Primera Campana
Kinnnnnnnng,
konnnnnnnnnng, kannnnnnnng, konnnnnnnnnng…
El
parlante sucio e inclinado transmitió el ronco sonido de una campana.
Sonando
como alguna clase de grito de muerte, hizo que Kyousuke recostado, levantara el
rostro y abriera los ojos.
“……”
La
confusión acerca de su ubicación se disipó pronto.
Mientras
recordaba, una intensa sensación de cansancio y agotamiento le llenó el cuerpo
instantáneamente.
Kyousuke
se rascó la cabeza y echó un vistazo a sus alrededores antes de suspirar.
¿Por qué tengo que matricularme en este maldito lugar?
Las
paredes de concreto que lo rodeaban desde todos lados estaban repletas de
grietas, resquebrajaduras y partes hundidas—densamente cubiertas con graffitis
vulgares y obscenos.
“¡MIERDA!”
“¡Muerto!” “¡Muere, muere, muere, muere, mata, mata, mata, mata!” “18782 +
18782 = 37564” (1) “ASESINO ESCOLAR”
“en verdad quiero XXX a Kurumiya-tan” “←vas a ser eliminado por eso”
“←demasiado tarde” “Deseo la paz mund” (escrito con sangre, acortado).
Todo
tipo de profanidades cubrían incluso el suelo y el techo, mesas y sillas,
agregándole un sabor a desastre al devastado salón de clases. Todas las ventanas
instaladas tenían barras negras gruesas de acero.
Pero
la parte más desagradable no era el salón sino los compañeros de clase.
Toma
como ejemplo, la posición de Kyousuke en el centro de la fila del frente, el
chico sentado a su derecha.
“¿Huh?
¿Qué demonios estás mirando…? ¡Soy del tipo de sujeto que le gusta sacar la
basura como tú!”
Cabello
rojo, estilo mohicano. Un rostro despiadado con aretes.
Una
corbata con rayas negras colgando, suelta. Por las aberturas en su camisa
desarreglada, un cuerpo musculoso podía verse. La chaqueta y los pantalones del
uniforme no encajaban con él en absoluto.
A
juzgar puramente por su apariencia, este tipo era el que Kyousuke más quería
evitar. Aun así, este tipo llamaba mucho la atención y cuando sujetó el frente
de la camisa de Kyousuke, fue imposible seguir ignorándolo.
La
sangre joven temeraria debería tener sus límites. Kyousuke nunca pensó que el
tipo vendría en busca de problemas de repente.
Sudor
fluyó por el rostro de Kyousuke mientras trataba de poner su mejor sonrisa de
idiota.
“Jaja…
No, para nada. Es sólo que te ves tan elegante, que no pude evitar echar
algunas miradas más. Cómo se llama, oh cierto… ¿Moda vanguardista?
Especialmente el cabello. Hace que te parezcas a un gallo. Jajaja… Así que…
¿qué tal si me sueltas?”
“¡¿Huhhhhhhh?!
¡Voy a matarte, bastardo!”
Kyousuke
trató de decir cosas positivas, pero sus esfuerzos fueron destruidos por
completo.
Acompañado
de un feroz rugido, el brazo, del cual sobresalían músculos y tendones, levantó
a Kyousuke.
Kyousuke
fue levantado mientras el tipo lo miraba furiosamente, casi al punto de tocarse
sus rostros. Pero Kyousuke no estaba asustado.
“…Ah,
error mío. Me disculparé contigo, así que cálmate, ¿ok? Me echan aquí sin
explicación, no estoy de buen humor en ninguna parte…”
Kyousuke
eliminó su sonrisa y respondió a corta distancia.
Entonces
le envió un feroz cabezazo en la frente al idiota.
“¡Así
que tienes que saber que si inicias algo, yo voy a terminarlo, bastardo Mohicano!”
Los
compañeros de clases que habían estado viendo en silencio, al instante se
quedaron intensamente conmocionados.
El
resto de la clase, la mayoría de los cuales había estado mirando con hambrienta
anticipación, se alborotaron ansiosos por ver que uno o el otro (y
probablemente esperando que sea Kyousuke) termine en una camilla—o en una bolsa
de cadáveres. Lo único que conectaba a esta muchedumbre sedienta de sangre con
un grupo de estudiantes normales en sus uniformes escolares apropiados era la
edad.
“¡De
acuerdo, chicos, veámoslos morir! Ya me estaba aburriendo, así que espero que
esto esté bueno.”
“Qué
fastidio… nueva escuela, nuevo grupo de estúpidos con los cuales lidiar.”
“J-Jeejeejee…
Usar un banquillo para hacer esto hasta las uñas, una a una… Después hasta las
yemas de los dedos, una a una…”
Chicos
incomprensibles, instigadores, bromistas.
“¡Q-Q-Q-Qué
horrible! ¡A-A-A-Alguien, d-d-d-deténgalo~!”
Una
tímida chica estaba mirando de un lado al otro en pánico.
También
había una chica ignorando la atmósfera del salón de clases por completo, bostezando
con las piernas cruzadas, pintándose las uñas mientras bostezaba.
No
había uniformidad en ninguna parte.
Sin
embargo, Kyousuke lo sabía. Desde el momento en que comenzó esta escuela, el
momento en que fueron reunidos en este salón de clases, supo que nadie aquí era
normal.
Entonces,
¿Kyousuke también era un bicho raro? La respuesta era “No”.
Kyousuke
refunfuñó. Reprimiendo su intenso enojo y displacer, miró los rostros de sus
compañeros de clase.
Kyousuke
odiaba y maldecía a estas personas, deseando desde el fondo de su corazón no
tener nada que ver con ellos.
Este
montón de gente era la razón del odio de Kyousuke.
“¡Bien,
Mohicano! ¡Vamos! Déjame hacerte cirugía plástica para arreglarte ese feo
rostro tuyo… con mis puños.”
“¡¿Qu—?!
¡Ya tuve suficiente contigo, estúpido! ¡Voy a matarte!”
Mohicano
sujetó a Kyousuke del cuello con su mano izquierda mientras giraba su derecha.
Tensándose
tan fuerte que estaba emitiendo un sonido, el puño voló enérgicamente…
Crick crick crick… ¡Crash!
En ese
momento, la puerta del salón se abrió y apareció una chica.
Llevando
documentos en un brazo, vestida en un traje femenino de marca, probablemente
era la profesora.
Debe
ser la profesora titular de esta clase. Oye, es muy joven—mejor dicho,
demasiado joven.
“¡Oigan,
imbéciles! ¿Qué están haciendo, hmm? ¿Quieren que los discipline de una vez?”
La
linda chica, cuyo cabello lucía como si hubiera sido cortado sobre los hombros
usando un instrumento filoso, miró intensamente a Kyousuke y a Mohicano,
quienes estaban tensos y congelados.
Apenas
medía 1,4 metros de altura más o menos. Si el traje femenino fuera
intercambiado por ropa para niños y los documentos reemplazados por una mochila
escolar, sería la viva imagen de una estudiante de primaria.
“…”
Instantáneamente,
descendió el silencio—casi.
“Pfh.
¿Disciplinarnos~? ¿La chiquita quiere disciplinar a moi (2)? Eso es extremadamente maravilloso~ ¡Yajajajajaja!”
Mohicano
soltó a Kyousuke, apuntó a la chica y rugió con una fuerte carcajada.
La
chica levantó una ceja. Gritando “muy bien” continuó, dejó sus documentos, se
inclinó sobre el atril y se pasó la mano por el flequillo de su cabello corto
como si hubiera encontrado asuntos molestos.
“Hoo…
Oh bueno, ya que es el primer día después de todo, haré de cuenta que no vi
nada. Detén tu molesta comedia antes de que mi humor empeore… ¿Entendido? O de
lo contrario en un instante será la hora de disciplinar. No se permiten
objeciones.”
“Pupu.
Heh, eso sí que fue fuerte. ¡¿Por qué no intentas disciplinarme?! Pero antes de
eso…”
Relamiéndose
los gruesos labios, Mohicano tomó su silla con ambas manos.
No
hubo tiempo para exclamar sorprendidos. Mohicano levantó la silla por encima de
su cabeza, se paró sobre una mesa y saltó, atacando a la chica. Duda, reflexión,
dar marcha atrás, piedad—ninguno de estos pensamientos o emociones ocurrieron.
“¡Que
llore tu triste trasero mientras mueres, niñita! ¡Yajaaaaaaaaa!”
La
silla fue bajando, directamente hacia su cabeza. El golpe del acero inoxidable
maltratado aplastó el pequeño cráneo de la chica—eso fue lo que Kyousuke
esperaba pero al siguiente instante…
“Hmph.
Idiota… el que va a gritar y llorar… ¡eres tú…! ¡Hora de morir!”
De la
nada, una tubería de hierro golpeó el puente de la nariz de Mohicano.
El
sonido de un pesado impacto fue audible. Dejando escapar un grito ahogado
“¡¿Bugya?!”, Mohicano soltó la silla. La sangre se desparramó, manchando las
pálidas y delicadas mejillas de la chica.
“Qué
fastidio, nada de educación en absoluto… Oh bueno, como sea. De ahora en más,
yo seré la que te enseñe… ¿Enseñarte qué? Miedo y lealtad. Bueno, quizás puede
que mueras, ¿pero eso no te importa, verdad…? Oye, ¿cuál es tu respuesta?
¡Responde ahoraaaaaaaaaa!”
Caminando
hacia Mohicano, cuya nariz había sido destrozada y ahora estaba rodando por
todo el piso del dolor, la chica blandió la tubería de acero otra vez. Quién
sabe cuántas veces, otra vez y otra vez, testarudamente.
“…
¿Huh?”
Para
el momento en que reaccionó, Kyousuke se encontró a sí mismo colapsado en el
suelo.
Los
estudiantes gritaron “¡¿Heeeee?!” El aire en el salón de clases era congelante.
“¿Qué
demonios…? Este tipo, ¿qué sucedió? Por qué la profesora, hizo esa clase de…”
Desde
su posición, indefenso, Kyousuke no podía ver debido a las mesas y sillas en su
camino, pero podía escuchar cada vez que la chica levantaba el brazo y
descendía, había gritos de “¡D-Deténgase!” “¡No, ¿en esa parte también?! ¡Mi
ojo! ¡¿Mi maldito ojo?!” junto a más sangre desparramada.
¡Poosh,
poosh, poosh, kra…!
“¿…Muu?
Parece que está en éxtasis. ¿O está muerto? Como sea.”
Apoyando
la tubería torcida de acero, cubierta de sangre y carne, sobre su hombro, la
chica regresó al atril.
“Oye,
tú el de ahí. ¿Cuánto tiempo más vas a estar sentado en el piso…? ¿Tú también
quieres que te discipline, mocoso?”
Totalmente
aturdido, Kyousuke recién regresó en sí después de escuchar esto y alzó la
vista.
Los
ojos adorables y redondos estaban brillando radiantemente, mirando a Kyousuke.
“¡¿…?!”
Definitivamente
iba a ser “asesinado” si no se ponía de pie de inmediato.
Kyousuke
se levantó, ayudándose con la silla, luego se abrió paso hasta su asiento con
el torso encorvado.
E-Estoy a salvo. Justo cuando
Kyousuke pensó eso y soltó un suspiro de alivio, inmediatamente…
“Oye
tú. ¿Respuesta? ¡¿Respuestaaaaaaaaaaaa?!”
“¡¿S-Sííííííííííííí?!”
“¿…Qué?
¿Entonces quieres disciplina, eh?”
“¿Eh?”
La
chica lamió la sangre fresca que tenía en su rostro y sonrió de manera sádica.
Su
comportamiento era imposible de entender. Kyousuke sacudió la cabeza
desesperadamente por su querida vida.
“¡N-No!
¡Esta es mi intención honesta de obedecer, Sensei! ¡Fue un malentendido, un
malentendido!”
El
cerebro de Kyousuke agregó un mosaico al baño de sangre y la figura colapsada,
exiliando esa vista de su consciencia.
Al ver
a Kyousuke explicar con tanta desesperación, la chica se burló.
“…Como
sea. Abre los ojos bien grandes y presta atención. Lo que estás sintiendo hacia
mí en este momento es miedo. Recuerda eso muy~ bien en tu corazón. Kukuku… El
resto de ustedes, ¿también lo entendieron? A cualquiera que me muestre los
dientes lo convertiré en ‘este desastre ensangrentado’ sin excepciones. ¡No se
opongan a mí si valoran sus despreciables vidas! ¡Obedezcan! ¡Adúlenme!
¡Póstrense! ¡Cerdos asquerosos!”
La
chica amenazaba usando una voz de lolita mientras balanceaba la tubería de
acero.
La
sangre fresca y la carne pegadas originalmente a la tubería volaban de lado a
lado, obligando a Kyousuke a recordar la escena de la que acababa de ser
testigo.
En
esta atmósfera donde todos se estaban encogiendo del miedo, sólo la vecina de
Kyousuke a su izquierda, una chica, respondió “sí~~” de manera indiferente
mientras usaba una pincita para pegar diamantes y cristales swarovski a sus
uñas pintadas.
—Aparte
de eso, todo estaba en silencio.
Una
violencia más allá de los parámetros normales había machacado la propia
atmósfera.
“…Entonces.
La presentación es un poco tardía pero soy Kurumiya Hijiri. Desde hoy, seré la
profesora titular a cargo de ustedes, Año 1 Clase A. Mis palabras favoritas son
‘sometimiento’ y ‘dominación’. Las palabras que más odio son ‘niña’ y ‘enana’.
A pesar de cómo me veo, tengo veinte años, la plenitud de la vida. Encantada de
conocerlos a todos.”
La
revelación del final era tan irreal que todos dudaron de sus oídos. Así y todo,
nadie respondió.
Quién
sabe lo que pasaría si alguien se oponía a la voluntad de esta chica—Kurumiya.
“¿…Huh?”
Confirmando la respuesta silenciosa de parte de la clase, Kurumiya lentamente
abrió los ojos.
“Si
surge algún otro comentario inteligente como el de recién, seré capaz de llevar
a cabo una buena disciplina… Qué tacaños. Kukuku… Aunque las cosas son menos
que perfectas de la manera que lo veo, déjenme darles la calificación
aprobatoria por ahora.”
Diciendo
eso, Kurumiya dejó de hablar por un momento y recorrió lentamente el salón de clases
en un círculo con la mirada, examinando a cada estudiante en la clase de turno.
Luego de mirar al tembloroso Kyousuke durante diez segundos, ella de repente
sonrió, produciendo una sonrisa radiante.
Pero
no había risa en sus ojos en absoluto.
Como
ofreciendo una misa de difuntos o pronunciando un himno.
Kurumiya
anunció.
“¡Bienvenidos
a la Academia Purgatorium de Rehabilitación—asesinos!”
NOTAS DEL TRADUCTOR
- 18782 + 18782 = 37564 se lee “iyanayatsu” (chico odiado) más “iyanayatsu” (chico odiado) = “minagoroshi” (matar a todos).
- “Yo/Mí” en francés.
Traductor
al Inglés: Anónimo
(Baka-Tsuki)
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Cristoww y nahucirujano
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Cristoww y nahucirujano
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