mis temblorosos dedos.
“…Soy yo. Suzune.”
“¿Dijiste que querías hablar?”
“Sí…”
“¿De qué querías hablar?”
“…Uh, tu mensaje… Por qué me lo enviaste…”
“¿Es eso importante ahora? ¿Es esto de lo que
necesitabas hablarme por teléfono?”
“N-No, no es eso.”
Sintiendo que estaba a punto de colgar, rápida y
frenéticamente negué para evitar que lo haga.
“Si estás de acuerdo… ¿estarías dispuesto a verme en
persona?”
“¿En persona?”
“S-Sí.”
“Cuando te matriculaste aquí sugerí que sería mejor
que abandones. En el momento que rechazaste mi oferta, tu relación conmigo
terminó. Entiendes eso, ¿no?”
Trajo a colación los fríos hechos sobre el asunto. Sólo
podía imaginarme su decisión de contactarme de esta forma como nada más que un
antojo.
La relación que teníamos como hermanos era simplemente
así de distante.
A decir verdad, quería hablar con mi hermano mayor
sobre todo tipo de cosas.
Sobre todo lo que había pasado hasta ahora. Sobre qué
pasaría en el futuro.
Pero… él nunca me pediría algo como eso.
“Es algo que quiero hablar contigo en persona.”
Permaneció en silencio. Lentamente continué hablando.
“Esta será la última vez… Después de esto, no volveré
a involucrarme contigo de nuevo.”
Era lo único que podía ofrecerle.
“De acuerdo, entiendo.”
Esa fue la conversación que tuvo lugar anoche.
Ahora me estaba dirigiendo a encontrarme con mi
hermano mayor.
Para evitar ser vistos por los demás, arreglamos
encontrarnos en el edificio especial, un lugar usualmente desprovisto de gente.
Para la hora en que llegué a mi destino, él ya estaba
allí.
2
“Perdón por hacerte esperar…”
Manabu se encontraba allí en silencio. Desde la
perspectiva de Suzune, él no había cambiado ni un poco desde que eran más
jóvenes.
Seguía siendo la misma persona a la que ella había
estado siguiendo todo este tiempo.
“¿Cuánto ha pasado desde que los dos hablamos a
solas?”
“…Si descartamos lo que sucedió inmediatamente después
de que ingresé aquí, unos tres años…”
“Ya veo. Probablemente.”
Manabu recordó cuando su hermana menor estaba en su
primer año de secundaria.
Cuando decidió asistir a la preparatoria Koudo Ikusei,
él la alejó.
En ese momento, nunca había considerado siquiera que
su hermana menor seguiría sus pasos.
Pero, claro como el día, Suzune estaba aquí ahora, en
frente de él.
“Dijiste que querías hablar conmigo, escucho.”
Su conversación terminará si ella dice que su meta es reconciliarse
con su hermano mayor.
Si hubiera sido su vieja yo, no sería sorpresa que
dijera eso.
En cuyo caso, Manabu probablemente no pronunciaría una
palabra. Simplemente se retiraría sin dudarlo.
“Tiene que ver con este examen suplementario. Estás al
tanto lo que está sucediendo en el 1er año, ¿cierto?”
“Mhm. Cada clase es obligada a expulsar a un
estudiante.”
“Sí.”
“¿Y?”
Instó a Suzune a continuar.
Suzune, quien había estado hablando relativamente
fácil, titubeó para continuar.
“Si pretendes pedirme parte de mi suministro personal
de puntos privados, casi se agotó durante el campamento de entrenamiento. En
cuyo caso, sólo estás perdiendo el tiempo.”
“No es nada como eso. Nunca consideré en pedirte esa
clase de ayuda.”
Suzune fortaleció su determinación, decidida a aclarar
cualquier incertidumbre que él pueda tener.
“Lo que quería hablar contigo hoy es… Por favor, dame
coraje.”
Las palabras salieron, y luego de un breve pausa,
continuó.
“Quiero encarar este examen de frente. Las otras
personas están formando grupos, tratando de tomar control de los votos con el
fin de asegurar que estarán a salvo de la expulsión. Pero, definitivamente se
arrepentirán de hacer eso más adelante. Es por eso que yo… quiero luchar contra
ellos.”
Manabu la observó en silencio conforme hablaba,
reconociendo la determinación que yacía en sus ojos.
Al mismo tiempo, él recordó lo que Ayanokouji le había
dicho el día anterior.
Lo que ella trataba de hacer no era fácil bajo ningún
punto de vista.
Pero con sus dos manos, ella estaba tratando de hacer
algo que nadie más podría.
Se decidió y vino a encontrarse con su hermano.
“¿Cuánto tiempo tienes?”
“No tengo planes después de esto…”
“¿En serio?”
Suzune quedó atónita ante la inesperada pregunta de
Manabu.
“Entonces, me gustaría preguntarte algunas cosas antes
de oírte. ¿Qué piensas sobre esta escuela?”
“¿Eh?”
“¿Estás disfrutando estar aquí?”
“Ah. Uhm… Y-Ya veo.”
La inesperada pregunta de su hermano la había tomado
claramente con la guardia baja.
“L-Lo siento. Eso, uh…”
Manabu no le reprochó ni siquiera a pesar de que
estaba balbuceando con sus palabras.
“Si disfruto estar aquí o no… Honestamente no lo sé.
Al menos no es aburrido.”
“¿En verdad?”
Suzune no podía entender el significado detrás de la
pregunta de Manabu.
Después de todo, había pasado tiempo desde la última
vez que había tenido una conversación normal con su hermano.
“Parece que has podido superar uno de tus defectos.”
“¿Mis defectos…?”
“Así es. Te enfocabas tanto en ti misma que nunca
prestaste atención a lo que te rodeaba. Al ampliar tus horizontes, has logrado
librarte de pasar tus días con aburrimiento.”
“De alguna forma… luces diferente hoy.”
A los ojos de Suzune, su hermano mayor era serio y
dedicado. Alguien que prácticamente nunca sonreía.
Alguien que nunca desaprovecharía una oportunidad para
mejorarse a sí mismo.
Sentía que era imposible para él pensar en el hecho de
ir a la escuela como algo para ser disfrutado.
“Sólo prestaste atención a mis logros académicos,
siempre obsesionada con puntuar alto en los exámenes.”
“Eso es porque… siempre has sido mi modelo a seguir.”
Esto era algo que Suzune ya había dicho varias veces a
estas alturas, y el rostro de Manabu se nublaba cada vez que lo escuchaba.
“Modelo a seguir, ¿huh?”
“…Lo entiendo. Que es absolutamente imposible para mí
alcanzarte. Pero aun así, esforzarme por acortar la distancia tanto como sea
posible no debería ser algo malo.”
A pesar de ser consciente de su propia falta de
vergüenza, aún quería que él vea lo mucho que ella lo estaba intentando.
Sin responder a los sentimientos de su hermana, Manabu
cerró los ojos por un momento.
“¿Qué piensas sobre Ayanokouji?”
“¿…Qué pienso, de él?”
“Sólo dime tu impresión honesta sobre él.”
“Es una compañero de clases irritante. A pesar de que
es lo suficientemente capaz como para ser reconocido por ti, no me gusta el
hecho de que ni siquiera aprovecha eso. Pero, creo que, algún día, seré capaz
de alcanzarlo y, con suerte, superarlo.”
“Es desafortunado, pero nunca podrás alcanzar a
Ayanokouji.”
“…”
“Dicho eso, no necesitas alcanzarlo. Está
absolutamente bien que crezcas a tu propio ritmo.”
“Mi propio ritmo…”
Manabu se movió un poco más cerca de su hermana.
Si Suzune hiciera lo mismo, la distancia entre ellos
sería suficiente como para que sus manos se alcancen entre sí.
Sin embargo, Suzune no fue capaz de dar ese paso.
“¿Tienes miedo?”
“…Sí…”
Esta sensación de distancia era algo que Suzune no
había podido superar, ni siquiera cuando era más joven.
Era tan corta, y al mismo tiempo tan lejana.
“Para acercarte más, tienes que estar dispuesta a dar
un paso al frente.”
“¿Qué puedo hacer…? ¿Qué puedo hacer para deshacerme
de esta distancia…?”
“Déjame ayudarte a encontrar las respuestas que estás
buscando. Así que dime, ¿qué quieres proponerle a tu clase?”
Asintiendo, Suzune lentamente comenzó a explicarle las
cosas a su hermano.
3
Después de clases, el día anterior a la votación.
Mañana se tomará la decisión sobre a cuál estudiante
expulsar, y su asiento en el salón quedará vacío.
Había una sensación de ansiedad pesando sobre todos,
pero aun así, tenían la convicción de que las cosas estarán bien.
Esto se debía a que alguien había sido elegido como sacrificio.
Ayanokouji Kiyotaka será expulsado de la escuela.
Más de la mitad de la clase ya se habían inclinado por
ese curso de acción.
Muchos de ellos probablemente albergaban algo de culpa
por eso ahora.
Y aun así, esa culpa era un pequeño precio a pagar
mientras puedan salvarse a sí mismos.
Después de un tiempo, la culpa se desvanecerá.
Dentro de un año, simplemente recordarán que fui uno
de los estudiantes de su salón de clases.
Dicho eso, no sentía rencor hacia ellos. Con el fin de
evitar la expulsión, todos se habían devanado los sesos para pensar en
contramedidas. Al final, resulté ser el objetivo.
Después de lograr compasión de sus compañeros,
Yamauchi hábilmente convenció a Kushida y sugirió un objetivo para la votación
basado en simpatía y comprensión.
Kushida entonces enganchó a los compañeros que pudo.
Ya que la invitación provino de una confiable amiga a quien le habían contado
sus secretos, fueron completamente incapaces de rechazarla.
La estrategia de Yamauchi no era mala. Asumió el
riesgo e hizo bien su trabajo como la mente maestra.
Fue una lástima que haya decidido ir por mí.
Si su meta era evitar ser expulsado, debería haber apuntado
a Ike o a Sudou.
Después de todo, ellos dos no tendrían la capacidad
para recuperarse de algo como esto.
Bueno, ya que Sakayanagi fue la que en realidad movió
los hilos, no había manera de que eso fuera a pasar.
En cualquier caso, llegado a esto, no tengo más opción
que actuar para eliminar a alguien más.
Pero esta vez, no seré yo el que lo haga.
Sólo soy un estudiante de bajo perfil y nada
impactante que fue elegido por Yamauchi. Yo no era alguien capaz de lograr un
cambio en esta situación.
El semblante de la chica sentada a mi lado había
pasado por mucho más cambio de lo que yo había anticipado.
Todo su cuerpo parecía emanar un aura distinta de la
de antes, reluciendo como si hubiera sido golpeada por un conjuro mágico.
“Bueno, con esto termina la tutoría. Mañana es sábado,
pero habrá un examen, así que no se queden dormidos.”
Las palabras de Chabashira marcaron el fin de la
jornada escolar.
Todos estaban listos para empezar a guardar sus cosas
y volver al dormitorio.
Hubo un breve momento de silencio total.
Vamos, Horikita. Muévete. Sé que puedes hacerlo.
Corrió su silla y se levantó de su escritorio.
“¿Podrían darme un momento?”
Horikita, con su voz llena de confianza, le habló a
todos los estudiantes del salón.
Naturalmente logró captar la atención de todos en la
clase, curiosos por lo que iba a suceder.
“Lo siento, pero me gustaría pedirles a todos que
todavía no se vayan.”
Incluso Chabashira lucía curiosa por lo que Horikita
pretendía, ya que no se retiró del salón.
“¿Qué sucede, Horikita-san?”
Hirata respondió, reaccionando un poco más rápido que
el resto.
Él era, después de todo, el más sensible a los cambios
sutiles en la atmósfera de la clase.
“Tengo algo que decir sobre el examen especial de
mañana.”
“¿Sobre el examen especial?”
“O-Oh, miren la hora… Bueno, ya tenía planes de pasar
el rato con Kanji después de esto, así que…”
“Ci-Cierto…”
Yamauchi e Ike hablaron, enfatizando el punto de que
no tenían tiempo para quedarse.
“Ambos lucen extrañamente tranquilos. Hacen arreglos
para ir a jugar cuando uno de ustedes podría ser expulsado mañana.”
Cuando sus ojos se encontraron con los de Yamauchi, él
apartó la vista de inmediato.
“Es que… no tiene caso, aunque nos resistamos. Ya nos
hemos preparado para lo peor.”
“¿En serio? Qué admirable. Pero lo siento, eso no
significa que los demás sientan lo mismo que ustedes. No tiene sentido lo que
estoy tratando de hacer aquí a menos que toda la clase pueda escuchar lo que
tengo para decir, ¿podrían por favor soportarlo por un momento?”
“¿Entonces qué rayos vas a decir?”
“Hay algo importante que quiero decirles a todos
respecto al examen de mañana y sobre quién va a ser expulsado.”
Horikita caminó hasta el frente del salón y se paró
detrás del podio de la profesora.
Probablemente quería estar en una posición donde pueda
ver los rostros de todos apropiadamente.
“¿Sobre quién va a ser expulsado…? ¿A qué apuntas?”
Yamauchi empezó a hablar notablemente más rápido que
lo usual.
Probablemente lo estaba haciendo involuntariamente
debido a la combinación de su propio cargo de consciencia y la extraordinaria
atmósfera del salón.
“He pensado mucho estos últimos días. ¿Quién debería
ser expulsado? ¿Quién debería quedarse? ¿Cómo llegamos a una decisión
apropiada? Más temprano hoy, pude hallar una respuesta satisfactoria a estas
problemáticas preguntas. Así que por favor, permítanme exponerlo para todos.”
“Espera un minuto, Horikita-san.”
Fue Hirata, no Yamauchi, el que habló para detenerla.
“Nadie en esta clase merece ser expulsado.”
“¿Es eso verdad? ¿No es posible que alguien sí lo
merezca?”
“A-Algo como eso…”
“He tenido serias preocupaciones desde el momento en
que nos comunicaron sobre este examen. A pesar de que es importante para
nosotros poder discutir las cosas unos con otros y llegar a una decisión sobre
a quién vamos a expulsar, la escuela no nos ha proveído mucho tiempo para
hacerlo. Como resultado, se ha convertido en una batalla donde formamos grupos
y tratamos de controlar el resultado de la votación. Corremos el riesgo de
expulsar a un excelente estudiante a pesar de que no debería ser considerado
para la expulsión en absoluto. ¿Podemos llamar a algo como eso examen?”
Chabashira fue la primera en lucir visiblemente
impresionada, seguida por Kouenji.
“No tengo la más mínima idea de qué te ha sucedido,
pero para mí luces como una persona completamente distinta. Por fin has llegado
al quid de la cuestión, ¿no?”
Con un aplauso, Kouenji siguió hablando.
“Escuchemos, entonces. ¿Qué sugieres que hagamos?”
“Originalmente pensé que deberíamos tener una
discusión con todos en la clase y decidir colectivamente a quién expulsar. Pero
entiendo que eso, siendo realistas, sería difícil. Por lo tanto, permítanme
nominar a alguien que creo deberíamos expulsar.”
Hirata interrumpió.
“¡E-Espera, Horikita-san!”
“Perdón, pero estoy hablando. Luego daré una
explicación apropiada para mi nominación.”
Siendo consciente de cuánto tiempo le estaba tomando,
Horikita apresuró la discusión.
“Imposible. Estoy en contra de que causes una crisis
en la clase.”
Aun así, Hirata se negó a ceder.
No estaba en su naturaleza hacer algo distinto.
“Ella tiene derecho a hablar al menos. Podemos
escuchar tus objeciones después de que haya terminado.”
Sudou interrumpió para evitar que Hirata interfiera.
“Es como Pelirrojo-kun dice. He otorgado mi valioso
tiempo para estar aquí, por lo que apreciaría que no sigas desperdiciándolo
siendo un obstáculo.”
Kouenji habló en apoyo a la idea de escuchar a
Horikita, luciendo interesado en la dirección que estaba tomando la discusión.
“P-Pero…”
Aprovechando el titubeo de Hirata, Horikita una vez
más abrió la boca.
“Para este examen especial… he decidido que deberíamos
expulsar a Yamauchi Haruki-kun.”
Bajo la atenta mirada de toda la clase, Horikita
declaró explícitamente el nombre completo de su nominación.
Hasta ahora, por fuera de la esfera pública, varios
estudiantes habían sido nominados como objetivos para los votos de censura. Sin
embargo, Horikita fue la primera persona en nominar a un objetivo de manera
pública. Uno podría preguntar, ¿por qué nadie más había hecho lo mismo? Porque
inmediatamente se ganarían el resentimiento de a quien nominaran. Más
importante, si no lograban convencer al resto de la clase, existía una alta
probabilidad de convertirse ellos mismos en el objetivo.
“¡¿P-Por qué yo, Horikita?!”
Naturalmente, Yamauchi fue la primera persona en
mostrar algún tipo de reacción a esto.
Después de todo, si la despreocupada nominación de
Horikita ganaba suficiente apoyo, él se convertiría en el objetivo de los votos
de censura. Era efectivamente una sentencia de muerte.
“Existe una clara razón. Para empezar, tus
contribuciones a la clase en el pasado año han sido particularmente bajas.”
“¡E-Eso no es cierto! ¡Mi notas en las pruebas han
sido más altas que las de Ken todo este tiempo!”
“Aunque te superó la última vez.”
“¡¡¡Eso… pero, eso sólo fue algo de una vez!!!”
“Hipotéticamente, digamos que tus habilidades
académicas son superiores a las de Sudou-kun. Aun así, estás varios niveles por
debajo de él en términos de habilidad física.”
“¡¿Entonces Kanji no está en la misma situación que
yo?! ¡Él definitivamente es peor que yo cuando se trata de aptitud física!”
Naturalmente, Yamauchi intentó defenderse con
desesperación.
Cualquiera se desesperaría si fuera señalado en frente
todos de esta forma.
“Es cierto que hay varios estudiantes que se
encuentran en condiciones similares. Lo admito.”
“A-Así es. Me nominas tan seriamente… ¿Podrías darme
un respiro…?”
“Sin embargo, sigues medio paso por detrás, incluso
comparado con el resto de ellos. Cuando le asigné a todos una prioridad
teniendo en cuenta su comportamiento durante las clases, puntualidad,
ausencias, fortalezas y debilidades, terminaste en último lugar. El penúltimo
fue Ike-kun, seguido inmediatamente por Sudou-kun. Esa es la conclusión a la
que llegué ayer.”
“Yo… ¡¿Yo también soy candidato?!”
Un poco en pánico, Sudou habló.
“Ciertamente mejoraste en términos de habilidad
académica y pensamiento crítico en los últimos meses, pero eso no elimina todas
las ocasiones en que has sido un estorbo para la clase. ¿O me equivoco?”
“…No, tienes razón.”
Con los hechos expuestos en frente de él, Sudou los
aceptó por lo que eran.
La expresión de Ike era pesada, como si también lo
hubiera aceptado.
“¡¿Estás diciendo en serio todas estas tonterías?!
¡Esto me está cabreando! ¡¿Verdad?! ¡¿Kanji?! ¡¿Ken?!”
Yamuchi trató de llevar a su lado a los otros dos
candidatos que Horikita había nominado, pero ninguno de ellos tenía palabras
para refutar lo que Horikita había dicho.
“Además, soy bastante adorable, ¿cierto? Al menos
comparado con alguien como Kouenji. ¡Ese niño problemático abandonó a la clase
por completo durante varios exámenes especiales!”
“Es cierto que Kouenji-kun tiene mucho que trabajar
para mejorar su comportamiento. Sin embargo, fue capaz de comprender la
importancia de mantener esta discusión. Si tuviera que asignar una valoración
total de sus habilidades, la diferencia entre ustedes dos sería tan grande que
ni siquiera podrías compararte. Como mínimo, él no es alguien a quien
deberíamos expulsar durante este examen.”
Kouenji mostró una sonrisa sin miedo y con
autocomplacencia mientras se cruzaba de brazos.
“¡No puedo aceptar esto! ¡Ya no puedo más!”
“Entonces, ¿qué tal si te digo la razón final por la
que fuiste elegido de entre todas las otras opciones?”
Horikita presionó a Yamauchi, interrumpiéndolo con
calma en medio de su histeria.
“¿R-Razón final?”
El inusual aura de Horikita hizo que Yamauchi se
encoja momentáneamente.
“Debería haber algo por lo que has estado sintiéndose
culpable y que no le has dicho a nadie. ¿Me equivoco?”
Yamauchi fue abrumado por las confiadas palabras de
Horikita.
“No tengo nada por lo cual sentirme culpable…”
“Ya que parece que no tienes ganas de contarlo, lo haré
por ti. Con el fin de protegerte a ti mismo, usaste a Kushida-san como
intermediaria para reunir apoyo de nuestros compañeros, todo para hacer que
expulsen a Ayanokouji-kun. ¿No es cierto?”
“¡¿Hah?!”
El salón cayó en un alboroto.
A pesar de que aproximadamente la mitad de la clase
era consciente de la manipulación de la votación, ninguno de ellos sabía que el
verdadero culpable detrás de todo eso fue Yamauchi.
“¿Planeabas expulsar a Ayanokouji-kun…?”
Más allá de los miembros del Grupo Ayanokouji, Hirata
fue una de las personas genuina y visiblemente impactadas al escuchar que yo
había sido tomado como objetivo.
Hirata era del tipo que siempre permanece neutral y
piensa en la clase como un todo, por lo que tenía sentido que no esté dispuesto
a aceptarlo.
“Sí. Es un hecho innegable. ¿No es así, chicos?”
Kushida había amarrado a muchos estudiantes al plan de
Yamauchi.
Aunque no hacían contacto visual con ella, ellos
seguramente se sentirían impactados si tuvieran una noción de lo que había
estado pasando.
Esto fue suficiente para que Hirata se dé cuenta de
que la mitad de la clase se había unido al grupo de Yamauchi.
“Hmm… Todos lucen mucho más calmados de lo que
imaginé…”
“Tu plan comenzó con un pequeño grupo de personas y lo
expandiste contínuamente desde allí. Si lograbas reunir la mayoría de los votos
de censura de la clase, la expulsión de tu objetivo estaría garantizada,
¿cierto?”
“¡Y-Yo no tuve nada que ver con eso!”
A pesar de afirmar lo contrario, Yamauchi no hizo más
intentos por defenderse.
“¿Entonces quién?”
“¡N-No lo sé, ¿ok?! ¡A mí… me dijeron que le dé mi
voto de censura a Ayanokouji!”
Mentir con desesperación usualmente no resultaba en
invertir las cosas a tu favor.
“Si no sabes quién lo inició, ¿entonces por qué no me
cuentas quién te dijo que le des tu voto de censura a Ayanokouji-kun?”
“Es eso… uh…”
“Tienes que haberlo escuchado de alguien, ¿cierto? No
vas a decir que no lo sabes, ¿o sí?”
Yamauchi lucía desesperado mientras miraba alrededor
del salón.
“¡…Kanji! ¡Lo escuché de Kanji! ¡¿Verdad, amigo?!”
Procedió a echarle la culpa a su mejor amigo.
“¿Qué? ¡No! ¡No fui yo!”
Naturalmente, Ike lo negó.
“¿Es eso cierto, Ike-kun?”
“No, no, no, no, no. No fui yo en absoluto. Lo escuché
de…”
Ike estaba, comprensiblemente, sin palabras.
Después de todo, la persona que se lo había sugerido a
él no era otra más que Kushida, y no podía venderla.
“Por tu silencio siento que eres incapaz de proveer
una respuesta. En cuyo caso, ¿tal vez tú fuiste la mente maestra como
Yamauchi-kun dice?”
“¡No, no! Entonces, err… Kikyou-chan vino a mí,
pidiendo ayuda… Ella dijo que había alguien en muchos problemas, así que
necesitaba que yo le dé mi voto de censura a Ayanokouji.”
Esta vez, Ike le trasladó la culpa a Kushida.
Por supuesto, no había manera de que Kushida se quede
sentada y deje pasar esto.
Ella odiaba la idea de ser tomada como objetivo más
que nadie en el salón.
“¿No me digas que tú eres la mente maestra,
Kushida-san?”
Horikita estaba decidida a rastrear cada pista hasta
llegar al fondo de esto.
En una situación como esta donde una persona
específica estaba siendo tomada como objetivo, no era gran problema si no
descubría la identidad de la mente maestra. Al interrogar a la gente uno a la
vez así, eventualmente descubrirá la verdad de todas formas.
“Yo… bueno… cierta persona se acercó a mí, diciendo
que necesitaba mi ayuda, así que… fue difícil rechazarla…”
“¿Y quién es esa ‘cierta persona’?”
En última instancia, la culpa que Yamuchi había
tratado de evitar tanto estaba a punto de dar la vuelta completa.
Pero Yamauchi, abrumado por la ansiedad, rápidamente
trató de pasarla una vez más.
“¡Es-Eso es! ¡Me lo dijo Kikyou-chan! ¡Ella me pidió
que le ayudé a expulsar a Ayanokouji!”
Con una sola mentira, no había manera de saber cuándo
llegaría a su fin esta cadena en reacción de acusaciones.
“¡¿Y-Yo?!”
“Todos lo escucharon de Kikyou-chan, ¿cierto? ¿Cierto?
¿Me equivoco?”
Kushida ciertamente había sido a la que le habían
confiado el rol de intermediaria.
Sin embargo, había algo que la mayoría de las personas
en el salón entendía.
Y es que, Kushida Kikyou era una estudiante que sólo
actuaría por el bien de sus amigos, y que nunca haría algo para tratar de
engañar o incriminar a alguien.
La diferencia en la cantidad de confianza que habían
logrado construir era más que clara.
“Eres muy cruel Yamauchi-kun… Yo… aunque yo no quería
abandonar a Ayanokouji-kun, viniste a pedirme ayuda… pero, a pesar de que hice
lo mejor que pude…”
Kushida habló, hundiendo su rostro en su escritorio,
con la voz repleta de angustia.
Probablemente eso fue todo lo que la clase necesitó
oír para comprnder quién estaba diciendo la verdad. La escena de Yamauchi
rogándole a Kushida para que le ayude probablemente se estaba reproduciendo en
sus mentes.
El predicamento de Yamauchi rápidamente estaba
empeorando más y más, y sólo seguiría deteriorándose en adelante. Por supuesto,
esto también debió ser un dolor de cabeza para Kushida, pero dada la situación,
no podía evitarse si ella quería evitar ser tomada como objetivo.
Después de todo, el peor escenario posible absoluto
era la expulsión.
“…Kushida-san.”
Horikita le habló a Kushida, quien estaba cubriéndose
la cara.
Todos probablemente pensaron que estaba a punto de
decirle algo para consolarla.
“Tus acciones también han sido un gran error.”
Con tono fuerte, Horikita la regañó.
“En esta clase, tú tienes el mismo nivel de influencia
que Hirata-kun y Karuizawa-san… No, tu influencia es más fuerte que la de
ellos. Y como tal, si nominas a alguien como objetivo, un gran número de tus
compañeros va a escucharte.”
“Y-Yo no quería eso. Sólo quería ayudar a
Yamauchi-kun…”
“Basta de sofistería, no eres tan estúpida. Deberías
haber sabido desde el principio qué sucedería si lo ayudabas.”
Enfrentando las palabras recriminatorias de Horikita,
Kushida se levantó de su escritorio, llorando.
“¡No pensé con tanta antelación! ¡Es sólo que,
simplemente no podía ignorar el problema de Yamauchi-kun… su sufrimiento… tenía
que ayudarlo de alguna forma!”
“No, lo sabías. Ignoraste el problema, sabiendo muy
bien cuál sería el resultado.”
Confrontada con la excesiva insistencia de Horikita,
Kushida se encogió, titubeando con su respuesta.
En esta situación, no podía responderle agresivamente
a Horikita aunque quisiera.
Era absolutamente imposible que rompa su personaje y
se quite la máscara bajo estas circunstancias.
Y no había manera de que Horikita no entienda eso
también.
“Este calvario fue causado por tu propia falta de
juicio. Deberías haber hecho algo al respecto más pronto.”
“Eso… no sé qué hacer…”
“Deberías reflexionar sobre lo que ha pasado aquí y
esforzarte por tomar acciones que beneficien a la clase de ahora en más.”
Horikita pronunció las palabras finales sobre el
asunto, haciendo oídos sordos a las excusas de Kushida.
“En cualquier caso, parece que no hay dudas del hecho
de que el principal infractor es Yamauchi-kun.”
Horikita abandonó su foco temporal sobre las errores
de Kushida y una vez más dirigió su atención de regreso a Yamauchi.
“E-Espera, Horikita. Te dije que no fui yo…”
“Vaya, vaya, esta ha sido una discusión bastante
interesante. Pero, ¿no es natural que el chico trate de eliminar a alguien más
de la escuela? Dejando de lado todas las formalidades sin sentido, este examen
no es nada más que la muchedumbre de la clase peleando por su propia
supervivencia. ¿O acaso hay alguna razón en particular por la que sólo él
debería ser condenado, hmm?”
Kouenji hizo una declaración que no parecía estar
alineada con nadie, aunque probablemente iba a terminar resultando en favor de
Horikita.
“Tienes razón. Mientras que conformar un grupo con la
intención de deshacerse de alguien más puede que no sea de lo más elogiable, ciertamente
no parece justo culparlo simplemente por tratar de sobrevivir. Bueno, sólo si
eso fuera todo lo que hay detrás.”
“¿Oh?”
“Yamauchi-kun. No has estado tratando de expulsar a
Ayanokouji-kun sólo para protegerte a ti mismo, ¿o sí?”
“¡E-Espera! ¡Dije que esperes! ¡Te dije que no fui
yo!”
“Qué terrible. Todos los aquí presentes creen
totalmente que fuiste tú, así que ahora escuchémoslo. ¿Por qué apuntó al joven
Ayanokouji?”
Horikita asintió.
“Él, Yamauchi-kun, ha estado conspirando detrás de
escena con Sakayanagi-san, recibiendo órdenes y cumpliéndolas para ella.”
La verdad quedó expuesta a la luz.
“Esa es una información bastante preocupante, ¿no?
Conspirar con una estudiante de la Clase A… Qué desagradable.”
Probablemente esta era la razón por la que Kouenji se
había involucrado en esta discusión en primer lugar.
Kouenji seguía corriendo el riesgo de ser expulsado,
por lo que posiblemente pretendía aprovechar a Horikita para evadir el peligro.
Al revelar a un estudiante verdaderamente innecesario, la clase lo juzgará a él
en cambio.
Incluso si Yamauchi no hubiera conspirado con
Sakayanagi o con alguien más, el hecho de que él era el estudiante más
innecesario de la clase no cambiaba. Probablemente hubiera terminado de esta
forma igualmente.
Puede que sea justo decir que el tiempo necesitado
para arrinconar a Yamauchi se había reducido considerablemente gracias al hecho
de que se había involucrado en el plan de Sakayanagi.
“Oye, Haruki, ¿has estado conspirando con
Sakayanagi-chan…?”
No sólo su rol como la mente maestra fue revelado,
sino también su conexión con la Clase A.
Ni siquiera su mejor amigo Ike fue capaz de aceptar
estas noticias sentado.
“¡E-Eso es una tontería! ¡No hay evidencia!”
“¿Me pregunto si estarías dispuesto a mostrarme tu
teléfono, entonces? Deberías tener a Sakayanagi-san agendada en tus contactos.”
“¡Eso es… porque somos amigos! ¡No tiene nada de
sospechoso que la tenga agendada!”
Es cierto que no sería sospechoso que ambos tengan
realmente una relación amistosa.
Sin embargo, el hecho de que, recientemente,
Sakayanagi se había contactado abiertamente con Yamauchi seguía fresco en la
memoria de todos en el salón.
Horikita probablemente le había preguntado a Yamauchi sobre
sus contactos con el fin de recordarle a todos lo que había sucedido en aquel
entonces.
“¿Tú… en serio estás vinculado con Sakayanagi-chan?”
Proviniendo de su amigo más cercano, la pregunta de
Ike se sentía desdeñosa.
“T-Te lo estoy diciendo… ¡¿Por qué me uniría a la
Clase A?! ¡Nunca traicionaría a mis amigos! ¡Esta es la primera vez que oigo
sobre esto! ¡Vamos, denme un respiro…!”
Alcanzando su límite, Yamauchi se hizo la víctima.
“Error. Bajo sus órdenes, convenciste a nuestros
compañeros de apuntar a Ayanokouji-kun. Después de todo, ella es mucho más
lista que tú. Ella te dio claras instrucciones sobre cómo hacer que expulsen a
Ayanokouji-kun de la escuela.”
“¡N-No, no, no!”
“Además, probablemente hubo algo que convenció a
Yamauchi-kun para cooperar voluntariamente con ella. ¿Algo como una invitación
para empezar a salir, quizás?”
“¡Agh!”
En el clavo. Conforme Horikita señaló la verdad que él
más quería ocultar, Yamauchi expresó una nueva clase de agitación.
Esto era algo que Horikita posiblemente había deducido
por su cuenta, y basado en la reacción de Yamauchi, parecía que había dado en
el blanco.
“No hay razón para que la clase expulse a alguien
mucho más superior a tú como Ayanokouji-kun debido a este motivo inútil y
estúpido tuyo. Esta es la principal razón por la que te nomino para la
expulsión.”
Horikita habló no sólo hacia Yamauchi, sino a la
totalidad de la clase.
“Ninguno de nosotros quiere perder a uno de nuestros
compañeros. Sin embargo, tú traicionaste a tu propia clase y conspiraste con el
enemigo. Incluso trataste de atacar a uno de tus propios amigos… Tú eres, sin
lugar a dudas, el estudiante más innecesario de la clase.”
“Es-Eso es…”
Prácticamente podías oír los engranajes dentro de la
cabeza de Yamauchi mientras frenéticamente pensaba en cómo escapar de su
situación actual.
“Si… Incluso si asumimos que lo que estás diciendo es
verdad… ¿por qué soy el único al que critican? ¡Tratar de protegerme a mí mismo
trabajando con otra clase es una forma legítima de auto defensa, ¿no?! ¡No es
como si quisiera ser expulsado!”
“Ya veo. Esencialmente estás preguntando ‘¿qué tiene
de malo tratar de protegerme?’, ¿cierto?”
Era una excusa lamentable y testaruda, pero Yamauchi
seguía sin estar dispuesto a admitirlo.
“La auto preservación es importante ciertamente. No
obstante, no veo mucho valor en alguien que está dispuesto a deshacerse de uno
de sus pares con el fin de conseguir esa protección, mucho menos de alguien que
le vendió su alma al enemigo.”
Horikita no retrocedía, sin importar cuánto trataba de
resistirse Yamauchi.
“¡S-Sólo estás defendiendo a Ayanokouji porque te
llevas bien con él!”
“En absoluto. Este fue el resultado objetivo de una
valoración serena y calmada. Tanto tú como Ayanokouji-kun comenzaron desde el
mismo lugar. Al comparar a los dos la diferencia entre sus contribuciones
generales a la clase está dolorosamente marcada. Además, considerando tu
conexión con la Clase A, simplemente no hay margen de discusión.”
“Sin objeciones. Creo que la propuesta de la joven
Horikita es bastante deseable. Ciertamente no queremos mantener cerca a alguien
que potencialmente podría traicionar a la clase. Yo mismo no podría perder
tiempo con un estudiante que potencialmente podría traicionar a la clase. Ella
tiene mi apoyo.”
Tras lo cual, Kouenji fue el primero en apoyar la
propuesta de Horikita.
“¡Espera! ¡No he traicionado a nadie! ¡Lo juro por mi vida!”
Como último recurso, Yamauchi juró por su vida para
probar que no estaba mintiendo.
Era difícil discernir si su sentimiento alcanzaría o
no a sus compañeros de clase.
“¡Oh! ¡Entonces, ¿por qué rayos es Ayanokouji, huh?!”
“¿A qué te refieres con eso?”
“Incluso si de alguna manera yo estaba recibiendo
órdenes de Sakayanagi-chan, en lugar de tratar de expulsar a alguien como
Ayanokouji, ¿no tendría más sentido para mí apuntar a alguien más peligroso?”
Probablemente era una duda que le había quedado de
cuando Sakayanagi acudió a él. En lugar de Ayanokouji, ¿por qué no elegir a una
de las figuras centrales de la clase como Hirata o Karuizawa?
“Supongo que porque él no destaca mucho, para mejor o
peor. Aunque ella quisiera que expulses a un estudiante más relevante, no
hubieras sido capaz de lograrlo muy fácilmente. Entonces ella eligió a alguien discreto
como Ayanokouji-kun. En lo que respecta a Sakayanagi-san, probablemente no le
importaba quién sería expulsado. Sólo quería un espía, una pieza de ajedrez que
pueda mover como quiera.”
No había razón para que alguien como Yamauchi pudiera
evitar quedar atrapado en una estrategia tan astuta.
“Supongo que hay algunos de ustedes que no están muy
contentos sobre mi nominación. En cuyo caso, por favor siéntanse libres de
otorgarme sus votos de censura. Ya sea que quieran votar a Yamauchi-kun o
Ayanokouji-kun, o a alguien más, vayan y háganlo. Sólo sentí la necesidad de
compartir mi opinión con todos, exactamente por lo cual decidí tener esta
discusión en primer lugar. Por favor traten de tener en cuenta esto cuando
tomen su propia decisión.”
Horikita habló con confianza, determinada a apostarlo
todo por lo que creía que era correcto, y probablemente iba a valer la pena.
Sin embargo, Sudou procedió irrumpir otra vez.
“Espera, Suzune… creo que entiendo el quid de la
cuestión. Comprendo que Haruki es el que se equivocó aquí…”
Su expresión era lúgubre. Esta era una muestra
desesperada de resistencia de alguien que siempre toleraba las órdenes de
Horikita.
“Pero estoy en contra de expulsar a Haruki.”
“Bueno, él es tu amigo. Soy consciente de cuán
importante es para ti.”
No obstante, Horikita ya había anticipado que Sudou respaldaría
a Yamauchi.
Aun así, Sudou no estaba dispuesto a ceder.
“Es mi amigo, así que voy a protegerlo. Eso tiene
sentido, ¿cierto? Sé que estuvo muy mal que haya hecho lo que hizo con la Clase
A y todo pero… no tenemos que expulsarlo por eso. ¿No sería suficiente con que
reflexione sobre el asunto y contribuya seriamente en adelante?”
“Si ése fuera el caso, tampoco habría necesidad de
expulsar a Ayanokouji-kun, ya que él no ha hecho nada malo.”
“E-Eso es—”
“Tu perspectiva está viciada, Sudou-kun.”
Horikita sólto un breve suspiro, preparándose para
desatar todo el coraje que pudo reunir.
Se mantuvo firme, habiéndose preparado totalmente para
ser odiada por sus pares.
“Al proteger a una persona estás abandonando a alguien
más. Este examen no se trata de lo sentimental. Es sobre la teoría.”
Sudou abrió la boca pero procedió a quedarse en
silencio.
Su deseo de ayudar a su amigo era claro.
Pero con el fin de hacer eso, significa que alguien
más tendría que ser expulsado en su lugar.
Formar un grupo y tratar de controlar la votación fue,
en sí mismo, un error.
Hasta hoy, la clase había sido libre de actuar como
creían correcto de cara al inminente examen. Todos había sido consumidos por
pensamientos negativos, considerando que personas específicas merecían ser
expulsadas. Pensando que no tenía sentido luchar en contra de algo que ya parecía
decidido.
Este era el motivo por el que se había llegado a esto
exactamente. Todos se habían dado cuenta de que no son capaces de actuar por el
bien de la clase y que sólo querían salvarse a sí mismos. Si Horikita hubiera
hecho esto el día que el examen fue anunciado, probablemente no hubiera sido
tan efectivo. Más importante, si ella hubiera apelado a la clase antes de que
fueran obligados a atravesar este examen especial, sus palabras probablemente
no hubieran resonado en ellos. Pero ahora, todos deberían poder comprender cuán
difícil y aterrador es tomar la iniciativa y tratar de expulsar a uno de tus
compañeros.
“Perdón, Haruki… No puedo hacer nada por ti…”
Honestamente, esta nueva madurez de Sudou fue
impactante. Aún tenía una tendencia a perder el temperamento fácilmente luego
de pequeñas provocaciones, por lo que aunque todavía le faltaba camino por
recorrer, estaba expandiendo sus propios horizontes, poco a poco.
A pesar de que fue una elección entre un amigo cercano
y yo, él había podido dejar de lado mi relación relativamente cercana a
Horikita, y llegar con calma a una decisión razonable.
“Parece que está decidido entonces, joven Horikita.”
Kouenji y los demás espectadores estaban listos para
dar su veredicto.
“¡Esperen! ¡Esperen! ¡Deténganse!”
Yamuchi empezó a gritar, rogando que paren.
“¡¡¡Es estúpido de su parte que gasten sus votos de
censura conmigo!!!”
“Ya me decidí. Nadie aquí merece ser votado más que
tú.”
“¡Sí, pero! ¡Ya he hecho un arreglo con todos para
votar a Ayanokouji!”
“…Yo… me retracto de todo…”
“¿Huh?”
Kushida habló, con la mirada hacia abajo.
“Cometí un error… quise ayudar a Yamauchi-kun… pero no
me di cuenta de la gravedad de la situación. Me retracto de lo que les pedí a
todos…”
Dada la situación, con el fin de evitar arruinar su
propia reputación, Kushida no tenía más opción que ponerse del lado de
Horikita.
“Espera, espera. ¡¿Qué estás diciendo?! ¡¡¡Estás
rompiendo tu propia promesa!!! ¡Qué cruel!”
“Tú eres el cruel aquí, Yamauchi-kun… llegando al
punto de traicionar a tus propios compañeros…”
Y ahora, Yamauchi quedó completamente solo.
La sensación de ser el objetivo de muchos de tus pares
era una que él debería conocer mejor que cualquiera.
“Tú eres el eslabón más débil de la clase, y eres un
traidor.”
Horikita reiteró su punto con indiferencia y
compostura.
“Eso es todo lo que quería decir.”
Tras lo cual, intentó poner fin a la discusión.
No parecía haber nadie más dispuesto a oponerse a
ella.
“En conclusión, me gustaría escuchar las opiniones de
todos aquí. ¿Qué piensan?”
Sin embargo…
“Quiero que esperes un segundo, Horikita-san.”
“¿…Sucede algo?”
Un estudiante levantó la mano y procedió a levantarse
de su asiento.
Si hubo un único factor que había quedado afuera de
los cálculos de Horikita, tendría que ser la existencia de Hirata Yousuke.
“Aunque permanecí en silencio y permití que digas todo
lo que querías decir, debo objetar con la manera en que estás induciendo al
resto de la clase para que vote como tú. Que camaradas se unan para echar a
alguien de esta forma… simplemente está mal.”
Las palabras de Hirata no provenían desde un lugar
sentimental como Sudou, ni de la lógica como Horikita. En cambio, provenían de
un lugar de sufrimiento y resistencia, fruto de su inhabilidad para llegar a
una respuesta.
“No existe otra manera. Este examen no tiene vacíos
legales. Es irrazonable, pero alguien en nuestra clase, sin lugar a dudas, va a
ser expulsado. ¿No me digas que todavía no lo has aceptado?”
“¿Cómo podría aceptarlo? Yo… no quiero perder a nadie.
Sería distinto si alguien quisiera ser expulsado, pero sea Yamauchi-kun o
Ayanokouji-kun, ninguno de ellos quiere.”
“¿Ninguno de ellos quiere? Te resultaría bastante
complicado hallar alguien que quiera eso. ¿Qué tal si le hago una pregunta
inútil al resto de la clase? ¿Podrían levantar la mano aquellos que deseen ser
expulsados de la escuela? Si lo dicen ahora, todo esto ya no será necesario. El
resto de nosotros los votará por unanimidad y nos lavaremos las manos.”
Ni una sola persona levantó su mano. Si realmente
hubiera un estudiante así, ya habría anunciado su candidatura hace añares.
“¿Lo entiendes ahora?”
“No. Es imposible que esté dispuesto a aceptar algo
tan horrible.”
El estudiante de honor perfecto, muy versado en
deportes y en lo académico. Un sujeto verdaderamente virtuoso.
Pero a pesar de todo eso, la debilidad de Hirata
Yousuke fue revelada.
Cuando llega el momento y es presionado para tomar una
decisión, queda abrumado, y no puede hacer nada en absoluto.
“Tengo fe en mi decisión de avanzar aquí,
independientemente de que estés dispuesto a aceptarlo o no, así que votemos.
Aquí y ahora.”
“No hay razón para que hagamos eso. No hay manera de
garantizar a quién votarán mañana.”
“Eso no es cierto. Es importante tener una idea de las
tendencias de voto de nuestros compañeros.”
“Es inútil. ¡Todos… todos están tratando de expulsar a
alguien! ¡No puedo…!”
Hirata probablemente estaba preocupado de que las
acciones de Horikita inicien un incendio que se pierda de control, provocando
que se haga pública información como ‘quién odia a quién’.
“Bueno entonces, chico, sigamos.”
Horikita ignoró a Hirata y una vez más trató de
iniciar la votación.
Ya nadie podía detenerla. Era el momento de la verdad.
“¡Horikita-san!”
Un sonido fuerte y antinatural hizo eco por todo el
salón.
Sucedió algo en el salón que nadie había esperado ni
un poco.
Hirata había pateado su escritorio, mandándolo a volar
y derribándolo.
“Qué… Uhm, ¿H-Hirata-kun?”
Pude escuchar la voz de una de las chicas, asombrada y
desconcertada.
Y para ser justos, yo también estaba igualmente
sorprendido.
Era el tipo de situación que hacía preguntarme si él
simplemente se había dejado llevar y su pie accidentalmente había hecho
contacto con su escritorio.
Lo mismo se aplicaba a Chabashira.
Ese comportamiento increíble era demasiado inimaginable.
“¿Podrías callarte, Horikita-san?”
Había bajado el tono de su voz, como si tratara de
asustarla para que ceda.
“¿…Por qué quieres que me calle?”
Horikita respondió con una pregunta, acomodando su
flequillo para ayudar a ocultar su asombro.
“Te lo estoy diciendo, detén esta votación.”
“No tienes derecho a…”
Las intimidantes palabras de Hirata causaron que la
voz de Horikita vacile un poco.
Esa era la intensidad que la voz de Hirata cargaba.
“Esta discusión ha sido un error.”
“De ser así, ¿entonces qué rayos deberíamos hacer? No
es como si tuvieras algunas ideas. No has hecho nada en todo este tiempo.”
“¿…Y qué?”
“¿…Y qué? Estoy diciendo que es un problema. No has
hecho una sola valoración apropiada sobre la situación.”
“Cállate…”
“No, no me callaré. Voy a—”
“Horikita… cierra la boca de una vez.”
Hirata habló interrumpiéndola fría y severamente. Sus
palabras eran mucho más pesadas que cualquier cosa que le hayan oído decir
antes.
Se sentía como si el aire en el salón se hubiera
congelado.
“Escuchen, chicos.”
El tono de Hirata había cambiado al dirigirse a la
clase, haciéndolo ver como una persona totalmente distinta.
“No importa en absoluto si todo lo que se ha dicho
hasta ahora es verdad o no.”
“¡…No lo es! ¡Ella está mintiendo, Hirata! ¡Yo soy la
víctima aquí!”
Yamauchi le reclamó a Hirata, habiendo quedado en una
situación complicada.
“¿Víctima?”
“Er…”
La profunda e implacable mirada de Hirata perforó a
Yamauchi.
“Después de lo que se ha dicho, es imposible que seas
inocente aquí.”
“Eso es… yo…”
“El hecho de que ustedes hayan estado de acuerdo en
traicionar a uno de los suyos me enferma.”
Su enfado no estaba dirigido sólo a Yamauchi, sino a
toda la clase.
“Es un examen. No tenemos otra opción.”
“De todas formas, está mal manipular la votación.”
“El examen es mañana. ¿Estás diciendo que deberíamos
sentarnos y no hacer nada para prepararnos? Eso no sería distinto de permitir
la traición de Yamauchi-kun.”
“¿Qué tiene de malo no tener un plan? No tenemos
derecho a juzgar a nuestros compañeros.”
“¿Qué estás diciendo…? ¿No es eso exactamente lo que
nos pide este examen especial? De hecho, varios de nosotros queremos esto.”
Horikita sabía esto precisamente porque se había
parado en el podio, recibiendo las miradas de sus compañeros.
Sin embargo, Hirata no estaba dispuesto ni siquiera a
tratar de aceptar esto.
“¿…No eres tú el problema aquí?”
Su baja pero pesada voz resonó en todo el salón.
Incluso ahora mi cerebro se negaba a aceptar que esta
fría voz provenía de Hirata.
“Es cierto que este examen es demasiado despiadado y
cruel. Nunca podré aceptarlo. Pero, aun así… si de alguna forma logras
tolerarlo, en realidad no es nada más que una votación normal de la clase. Bajo
ningún punto de vista existe para que enfrentes a unos contra otros de esta manera.”
“Eso es surrealista. Detrás de escena, nuestros
compañeros han estado formando un grupo, manteniendo discusiones sobre cómo
manipular los resultados de la votación. Ayanokouji-kun iba a asumir todo eso
él mismo.”
“Sí. Eso es deplorable. De todas formas, tu petición
directa a toda la clase es algo completamente distinto.”
“Es lo mismo. No hay diferencia. Deberías haber
detenido su complot tú mismo si tanto quieres aferrarte a esa mentalidad
hipócrita tuya.”
Nadie podía interrumpir su conversación a estas
alturas.
Hirata era el que se encontraba al borde de la
desesperación, y la única persona capaz de hablarlo con él era Horikita.
“Además, aun sin hacer una votación aquí, ya he
terminado de explicar todo. ¿No te das cuenta de que esa ‘votación normal’ que
querías ya ha desaparecido por completo?”
“Así es… La suerte está echada. No puedes retractarte
de lo has dicho.”
Hirata respiró profundo antes de continuar.
Recuperó un poco la compostura, pero no hubo cambio en
su fría actitud.
“Es por eso que voy a votarte mañana, Horikita-san. No
permitiré que vuelvas a causarle problemas a esta clase.”
Hirata era consciente de sus propias inconsistencias.
No obstante, se lleva bien con todos en la clase y valora la paz y la
camaradería más que nadie. Por lo cual, en consecuencia, era que estaba
sufriendo exactamente.
“Sí. Haz lo que quieras.”
Horikita no lucía insatisfecha. Era como si estuviera
animando a la clase a hacer lo mismo si es que estaban de acuerdo con él.
Habiendo observado todo el calvario, Chabashira se acercó
al podio de profesores.
“¿Eso es todo, Horikita?”
“Sí.”
Horikita cedió el podio y regresó a su asiento.
Las clases ya habían terminado por el día, y este no
era lugar para que una profesora interfiera.
Pero aun así, Chabashira una vez más se dirigió a sus
estudiantes.
“Puede que todos piensen que este examen es algo
terrible e irrazonable forzado sobre ustedes por parte de la escuela. Sin
embargo, una vez que ingresen a la sociedad, definitivamente se encontrará con
situaciones en las que alguien tiene que ser dejado de lado. En la alta
gerencia tiene que haber voluntad para cerrar un ciclo cuando sea necesario.
Los alumnos que estudian en esta escuela son educados para convertirse en
factores importantes para el futuro éxito de Japón. No podrán crecer si perciben
este examen como un simple medio de la escuela para fomentar el acoso.”
En sociedad, las personas que son obstáculos son
despedidas para proteger al grupo como un todo.
Siguiendo esa lógica, también existen acuerdos
secretos y denigración como lo que se había hecho en estos últimos días.
Ciertamente existen factores en este examen especial
pensados para ayudarnos a madurar hacia la adultez. Sin embargo, bajo ningún
punto de vista es gentil al obligar a los estudiantes, aún inmaduros física y
mentalmente, a hacer este tipo de valoración. El examen podría terminar
influyendo negativamente sobre el futuro de los estudiantes.
“No voy a proveer mi perspectiva sobre esta discusión
de ustedes. Creo que la participación de todos ha sido valiosa. Espero que
todos piensen cuidadosamente antes de votar mañana.”
Tras lo cual, Chabashira dejó el salón, habiendo
terminado de escuchar toda la discusión.
¿Yo? ¿Yamauchi? ¿Horikita? ¿Posiblemente Hirata? ¿O
tal vez alguien más?
No estaba claro a quién votarán el día de mañana. En
otras palabras, la persona que sea expulsada mañana seguía estando
completamente en el aire, y nadie podrá ponerle peros al asunto.
Así es este examen especial, después de todo.
4
Haruka y el resto del Grupo Ayanokouji se acercaron a
mí inmediatamente después de que Chabashira dejó el salón.
Horikita y Yamauchi se fueron del salón al instante.
“¿Estás libre ahora?”
“¿Hm? Sí.”
En realidad quería hablar un poco con Hirata pero…
Sin mostrar ningún tipo de emoción en particular en su
rostro, Hirata abandonó el salón en silencio.
Ya que mi situación se había hecho pública, ignorar al
Grupo Ayanokouji no sería muy buena idea.
“¡Vayamos al café!”
Colectivamente aceptamos la sugerencia de Haruka y nos
retiramos del salón.
Todos ingresamos al pasillo juntos, ninguno de
nosotros pensaba ir al café en solitario.
“¿Esto es correcto? Si las cosas empeoran, el resto de
ustedes podría ser objetivo del grupo de Yamauchi.”
“¡Si quieren apuntar a nosotros, que vengan! No
permitiré que nadie de nuestro grupo sea expulsado, absolutamente.”
Contrario a su usual comportamiento, el enojo de
Haruka era más pronunciado y no parecía apaciguarse.
“Opino lo mismo. No hay una sola razón por la que
Kiyotaka debería ser expulsado.”
Keisei habló en acuerdo, seguido por Akito y Airi
asintiendo.
“Pensaba que era extraño que no lográramos hallar
información, pero tiene sentido que no pudiéramos, ya que el objetivo era
alguien de nuestro grupo.”
Sin importar cuánto investigaran, no hubieran podido
descubrir la identidad del objetivo del grupo grande.
Keisei parecía entender muy bien esto.
Llegamos al café. Después de que todos ordenaron sus
bebidas, Haruka rompió el hielo.
“Pienso que Yamauchi-kun es una muy buena elección
para nuestros votos de censura. Bueno, mejor dicho, creo que no hay ninguna
otra opción.”
“Sin objeciones, ¿qué hay de nuestros otros dos
votos?”
“¿No estaría bien votar a las personas que aún lo
apoyan?”
“¿No habrá una gran caída del número de sus seguidores
ahora que se ha hecho pública su conexión con Sakayanagi? Ni siquiera Ike ni
Sudou fueron suficientemente atrevidos para defenderlo.”
“Sí, pero como son sus amigos, siento que le dedicarán
un voto de elogio por empatía.”
La predicción de Haruka posiblemente era correcta.
A pesar de que había sido etiquetado como un traidor,
Yamauchi sólo había actuado para protegerse a sí mismo.
Desde otra perspectiva, podría decirse que Sakayanagi
simplemente se había aprovechado de él. No es como si no hubiera margen para la
empatía.
Horikita fue la que había incitado todo ese odio hacia
Yamauchi… Bueno… No, yo había sido el que estuvo detrás de eso.
Yamauchi fue la mente maestra, y Sakayanagi la que
movía los hilos detrás de él.
Le informé a Horikita mayor sobre todo, e hice que le
transmita la información a su hermana.
Si, por casualidad, ella no hubiera actuado, yo mismo
habría hecho lo mismo que hizo ella.
“¿Me pregunto cuántos votos de censura Kiyotaka va a
recibir? De los chicos, están Yamauchi junto a Ike y Sudou, y más allá de esos
tres, Hondou, Ijuin, Miyamoto, y Sotomura, todos parecen estar en buenos
términos con él.”
Sólo parecía haber siete votos de censura de los
chicos de la clase.
“¿Qué hay de las chicas?”
“No tengo dudas de que Horikita-san le dará un voto de
elogio a Kiyotaka-kun y un voto de censura de Yamauchi-kun. Aunque no sé qué
harán las otras chicas… ¿Tú sabes, Airi?”
“…Satou-san y Karuizawa-san probablemente no votarán
en contra de él… creo…”
“¿Por qué?”
“No lo sé, sólo es un presentimiento pero…”
Airi se fue apagando mientras se lo explicaba a
Keisei, y Haruka interrumpió.
“Es intuición femenina.”
“No podemos confiar en eso.”
Keisei no iba a contar esos votos con esa explicación.
“Sí, podemos. Es extraño, pero pienso que va por buen
camino. Especialmente ya que estamos hablando de Airi.”
“¿Qué se supone que significa eso? Dejando de lado a
Satou, ¿cómo podría saber algo acerca de Karuizawa?”
Incapaz de entender ese razonamiento, Keisei inclinó
la cabeza.
“No te preocupes. Sólo digamos que podemos considerar
que esas dos no lo votarán.”
“Esto es descuidado…”
“Sin embargo, más allá de esas tres, sigue siendo
confuso qué hará el resto de las chicas.”
“Sí. A muchas de las chicas que no les agrada
Yamauchi-kun. Aun si mantienen su promesa de votar a Kiyopon, probablemente
terminen dándole un voto también a él.”
“Mirándolo desde una perspectiva psicológica, puede
que eso sea cierto. Para alguien que sólo piensa en superar el examen, podrá
salvarse a sí mismo al otorgarle sus votos a las personas con la más alta
probabilidad de ser expulsados. Posiblemente lo vean como una pelea mano a mano
entre Kiyotaka y Yamauchi, y el resto de los votos probablemente terminen
repartidos entre las otras opciones.”
Keisei explayó los hechos sobre el asunto basado en
todo lo que había oído hasta ahora.
Por ejemplo, Kouenji había sido un objetivo principal
de los votos de censura de la clase, pero aun así, esa mentalidad probablemente
había perdido tracción. Dedicarle votos de censura a Kouenji significaría
ignorar sus fortalezas, y como hay varios estudiantes activamente retrasando a
la clase e impidiendo que avance, Kouenji probablemente termine estando a
salvo.
“Estoy seguro de que estarás bien, Kiyotaka-kun.”
“Sí, gracias.”
En su mente Airi probablemente seguía ansiosa pensando
que algunos de los votos de censura restantes irían hacia ella.
Y aun así, me ofreció palabras determinadas de ánimo
sin demostrar esa ansiedad.
“De todas formas, ¿Kiyopon no es el más tranquilo
aquí?”
“Es sólo que no hay nada que pueda hacer. Mis
pensamientos han estado repletos de inquietud.”
“No te preocupes. Gracias a Horikita, las cosas ya no
lucen tan mal. Mejor dicho, es como si ella te hubiera salvado.”
Si no fuera por Horikita, existía una buena chance de
que la mayoría de la clase hubiera enfrentado el examen sin saber qué había
estado pasando.
Sin pensarlo dos veces, me hubieran otorgado sus votos
sólo para salvarse a sí mismos.
Un resultado como ese me resultaba muy fácil de
imaginar.
“Pero… me preguntó cómo fue que Horikita-san descubrió
la traición de Yamauchi-kun.”
Airi propuso casualmente una pregunta crucial.
“Nuestro grupo es cercano a Kiyotaka-kun, pero parece
que ninguno de nosotros escuchó nada al respecto, ¿cierto? Pensé que
Horikita-san estaría en la misma situación que nosotros…”
“Eso es verdad… No parece que Horikita haya tratado de
formar un grupo tampoco.”
Yamauchi probablemente estaba frustrado sobre esto.
Seguramente pensaba que alguien del grupo grande que había creado lo traicionó,
llegando al extremo de contarle todo a Horikita.
En primer lugar, probablemente no habría podido notar
la filtración de esa información, ni hacer algo al respecto.
“No sé quién, pero debe haber alguien que no quería
que Kiyopon sea expulsado, ¿cierto?”
“Probablemente. Al menos hay una buena persona entre
el montón.”
Ninguno de ellos pudo darse cuenta de que ese
‘alguien’ éramos Kei y yo.
5
En el camino de regreso a los dormitorios, nos
cruzamos con Hirata sentado en uno de los bancos con la misma expresión apática
en su rostro.
Si alguien lo viera así, probablemente reconsideraría
la idea de hablarle.
Después de todo, nadie lo había visto así antes.
“Luce bastante derrotado.”
“Sí… Está completamente distinto de siempre.”
Haruka y Akito reconocieron de inmediato lo
surrealista que era la situación.
“Creo que intentaré hablar un poco.”
“Ríndete, Kiyotaka. ¿No sería mejor dejarlo ser por
ahora?”
“Tal vez, pero hay algo que ha estado molestándome.”
“¿Algo ha estado molestándote?”
“Perdón por esto, pero pueden adelantarse sin mí. No
creo que esté dispuesto a decir mucho si nos acercamos a él como grupo. Si va a
enfadarse con alguien, preferiría que sea yo en lugar de todos nosotros.”
“…De acuerdo, pero la votación será mañana, no hagas
algo que lo fastidie. Honestamente no hay manera de saber a quién votará Hirata
ahora.”
Asentí en respuesta al consejo de Akito y me separé
del grupo.
Estaba agradecido de que pudieran percibir la
situación y se vayan al dormitorio directamente.
Antes de hacer algo, tomé una fotografía de su
apariencia derrotada a la distancia y se la envié a Kei con algunos detalles.
“Hirata.”
Con el fin de aprovechar al máximo esta oportunidad,
le hablé inmediatamente después de que presioné enviar.
“…Ayanokouji-kun.”
“¿Tienes un minuto?”
“Sí, claro. Yo, uh, también quería hablar contigo.”
Era posible que estuviera sentado aquí esperándome.
De lo contrario, no tendría sentido elegir sentarse en
un lugar tan frío.
Además, estaba sentado en uno de los lados del banco,
posiblemente con la esperanza de tener a alguien sentado junto a él.
Me senté en el espacio libre a su lado.
“Una cálida primavera llegará pronto.”
“Sí.”
“Yo… creí que todos podrían recibir esa primavera
juntos. No, incluso ahora, en alguna parte de mi corazón, sigo creyéndolo.”
Hirata hablaba apasionadamente, a pesar de que la
clase casi había llegado al colapso hace no mucho.
A pesar de que todos habían atestiguado su
comportamiento antiestético a ingenuo en el salón, este núcleo de su
personalidad aún no había cambiado.
“Tener que abandonar a alguien… lo odio.”
“No podemos hacer nada al respecto. Sea yo, Yamauchi,
u otra persona completamente distinta, alguien tiene que ser el sacrificio.”
La expresión de Hirata todavía no cargaba un ápice de
emoción.
“¿Puedo confiártela a ti?”
“¿Confiarme qué?”
“La Clase C. Quiero que lideres a todos en mi lugar de
ahora en adelante.”
“No seas tan insensato. Yo no sería capaz de hacer
algo tan extravagante. Hirata, si quieres proteger a la clase, necesitas
hacerlo tú mismo.”
“Eso es imposible. Yo… ya no puedo hacerlo más.”
Probablemente estaba frustado consigo mismo por ser
incapaz de llegar a una decisión. Ese tipo de pensamientos probablemente eran
lo únco que tenía en su mente.
Pero eso no era todo.
“Cometí el mismo error otra vez. Reflexioné sobre eso
en aquel entonces, y aun así…”
Inmerso en amargura, lágrimas comenzaron a formarse
por las esquinas de sus ojos.
Me preguntaba por cuánta angustia había pasado Hirata
debido a este examen.
“Me sentiría más tranquilo si le confío la clase a
alguien como tú.”
Suspiró, su blanco aliento se dispersaba en el aire
frío.
No había nada resplandeciente ni envidiable en la
mirada del rostro del líder de nuestra clase.
“En este examen especial. Dedícame un voto de censura
a mí y uno a Yamauchi. Estaría bien si le otorgas tu último voto a Horikita si
quieres.”
“Me estás diciendo que debería dejarle la decisión en
manos del resto de la clase.”
No había necesidad para Hirata de elegir
explícitamente a alguien.
Podía elegir dejárselo a los otros 39 estudiantes de
la clase.
“Sí que eres increíble, Ayanokouji-kun.”
“No soy nada especial.”
“Horikita-san y Yamauchi-kun se acercaron mientras
estaba sentado aquí. Horikita-san me dijo que vote a Yamauchi-kun, y
Yamauchi-kun me dijo que te vote a ti. Ambos declararon que quieren algo
distinto que el otro. Sin embargo, tú fuiste el único que no ha tratado de
empujar a alguien delante del autobús. Eso no es algo que cualquiera pueda
hacer.”
Eso sólo era porque, desde un punto de vista
estratégico, era mejor no decir nada.
En esta situación, no era muy buena idea tratar de
forzar a Hirata a votar a tu favor.
Es sólo que yo había llegado a esa conclusión con
antelación.
“Me alegra haber hablado contigo. Yo… siento que puede
que sea capaz de hallar una respuesta ahora.”
“¿En verdad?”
Hirata se levantó.
Parece que había encontrado su propia manera para
atravesar este examen.
Pero, yo no iba a estar de acuerdo con su forma de
pensamiento.
“¿Quieres regresar?”
Ante su sugerencia, los dos comenzamos a caminar de
regreso a los dormitorios sin intercambiar otra palabra.
Traducción al
Inglés: Graze, Reg, Hina, y
Liam (Confused Translations)
Traducción al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano
Traducción al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano
Que gran capitulo
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