Primer Período


Lodo Sobre el Suelo

Adiós Vida Normal, Hola Vida Anormal


P. ¿Qué es la Academia Purgatorium de Rehabilitación?

R. Una institución que tiene por objetivo “re”-educar a los criminales juveniles—la mayoría chicos y chicas condenados por homicidio pero por debajo de los veinte años—para rehabilitarlos para su regreso a la sociedad. Con el fin de corregir las personalidades retorcidas de los asesinos convictos, hacer que se arrepientan, se purifiquen y renovarse, todos los profesores seleccionados están equipados con mentes y cuerpos resistentes. Como yo por ejemplo. Kukuku…

 ***

Kamiya Kyousuke era un joven muy ordinario. Al menos, eso era lo que él creía.

Ordinario en apariencia, ordinario en sus calificaciones, ordinario en actividad física, un triplete. Sus pasatiempos eran la apreciación de la música y los videojuegos.

Originalmente preparado para graduarse seis meses después en una escuela secundaria en la ciudad, sin importar que haya entrado o no a la escuela de su elección, se habría matriculado en una preparatoria pública local. Kyousuke, esa clase de chico de 15 años perfectamente ordinario, en este momento estaba…

“……”

Estaba dentro de una bodega abandonada y medio destruida.

Vestido con un jogging negro, cabello desaliñado, las manos en los bolsillos de su chaqueta, estaba analizando su situación con ojos feroces llenos de tensión.

Uno, dos, tres, cuatro… Un total de doce personas. Vestidos con ropa casual ostentosa, obviamente eran jóvenes hooligans por su apariencia, sujetando bates de metal, cadenas, barras y maderas, rodeando a Kyousuke.

Uno de ellos, con un copete en su peinado y vestido con una chaqueta japonesa con bordados, estaba mirando directamente a Kyousuke.

“Así que eres la escoria conocida como el legendario ‘Matador’… y el ‘Megamuerte’, ¿ese Kamiya Kyousuke?”

“…Nop, te equivocaste. Sólo soy un Kamiya Kyousuke ordinario.”

“¡Ordinario mi trasero! ¡Te atreves a llamarte ordinario! ¡Hah! ¡Despierta y deja de hablar dormido!”

Ante la burla del tipo de copete, el resto estuvo de acuerdo.

Pero justo cuando Kyousuke contestó “¿…Oh?” y lanzó una mirada impactante, los hooligans instantáneamente dijeron “¡¿Eee?!” “¡N-No me mates!” y se encogieron del miedo y rogaron. Algunos de ellos casi se ponen a llorar mientras los demás suplicaban por sus vidas de rodillas. Cobardía extrema.

De pronto, el tipo del copete empezó a gritar.

“¡B-B-B-Bastardos! ¡¿D-D-D-D-D-De qué tienen miedo?! Es-Es un solo oponente… I-I-I-I-I-I-I-Incluso si es Kamiya ‘Sindicato Sónico’, no es como si no hubiera chances de ganar—”

“Ese es el nombre de la banda de motociclistas que liquidé antes. No me compares con esos idiotas cabeza de mierda.”

Kyousuke le dio una ligera palmada al otro tipo y respondió. Entonces instantáneamente.

“¡¿Gyahhhhhhhhhhhhhhhhhh?! ¡¿Mi brazo?! ¡¿Mi braaaaaaaaaaazzzzzzzzzzooooo?!”

El tipo del copete se sujetó el brazo y gritó, cayendo en la superficie del asfalto.

Al ver la manera en que el tipo del copete gritaba, Kyousuke se exasperó bastante. “…O-Oh, apareció.”

Este era seguramente el tipo de reacción exagerada para las que los hooligans eran buenos. Apenas un roce en el hombro y ya exclamaban ‘Oh no. Me rompió el hueso. Oh no.’ Un truco común.

Kyousuke apenas le había dado una palmada ligera y contundente por lo que no debería haberle sucedido nada a su brazo.

—Sin embargo.

“¡¿Mobu-saaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan?! Mierda… ¡Eso es imposible! ¡¿Derrotó a Mobu-san de un solo golpe?!”

“M-Mi brazo está en las últimas… Qué poder tan ridículo. ¡Este desgraciado, ¿en serio es humano…?!”

“¡Oigan, ataquemos todos juntos, hermanos! Este desgraciado es enemigo de Mobu-san. ¡Macháquenlo, métanlo en un saco y tiren el cadáver a la basura!”

Kyousuke no sabía si los hooligans no habían podido ver más allá de las habilidades de tercera para la actuación del tipo de copete. Luego de que su camarada quedara acabado, el enojo de los demás se convirtió en instinto asesino. Qué montón de tontos ingenuos.

“…Qué fastidio. Por más que no quiera ponerme violento…”

Las cosas ya habían traspasado el punto donde el diálogo podía resolver la cuestión.

“Ehhhhhhhhh… Ouch… Ouch, mamita… *Lloriqueo* (sollozando)”

Incluso con sus camaradas defendiéndolo, el tipo de copete siguió llorando y sollozando. Al ver ese rostro llorando con ojos entrecerrados, Kyousuke se decidió y lentamente realizó algunos ejercicios de estiramiento de brazos. Después de eso, empezó a estirar sus piernas.

“A estas alturas, no puede evitarse… Ya que quieren pelear, saquen a la luz sus verdaderas habilidades, ¿’key?”

Cintura, hombros, cuello… Mientras elongaba cada articulación en orden, volteó a mirar a los hooligans que lo rodeaban otra vez.

Siete estaban armados y cuatro a mano limpia. Por el contrario, él estaba desarmado y solo.

Era desfavorable sin importar cómo lo mires, no obstante no era un problema…

Los que estaban temblando eran esos tipos, no Kyousuke.

Terminando casualmente sus ejercicios de precalentamiento, Kyousuke sonrió sin miedo.

“¿…Qué sucede? Éntrenle. Voy a hacer que se arrepientan y se conviertan en personas nuevas.”

× × ×

“¡Jeez, Onii-chan, otra vez te metiste en una pelea! Claramente sólo fue un recado, ¿pero cómo terminó así…? ¡¿Debería prohibirte salir de la casa ahora?!”

“…Lo siento, Ayaka.”

Sermoneado tan pronto como llegó a casa, Kyousuke agachó la cabeza, abatido.

Toda el aura intimidante de su rostro desapareció, sólo quedaban raspones y moretones. Originalmente negro, el jogging estaba blanco por el polvo y la suciedad. Al terminar con un aspecto tan antiestético, era esperable que le regañaran.

“Pero ellos fueron los que buscaron pelea… Todo el grupo estaba bloqueando el camino en frente de la tienda de conveniencia así que sólo les advertí, pero entonces terminaron contestando ‘Muéstranos algo de respeto’ y después—”

“¡Suficiente con las excusas!”

El cucharón de sopa golpeó la cabeza de Kyousuke.

Con una mano en su cintura, haciendo un puchero, la chica miró fijamente a Kyousuke con ojos regañones.

Sus coletas estaban atadas con lazos a cuadros violeta. Vestía un delantal del mismo color.

—Kamiya Ayaka. Trece años este año. La hermana menor que era el orgullo y la alegría de Kyousuke.

“Onii-chan, jeez… ¿Puedes dejar de preocupar a los demás? Un viaje a la tienda de conveniencia debería llevar sólo cinco minutos como mucho. No puedo creer que tardaras una hora. Luego inventas excusas sobre un accidente, pero al final, sólo tuviste una pelea…”

Al recibir la intensa mirada de esos ojos temblorosos, Kyousuke entró en pánico.

“E-Es mi culpa… ¡Me equivoqué! La próxima vez, tendré cuidado…”

“Sí. ¿Dónde he escuchado eso antes? La vez que te metiste en el lugar de reunión de una gran cantidad de motociclistas. Onii-chan, ¿cuánto más vas a preocupar a Ayaka? Sin importar lo fuerte que seas peleando, si sigues con tu comportamiento sin reglas… ¡Un día, te meterás en problemas de los que no habrá retorno, ¿lo entiendes?!”

“Ah, sí… Lo siento mucho. La próxima vez tendré cuidado, en serio…”

Sermoneado y atosigado sin parar por la hermana menor, Kyousuke se sintió más y más desmoralizado.

El sermón de Ayaka fue muy severo. Kyousuke no pudo hallar ninguna palabra para replicar.

Al ver a su hermano mayor tan inútil y deprimido, Ayaka suspiró.

“…Oh bueno, está bien. Ya que llegaste a casa sano y salvo… aunque tu cuerpo está cubierto de cortes.”

Una voz calmada llena de alivio. Kyousuke alzó la vista para ver la dulce sonrisa de Ayaka.

Se sentía extrañamente tímido y no pudo evitar apartar la vista.

“Nah, son apenas rasguños. Se curará con sólo una lamida.”

“¿Oh, en serio? Entonces supongo que debería—”

Lame.


“¡¿Hya?! ¡¿Q-Qué demonios?! L-Lamerme la cara tan de repente—”

“¿No acabas de decir que se curaría con una lamida? ‘¡¿Hya?!’ ¡Es una reacción muy adorable!”

“…Cállate.”

Usando las manos para cubrirse el rostro donde ella le había lamido, Kyousuke la miró con resentimiento.

Incluso la mirada asesina, que ocasionaba que los hooligans se estremezcan del miedo, era inefectiva contra la hermana menor.

Ayaka le guiñó pícaramente y le sacó su lengua rosa pálido.

“Onii-chan, sin importar lo menores que sean, las heridas necesitan desinfectarse apropiadamente, ¿sabes? Y tu ropa necesita lavarse… Oh cierto, ¿quieres un baño primero? ¿O la cena…? O-O—”

“¡No lo digas! ¡‘¿—disfrutar de Ayaka?’ o lo que sea, está absolutamente prohibido decirlo, ¿ok?!”

“¿Eh? ¿De qué estás hablando, Onii-chan? Ayaka quería decir ‘disfrutar de un helado’. ¿Oh? ¿En serio quieres intimar tanto con Ayaka, Onii-chan? Kusukusu.”

Ayaka golpeó ligeramente su cabeza y se rió sospechosamente.

“…Oye. ¿Debes estar burlándote de mí, verdad? Es muy obvio por la manera en que das vueltas.”

Molestado por su hermana, los labios de Kyousuke se fruncieron.

Dicho eso, no estaba enfadado sino que simplemente tensó los labios que se relajarían en el momento en que se librara.

El humor tenso y controvertido de cuando apenas llegó a casa ya se había relajado.

Kyousuke se sentía así cada vez que regresaba a casa después de una pelea.

Ayaka es asombrosa… Si yo tuviera esa clase de talento, no necesitaría pasar por tantas peleas innecesarias. Hacer esta clase de cosas preocupará a Ayaka—

Kyousuke murmuró y apretó los puños con fuerza.

Estos eran los puños que continuamente pulía y entrenaba, incluso durmiendo, con el fin de proteger a su preciada familiar de la “maldad” del mundo.

Usando estos dos puños de hierro, había machacado a mocosos sucios que abusaban de Ayaka; había machacado a los delincuentes que los mocosos sucios habían llamado para vengarse; había machacado a los hooligans que los delincuentes habían llamado para vengarse; había machacado a los rufianes que los hooligans había llamado para vengarse…

Antes de saberlo, ya se había sido conocido como Matador y el Megamuerte.

Apodos exagerados que atraían increíblemente a personajes fastidiosos con sed de pelea.

Gracias a eso, aparte de esos tipos de personajes, toda la gente le temía a Kyousuke, especialmente las chicas. Tan pronto como Kyousuke intentaba entablar una conversación, reaccionaban invadidas por el miedo… Cuando Kyousuke se le confesaba a una chica, ésta inmediatamente lo rechazaba arrodillándose, postrándose y rogándole piedad. Esta clase de cosas dejaron un cierto grado de trauma en el corazón de Kyousuke.

“…Onii-chan. Es hora de que Ayaka regrese a la cocina.”

Atándose el delantal de nuevo, Ayaka levantó la cuchara sopera y anunció con enérgico vigor.

“El viaje de negocios de mamá y papá seguirá por un tiempo más… ¡Ayaka tiene que ser más competente! Onii-chan, primero necesitas desinfectar tus heridas, ¿sabes? La cena estará lista pronto.”

“S-Sí… Perdón por hacer que te ocupes de mí todo el tiempo.”

Kyousuke estaba lleno de sentimientos de disculpa hacia esta hermana menor que era tan competente que uno difícilmente podría pensar que tenía sólo doce años.

Sustituyendo a los padres que estaban ocupados con el trabajo, ella no sólo iba a la escuela sino que también se encargaba de todos los quehaceres de la casa.

Nada que ver con el indigno hermano mayor que no sabía nada más que ganar peleas.

Sin embargo, Ayaka—

“Ajaja, sí que eres alguien que preocupa a los demás, Onii-chan. Sin Ayaka, no puedes hacer nada realmente… Pero por otro lado, Ayaka es igual, ¿sabes? ¡Sólo porque Onii-chan está protegiendo a Ayaka es que Ayaka puede sonreír! Onii-chan, tienes que seguir quedándote al lado de Ayaka y permitirle a Ayaka que cuide de ti atentamente, ¿ok?”

Sonrojándose ligeramente, ella sonrió de manera pura e inocente.

Declarando lo mucho que necesitaba a este hermano incompetente.

Por eso, Kyousuke—

“Sí, no hace falta decirlo. Me quedaré junto a ti para siempre, así que cuida de mí por favor.”

Pensando en estos días irremplazables de normalidad, Kyousuke deseó que persistieran para siempre.

× × ×

‘La siguiente noticia. Más temprano a las 6pm, en una bodega en la región Este de la ciudad Ootsuki, un grupo de hombres, aproximadamente de unos veinte años de edad, fueron encontrados asesinados.’

En un comedor limpio y prolijo que estaba decorado uniformemente de blanco y marrón claro.

Sentado a la mesa, Kyousuke en este momento estaba masticando repollos rellenos hechos personalmente por Ayaka.

“¡¿—Foo?!”

Escupe.

Entonces Kyousuke se ahogó violentamente.

Encorvado, Kyousuke siguió tosiendo sin parar. Sentada en frente, Ayaka se puso de pie alarmada.

“¡¿Onii-chan?! Umm… ¡¿E-Estás bien?! Podrá ser que hay algo malo en la comida de Ayaka—”

“N-No… TV… las… noticias…”

“¿Eh…? ¿Qué? ¿Las noticias de la TV? ¿Qué pasa con las noticias de la TV…?”

Al ver a Ayaka patear enérgicamente su silla y pararse, Kyousuke apuntó a la pantalla de la televisión.

Se mostraba allí una bodega vieja y sin usar. Apenas algunas horas antes, Kyousuke había sido llevado allí por algunos hooligans. Ese lugar… ¿Pensar que un incidente tuvo lugar allí? Además…

‘El número de cuerpos encontrados llega a un total de doce. Sobre los cuerpos había varias heridas serias y signos aparentes de ataques con instrumentos punzantes. Además, en el interior de la bodega había desparramados una gran cantidad de bates de metal y tuberías que se sospecha fueron las armas del homicida. La policía tiene la teoría de que este grupo de hombres se vieron involucrados en alguna clase de conflicto y actualmente se está llevando a cabo una investigación más profunda sobre este incidente.’

“N-No puede ser… Ese lugar… ¿No está cerca de nuestra casa? Unos veinte minutos a pie…”

Mirando impactada a la pantalla, Ayaka expresó su sorpresa.

Kyousuke se quedó sin palabras por completo. Simplemente organizar la situación en su mente le estaba tomando todo su esfuerzo.

En el lugar que había visitado apenas unas horas más temprano, amenazados totalmente por Kyousuke, todos los hombres se convirtieron en cadáveres y fueron descubiertos por otros… ¿Pensar que algo así sucedió? Esto lo hacía parecer como si Kyousuke los hubiera…

Reunido y encerrado en la bodega para machacarlos sin piedad, ¿no?

“…Oye Onii-chan, ¿qué sucede? Estás pálido desde hace un rato, ¿sabes? No creo que sea posible realmente, pero… Onii-chan, puede ser que este incidente—”

“¡No sé! ¡No sé nada en absoluto!”

La voz de Kyousuke era tan alta que él mismo se asustó.

El fuerte gruñido causó que Ayaka se estremezca del miedo.

Pero se levantó inmediatamente otra vez y abrazó al confundido Kyousuke.

“¡Calma, Onii-chan! Ayaka no sospecha de ti en absoluto, Onii-chan. Ayaka sólo se preocupa por si te involucran en alguna clase de incidente, así que…”

“…”

“Por favor… Dile a Ayaka, ¿ok? ¿Visitaste esa bodega hoy, Onii-chan? ¿Qué pasó en la bodega? ¿Puedes contárselo a Ayaka? Poco a poco.”

Ayaka abrazó a Kyousuke por la espalda con dulzura mientras hablaba.

El corazón de Kyousuke se calmó gradualmente ante esta hermana que estaba llena de espíritu de sacrificio.

El conductor del noticiero en la televisión ya estaba leyendo otra tanda de noticias.

“O-Ok… Lo siento. Ya estoy bien ahora, Ayaka… Lo siento.”

“No te disculpes, a Ayaka no le molesta. Más bien, Ayaka quiere saber…”

“¿Qué pasó hoy, cierto…? Lo explicaré. En ese momento, yo—”

Kyousuke explicó.

Llevado a esa bodega vacía para ser golpeado, en cambio él terminó derribando a los doce hooligans. Sin usar armas, los había derrotado a mano limpia. Por supuesto, no había matado a ninguno. Después de la pelea, había dejado a ese grupo de hooligans que estaban todos cubiertos de heridas, abandonando el lugar instantáneamente.

Tan pronto como escuchó la historia de Kyousuke, el rostro de Ayaka se tensó de manera inusual.

“En todas palabras, después de que Onii-chan se fue, alguien entró a la bodega abandonada y mató a esas personas… ¿Eso es lo que pasó? Será mejor que vayas a la policía y lo expliques…”

“Sí… supongo. Debería hablar al menos con el Oficial Zenikata.”

Sacando su celular del bolsillo, Kyousuke llamó al número del conocido detective.

Aunque más por necesidad que por elección, las constantes metidas en problemas de Kyousuke habían causado que repetidamente reciba el cuidado de ese experimentado oficial de policía. Era una de las pocas personas que entendía al típicamente malentendido Kyousuke.

Después de respirar profundo, justo cuando Kyousuke estuvo a punto de presionar el botón de llamar…

Dinnnnnnnng, donnnnnnnng.

Dinnnnnnnng, donnnnnnnng.

“¿Huh? ¿Quién podrá ser a esta hora…? ¿Acaso mamá y papá enviaron algo por mensajería?”

Quizás por un mal funcionamiento, el timbre sonó desafinado.

En ese mismo instante, un profundo escalofrío invadió todo el cuerpo de Kyousuke. Esta era una premonición desagradable y extremadamente ominosa que era difícil de describir.

“¡Aguarda, Ayaka!”

Kyousuke detuvo a su hermana quien estaba caminando hacia la entrada.

“…Yo iré. Quédate aquí. ¿De acuerdo?”

“¿Onii-chan…? O-Ok… Ayaka entiende.”

Quizás sintiendo la actitud inusual de Kyousuke, Ayaka mostró un poco de nervios en su rostro. Kyousuke dejó a su hermana menor, plantada en ese lugar, y caminó hacia la entrada. Con cada paso, su terrible premonición incrementó su intensidad.

Visitar la casa de Kyousuke a esta hora probablemente se trataba de…

“Mil disculpas por interrumpir tan tarde. Eres Kamiya Kyousuke-kun, ¿correcto?”

El hombre con chaqueta negra de cuero—el detective—estaba de pie en la entrada, seguido de un subordinado.

Él abrió su cuaderno de notas y le lanzó una mirada estricta a Kyousuke.

Detrás de ese comportamiento educado, estaba emanando de todo su cuerpo una gran e imponente presencia que no podría comparar con su colega, conocido de Kyousuke.

Investigaciones criminales—un detective a cargo de los casos de homicidio. Estos eran los ojos de un cazador persiguiendo a la presa.

Soportando el gran peso de la mirada del hombre, Kyousuke estaba rebosando intensamente de terribles premoniciones.

Kyousuke movilizó su garganta emparchada y cerrada, logrando juntar algunas palabras con mucha dificultad.

“S-Sí… Soy Kamiya Kyousuke…”

“¿Puedo pedirle un poco de su tiempo?”

“Claro, sí… No hay problema. Justo estaba a punto de llamarlos por el incidente en la bodega abandonada…”

“Hmm… Eso no es necesario. Dejemos los detalles para cuando lleguemos a la estación.”

Diciendo eso, el hombre sacó un par de esposas y sujetó las muñecas de Kyousuke con ellas.

Kaching. Un sonido frío y fuerte.

“¿……Qué?”

Kyousuke no podía entender lo que le acababan de hacer.

Como mirando un pedazo de basura, la mirada perforó a Kyousuke directamente.

“¿D-Disculpe, oficial? ¿Qué rayos, es una broma…?”

“Kamiya Kyousuke.”

Pronunciando su nombre, el hombre habló.

Como tratando de destruir todo el duro trabajo, la paz y felicidad que Kyousuke había acumulado hasta este día…

Con palabras frías de carácter irreversible, probando que no había Dios en este mundo…

Declaró:

“Como el principal sospechoso del homicidio de los doce hombres, el incidente que tuvo lugar en cierta bodega abandonada en la región Este de la ciudad Ootsuki, queda inmediatamente arrestado sin orden judicial.”

× × ×

“…Entonces el asunto es así. En la Academia Purgatorium de Rehabilitación, ustedes dieciséis reunidos aquí en el Año 1 Clase A cada uno de ustedes ha matado más o menos. Estos compañeros de clase a la vista son todos similares, han matado a humanos como ustedes. Ya sean violentos o totalmente inocentes en apariencia, lo mismo se aplica a todos ustedes sin excepción. Kukuku… por favor, llévense bien durante los próximos tres años.”

Mirando a los estudiantes con desdén desde el atril, Kurumiya sermoneó.

Seguía llena de presencia, de una presencia imponente como siempre. Escuchando sus balbuceos y su voz de lolita dulce, Kyousuke apretó su puño con fuerza bajo el escritorio, tratando desesperadamente de reprimir la necesidad de gritar.

¿…Llevarme bien? ¡¿Me pide que me lleve bien con estos locos?! ¡No bromees conmigo!

Mientras los estudiantes se miraban unos a otros, Kyousuke bajó la vista y tembló.

El pensamiento de estar en el mismo salón con quince homicidas convictos le hacía sentir como si su cerebro fuera a enloquecer del miedo. —Corrección, catorce sería más preciso. Bañado en sangre, Mohicano ya había sido llevado en una camilla por lo que parecía ser un equipo médico, vestidos con batas blancas.

Ese Mohicano probablemente también era un asesino convicto. Luchar con esa clase de oponente, Kyousuke se sintió aterrado a posteriori, especialmente desarmado. Si Kurumiya no estuviera cerca, el que habrían cargado en una camilla podría haber sido Kyousuke en cambio. En una escuela que reunía a los convictos juveniles—un lugar que se sentía como un reformatorio juvenil—tales formas de pensar eran ingenuas después de todo.

Quiso la suerte que todos los estudiantes aquí fueran homicidas convictos, totalmente inesperado.

Mierda… Mierda absoluta, esta escuela. No hay que meterse con ninguno de estos tipos.

Esta escuela está llena de dementes no era un lugar para que Kyousuke permanezca.

Ya sea arrestado por ser sospechoso de homicidio, juzgado culpable u obligado a asistir a esta academia… Debe haber algún error en alguna parte de todo este proceso, porque él simplemente no había cometido el acto.

—Dicho eso, Kyousuke estaba indefenso por completo a estas alturas.

Ya que matricularse aquí era una realidad, a los ojos de Kurumiya y los demás estudiantes, Kyousuke era un verdadero homicida. En otras palabras, similar…

Esto se siente como ser una oveja arrojada a los lobos…

Sentía que su situación empeoraría si el hecho de que él era normal se descubriera.

Quizás se burlarían de él, quizás abusarían de él—en el peor de los casos, bien podría ser asesinado.

Si no quiero que me descubran, ¿entonces tendré que fingir ser un asesino como ellos?

Pensando eso, Kyousuke reprimió el temblor de su cuerpo de manera desesperada, literalmente aferrándose a su vida. Luego…

“Entonces, empecemos con las presentaciones uno por uno, ¿sí? Nombre, edad, total de muertes, método para asesinar, motivo, etc… Bueno, que sea simple. Tres minutos cada uno. De acuerdo con la cantidad de estudiantes. Además, si alguien miente, lo golpearé hasta que vomite sangre.”

Golpeando ligeramente la tubería de acero contra su nuca, Kurumiya dejó el atril. A una distancia al alcance de un casual balanceo de su arma mortal, ella emanaba un aura intimidante de solemnidad.

La presión de aquellos que se estaban presentando podía imaginarse muy bien.

Además, en el caso de Kyousuke, ese no era el problema más difícil. Más bien, era la explicación de su método para asesinar y el motivo.

Porque en realidad, Kyousuke no había matado a nadie así que sólo podía fabricar estos detalles. Por el contrario, todos los estudiantes que escucharían su presentación eran asesinos altamente experimentados…

Justo mientras Kyousuke se sentía aplastado por la inquietud, preguntándose si sería capaz de tomarles el pelo…

“…Bostezo. Qué fastidio.”

Murmurando con un bostezo, la chica sentada a la izquierda de Kyousuke se puso de pie.

Era la estudiante número uno aparentemente. Dejando su kit de manicura en la mesa, caminó hacia el atril con letargo. Mirando a su compañera de clase de nuevo, resultó ser una belleza asombrosa para Kyousuke.

Piel pálida que casi parecía trasparente. Un puente de nariz recto. Hermoso cabello rojo tinto, ligeramente ondulado, atado en una cola de caballo. Sus irises también eran rojo vino igual que su cabello mientras que sus parpados estaban entrecerrados. Las grandes sombras de sus pestañas caían sobre sus mejillas ligeramente maquilladas.

Su figura era alta y delgada como la de una modelo. Extendiéndose debajo de la minifalda, sus piernas eran tan bellas como marfil pulido, combinadas con las medias a rayas blancas y negras hasta los muslos, creaban un territorio de seducción absoluta.

“……”

Con una sensación totalmente diferente de nerviosismo de la de antes, Kyousuke tragó saliva.

Lo suficientemente afortunados para ser vecinos, quizás hablarle un poco sería lindo.

Un pensamiento insignificante de impureza. Pero tan pronto como escuchó su presentación, las fantasías de Kyousuke se destruyeron y desmembraron.

“Akabane Eiri, edad, 15. Número de víctimas asesinadas… Seis.”

La chica—Eiri—anunció de manera despreocupada.

“¡¿…?!” El salón instantáneamente se alborotó. Kurumiya dijo “¿Hoh?”, impresionada.

El número de muertes total parecía impactar a cada uno de los presentes. Esto era natural ya que nadie esperaría que una chica tan adorable y delicada sea una asesina que había tomado increíblemente seis vidas…

“…Hah~ Aburrido.”

Por otro lado, ella se mantuvo distante, sin preocuparse por la atmósfera en el salón de clases.

Su mirada no dejaba sus uñas sin terminar la manicura mientras mantenía un rostro de impaciente molestia.

“…Les corté la garganta con herramientas filosas, muy común. Sin motivo en particular. Lo hice, pero no puedo recordarlo. Porque no hay necesidad de recordarlo… ¿Ya está? Esa es la que soy, encantada de conocerlos a todos.”

Terminando finalmente con un bostezo, Eiri descendió del atril.

Kyousuke pensó para sí mismo: no involucrarme con esta chica en absoluto.

Qué demonios… Esta chica no es más que problemas. Su apariencia me engañó en serio.

Mirando de reojo a Eiri quien había regresado a su asiento para seguir trabajando en sus uñas, Kyousuke podía sentir que su sudor frío explotaba.

Palmeándose la cara, reinició sus pensamientos. Su relajada consciencia se tensó de nuevo.

Todos los compañeros de clase son homicidas convictos, sin importar lo inocentes que parezcan a la vista…

“…Oye, siguiente. ¿Qué estás haciendo? ¡Ve al atril decididamente! ¡¿O necesitas un poco de disciplina?!”

En ese momento, la voz de Kurumiya, llena de enfado, sacudió el aire del salón de clases.

Desde el asiento a la izquierda y atrás de Kyousuke, el sonido de alguien levantándose frenéticamente se escuchó.

“¡¿Eeeek?! ¡S-S-S-S-S-Sowwee! Awawa.”

A continuación llegó el sonido de los zapatos para ambientes interiores, pasando junto a Kyousuke.

“L-Lo siento mucho… ¡M-M-M-M-M-Me distraje! Awawawawa.”

—Una chica bajita con cabello castaño nuez corto. Una voz que tartamudeaba y con una apariencia que te recordaba a la de un pequeño animalito. Luciendo muy tímida, parecía sacudida por el grito de enfado de Kurumiya.

Casi cayéndose varias veces, de manera desesperada llegó al atril.

Lágrimas destellaban y se deslizaban a izquierda y derecha en sus ojos dorados, demostrando gran ansiedad.

“U-Umm… U-Uhhh… Ooh… ¡Siento mucho haber nacido!”

Siguió disculpándose. ¡—Crash! Su frente golpeó el atril.

El salón de clases se quedó en silencio como la superficie del agua después de una tormenta.

Manteniendo la frente sobre el atril, la chica permaneció quieta. Finalmente…

Sniff… Sniff… Sniff, sniff, sniff…

El cuerpo tenso de la chica se estaba sacudiendo ligeramente.

Va a llorar—conforme Kyousuke pensaba eso, Kurumiya levantó la tubería de acero.

“Sólo trata de llorar. Voy a aplastarte el cráneo, ¿capish?”

Una amenaza completamente inexpresiva. La voz fue profunda y sedienta.

El cuerpo tembloroso de la chica de pronto pegó un gran salto. Alzando la vista con su rostro tembloroso…

“No pude evitarlo… y lloré… Perdón—… Sniff.

Dijo con lágrimas en los ojos.

“……Hoo.”

El rostro de Kurumiya se torció una vez más como si se tratara de una convulsión.

Oh cielos, se acabó—Kyousuke pensó. Probablemente todos pensaron lo mismo.

La chica gimió “¡¿eeeeeek?!” y se sujetó la cabeza, cerrando los ojos en resignación.

“Hoo… entiendo. En ese caso, no puede evitarse, ¿verdad?”

Con un suspiro, blandió la tubería de acero.

Un ataque como el destrozo de un cráneo aulló mientras atravesaba el aire.

“—Continúa con la presentación. Todavía te queda un minuto y cuarenta y seis segundos.”

El frente de tubería se había detenido apenas a milímetros de las pequeñas manos que la chica estaba usando para proteger su cabeza.

“…… ¿Ooh?”

La chica abrió los ojos ligeramente.

Esta vez, Kurumiya había ubicado la tubería de acero sobre su hombro y había dado medio paso atrás.

Hacia la chica cuyos ojos estaban desenfocados, la voz de lolita amenazó con un tono como el de una afilada daga.

“Oye, ¿qué estás haciendo? Sigue con la presentación. Sin importar lo pequeña que seas, no voy a contenerme la próxima vez.”

Kyousuke atormentó su cerebro por una razón por la cual Kurumiya la perdonó. Presumiblemente experimentó una sensación de afinidad con otra loli como ella.

“¿Eh? Ah… ¡¿S-Sí?!”

Aceptando la advertencia final de Kurumiya, la chica hizo una reverencia casi cayéndose.

Su voz se volvió excepcionalmente fluida y habló voluminosamente de una vez.

“¡Igarashi Maina, 14 años! Amo comer cosas suaves, cosas blandas y cosas dulces…  Odio comer cosas duras, cosas pegajosas y cosas amargas—¡No, esperen! Déjenme pensar, umm… ¡Ahora lo r-recuerdo! ¡Cantidad de muertes! El número de personas que he matado es…”

Los ojos de la chica—Maina—se llenaron de lágrimas otra vez.

Mordiéndose el labio, continuó con su voz temblorosa:

“—Tres. Pero fue un accidente… Es mi culpa por ser tan torpe. Es mi culpa que todos… Sollozo, sollozo, sollozo. Yo no quería matar a nadie… Sniff. Sollozo… Lo siento. Por disculparme todo el tiempo, lo siento mucho. No soy digna, encantada de codocerlos… Oh no, me mordí la lengua. ¡Me mordí la lengua porque me mordí la lengua! Oww, oww.”

Terminando con la lengua mordida, Maina hizo una reverencia y regresó con impotencia a su asiento.

Con lágrimas en los ojos, su rostro estaba lleno de profunda culpa.

Antes de que se sentara, Kyousuke se sintió muy aliviado luego de ver a Maina lloriqueando.

¡Entonces sí existe alguien que luce normal! Convicta o asesina, no es una asesina genuina…

Debido a que el impacto de la primera persona fue muy grande, aunque Kyousuke estaba convencido de que sólo las personas anormales cometían asesinatos, habiéndolo pensado mejor, aquellos que mataban personas voluntariamente eran una rara minoría después de todo.

Maina lo había llamado “accidente”. No sucedió porque quisiera matar.

Habiendo matado en contra de sus propios deseos, sufriendo el gran peso de la culpa y temblando, lucía como una chica extremadamente común. Incluso bajo circunstancias tan anormales.

Igarashi-san debe estar muy inquieta, al haber sido traída a un lugar como este… ¡Lo decidí!

—Le hablaré y la conoceré tan pronto como sea posible.

Entonces si había otras personas normales, podrían formar su propio círculo para resistirse contra personajes peligroso como Eiri. Kyousuke decidió que ese sería el plan.

“…Ok, siguiente. Todavía faltan trece. ¡Rápido, dense prisa!”

Al escuchar la voz de Kurumiya instando a los demás a continuar, Kyousuke se sintió aliviado y relajó un poco la tensión en sus hombros.

Aunque aún no tenía idea de qué futuro se desenvolvería—los puentes naturalmente se cruzarán cuando se encuentren.

× × ×

…De alguna forma él todavía se sentía al borde de un precipicio.

Después de la presentación de Maina, los siguientes dos compañeros eran lo suficientemente anormales como para destrozar por completo la sensación de alivio que Kyousuke tuvo antes. Estos chicos daban la impresión de que podrían ir y asesinar a alguien en cualquier momento.

El primero era un chico bajito y encorvado que irradiaba un aura sombría—Usami Kagerou.

Debido a que su largo flequillo casi le cubría el rostro por completo y a su casi inaudible voz, era imposible darse cuenta de lo que estaba diciendo o pensando.

Todo lo que Kyousuke pudo escuchar fue que había asesinado a una persona y mencionó inexplicablemente nombres como Jeffrey Dahmer y Ed Gein… ¿No son nombres de actores?

Debido a la desconocida y horripilante aura que emanaba este tipo, Kyousuke quería involucrarse lo menos posible con él.

Luego continuó la siguiente persona. Llamándose a sí mismo Oonogi Arata, la voz era notable en apariencia, tenía rastas, lentes de sol y piel bronceada. “Las parejas idiotas que presumen en público con demostraciones de afecto merecen que las corten con cuchillos”, dijo.

Durante todo el proceso, estuvo frunciendo el ceño sin miedo por completo. Sin sentir ni un ápice de remordimiento de parte suya, Kyousuke decidió permanecer tan lejos como fuera posible de él también. Entonces por fin, la tercera persona…

“Siguiente, el chico en la fila del frente. Vamos.”

“…Sí.”

Era el turno de Kyousuke. Tragando saliva, se puso de pie.

Tensando su sudoroso puño, reprimió el temblor de todo su cuerpo y caminó hacia el atril.

Probablemente construido a la altura de Kurumiya, el atril era súper bajo. Parado frente a este atril, Kyousuke respiró profundo.

Entonces preparándose, alzó la vista.

“¡¿…?!”

Instantáneamente, a la vista, la escena era más intimidante de lo que imaginó.

Dentro del devastado salón de clases, cubierto de grafitis, había estudiantes inusuales reunidos en una matriz de cuatro por cuatro. Incluso Kyousuke quien estaba acostumbrado a lidiar con delincuentes y vándalos, estaba experimentando una sensación de presión que hacía difícil mantenerse de pie derecho.

Hmm… ¿Q-Qué pasa con estos chicos? ¿No hay nadie respetable en absoluto? Las miradas excepcionalmente calmadas de los asesinos se reunieron sobre él.

…Muy aterrador. No es broma, esto asusta de verdad.

Pero aun así, ya no podía echarse atrás ahora.

¡¿Cómo podría perder contra estos bastardos, cómo podría perder contra estos bastardos?! —Kyousuke se animó a sí mismo.

Las cejas de Kyousuke se tensaron y miró burlonamente a sus compañeros de clase.

“…Kamiya Kyousuke. Edad, 15. El número de personas que he matado es do…”

Diciendo eso, Kyousuke se dio cuenta.

Definitivamente no era bueno confesar que no había matado a nadie, pero revelar con franqueza que lo habían incriminado también era peligroso. Después de todo, el número de personas que había matado Kyousuke era…

… Sí, no es nada bueno. Llámalo perfección indisputable y excesiva.

Como dice el dicho, el clavo que sobresale siempre es martillado. Tener un perfil tan alto no sería sabio.

“Eh… El número de personas que maté es de uno. Sin armas, maté a la víctima con mis propias manos…”

“Mentiroso. ¿No mataste a doce, Kamiya mocoso? Un gran asesino que ha acumulado la mayor cantidad de muertes en la clase, ¿por qué tan modesto? Kukuku…”

“Eh.”

Su mentira quedó expuesta de un instante. Encima, se agregó información innecesaria.

Miró a Kurumiya. Ella se estaba riendo.

Con una expresión que encajaba totalmente con su naturaleza sádica, hizo una mueca de diversión.

¿Tengo la cantidad de muertes más alta? En otras palabras, entre los asesinos convictos… ¡¿Y-Yo soy el número uno?!

Notando que el rostro de Kyousuke estaba palideciendo gradualmente, Kurumiya parecía haber echado sal en las heridas de Kyousuke.

Deliberadamente barriendo su mirada por toda la clase, como publicitando con ímpetu, dijo:

“Encerraste a doce hombres en una bodega, y usando bates de metal, bloques de concreto y toda clase de instrumentos contundentes, los masacraste de manera escandalosa, ¿no? Aunque he visto todo tipo de homicidios, hasta el día de hoy, todavía es difícil imaginar a un bastardo asesino como tú viniendo de Japón. Por la sola cantidad de muertes, ya estás en el top cinco de todos los tiempos. En términos de muertes en un único incidente, sólo estás por debajo de la Masacre de Tsuyama (1), con treinta personas, dejándote en segundo lugar por ahora. Además, sin armas de fuego, sólo usaste armas contundentes para asesinar. ¡Y además, todavía eres un menor! Esto podría considerarse la obra maestra de un asesino en masa… ¿Estás jugando el papel de una ovejita indefensa para engañarnos a todos? Pero qué mal. ¡Debo reformar esa naturaleza depravada y retorcida, dejándote irreconocible en el proceso, prepárate, ¿entendido?!”

Oh cielos, este es el final… Un final perfecto.

Totalmente estupefacto, Kyousuke pudo oír las voces de sus compañeros de clase.

“Qué tipo loco, Kamiya Kyousuke… ¡Sí que es extraordinario! ¡No puedo creer que ya esté en dobles dígitos, eso es terrible, ¿verdad?!”

“¿Masacrar a doce personas de una vez? ¿Su cerebro es normal? Qué miedo. Fufufu.”

“J-Jeejee… Los fluidos saliendo a chorro, los cerebros desparramados, los gritos de muerte… J-Jeejeejee.”

“Ooh… Qué miedo… Qué miedo… Sálvame, papá… mamá… Wahhh… Sollozo.

Miedo, sorpresa, admiración, etc, hasta hubo murmullos incomprensibles.

—Como se esperaba de una clase donde se reunían malas personas.

La mayoría de los estudiantes no tenían miedo, sino curiosidad.

Por las miradas enfocadas en Kyousuke, esa era la profunda impresión transmitida.

Una imagen pura completamente atrincherada. Problemático inconmensurable.

Dicho eso, tratar de revertir la situación era totalmente imposible con los esfuerzos de Kyousuke solo.

Oh, mierda… Esto apesta. Me fastidiarán… Después de esto, definitivamente me fastidiarán…

Dejando caer sus hombros, con la cabeza gacha, Kyousuke regresó a su asiento con un corazón pesado.

En ese momento, sintió la mirada penetrante de alguien y miró a su lado.

“¿…Hmm?”

La belleza que declaró haber matado a seis personas—Eiri—detuvo los movimientos de sus manos y examinó a Kyousuke con ojos intensos.

Sin embargo, de inmediato apartó la mirada y volvió a su manicura.

“…”

—Absolutamente lo peor de lo peor.

Kyousuke no sabía si era curiosidad o celos pero ella definitivamente albergaba una sutil enemistad. Sus ojos adormilados se despertaron sólo en el instante en que miró a Kyousuke.

Los ojos rojo vino de Eiri eran iguales que su nombre (2), similares a instrumentos filosos.

Kyousuke instantáneamente sintió que su espalda temblaba del terror. Por un segundo, sintió como si le hubieran presionado un cuchillo contra la garganta.

Mierda… ¡Esto es totalmente terrible! Y puedo sentir toda clase de miradas diferentes…

—En este ambiente tan duro, ¿cuánto tiempo podré sobrevivir?

Mientras las presentaciones continuaban, esta pregunta desesperanzadora destelló en la mente de Kyousuke de manera repentina.

“Encantado de conocerlos a todos. Soy de la cosecha de Japón de Ted Bundy, Saotome Shinji. Fufu… ¿Puedo preguntarles si alguien conoce a Ted Bundy? Noten que es Bundy, no panties, ¿ok? Un raro estrangulador americano y mi más venerado asesino serial. No estoy ni siquiera cerca de su gran hazaña de treinta muertes… Sólo dos, y ambas chicas. Se los hice después de estrangularlas con mis propias manos. Esa sensación en mis dedos, y ese último gemido en sus últimos respiros, absolutamente maravilloso. Por supuesto, lo que siguió después de eso también fue… Fufufu. Seamos sinceros, soy un necrófilo. Amo a las señoritas muertas que se ven como lindas muñecas. ¡Especialmente las que son como Akabane Eiri que estuvo aquí antes! —Ah, cierto, Kamiya Kyousuke-san. Sinceramente estoy lleno de respeto por tus logros en esos homicidios, ¿sabes? Seamos amigos de ahora en más.”

El joven apuesto con cabello castaño claro sonrió.

Parecía emanar un aura de delicadeza a la vista pero esto en realidad sumaba a su relato desagradable. Sólo por la presentación de este tipo, era obvio que dijo lo incorrecto. Kyousuke pudo oír un chasquido de lengua viniendo del escritorio vecino a su izquierda.

Al encontrar otro tipo duro parado en frente de él, Kyousuke se lamentó por su situación.

Debe haber un error en alguna parte en todo esto… Denme un respiro.

—Después de los títulos Matador y Megamuerte, ahora llegó el de Carnicero de la Bodega.

Pensar que esta injusta condena sólo atraía asesinos anormales con lo que meros vándalos y rufianes no podían ni compararse.

Kyousuke no podía evitar sentir la necesidad de lamentarse por su destino tan pronto como imaginó las dificultades en su camino.

¿No hay nada en mi vida además de esta injusticia…? E-Eso es demasiado triste.

× × ×

“…Bueno. Ya todos se han presentado, ¿cierto? Entonces es hora de las clases, aunque un cerdo estúpido está ausente… Si todavía sigue vivo, debería regresar en un rato.”

Como tomando su turno en el atril después del chico que bajo de él, Kurumiya subió otra vez.

En un instante, la atmósfera que llenaba el salón de clases parecía ponerse pesada.

Mientras golpeaba ligeramente la tubería de acero en su hombro, miró con desdén a los estudiantes, los asesinos convictos, y sonrió suavemente.

Sus ojos grandes y redondos no mostraban miedo ni titubeos.

En ellos sólo residía una sensación de superioridad y una actitud burlona respaldada por una confianza rebosante y una compostura firme.

A pesar de verse como una estudiante de primaria, esta profesora probablemente era imposible de matar incluso si todo el grupo de estudiantes se unieran para atacarla—

Kurumiya dominaba con una presencia intimidante que hacía que el espectador fuera consciente de ese hecho.

“Kukuku… ¿Cómo se sienten después de la presentación? Se sienten como un grupo de bastardos incurables, ¿verdad? —Por supuesto. Este es esa clase de lugar. El basurero de la ciudad donde las escorias humanas como ustedes se reúnen. Un tacho de basura. Un albergue. Una madriguera donde residen los demonios no humanos… ¿Escucharon?”

Desafortunadamente, Kurumiya tenía toda la razón—Kyousuke también lo creía.

Porque dentro de la clase, no podía encontrar otra persona que irradiara una impresión de homicidio accidental como el caso de Maina. Además, la mayoría de los estudiantes habían matado voluntariamente o creían que matar no era nada especial… Durante las presentaciones, Kyousuke fue completamente incapaz de controlar su sudor frío y temblaba por el asco.

¿Vivir mi vida escolar con esta clase de personas? No puede ser. Porque a mí…

Ni sus procesos de pensamiento ni sus creencias podían entenderse.

Esta era una escuela anormal donde se reunían estudiantes anormales. Por eso…

“¿Este lugar es el infierno? No, es un purgatorio. Este es un purgatorio para purificarlos, para incinerarlos a ustedes que han sido tentados por el pecado. Es nuestra responsabilidad como profesores corregir y enderezar las naturalezas desagradables y retorcidas de los asesinos convictos como ustedes, para permitirles renacer, puros y buenos. Por ese propósito, usaré todos los medios que sean necesarios. Todos los medios, ¿entendieron…? Kukuku.”

Gobernando sobre tal anormalidad estaba la anormal profesora—Kurumiya Hijiri.

Kyousuke se dio cuenta una vez más que era imposible oponerse a esta demonia bajita de profesora.

Mientras pensaba esto, una voz enfada se proyectó en su rostro.

“¡Especialmente tú! ¡Sí, tú, Kamiya! Estás todo cubierto de mugre, más mugre que ninguno. ¡Te limpiaré, por dentro y por fuera, espéralo con ansias! Mataste a doce personas, así que permíteme que cuide de ti con doce veces más que el amor para los bastardos que sólo tienen una sola víctima bajo el cinturón… Claro está, si es que no estás muerto o loco para ese entonces.”

“…Ja… Jaja, ja…”

En este tipo de situación, lo único que Kyousuke pudo hacer era forzar una risa.

En frente de estos compañeros de clase y bajo la mirada de esta profesora…

“Oye, ¿de qué te estás riendo, mocoso? ¿Tanta disciplina necesitas? ¡¿HUH?!”

“¡¿Eh?! ¡N-No! No es eso, por favor aguarde… Aleje la tubería de acero y no me golpee en la cara con ella. Lo siento mucho. ¡Lo siento mucho, mucho! ¡No me opondré a usted, por favor perdóneme!”

—Previa afirmación desechada. Esta era una situación donde incluso reír no estaba permitido.

Mofándose de Kyousuke quien estaba postrado de rodillas con un “hmph”, Kurumiya alejó la tubería de acero.

“…Muy bien. Sigue jugando tu pequeño engaño, mocoso. ¿Cuánto tiempo podrás mantener esa fachada? Haz tu mejor esfuerzo… ¡Oh cierto, por supuesto que lo mismo va para todos, asesinos convictos! ¡Mientras esté aquí como la profesora titular, haré que todos se sometan sin excepción al dolor y el terror! ¡Pisoteándolos por completo, les mostraré lo que significa la miseria sin fin! ¡Ni siquiera piensen en los derechos humanos o lo que sea, ¿entendieron, cerdos estúpidos?!”

Además de amenazar, Kurumiya golpeó su palma contra el pizarrón.

Intimidados por la presión, los asesinos convictos, los estudiantes, se quedaron en silencio.

El altavoz cerca del techo empezó a vibrar y el timbre ronco de la campana se escuchó.

“¿…Hmm? ¿Ya es hora?”

Frunciendo el ceño ante ese tono que rompía oídos, Kurumiya miró su reloj.

La esfera del reloj estaba incrustada dentro de una carcasa oscura, metálica y pesada, un reloj con una construcción resistente.

“Ok. Es hora del receso. El próximo período empieza en diez minutos. Vuelvan a sus asientos antes de que el segundo período comience. O de lo contrario, habrá disciplina, ¿sí? Kukuku…”

Riéndose de una manera altamente incongruente con ese adorable rostro, Kurumiya amenazó.

Ya sea su personalidad, tono de voz, el atuendo o su reloj, la apariencia de estudiante de primaria de Kurumiya no encajaba en absoluto. Pero la peor cuestión de todo resultaba ser ese rostro sonriente de mal agüero suyo—

Kyousuke se dio cuenta dolorosamente.

× × ×

“…Espera.”

Luego de que Kurumiya dejara el salón de clases, Kyousuke estuvo a punto de levantarse y salir también, intentando estirar las piernas, cuando su vecina de la izquierda de pronto lo detuvo. La voz de la chica era inorgánica y fría, similar a un instrumento cortante.

Kyousuke mecánicamente se sentó otra vez, dirigiendo su mirada con inquietud.

“¿…Qué sucede, Akabane Eiri-san?”

“Eiri solo está bien. —Oye, ¿es verdad que mataste a doce personas?”

Sin advertencia, le lanzaron una bola súper rápida como pregunta directa. Aunque su rostro se dirigía a sus uñas, los ojos entrecerrados y agudos de Eiri tenían a Kyousuke firmemente en su vista. Más que una pregunta, se sentía como un interrogatorio.

“Ah, no… E-Eso…”

Justo cuando Kyousuke estaba a punto de escapar de los ojos rojo vino que estaban pegados a él, sus propios ojos se distrajeron…

“Disculpen. Si no hay problema, ¿podría unirme? Aunque estaba intentando acercarme a hablar durante el almuerzo, no podía dejar que alguien me gane de mano… Fufu.”

Una voz amistosa y animada. Kyousuke volteó para ver a un joven amable y apuesto con cabello castaño claro, sonriendo cordialmente, de pie frente a Kyousuke.

“Es un placer conocerlos a ambos. Soy Saotome Shinji, el estrangulador. Que afortunado soy de estar aprendiendo en el mismo salón de clases que dos asesinos asombrosos como ustedes, qué gran honor. Llevémonos bien.”

“Claro… Ah, igualmente. Encantado de conocerte… ¿Sí?”

A pesar de sentirse ansioso respecto a la mano amistosa extendida hacia él, Kyousuke le dedicó una sonrisa cortés y la estrechó.

—Instantáneamente, una inusual sensación de frío pasó a su mano, un escalofrío mortal similar a tener incontables insectos caminando por todo tu cuerpo. De hecho, Shinji había usado esta mano para estrangular a dos chicas hasta la muerte.

“Fufufu. Muy agradecido, Kamiya-san. Eiri-san también—”

“¿Puedes alejar esa mugrosa mano?”

Las palabras agrias de Eiri rechazaron la mano amistosa extendida.

“¿…Qué?”

Topándose con la actitud de Eiri que no era apropiada para un primer saludo, la sonrisa de Shinji estaba mostrando rajaduras.

Aun así, Shinji reajustó su humor, se rascó la cara y sonrió con ironía.

“Fufu… Oh vaya, muy mugrosa, huh. ¡Eso fue muy duro! Aunque se sabe que soy un sádico, parece que mi lado masoquista está despertando—”

“¿No me escuchaste? Si no sacas la mano, te la cortaré.”

“—”

Con los ojos todavía en sus uñas, Eiri amenazó violentamente. La expresión de Shinji desapareció de su rostro.

Bajando lentamente la mano que buscaba un apretón de manos, él empezó a sonreír de manera aterrorizante.

“Ya veo, ya veo… Interesante. La verdad que no me disgustan las chicas como tú, ¿sabes? Esto hace que me den más y más ganas de matarte y después hacérselo a tu cadáver… Por favor, déjame construir sentimientos más profundos entre nosotros, ¿ok?”

Murmurando en su deleite, Shinji dirigió la vista hacia las piernas de Eiri.

Su mirada lujuriosa reptó por el par de bellas piernas que se extendían debajo de la minifalda.

“…En serio. Como sea, sólo desaparece de mi vista, ¿ok? Eres molesto.”

Como incitando a propósito a Shinji, Eiri deliberadamente cruzó las piernas hacia el otro lado y respondió.

Bostezando, se refregó los ojos intencionalmente como un show para Shinji.

“…”

En respuesta, Shinji simplemente entrecerró los ojos un poco.

Sin decir nada, quitando sus ojos de las piernas de Eiri, miró a Kyousuke y se estremeció.

“Parece que soy el tercero en discordia, así que dejaré el escenario en silencio esta vez. Por favor pásenla bien. Fufufu. Adiós, Kamiya-san… y Eiri-san.”

Palmeando a Kyousuke en el hombro y echándole una mirada a Eiri, Shinji se retiró sin prisa.

—Durante todo el proceso, no hubo sonrisa en sus ojos. Kyousuke quería convencerse realmente de que estaba imaginando cosas.

“…Ese tipo es muy molesto. Será mejor que se muera.”

Viendo la espalda de Shinji mientras se iba del salón de clases, Eiri maldijo.

Sorprendido e intimidado, Kyousuke miró a su compañero de clases y vecino de la derecha.

“Oye, oye, decirle a alguien que se muera no es muy agradable, Akabane-san…”

“Eiri solo está bien.”

“…Y-Ya veo. Lo siento. Entonces, Eiri-san—”

“Eiri solo está bien, ¿tengo que repetirlo?”

Una mirada de reojo suya era muy aterradora.

Sin importar cuánto lo pensara Kyousuke, el mero hecho de ser llamada de tal o cual manera no podía ser una verdadera razón para enfadarse.

Pero ella esta chica la “Navajera Escarlata”. Si algo tan pequeño le causaba displacer, en verdad era desesperante.

“Oh… Eh, ¿Eiri? De alguna manera no se… siente bien. ¿—No lo crees?”

“¿…Huh? ¿Qué dijiste? ¿Qué cosa no está bien?”

“Sí. Bueno, ¿podrías alejar esos ojos entrecerrados, que miran como cuchillos? Sólo háblame de manera normal directamente… Corrección, por favor háblame de manera normal directamente. ¡Deja de fulminarme con la mirada!”

¿—Por qué me está mirando desde toda clase de ángulos? Kyousuke estaba tan asustado que casi se olvida de usar lenguaje cortés.

“…Tsk.” Eiri chasqueó la lengua con desagrado.

“¿…Qué demonios? ¿Estás buscando una pelea?”

“¿Eh? Una pelea, eso es totalmente absurdo… ¡Además, la que está buscando pelea primero eres tú! ¡¿Por qué tienes que hablar de manera tan ofensiva?! Al igual que con Shinji recién, si no cambias tu actitud—”

“¿…Huh? ¿Puedes dejar de atosigarme?”

El poder destructivo de la intensa mirada de Eiri se multiplicó.

Sus ojos entrecerrados ahora estaban 70% abiertos.

La agudeza de su mirada en este momento era como una espada japonesa desenfundada.

“¡¿Eh?! No, es sólo que pienso que hablar de esa manera es ir demasiado lejos, uh…”

“¿No escuchaste su presentación? Ese tipo es un necrófilo que elige específicamente a las chicas para asesinarlas, ¿sabes? ¿Cómo podría ser posible que una chica quiera lidiar de manera amistosa con esa cosa?”

“…Bueno, tienes razón.”

—Oye, ¿no has matado a seis personas ya? Kyousuke se tragó las palabras atoradas en su garganta.

Detalle aparte, las seis muertes de Eiri apenas estaban en segundo lugar después de las doce de Kyousuke.

En otras palabras, en realidad Eiri era la que tenía más muertes en esta clase.

En ese momento, Kyousuke preguntó con el fin de alejar su miedo emergente:

“Oye, me ha dado curiosidad… ¿Qué es un necrófilo?”

“…Hmph. Eso no es algo que deberías preguntarme a mí.”

Eiri puso una expresión de enfado. Sujetando su frente, cruzó sus piernas hacia el otro lado de nuevo.

Sentada casi al borde de la silla, la falda de Eiri era tan corta que uno no podía evitar preguntarse si ‘¿había algún sentido en vestirse así?’ En este momento, varias cosas estaban destellando dentro y fuera de vista. No espera, sería mejor decir que estaba perfectamente claro a la vista.

Pensar que lleva… ¿panties a rayas negras? ¡¿Incluso la ropa interior de las chicas la establece la escuela?! Digo, en serio tiene un par de piernas hermosas… ¡Oye, no debería estar mirando fijamente, ¿verdad?!

Kyousuke de manera frenética apartó la vista. Luego Eiri exhaló como un poco exasperada.

“Coito con cadáveres. O, amor por los cadáveres. En otras palabras, un fetiche donde alguien que no sea un cadáver no sirve.”

“¿…No sirve? ¿A qué te refieres con que no sirve?”

“¿Hmm…? ¡¿P-Por qué me haces esa clase de pregunta?! ¡No me hagas decirlo a propósito!”

Eiri miró intensamente a Kyousuke y vociferó. Sus ojos que parecían adormilados ahora estaban 90% abiertos.

Quizás era su imaginación, pero su contextura facial se había sonrojado. —Para ser honesto, esta reacción fue bastante inesperada.

Kyousuke pensaba que ella respondería de manera calmada y sin inmutarse como antes…

Quizás en contraste con su apariencia glamorosa y personalidad ofensiva, su yo interior era sorprendentemente puro.

“P-Perdón… Ya entendí. En ese caso, no puede evitarse. Perdón por molestarte.”

“¿…Hmph? ¿Verdad que sí? Ahora que lo sabes, muy bien.”

Eiri miró a un lado otra vez. Al verla de perfil, Kyousuke preguntó:

“Pero al reaccionar de esta manera, ¿no estás atrayendo fastidio innecesario? No puedo creer que te hagas enemiga de alguien tan peligroso.”

“…No pasa nada. Si intenta matarme, yo lo mataré a él.”

La expresión de Eiri no cambió mientras declaró con firmeza.

“…Eiri, eres muy audaz.”

Como se esperaba de la asesina ubicada en el pináculo de toda la clase. Su confianza estaba dirigida en una dirección completamente equivocada. Kyousuke no quería ser su enemigo en absoluto.

“…Básicamente, todavía está esa bajita aquí, ¿verdad? Si alguien realiza un movimiento temerario para matarme, antes de poder matarme, es probable que para ese momento la tubería de acero ya lo haya enviado a la otra vida. Como pasó hoy con Mohicano.”

“Eso es muy cierto…”

 
Te lo suplico, no digas palabras como ‘bajita’ cuando ella esté en persona, ¿ok?

Estaba muy bien que tipos como Mohicano sean aplastados hasta quedar como pulpa. Pero si una chica como Eiri es aplastada—a pesar de ser la Navajera Escarlata—Kyousuke aun así no tenía deseos de ver tal cosa.

Luego de que Kyousuke transmitiera estos pensamientos honestamente hacia ella, el rostro de Eiri se relajó un poco.

“Qué estúpido. ¿Quién diría eso en frente de ella? No me agrupes con esos organismos unicelulares. No soy un perro rabioso que morderá a cualquiera indiscriminadamente. Elijo a mis oponentes… Por supuesto, lo mismo va para los asesinos.”

Sus palabras finales se fueron apagando más y más, casi hasta desaparecer.

Kyousuke estuvo a punto de preguntar cuando Shinji regreso al salón de clases y se acercó.

“…Tsk. ¿Por qué está viniendo ese tipo?”

Eiri chasqueó la lengua en desagrado y siguió trabajando en su manicura.

Después de pintar sus uñas de rojo puro, usó una pincita para pegar diamantes en ellas una por una.

—A propósito, también había estado haciendo eso en clase, pero la profesora no le llamó la atención.

“He regresado, Kamiya-san. ¿Cómo están progresando las cosas con Eiri-san?”

“¿…Progresando? No, sólo es una charla común.”

Llegar hasta la instancia de tomarnos de las manos o besarnos tan sólo en el tiempo del receso sería de lo más sorprendente de hecho.

Kyousuke pudo sentir la mirada intensa de Eiri en su dirección mientras hacía su manicura.

Como un actor de teatro, Shinji miró al cielo y dijo:

“Oh vaya… ¡Esto no funcionara en absoluto, Kamiya-san! ¡Después del primer encuentro, tienes que conquistar a la chica en cinco minutos! Aunque es esencialmente imposible hacerlo en esta clase… Hmm, arruiné mi presentación. Aunque la Clase B todavía no sabe de mis antecedentes, traté de ir a presentarme yo mismo… Pero no vale la pena. ¡La Clase B no tiene chicas decentes! Hay una chica que es anormal ya sea vertical u horizontalmente y una chica rara que usa una máscara de gas negra. Es como si fueran adornos especiales para contrastar con nuestra clase… Suspiro.

“Y-Ya veo… Qué proactivo de tu parte.”

Existían otras clases, era lógico. Cielos, una máscara de gas o lo que sea, eso es demasiada libertad…

Kyousuke deseó desde el fondo de su corazón no relacionarse con ninguna de esas compañeras.

“Ok, ¿están todos sentados? Aquellos que no estén listos serán triturados para alimentar a los perros.”

Un momento después, la campana sonó conforme Shinji tomó asiento. Al mismo tiempo, Kurumiya entró al salón de clases, llevando una gran pila de impresos en sus manos. Kyousuke rápidamente enderezó su postura.

“…Qué sueño.”

Por el otro lado, Eiri permanecía igual que siempre incluso luego del regreso de Kurumiya, actuando como su usual yo.

Akabane Eiri, huh… Aunque parece mucho más respetable de lo que imaginé…

Lo sabía, aun así, es mejor que haga mi mejor esfuerzo por no involucrarme.

Si tan sólo ella no volviera a hablarme—Kyousuke pensó.

× × ×

“…Oye, Kyousuke.”

La campana sonó para poner fin al período. Conforme Kyousuke terminó de organizar los impresos repartidos, Eiri rápidamente se acercó para iniciar conversación. Mientras guardaba sus herramientas de manicura en su caja de cosméticos, preguntó:

“¿…Cuáles son tus planes para el almuerzo?”

“¿Hmm? Uh, almuerzo, huh. Déjame pensar…”

Al recibir una pregunta tan repentina, Kyousuke se quedó sin palabras. La siguiente hora era la del almuerzo.

Después de las introducciones sobre las condiciones de la escuela desde el primer al tercer período, Kyousuke comenzó a entender que esta Academia Purgatorium de Rehabilitación era más ordinaria de lo que imaginó.

Las lecciones estaban distribuidas como la currícula usual. Cada período duraba sesenta minutos. Cada día tenía cinco períodos. Diez materias en total: Japonés, Estudios Sociales, Matemáticas, Ciencia, Música, Arte, Salud y Educación Física, Economía Doméstica, Inglés… y Ética.

Más allá del ‘trabajo forzado’ que era obligatorio cada mañana y tarde, los horarios eran los mismos que en la preparatoria de Kyousuke. Tarea, laboratorios, clases suplementarias y exámenes de recuperación existían definitivamente.

Lo mismo con las instalaciones. Además de la decoración interior y una serie de salones de clases especiales que incluían el Salón de Castigos, todo era muy normal. Aunque dejar los campos de la escuela era virtualmente imposible, el hecho de que la libertad de desplazamiento dentro de la escuela estaba permitida resultaba tener sus conveniencias.

Por ejemplo, los estudiantes tenían permitido ir a la cafetería o a la tienda para conseguir comida durante la hora del almuerzo. Por eso, a juzgar por el comportamiento anterior, Eiri intentaba ir a almorzar junto a Kyousuke.

Ningún chico no se sentiría feliz de recibir una invitación de parte de una belleza como Eiri. Dicho eso…

Aunque era sensual, esta chica es la asesina ubicada en el top de la clase… Una asesina verdadera y auténtica.

Lo que estaba atrayendo a Eiri probablemente eran las doce muertes de su cuenta.

Kyousuke había sido incriminado y en realidad no mató a nadie. Pero si este hecho se descubriera, la actitud de ella podría dar un giro masivo de ciento ochenta grados. En el peor de los escenarios, él podría terminar asesinado en el acto—Kyousuke podía imaginar esta clase de predicción trágica.

Pensando eso, tratar de pasar el rato innecesariamente no sería muy distinto de un comportamiento suicida.

Después de todo, cuanto más tiempo pasen juntos, más fácil será que la verdad salga a flote.

“…Oye, Kyousuke, apúrate. Sólo hay una hora.”

“Oh, perdón… No tengo mucha hambre. Sólo planeo matar el tiempo al azar en cualquier lugar.”

“…Ya veo. Oh bueno, como sea. Sólo preguntaba. Lárgate.”

Dejando las herramientas de manicura que había medio organizado, Eiri de pronto apartó el rostro.

Al ver el puchero en su rostro, Kyousuke se preguntaba si la había puesto de mal humor.

Si era así, era malo, será mejor que tan pronto como sea posible se vaya—en pánico, Kyousuke de repente se levantó de su asiento.

Pero había una última cosa. Una advertencia.

“Bueno me voy. Por cierto, ese tipo…”

“¿Ese tipo? Oh… No pasa nada. Si se atreve a venir, simplemente lo destrozaré.”

“…Supongo. Pero aun así, cuídate, ¿ok?”

Kyousuke estaba preocupado por los movimientos de Shinji.

En este momento Shinji estaba por la pared del fondo del salón de clases con otros dos chicos.

Usami y Oonogi—el chico jorobado sombrío y el chico bronceado con las rastas.

Estaban charlando amigablemente, echando un vistazo de manera codiciosa en la dirección de Eiri de vez en cuando.

En esta clase de situación, pensamientos como actuar como un hombre y rehusarme a huir dejando sola a Eiri estaban perdiendo contra mis nociones de ser un ciudadano común reticente a involucrarse en conflictos entre asesinos. Incluso si significaba ser etiquetado como un cobarde o una gallina de mierda.

Las cosas aterrantes eran aterrantes. Kyousuke sólo quería irse tan rápido como fuera posible.

“E-Entonces… ¿Nos vemos después?”

“…Sí, sí, sí. Después.”

Eiri respondió de manera cortante. Kyousuke también saludo a Shinji por compromiso y dejó el salón de clases.

Shinji sonrió radiante y le devolvió el saludo. —Él no siguió a Kyousuke.

Ok… logré escapar a salvo.

Aunque era un alivio, era demasiado temprano para bajar la guardia por completo.

Como los salones, los pasillos también tenían las paredes cubiertas de grafitis y las ventanas llenas de barras de metal.

Caminando a lo largo del pasillo que estaban atravesando asesinos convictos uniformados, Kyousuke avanzaba con la cabeza en alto con el fin de no ser subestimado o mirado con desdén por parte de los demás.

Digo, ¿todas estas personas son verdaderos asesinos? Q-Qué aterrador…

Haciendo su mejor esfuerzo por evitar contacto visual pero escondiendo el miedo en su corazón, Kyousuke corrió como un rayo.

Las instalaciones de la Academia Purgatorium de Rehabilitación consistían en tres edificios principales: dos edificios nuevos de cuatro pisos y un edificio más viejo de dos pisos. El viejo edificio escolar no estaba ubicado muy lejos y estaba bastante deteriorado y estropeado.

El área de actividad de Kyousuke y el resto de los de primer año estaba precisamente confinada a este viejo edificio escolar.

El salón de clases estaba en el segundo piso. El primer piso tenía la enfermería, una tienda de snacks y otras instalaciones. La cafetería también estaba separada de los estudiantes de segundo y tercer año, ubicada en el primer piso del mismo edificio. Aparte de las instalaciones como gimnasio y los salones de entrenamiento de artes marciales, los de primer año estaban totalmente segregados. De hecho, Kyousuke no había visto a ningún estudiante mayor todavía.

—La razón podía suponerse básicamente.

La Academia Purgatorium de Rehabilitación era una escuela para asesinos convictos que debían ser reformados y renovados. Por eso, los nuevos estudiantes que no habían asistido por mucho tiempo aún no habían sido reformados hasta cierto punto y eran bastante peligrosos.

Dejar que estos chicos hagan contacto con estudiantes mayores reformados probablemente sería peor que avivar las brasas del fuego de los problemas, sería lo mismo que causar mala influencia. Por eso, los sujetos podridos tenían que ser tratados mal y segregados.

Como resultado, la ubicación actual de Kyousuke se había convertido en una aterrante madriguera de demonios…

¡¿Geh?! Qué demonios, esa chica de recién… ¡Casi la confundo con Bob Sapp (3)! Es muy intimidante vertical y horizontalmente sin importar cómo la mires… ¡Oye, ese chico también da miedo! ¡Todo cubierto de tatuajes, ¿su piel se ha vuelto verde?!

Parece que la otra clase—Año 1 Clase B-- también estaba llena de personajes locos. Ya sea debido a una perspectiva tendenciosa o imaginación equivocada, Kyousuke no divisó ni una sola persona respetable.

Será mejor que me apresuré antes de que me fastidien—pensando eso, Kyousuke aumentó la velocidad.

¡—Pasos, pasos, pasos, pasos, pasos, pasos, pasos!

¿Hmm? ¿Qué sucede?

Pasos ruidosos se estaban acercando desde atrás.

Qué rayos, este sonido… ¡¿Me están persiguiendo?!

Kyousuke volteó rápidamente. En su campo de vista estaba una chica con cabello castaño nuez corto, corriendo a toda velocidad—Igarashi Maina—lanzándose hacia él.

Con los ojos cerrados con fuerza, Maina estaba llorando como una tormenta.

“¡Wahhhhhhhhhhhhhh! ¡No puedo soportar esto, no puedo soportarlo mmmáááááááááááááááásssss! ¡Quiero irme a casa—¿kyahhhhhhhhh?!”

Al siguiente instante, se tropezó y cayó. Parado cerca, Kyousuke entró en pánico y justo cuando estuvo a punto de esquivarla decididamente…

“Espera… ¡¿Uwahhhhhhhh?!”

Atrapándolo sin dejarle tiempo de reaccionar, Maina se estrelló en su pecho.

“O-Owwww… Tú eres… Igarashi-san… ¿Verdad?”

Haciendo una mueca de dolor, Kyousuke miró alrededor…

“…Oh.”

Aproximadamente a un metro, vio algo negro. La chica que había chocado con Kyousuke—Maina—yacía tirada en el pasillo.

Aunque su falda se había levantado y sus panties quedaron totalmente expuestas, eso no era sorprendente en absoluto.

Sin saber qué había sucedido, los estudiantes cercanos empezaron a clamar. Aun así, Maina no se movía.

Sus delgados brazos y piernas estaban extendidos, como si hubiera hecho un salto con piernas separadas, mientras sus panties seguían expuestas a la vista del público.

“¡¿—Huh?! ¡No es momento para desconectarse! ¡¿Estás bien?!”

Reaccionando pronto, Kyousuke se apresuró hacia Maina para saber si estaba bien.

Al mismo tiempo, aprovechó la oportunidad para acomodar su falda.

“…Ooh.”

El cuerpo de Maina, congelado todo este tiempo, de repente se sacudió.

Parece que estaba viva. Kyousuke soltó un suspiro de alivio.

—Sin embargo.

“Ooooh… Uwah…. Uwahhhhhhhhhh…”

El rostro de Maina permanecía contra el piso del pasillo mientras su cuerpo temblaba ligeramente.

Sintiendo pena por ella, Kyousuke se rascó la nuca.

“Uh. ¿Dónde te lastimaste? Si te duele, déjame llevarte a la enfermería. ¿Puedes levantarte? ¿O qué tal si te ayudo?”

Poniéndole la mano en su hombro, le habló. El cuerpo asustado de Maina se tensó.

“¡¿Eh…?! ¿Ooh? Ah… Sowwee. Estoy bien… Sniff.

Pero quizás al notar que Kyousuke no era hostil, Maina se sorbió los mocos, se limpió las lágrimas rápido y se levantó lentamente.

Aunque no estaba lastimada, su expresión lucía bastante demacrada.

“…Hablando de eso, ¿qué pasó? ¿Esas personas en la clase te hicieron algo?”

“¿Eh? U-Umm… Esa chica que mató a seis personas de repente me dijo… ‘¿Quieres que almorcemos juntas?’ Pero, pero sus ojos eran tan agudos, daba mucho miedo… Por reflejo dije ‘lo siento’ y entonces sus ojos se agudizaron aún más… Pensé que me iba a matar, así que—”

“…Así que saliste corriendo. Ya veo.”

Kyousuke sonrió con ironía y asintió. Podía empatizar totalmente con los sentimientos de Maina.

Una asesina de seis personas—Eiri—con una terrible mirada. Amplificada por su notorio título, recibir la mirada de esos ojos rojo vino, se sentían como un cuchillo, goteando sangre, apuntado al espectador.

Querer escapar era completamente entendible… Además, el propio Kyousuke también había escapado.

Maina sacó un pañuelo color pastel, para limpiarse las lágrimas de su rostro.

Sollozo, sollozo… No sé qué hacer… Todos a mi alrededor lucen aterrantes. No quería venir a esta clase de lugar, pero por qué… Sollozo, sollozo, sollozo. Qué terrible… Muy terrible… Uwah… Sniff… sonándose la nariz.

Suspiro, esa clase de sentimiento… Me pasa lo mismo.”

“¿…Eh?”

Alzando la vista desde el pañuelo, los ojos llorosos de Maina miraron a Kyousuke.

Kyousuke puso su mano sobre la respetable compañera de clases que finalmente había logrado encontrar después de tales dificultades y dijo con firmeza:

“Me pasa lo mismo, Igarashi-san… ¡No vine aquí porque quería! Rodeado de asesinos psicóticos, yo también estoy totalmente perdido… ¡Pero tú eres diferente, Igarashi-san! Como yo, eres una persona común. ¡En otras palabras, somos camaradas! ¡Compañeros!”

¿—Verdad? Kyousuke tomó la mano de Maina en busca de asentimiento y sonrió.

“¡Es-Es verdad! ¡Somos compañeros! Por fin… ¡Por fin una persona normal! Gracias a dios… En serio, gracias dios… Ooh… Uwahhhhhh.”

Maina parecía tan conmovida que estaba derramando lágrimas de alegría.

Kyousuke no pudo evitar adoptar una enérgica pose de victoria en su corazón.

¡¡¡Maravilloso!!! ¡Por fin pude hacer un amigo respetable!

Reprimiendo las ganas de bailar de felicidad, Kyousuke respondió cuidadosamente con una actitud sincera y honesta.

“Jaja. Oh bueno, límpiate las lágrimas. De lo contrario, parecerás un panda, ¿sabes?”

“¿…Ooh? Ah, jeez. Sollozo… ¡Lo haré! Ejeje.”

Kyousuke le soltó la mano. Maina empezó a limpiarse las esquinas de sus ojos con su pañuelo.

Kyousuke tenía la impresión de estar viendo a un pequeño animalito lavándose la cara, sintiendo como si su propia alma se estuviera curando.

Examinándola más de cerca, la verdad es que Maina era muy linda, haciendo que Kyousuke gradualmente se sintiera orgulloso. Su rostro redondo además lucía muy suave.

“¡Ok! ¡Después de que te limpies las lágrimas, vayamos a almorzar juntos! ¿Te gustaría ir a la cafetería o a la tienda de snacks, Maina…? Oh, lo siento. Te llamé por tu nombre sin pensarlo… Oh, pero puedes llamarme ‘Kyousuke’ con normalidad, ¿sabes? Puede que suene raro que diga esto Maina, ¡pero eres muy adorable! Se siente como si… ¿tuviera la necesidad de protegerte? Como consentirte sin dejarte ir. Si estás de acuerdo, llevémonos bien…”



“¡¿Heeeeeeeeeeeeeee?! K-K-K-Ka… Kami… ¡¿Kamiya Kyouchyukee?! ¡¿Heeee?! ¡¿Aheeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!”



“¿Eh?”

Maina retrocedió un poco y apuntó a Kyousuke con un dedo tembloroso.

Después de limpiarse las lágrimas, la visión borrosa de Maina volvió a la normalidad.

Luego de darse cuenta que él era Kyousuke, la reacción aterrada de Maina no podía ser descrita en pocas oraciones.

“¡¿Heeeeeeeeeeeeeeeee?! N-N-N-N-N-No me mates… ¡¡Por favor no me mates!! ¡Te lo suplico! ¡Haré lo que me pidas! ¡Pero por favor no me mates! ¡En serio, no me mates…! Sollozo, sollozo, sollozo, sollozo.

Maina yacía en el piso linóleo, sujetándose la cabeza, encogiéndose del miedo.

Kyousuke se apresuró a su lado e hizo su mejor esfuerzo por usar una voz gentil.

“Oh, eso no es así… No tengo intenciones de matarte, así que cálmate. ¿—Ok? Recién lo dije, soy igual que tú, Maina, sufrí un montón de injusticia y no es como si estuviera aquí porque quiero. ¿Verdad? —Entiendes, ¿verdad?”

“Ah, sí. Seguro que no quieres estar aquí porque no has matado lo suficiente, ¿verdad?”

“¡S-Sí, muy cierto, muy cierto! Habiendo matado a doce personas la primera vez, ¿quizás pueda matar más la próxima? Pero a pesar de eso, me atraparon, qué vergüenza. Qué frustrante. Todavía no he matado lo suficiente… ¡Sí claro, eso está totalmente maaaaaaaaaaaaaaaaaaal!”

“¡¿Heeeeeeeeeeeeeee?! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿La fachada cayó?!!!!!!!!!!!”

“¡No es una fachada, sólo estaba respondiendo con sarcasmo! Además, para empezar—”

—Todo el asunto del asesinato de doce personas iba a ser el comienzo de su respuesta.

Kyousuke estuvo a punto de decirle la verdad pero suspiró.

Más y más gente se estaba reuniendo para ver la conmoción así que dejarlos escuchar sería malo. Explicárselo a Maina apropiadamente requeriría de un lugar diferente.

“Vayamos a otro lugar primero. Estamos llamando demasiado la atención aquí…”

Diciendo eso, Kyousuke iba a alcanzar el hombro de Maina quien estaba agachada. Justo en ese momento…

“¿Heeeee?! ¡N-No me toques! ¡Cómo podría hacer eso contigo! ¡Asesino violento y totalmente depravado que mató a doce personas! ¡Uwahhhhhhh!”

Maina se levantó rápidamente como de un salto y se puso de pie, desvaneciéndose por una esquina.

Quedó un pañuelo rosa, revoloteando en el aire, cayendo en silencio en el suelo del pasillo.

Esfumándose a la distancia se escuchaban los sonidos de los pasos y los llantos.

Una vez que ya no pudo oírse, los alrededores volvieron al silencio.

—Por un corto tiempo.

“¿…Doce personas? Este tipo, no puedo creer que haya matado a doce… ¿E-Es una broma?”

Con los susurros de alguien, el pasillo de pronto se puso ruidoso.

“¡¿Doce personas?! ¿Eh? Esto… ¡¿no puede ser?! Tiene un rostro violento, eso es verdad, pero…”

“¿Ese tipo de la Clase A, ¿cierto? Se cargó a doce víctimas, eso es terrible. Qué bueno que me pusieron en la Clase B…”

“Tantas vidas tomadas… ¡Eso es asombroso! Quizás incluso robe mi corazón. Beso.

“¡¿Ku?! ¡Calma! ¡Calma, brazo mío…! Ay, se ha liberado. Debemos ser nosotros lo que lo enviemos a la tumba. Pero ahora no es el momento. ¡Resiste, resiste, Azrael!”

Todos estaban diciendo lo que pensaban sin restricciones, resultando en una conmoción total.

Ocupando el lugar de Maina quien escapó, ahora era el turno de Kyousuke para sujetarse la cabeza.

M-Mierda… ¿Por qué la bomba tenía que lanzarse en este lugar…? No fue a propósito, pero ella me lanzó a los lobos… E incluso la asusté.

Estaba tratando de aclarar el malentendido de Maina metódicamente, pero para su mala suerte, convirtió el problema en una conmoción.

Gracias a eso, la existencia del Carnicero de la Bodega había llegado a oídos de todos. Kyousuke rezó porque esta injusta condena no fuera a atraer más gente rara—

“¡Espera! O-Oye, espera~”

Mientras todo tipo de preocupaciones atravesaban la mente de Kyousuke, de inmediato sintió alguien palmeándole el hombro.

¡¿Woah?! ¡Creo que alguien me atrapó! Por cierto, esta voz… ¿Es masculina o femenina?

La voz salvaje de género indeterminado le trajo una sensación de mal agüero. Kyousuke volteó a ver.

“Hola. ¡Sí, conversación iniciada! Eje.”

Kyousuke encontró a una chica parada allí, con un inusual cuerpo tan corpulento y fornido como el de Bob Sapp.

Dos metros de alto, un metro de ancho. Su uniforme le quedaba ajustado, su flequillo era recto. Bajo el cabello rubio corto, sus ojos redondos estaban mirando a Kyousuke de una manera inexplicablemente coqueta.

Sus mejillas, sonrojadas, parecían expresar sus sentimientos internos auténticamente.

“¡¿…Heee?!”

Kyousuke retrocedió sin palabras. Luego la doble de Bob Sapp, bautizada como Bob a partir de ahora, aparentemente tratando de acortar la distancia entre ella y Kyousuke, movió su corpulenta pierna como de elefante.

“¿Cómo te llamas? Si estás de acuerdo, seamos ami—”

“Me niego.”

“Ahhh.”

Alejando el brazo musculoso que se aproximaba, Kyousuke huyó.

La voz salvaje y coqueta de Bob gritaba desde detrás de Kyousuke mientras éste escapaba como una nube de humo.

“¡No, espera por favor~! ¡Todavía no sé tu nombre~!”


NOTAS DEL TRADUCTOR:

(1) En 1938 en Japón, Mutsuo Toi asesinó a 30 personas y se suicidó usando un viejo rifle japonés y espadas. Está considerada como la segunda peor masacre causada por un sólo individuo con armas, sólo superada por la Masacre de Uiryeong (quien en Corea del Sur en 1982 asesinó a 57 personas y luego se suicidó, usando granadas y un rifle de gran potencia).

(2) El kanji para Eiri significa “filoso”.

(3) Robert Malcolm “Bob” Sapp​ (nacido el 22 de septiembre de 1974) es un peleador semi-retirado estadounidense de kickboxing, artes marciales mixtas y lucha libre profesional. Sapp es especialmente famoso en Japón por su larga carrera en los cuadriláteros nipones, habiendo aparecido en numerosos programas de televisión. Junto a todo ello, Bob es actor.


Traductor al Inglés: Anónimo (Baka-Tsuki)
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Cristoww y nahucirujano

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