Huele a Sangre Podrida
Uña Oxidada, Corazón Oxidado
P.
¿Cuáles son las recomendaciones del menú de la cafetería y la tienda de snacks?
R. Las
“sobras de comida de la noche anterior” y las “sobras de pan de hoy”. Los
ingredientes principales son tallos de vegetales y la parte grasosa de la
carne. Originalmente se supone que se desechan como basura de la cocina, pero
ahora se los recicla y se los reúsa. Bastante ecológico… ¿Qué hay de mí? Hoy,
comeré un filete Chateaubriand de carne de res Wagyuu. Por supuesto que no
comeré la bazofia que comen ustedes, estúpidos. ¡Me dan ganas de vomitar!
***
“…En
la destrozada tierra montañas y ríos perduran / En la ciudad primaveral brotan
árboles y plantas—”
Kurumiya
pasaba las páginas del libro de texto lentamente con su mano izquierda mientras
leía poesía, su mano derecha golpeteaba una tubería de acero contra su hombro,
paseándose por el salón. Aunque el salón estaba envuelto en una atmósfera tensa
como siempre, últimamente, la situación mejoraba dependiendo de las
condiciones.
Probablemente
en los cinco días desde que Kyousuke y los demás empezaron la escuela, todos
habían comenzado a acostumbrarse a la vida en la Academia Purgatorium de Rehabilitación.
Común como era, Kyousuke no fue la excepción.
“—El
tiempo fugitivo provoca el llanto de las flores / Hieren al pájaro libre los
corazones separados…”
Cuando
Kurumiya pasó frente a Kyousuke, ella lo miró por un instante. Sin embargo, el
corazón de Kyousuke aún seguía básicamente en calma. Kurumiya era una profesora
y hacía más que simplemente disciplinar.
Más
allá de los estudiantes que presionaban los botones de Kurumiya múltiples veces
al día (básicamente Mohicano) y recibían disciplina, el progreso pacífico en
las clases era sorprendente.
El
arte de los grafitis a la vista ocasionalmente, las miradas de los compañeros
de clase, el comportamiento absurdo de Kurumiya que era similar a ataques
sorpresa—más allá de todo esto, la vida en el salón de clases era básicamente
la misma que Kyousuke tenía en la escuela secundaria…
“…Bostezo.”
Eiri
bostezó, lucía como si se fuera a quedar dormida. Era entendible.
Además,
el sistema en la Academia Purgatorium de Rehabilitación establecía que cada
profesor era responsable de enseñarle cada materia a su clase titular. Evaluada
simplemente como educadora, la verdad es que Kurumiya era bastante excelente.
Tocando
todos los puntos principales pero progresando desde lo básico a lo más
complejo, su enseñanza estaba vertiendo conocimientos en la mente de Kyousuke
como un río constante.
Además,
la distintiva voz de lolita sonaba muy linda y placentera para los oídos.
“…Las
llamas de la guerra crecen desde hace ya tres meses / ¡Una carta de la familia vale
mil onzas de oro—!”
Escuchando
“Primavera Cautiva” del poeta chino Du Fu, Kyousuke miraba el reloj en la pared
para saber la hora.
Diez minutos para el final de las clases del día… huh.
Últimamente,
había algo que afligía a Kyousuke cada vez que se le cruzaba por la mente,
atormentándolo.
Causado
por las cartas que en este momento se amontonaban en el bolsillo de Kyousuke.
Cartas
escritas para él que Kyousuke había descubierto en el casillero de sus zapatos
esta mañana. Escritura de chica, letras redondas, a mano, con corazones, este
era precisamente el origen del mal que amenazaba la paz de Kyousuke.
“—Los
canos cabellos pelean al dolor del exilio / ¡Bien pronto la horquilla no habrá
de sujetarlos…!”
Sintiendo
que la voz de Kurumiya se alejaba gradualmente a la distancia, Kyousuke apretó
el puño con fuerza.
Aún
quedaba la última lucha mortal del día. De nuevo, fallar no era una opción.
× × ×
“Kamiya-kun…
Mataste a doce personas, tú…”
Después
de clases, en un lugar desierto detrás del gimnasio, Kyousuke se encontró con
una chica.
Cabello
largo negro liso. Piel pálida como la nieve. Una estudiante mayor del segundo
año, lo abrazó, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Kyousuke
desde atrás, retorciendo su cuerpo con timidez.
Bajo
largas pestañas que revoloteaban, sus ojos miraban a Kyousuke, solicitando
afecto y cariño.
Ella
suspiró profundamente mientras se decidía, su rostro se sonrojó como una
manzana.
“¡Te
amo! Así que, por favor… ¡Atravesemos nuestros corazones con nuestro amor!”
Exponiendo
sus verdaderos sentimientos…
Sacó
el cuchillo de supervivencia que escondía detrás y lo blandió hacia la garganta
de Kyousuke.
“¡¿Uwahhhhhh?!
¡L-Lo siento!”
—Golpe. Kyousuke esquivó el
ataque sorpresa en el último segundo, golpeándola en el estómago.
“Ooph.”
La estudiante gimió apasionadamente antes de colapsar con suprema felicidad y
éxtasis en su rostro.
Kyousuke
atrapó su cuerpo mientras se limpiaba el sudor frío de la ceja.
—Esto
estuvo demasiado cerca. Había bajado la guardia sólo porque era una estudiante
mayor. Si estaba en segundo año, ¿no debería estar reformada ya? Y por qué
lleva un cuchillo…
“¿…Ara?
¿Rechazaste a otra? Pero la de esta vez estaba muy buena.”
Mientras
Kyousuke dejaba descansar a la chica inconsciente en el suelo, Renko emergió de
alguna parte del gimnasio.
Pronto,
Eiri y Maina también hicieron aparición. Eiri estaba rechinando los dientes
mientras que Maina aplaudía, diciendo “Kyousuke-kun es muy popular.
¡Asombroso!”
Kyousuke
suspiró profundamente y se puso de pie.
“Me
importa más la personalidad que las apariencias, ok… Aunque sea popular con un
montón de psicóticas, esto no me pone contento para nada.”
En los
tres días que siguieron a la conmoción de la vez anterior, Kyousuke recibió
confesiones de varias chicas una tras otra.
Un
total de diez. Promediando poco más de tres por día, su era de súper
popularidad con las señoritas finalmente había ocurrido. Sin embargo, como
todas eran asesinas convictas sin excepción, sus métodos de confesión eran
totalmente locos.
“Quiero
saber todo acerca de Kamiya-san”, casi
lo disecciona.
“Déjame
devorarte Kamiya-kun… Para convertirnos en una sola carne”, una chica sin luz
en los ojos lo empujó contra el piso.
“Quiero
colgarte como un adorno”, un cortejo desquiciado de parte de una chica
blandiendo una sierra en la mano.
Y
luego estaban los llantos masivos de Bob al ser rechazada, convirtiéndola en un
tanque humano incontrolable. Kyousuke escapaba volando por su vida mientras Bob
destruía parte de la escuela…
Absolutamente
terrible.
Permitirles
a Renko y las demás chicas estar en la escena de la confesión era por
protección. Aunque las cosas no habían llegado al punto donde era necesaria su
ayuda, Kyousuke sabía que sólo era cuestión de tiempo.
“A
este ritmo, no me salvaré… Me matarán definitivamente.”
Exhausto
física y mentalmente, Kyousuke se sujetaba la cabeza.
Renko
cruzó los brazos pensando y posó su dedo índice a un costado de su rostro.
“Estás
rechazando a cada una de las chicas… Comparado con el cuerpo, tu mente debe
estar más cerca del límite, ¿verdad? Pero como eres muy popular, no hay nada
que podamos hacer… ¡Oh, cierto!”
Muy
rápidamente, Renko juntó las palmas como inspirada con una buena idea.
“¡Recibes
confesiones porque estás soltero! ¡En otras palabras, una vez que tengas novia,
las confesiones se detendrán…! ¿Verdad? ¿No crees que es una buena idea? Foosh.”
“No
funcionará. No tengo a nadie con quien salir.”
Si
hubiera alguna con quien salir, simplemente lo haría, pero estas chicas son
todas unas psicóticas peligrosas.
“¿Hmm?
¿No te estás olvidando de algo, Kyousuke? Candidatas a novia de gran calidad
aquí mismo… ¡Nosotras tres!”
Volteando
hacia Eiri y Maina, Renko extendió los brazos en una pose de presentación.
Al
escuchar eso, Eiri dijo “¿…Huh? De ninguna manera” y se negó de inmediato.
Maina
también dijo “¡¿Eh?! ¡¿Ser la novia de Kyousuke-kun?! Claro que no… Umm… Cómo
debería decirlo, umm… ¡Lo siento!” y con timidez agachó la cabeza.
Kyousuke
no había expresado interés siquiera, pero de alguna forma sintió que lo habían
rechazado.
“…Oye,
Renko. ¿Cómo vas a compensarme por haber herido mis sentimientos de esta
manera?”
Quizás
sufriendo un golpe a su autoestima, Kyousuke se sintió triste.
Eiri y
Maina eran bellezas espectaculares. Andar con ellas se sentía muy bien, pero
Kyousuke nunca había esperado que lo rechazaran de inmediato. Muerte
instantánea.
Hacia
Kyousuke cuyos sentimientos habían sido lastimados en cierta forma, Renko
asintió con un foosh.
“Sí.
¡Entonces está decidido! Sal conmigo, Kyousuke.”
“Me
niego.”
“———”
“Oh no…
¡E-Es que, piénsalo! Después de todo, llevas una máscara de gas y no puedo ver
tu rostro. Aunque en verdad me gusta lo enérgica y animada que eres siempre,
pedirme que vaya en serio con alguien a quien nunca le vi la cara, es un poco…”
Dada
tal apariencia, era un poco aterrante ver a Renko quedarse en silencio de
repente, era imposible darse cuenta de qué pasaba con ella.
Mientras
Kyousuke se sentía agobiado por la presión y borró su sonrisa, Renko suspiró “shuko”.
“¿Acaso
no te importaba más la personalidad que las apariencias? ¿Estabas mintiendo?”
“N-No,
no estaba mintiendo… Pero hay límites, ¿verdad? Además, alguien que usa una
máscara de gas las veinticuatro horas del día es demasiado turbio, no puedo
evitar preguntarme si está bien de la cabeza… ¿Cierto?”
“Qué
rudo… ¡Eso es muy rudo, Kyousuke! ¡Demasiado rudo! Claramente creía tanto en ti…
Claramente creía en que eras alguien que no elige compañera basado en la
apariencia, Kyousuke. ¡Claramente creía que un par de melones masivos eran
suficientes!”
Como
una caricatura dibujada gritando, Renko se lanzó sobre Kyousuke.
Naturalmente,
presionó su voluptuoso busto contra las cercanías de la cintura de Kyousuke…
Esta
sensación de suavidad y abundancia hizo que Kyousuke gritara de la sorpresa.
“¡¡Oye!!
Idiota… ¡Suéltame! ¡Suéltame!”
“¡No!
¡No te soltaré, no te soltaré, y no te soltaré! ¡Foosh! ¡Foosh!”
“¡Deja
de armar un berrinche! ¡Deja de presionar tus pechos contra mí! T-Te estás
moviendo muy intensamente…”
Imposible
de distinguir si era a propósito o por casualidad, mientras Renko retorcía su
cuerpo diciendo “no te soltaré”, sus pechos se estaban presionando y deformando
lentamente, abrazando una cierta parte del cuerpo de Kyousuke entre ellos,
resultando en una sensación súper placentera a la que era imposible resistirse.
Aunque
la dureza de la máscara de gas lo estaba lastimando, Kyousuke empezaba a pensar
seriamente—¿qué importa si tiene una
máscara de gas?
“…Tsk.”
Un
chasqueo de lengua. Eiri estaba mirando a Kyousuke y Renko con ojos asesinos.
Maina
estaba tocándose las mejillas, gimoteando “Qué atrevida, Renko-chan…”,
sonrojándose.
Kyousuke
por fin volvió en sí y rápidamente puso sus manos en los hombros de Renko, para
alejarla.
“Urgh,
oye… ¡Suéltame, pechos enmascarados! ¡Basta de esta tontería! ¡Eiri y Maina nos
están viendo! ¿Puedes prestar un poco de atención a las miradas de la gente—?”
“¡Cierto,
Kyousuke! ¡Hay otra manera!”
Instantáneamente,
Renko lo soltó y dijo en voz alta.
Ante
la reacción excesivamente repentina, Kyousuke preguntó sorprendido:
“¿…Huh?
¿Qué manera es…? Y además, ¿de qué estás hablando?”
“¡Confesiones,
confesiones! Creo que esta es la mejor manera de detener las confesiones.”
Mientras
Kyousuke preguntaba “¡¿En serio…? ¿Cómo?”, Renko se rió foosh.
“Por
favor espéralo con ansias. Los efectos serán grandes, sólo relájate. ¡Déjame
ponerle fin a estos peligrosos días! ¡Shuko~!”
Renko
infló su pecho de manera exagerada y afirmó.
Al ver
a Renko mostrar un lado confiable en tan extraño momento, la voz de Kyousuke se
conmovió.
“Qué
increíble escote—digo, confianza. ¡Cuento contigo, Renko!”
× × ×
“Soy
un idiota por haber contado contigo.”
Pasó
el sábado, pasó un día libre. El lunes llegó para dar inicio a una nueva
semana.
Cuando
llegó la hora del almuerzo, Kyousuke se decepcionó instantáneamente en la
cafetería. Sintiendo que lo drenaban por completo, se quedó mirando la
cucharada de “sobras de omelet de arroz de la noche anterior” que le
presentaron acompañada de “Abre la boca y di ah~”
Sentada
a su lado, tomada del brazo, Renko estaba usando su otro brazo para alimentar a
Kyousuke muy íntimamente. Suspirando “shuko…”,
bajó la cuchara, decepcionada.
“¿Qué
pasa, Kyousuke? Te ves triste. Vamos a ponernos más acaramelados~”
Sin
terminar, Renko se aferró más fuerte a su brazo, presionándose contra Kyousuke.
No sólo sus pechos, sino que todas las partes de su cuerpo eran tan suaves que
lo hacía marearse. Una dulce fragancia a jabón emanaba de su cuerpo.
“…”
Si no
fuera por la máscara de gas que aparecía y desaparecía de la esquina de su
campo de visión, Kyousuke seguramente hubiera perdido la razón.
Empezando
desde que se encontraron durante el receso, Renko se había apegado a él de esta
manera. —Para llevar a cabo un show deliberadamente para que los demás los
vean.
“…Oye,
Renko. La manera en que te estás apegando a mí, hace que las chicas no se me
acerquen, ¿pero no hay otra manera? La manera en que estás actuando hace que
parezca que estamos saliendo.”
“Sí,
¿no está bien? Ese es exactamente el plan. ¡El plan ‘hagamos demostraciones
públicas de afecto para que los demás piensen que estamos saliendo’! Después de
todo, no estamos saliendo de verdad, así que no tiene nada de malo, ¿cierto?”
“No,
no me refiero a eso. ¿Cómo debería decirlo? De esta manera…”
No
quiero que los demás piensen que estoy saliendo con una rara pervertida que usa
una máscara de gas. Sin importar qué, Kyousuke no podía animarse para admitir
abiertamente algo como eso.
“…No
quieres que los demás piensen que estás saliendo con una pervertida rara que
usa una máscara de gas, ¿es eso, no? Si fuera tú, Kyousuke, yo tampoco estaría
de acuerdo. Me haría cuestionarme mis gustos.”
Sentada
diagonalmente opuesta a él, Eiri pronunció los pensamientos de Kyousuke.
Al
escuchar esa acusación sin piedad, Renko recibió un gran golpe.
“¡¿Qué?!
¡No soy una pervertida! ¡Estás equivocada! ¡¿Acaso ninguno de ustedes ve la
pureza en mis ojos?!”
“…Sí,
claro, como si alguien pudiera verlos. No están a la vista. De todas maneras,
eres una pervertida. ¿No te avergüenza frotarte y frotarte contra él de esa
forma? …Mira a Maina.”
“…Auau.”
El
pequeño cuerpo de Maina estaba encogido en una bola, lucía muy avergonzada.
Como apartando su atención de Kyousuke y compañía, ella estaba tratando de
concentrarse en su comida tanto como podía.
“…En
primer lugar, estás demasiado preocupado. Las confesiones de esas fanáticas van
a ir disminuyendo con el tiempo, así que sería mejor ignorarlas. Si terminas
provocándolas podría ser contraproducente.”
Finalmente,
Eiri dijo “…Hmph” y se llevó un poco de “sobras de pasta de la noche anterior”
a la boca.
Era
imposible saber si Renko había aceptado las acusaciones de Eiri, pero Renko se
separó del cuerpo de Kyousuke y asintió exageradamente.
“Ya
veo. Por fin lo entiendo. En otras palabras, lo que Eiri quiere decir es: ‘Actúas
acaramelada con él en frente de mí, ¿estás buscando pelea? ¡La verdad es que yo
también quiero estar acaramelada con Kyousuke!’ ¿Es eso?”
“¡¿—Pffft?!”
Pasta
salió volando de la boca de Eiri.
“¡¿Kyah?!
¡¿Estás bien, Eiri-chan?! Awawawa.”
Maina
soltó sus palillos y le golpeó la espalda a Eiri.
Con
lágrimas brotando de las esquinas de sus delgados ojos, Eiri miró enfadada a
Renko.
“¡¿Cómo
llegaste a esa conclusión?! ¡Eso es muy estúpido! Muérete. ¡¿Quieres morir?!”
“Eh… Eiri,
en realidad me dijiste ‘No me provoques’, ¿verdad?”
“¡Nunca
dije eso! Y además, deja de imitarme. Es muy molesto.”
“…‘No
lo hacía, pero, como sea.’”
“¡¿Huh?!
¡¿No te dije que no me imites?! ¡Además, yo no sueno así!”
“‘Un
pecho plano es símbolo de estatus. Hay cierto valor en la escasez. No me
molesta en absoluto. Muérete de una vez.’”
“¡Q-Qué
molesta! ¡Cállate! ¡Ten cuidado o voy a masacrarte, ¿ok?!”
La voz
imitada de Renko fue bastante asombrosa. Eiri se levantó, se inclinó hacia
delante y gritó violentamente.
Con
sus usuales ojos adormilados casi 90% abiertos, su rostro se sonrojó.
“¡¿Uwahhhhhhh,
Eiri está enfadada?! Sálvame, Kyousuke. ¡Va a matarme!”
Renko
saltó con excesivo impulso, haciendo que la nariz de Kyousuke chocara
violentamente contra la máscara de gas.
Dos
sensaciones suaves se expandieron sobre su pecho.
“¡¿Ouch?!
¡Oye, deja de presionarte contra mí, Renko! ¡Deja de involucrarme en esto!”
Mientras
Kyousuke se esforzaba por alejar a Renko, Eiri miraba con furia rabiosa en los
ojos.
Convirtiéndose
en una fuerza tangible, el enojo levantó sus cejas, retorciéndose como
convulsionada.
“¿…Por
qué estás fingiendo que la rechazas? Claramente te estás excitando,
psicópata pervertido.”
“¿Huh?
¿De qué estás hablando?”
“Te
sangra la nariz, te está sangrando la nariz, Kyousuke-kun.”
“¿…Eh?”
Señalado
por Maina, Kyousuke lo confirmó.
Sangre
que caía de su nariz estaba mojando sus dedos.
“¡¿Q-Qué
rayos es esto?! No, esperen, es porque choqué con la máscara de Renko—”
“Es
porque te chocaste con su pecho. Oh bueno, como se esperaba de un tipo que se excita
con los pechos… No tiene sentido en absoluto. Son sólo dos bultos de grasa…
Hmph.”
“Pobre
Eiri-chan, no tiene pechos.”
“——”
“¡Ahhhhhhhhhhhh!
¡P-P-P-P-P-Perdón! El asunto que más molesta a Eiri-chan, no puedo creer que yo…
Awawawa.”
Probablemente
nunca esperó que Maina dijera algo así, pero Eiri golpeó la mesa con la mano,
rechinando los dientes. Sus delgados hombros estaban temblando ligeramente.
Riéndose
“foosh” satisfecha, Renko se separó
del cuerpo de Kyousuke.
“¿Parece
que gané? Oh bueno, también hay gente a la que le gustan pequeños, después de
todo. ¡No te preocupes tanto por eso! Aunque a Kyousuke le gustan grandes.
¡Aunque a Kyousuke le gustan grandes…! Te prestaré mi busto para que puedas
llorar sobre él, Eiri.”
Repitiendo
la misma oración dos veces por alguna razón, Renko acarició la cabeza de Eiri,
reconfortándola.
El
temblor de Eiri de repente se detuvo. Lentamente, alzó la vista con ojos
asesinos.
“¡N-No
estoy deprimida para nada, idiota!”
Probablemente
tratando de alejar a Renko, Eiri usó la mano derecha de manera despreocupada.
Asustada
“¡¿Uwah?!”, Renko se acomodó en su asiento decisivamente, agitando los brazos.
“¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Q-Qué
estás haciendo, Eiri?! ¡Eso fue muy peligroso!”
—Vamos,
sólo sus uñas estuvieron a punto de tocarte, ¿qué tiene de peligroso eso?
Al ver
la reacción excesiva de Renko, aunque Eiri se sorprendió, procedió a fruncir el
ceño de inmediato, enfadada.
“¡M-Molesta!
¡Lo tienes merecido, ¿ok?! Hablando todo el tiempo de pechos, pechos, pechos…
¡Cierra el pico por un rato! Y además, ¿qué demonios pasa con esa máscara?
¿Imitas a Slipknot? ¿Screaming Mad George (1)?
Antes de que alguien piense que eres vanguardista, primero se cuestionarán
sobre tu cordura.”
Inclinándose
hacia delante, Eiri regañó a Renko.
“¡¿De
qué estás hablando?! No hables mal de ellos… ¡No puedo ignorar lo que dijiste
de ellos! ¡Ten cuidado o te daré un cabezazo rockero!”
Renko
también estaba enfurecida, golpeando la mesa e inclinándose hacia delante.
Entre
las dos chicas cuyas frentes estaban tocándose, volaban chispas intensas.
“…Hmph.
Sólo inténtalo si puedes. Veremos quién se muere.”
“¡Oye!
¿Estás tratando de vengarte por lo de recién? En términos de pechos, es una
victoria apabullante para mí. Foosh.”
“Kutsu…
¡Aparte de los pechos, es una victoria apabullante para mí! ¿Qué tienes de
atractivo además de los pechos?”
“¡Por
supuesto que hay más! Como párpados dobles, ojos grandes y claros, labios sexy
y encantadores—”
“¿Huh?
Todo lo que veo son dos oculares horribles y un respirador grande y estúpido.
Deja de hacerte la tonta sobre las mismas cosas una y otra vez, ¿ok…? Además.”
En ese
momento, la boca de Eiri se frunció mientras miraba a Kyousuke.
“Aquí
tienes~” Maina le dio cortésmente un pañuelo de papel a Kyousuke, quien lo usó
para taparse la nariz.
“¿…Hmm?”,
las dos emitieron sonidos de asombro al mismo tiempo, inclinando la cabeza.
“¿…Por
qué están actuando tan íntimos? ¿Estás buscando pelea?”
“¡Así
es, así es, qué terrible! Conquistar a Kyousuke mientras Eiri y yo estamos
peleando por él… T-Tú… ¡Robadora de novios! ¡Zorra!”
Renko gritó
con una voz lo suficientemente fuerte para resonar en toda la cafetería,
golpeando la mesa con furia.
“¿…Huh?
No estoy peleando por él.”
La
expresión de Eiri empeoraba más y más.
Al
escuchar que la llamaron robadora de novios, Maina quedó impactada, sus ojos se
movían de Renko a Eiri.
“Awawa…
¡P-Perdón! N-N-N-N-N-No tenía esa intención… Awawa.”
“¡Oigan,
cálmense chicas! Y además, controlen el nivel de sus voces, ¿ok—?”
Kyousuke
acababa de hablar cuando se dio cuenta.
Las
miradas cercanas de las chicas que veían el revoltoso grupo de Kyousuke. El
nivel de peligro estaba aumentando dramáticamente.
Los
pesados sentimientos estaban haciendo que Kyousuke se sintiera mareado por la
presión.
—Celos.
U odio.
Admiración
y deseo dirigidos hacia Kyousuke, convertidos en lados diametralmente opuestos.
La
razón era obvia. Atascado en medio de tres chicas peleando por él, esto era el
escenario legendario e infernal de shuraba a los ojos de la gente. Esta clase
de escena debe ser desagradable para ver.
Sudor
molesto empezó a gotear mientras voces de mal augurio invadían los oídos de
Kyousuke.
“¡Eeeeee!
¡Esas putas, cómo se atreven a robar(le la vida) a mi amado Kyousuke-sama!”
“Son
cuatro. ¿Cómo debería comerlos? Rostizados, al vapor, fritos, cocidos…”
“Kyousuke,
me decepcionaste mucho. Suficiente, es hora de la destrucción. Lo que no puedo
obtener, tendré que destruirlo por completo.”
“¡¿Gwahhhhhhh?!
¡Cálmate! ¡Calma, Azrael! ¡Puedes desatar ‘El Cielo Debe Arder’ luego! ¡Porque
ahora envolvería a todos los demás!”
“…”
Los
alrededores de Kyousuke habían empeorado en comparación con antes.
Había
una sensación de presión como si la multitud fuera a atacar toda al mismo
tiempo en el próximo segundo.
En
otras palabras, el plan de Renko de ‘Hagamos demostraciones públicas de afecto
para que los demás piensen que estamos saliendo’ se fue al demonio. O más bien,
empeoró las cosas en lugar de ayudar.
Y en
ese momento, hablando de culpables…
“¡Idiota!
¡Kyousuke es un gran idiota! ¡Pero aun así, te amo!”
Sin
preocuparse por la situación a su alrededor, ella lo abrazó.
Todavía
apegada al plan, Renko gritó mientras frotaba su cuerpo contra él.
Hostilidad,
cayendo como lluvia de balacera, convirtiéndose gradualmente en verdadero
instinto asesino.
“¡Tú
eres la idiota, Renko! ¡Deja de provocar a los demás!”
—Shaka, shaka, shaka, shaka.
“¡Deja
de escuchar música y escúchame a mí! ¡Baja el volumen, baja el volumen!”
A
propósito, Renko había estado escuchando música todo el tiempo…
Era
por eso que no escuchó casi nada de sus alrededores.
“No es
como si yo estuviera totalmente libre de culpa…” Kyousuke puso una expresión
amarga.
Los
celos y el odio de las chicas estaban dirigidos más hacia Renko que a Kyousuke.
Parece
que Eiri era la única que había notado eso. Echando simplemente un vistazo a
Maina quien estaba repitiendo “No soy una robadora de novios…” sin parar, Eiri
miraba más a los alrededores.
“No te
preocupes, Kyousuke… Me quedaré con Maina. No dejaré que nadie la lastime.”
Como
se esperaba de la asesina de seis personas. Valentía admirable.
La
torpeza excepcional de Maina era un arma asesina en sí misma, por lo que
probablemente no era tan fácil que ella fuera víctima de otros.
¿Quién
era el que necesitaba preocuparse por Renko después de todo—?
“¿…No
está bien dejarla sola? Después de todo, no es de la misma clase y fue ella
misma la que causó todo esto. Encima parlotea sin parar y agita ese busto
gigante… O más bien, ¿esas cosas no son engendros? Muérete de una vez.”
Eiri
ofreció un consejo maldito de manera despreocupada. Lo del busto gigante era
sólo rencor personal…
“¡¿Eh?!”
Mientras se frotaba contra el pecho de Kyousuke, Renko miró a Eiri,
sorprendida.
“Muérete
de una vez… ¡Eso es muy rudo! ¡Es un golpe tan fuerte para mí que me voy a
morir de verdad, ¿sabes?! ¡Porque soy una chica con un cuerpo y mente frágiles!
En este momento, soy tan frágil como un bebé. Foosh.”
Ante
el acto deliberado de Renko, Kyousuke y Eiri suspiraron profundamente.
Aunque
no tenían idea de qué clase de asesina era, a juzgar por las actitudes
despreocupadas de Renko, probablemente no era necesario preocuparse por ella.
O
mejor dicho, Kyousuke tenía mucha curiosidad de saber cómo se vería ella cuando
lloraba sinceramente, al menos una vez.
Si eso
sucedía, quizás Renko se sacaría la resistente máscara que siempre usaba—
× × ×
“¿…Ren-ko?”
Unos
días después del alboroto en la cafetería, durante el receso después del
segundo período. Parado ante la dramáticamente cambiada Renko, Kyousuke murmuró
sorprendido. Maina dijo “¡¿Eh?!”, jadeando mientras Eiri frunció los labios en
silencio.
“Quién
demonios hizo esto… Q-Qué rudas…”
La
manera en que se veía sólo podía describirse como trágica.
En la
superficie de la máscara de gas, esta era la clase de grafitis que la cubrían.
“Fea”
“PERRA” “Ramera Cochina Sinvergüenza” “Soy un mingitorio humano” “VIÓLAME”
“Holstein (2)” “¡Fácil!” “Pechos
falsos” “Mierda” “Muere” “GRAN PUTA” “Muere por un golpe de calor”, etc.
Escritos
en una mezcla de tinta de colores, esos grafitis estaban llenos de malicia,
hostilidad, e instinto asesino.
La
superficie negra estaba casi cubierta por completo.
Aunque
no había heridas externas, la intensa maldad de esas vándalas no era mucho
mejor. La malicia tangible era aterrante.
Sentada
en el medio del grupo de Kyousuke quienes estaban congelados en sus asientos,
Renko suspiró “shuko…” y levantó la
mano.
“Oh
cielos~ estaba tan asustada. Después de despertarme, me encontré rodeada
completamente por chicas. Todas ellas emanando un aterrador instinto asesino…
Parece que hubo una disputa mientras estaba durmiendo. Pregunté ‘¿qué pasa?’ y
terminé recibiendo como respuesta ‘¡Recién ahora te das cuenta!’ y ‘puta
lenta’.”
“…Q-Qué
siniestro.”
Esas
personas probablemente nunca esperaron que Renko de verdad se quedara dormida y
se confundieron, pensando que ella las estaba ignorando.
Pensaron
que la chica con la máscara de gas se sentó con normalidad y luego se levantó
con normalidad.
“Entonces
cuando empezó el primer período, el profesor me miró la cara y preguntó… ‘¿Qué
sucede con eso?’ Le respondí ‘Como usted ve, (la máscara de gas) es para estar
a la moda’. El profesor me miró raro y se quedó en silencio… Oh vaya. Pareció
extraño así que le pregunté a las personas detrás de mí, pero nadie me
respondió. ¿Tan rara es mi máscara?”
Inclinando
la cabeza, Renko sonaba sorprendentemente relajada.
Lucía
totalmente inconsciente de su situación.
Kyousuke
no sabía si llamarla ingenua o descuidada… Qué chica que hace lo que quiere.
A
pesar de lo sorprendido que se sentía, Kyousuke le contó a Renko acerca de la
fuente de su desconcierto.
“Renko…
Tu máscara es un desastre total, le han dibujado y escrito, ¿sabes?”
“¡¿Q-Q-Q-Q-Qué
dijiste?! Quién demonios… ¡¿Cuándo?!”
Renko
se inclinó hacia atrás, usando todo el cuerpo para expresar su asombro.
“¿…No
es obvio? Por supuesto que fue ese grupo de chicas que te estaban rodeando.
Además, las ignoraste así que es natural que te odien, ¿cierto? Qué montón de
putas engañosas… Deberían morirse.”
“¡Así
es, así es, fueron muy rudas! Pobre Renko-chan… Te escribieron cosas tan
horribles. Es necesario borrarlas tan pronto como sea posible… Auau.”
Maina
se levantó y usó su pañuelo para limpiar la máscara de Renko. Sin embargo, no
todo pudo borrarse.
Aun
así, Maina seguía refregando con fuerza. Renko palmeó ligeramente a Maina en la
cabeza para reconfortarla.
“Sí,
gracias, Maina. Pero no te preocupes. Para el próximo receso, va a estar
totalmente limpia. Por cierto, ¿qué tiene escrito? ¿Belleza de Pechos Grandes?”
“No…
Cosas como ‘Pervertida Demonio con Pechos’, ‘Pervertida Venenosa con Pechos’ y
‘Pervertida Malvada con Pechos’.”
“¡¿Ehhh?!
¡Como dije, no soy una pervertida! ¡No entiendo por qué dice venenosa y malvada
también! ¡Usar el idioma japonés así es totalmente raro! Es como una grosería.”
“No es
como una grosería, es una grosería.”
“…Como
es un grafiti, por supuesto que hay groserías.”
Kyousuke
y Eiri replicaron al mismo tiempo. Cuán inconsciente puede ser en una situación
de crisis…
Ni
siquiera notaba la hostilidad dirigida hacia ella.
Como
se esperaba, Renko se cruzó de brazos, desconcertada.
“¿Pero
por qué me hicieron esto de repente? Y todas ellas eran chicas. ¿Están celosas
de mi hermoso rostro y mis pechos? Como Eiri. Foosh.”
Hablando
con una voz sorprendida, especuló con toda razón.
Las
cejas de Eiri se estremecieron, luego miró de reojo a la máscara cubierta de grafitis.
“¿…Huh?
Cómo puede ser posible eso, retrasada.
¿Acaso todos tus nutrientes se fueron a esos pechos, y por eso tu cerebro quedó vacío? Muérete, muérete,
muérete, sofócate hasta morir.”
“¡¿Ehhhhhhhhh?!
Me haces parecer muy inútil, eso es muy rudo… Muy rudo.”
“¡Sí!
¡Eiri-chan, por favor no digas más! Renko-chan está triste…”
Defendiendo
a Renko, Maina regañó a Eiri.
Probablemente
porque Maina se puso del lado de Renko, Eiri frunció el ceño, descontenta.
“…No
es gran cosa. Sólo estaba leyendo los grafitis. Además, no está triste para
nada… Pero a pesar de haber sido maltratada de esta forma, ¿todavía puedes
charlar así nada más? Al menos muestra un poco de furia asesina.”
En un
tono de voz de prueba, Eiri trató de incitar a la todavía indiferente Renko.
“Bueno.”
Renko presionó su dedo índice contra su mentón, reflexionó y dijo:
“¡No
puedo hacer que surja! Más bien, como todas se reunieron para dibujar grafitis,
¿no es divertido? Foosh. Aunque es
desafortunado que yo no pueda leerlo… Oigan, oigan, ¿qué hay escrito? ¡Esta es
una oportunidad extraña, díganme!”
“……”
Renko
preguntó con entusiasmo. Su ingenua inocencia hizo que Kyousuke, Eiri y Maina
intercambiaran miradas entre sí.
La
misma pregunta estaba escrita en los rostros de ellos.
¿—Renko
de verdad mató a alguien? Inmutable sin importar lo horrible que eran las cosas
que le hacían, Renko lucía como una chica tonta e inofensiva. Ni la más mínima
pizca de malevolencia podía percibirse de ella.
O
quizás, ¿sólo estaba ocultando la locura en su corazón?
—Ni
idea. La fea máscara cubierta de grafitis escondía el interior de Renko firme y
severamente junto con su verdadero rostro. Recién ahora, Kyousuke sintió miedo
en serio hacia los antecedentes desconocidos de Renko… hacia algo oculto debajo de su máscara y su
comportamiento.
“¡Oigan,
oigan! Hablen de una vez y díganme. Si esto sigue así, me dará tanta curiosidad
la máscara que no podré concentrarme en las clases del próximo período. ¡Oigan,
miren atentamente!”
Por el
otro lado, la persona en cuestión, Renko, estaba completamente inconsciente de
los escalofríos en el corazón de Kyousuke. Sacándose la capucha,
reorientándose, señaló a un costado de la máscara que la cubría hasta cierto
punto.
Echando
otro vistazo, esta máscara, que sólo le cubría el frente de la cara, era
sorprendentemente pequeña en área.
Aunque
sus orejas estaban cubiertas por auriculares modernos, todo lo demás estaba
esencialmente expuesto.
Por
las aberturas entre las correas negras que aseguraban la máscara a su cabeza,
sobresalía cabello plateado con un matiz de azul. Mientras Kyousuke contemplaba
fascinado, cierto grafiti le llamó la
atención.
Para Kyousuke-kun: Mañana a la hora
del almuerzo, te espero detrás del gimnasio. Por favor ven solo, ¿ok? A menos
que quieras que esta chica muera.
—Una
nota dirigida a Kyousuke.
El
contenido era básicamente el mismo que las cartas de amor que había recibido.
Sin
embargo, la amenaza de la última oración era algo nuevo. Probablemente porque
Kyousuke puso una expresión nefasta sin prestar atención, Eiri, quien estaba
sentada al otro lado de Renko, miró a Kyousuke con asombro en los ojos.
“¿…Qué
pasa, Kyousuke?”
“¿Hmm?
Oh, nada… Nada en absoluto. Jajaja…”
Kyousuke
suavizó las cosas con una sonrisa.
El
miedo y la ansiedad causadas por Renko recién, estaba ocupando la mente de
Kyousuke, afligiéndolo.
Si
ignoraba esta invitación, Renko estaría en peligro. Sin embargo, para Kyousuke
y los demás, esta podría ser una excelente oportunidad para exponer ese algo que Renko estaba ocultando…
Sin
importar qué clase de locura estaba escondiendo Renko debajo de su máscara,
probablemente iba a admitirlo en una situación de vida o muerte. En el instante
antes de que fueran a matarla, nadie seguiría ocultando su arma mortal—locura.
Qué debería hacer… ¿Ignorarla? Después de todo, no me
afecta realmente a mí.
Cuando
lo invitaban antes, Kyousuke ponía en peligro su vida si no aceptaba. Aunque
Kyousuke pensaba que sería mejor esconderse para una emboscada con
determinación más que sentarse a esperar a que lleguen los ataques sorpresa,
aun así obedecía a las cartas.
—Pero
esta vez era diferente.
Aunque
ignorara esta invitación, la que estaría en peligro sería Renko, no Kyousuke.
Además,
esta era una oportunidad para exponer ese algo
que Renko estaba ocultando. Dos pájaros de un tiro. No obstante…
“¡Jeez!
¡Basta de este juego de ignorarme, ¿ok?! Qué rudos… Puedo dejárselo pasar a los
extraños… Pero ustedes son mis amigos. Me enojaré si siguen ignorándome así,
¿ok?”
Renko
se puso la capucha de nuevo y se rió “foosh”
en broma.
Mirando
a la enigmática Renko, Kyousuke pensó:
¿Y si
esta chica inocente y amistosa no ocultaba nada y simplemente la mataban?
¿Acaso eso no sería equivalente a que Kyousuke la matara?
Si eso
sucedía, entonces él no sería muy distinto del resto, esos asesinos que odiaba
y despreciaba.
Cierto… ¿Qué demonios estoy pensando? La respuesta ya se
decidió desde el comienzo.
“……”
Eiri
puso una mirada como si quisiera decir algo, esa mirada atravesó a Kyousuke
mientras éste apretaba los puños debajo de la mesa.
Pero
al final, Eiri no preguntó nada al respecto.
× × ×
“¿Huh…?
Qué diablos, no hay nadie aquí. ¿Llegué demasiado temprano?”
A la
hora acordada, Kyousuke se abrió paso sin prisas hacia la parte de atrás del
gimnasio. Barriendo los alrededores desiertos con la mirada, se rascó la nuca.
Entre medio del edificio y algunos árboles, este lugar era bastante oscuro
incluso de día.
Aunque
ya lo habían llamado aquí varias veces, esta era la primera vez que venía solo.
Renko
y las chicas, quienes habían estado protegiendo a Kyousuke en ocasiones
anteriores, en este momento estaban lejos, en la cafetería.
Kyousuke
había inventado como excusa “tengo que hacer algo así que me iré primero…” para
accionar solo.
En
otras palabras, si de verdad surgía una emergencia, no podría esperar que la
ayuda llegara…
“Argh,
maldición… Qué miedo. Además, se está tardando… Jeez, esto me está poniendo
ansioso.”
Bajo
extrema tensión y nervios, su corazón estaba latiendo como la alarma de un
reloj despertador.
Dentro
de sus bolsillos, los puños de Kyousuke estaban produciendo puñados de sudor
frío.
—Justo
en ese momento.
“Oh,
buenas tardes. Perdón por hacerte esperar.”
Una
voz masculina familiar.
“¡¿…?!”
Se le
detuvo el corazón. Tragando saliva con fuerza, Kyousuke lentamente volteó.
La
figura que emergió detrás del edificio, saludándolo, era un joven apuesto con
cabello castaño claro.
A
pesar de estar envuelto en vendajes con curitas y gasa por todas partes, una
vista dolorosa, su expresión parecía totalmente impávido de todo esto y se
mostraba bastante animado.
Las
premoniciones se convirtieron en un escalofrío aterrante, corriendo por la
espalda de Kyousuke.
“¿…Shinji?
Por qué estás—”
Tan
pronto como preguntó, más estudiantes aparecieron desde detrás de Shinji,
detrás del gimnasio.
Uno,
dos, tres, cuatro… Más Shinji, un total de seis. Todos varones.
Todos
estos chicos probablemente eran de primer año. Kyousuke los había visto en los
pasillos unas cuantas veces.
—Pero
no sólo eso.
Los
chicos también estaban emergiendo desde las sombras en la dirección opuesta,
aparentemente tratando de cerrar las rutas de escape de Kyousuke.
Tras
lo cual, todos miraron a Kyousuke como si estuvieran a punto de arremeter
contra él.
En ese
momento, Shinji se estremeció de la diversión, sacando la lengua.
“Oh,
¿esperabas con ansias esto? Perdón… Fufufu. Pero estoy muy feliz, Kamiya-san.
Viniste como se te pidió. Después de todo, no tenemos deseos de pelear con esos
personajes problemáticos.”
“…Oh
ya veo. Ahora entiendo.”
Con la
aparición de la sonrisa de Shinji, Kyousuke se dio cuenta de repente de algo—Estaba
arrinconado.
El
mensaje para traerlo aquí probablemente fue lo que Shinji le pidió a sus amigos
de la Clase B que escribieran para que Kyousuke mordiera el anzuelo. En otras
palabras, a este ritmo…
Bien puede que me maten. —¡Oye, esto es malo! Se acabó…
¡¿Mi vida va a ser tan corta?! Oye, oye, oye, ¿qué debería hacer? ¡¿Qué debería
hacer?!
A
pesar de estar calmado en su comportamiento exterior, la mente de Kyousuke era
virtualmente un desastre.
Todos
los chicos estaban mostrando instinto asesino, con una luz malvada destellando
de sus ojos.
Así
como las chicas estaban celosas de Renko por intimar con Kyousuke, los chicos
estaban celosos de Kyousuke por atraer a tantas chicas, llenándolos de esa
manera de instinto asesino.
“¡Kamiya!
¡Maldito fanfarrón! Siempre haciendo que las chicas estén a tu lado… ¡Basta de
esa mierda! Te mataré… ¡Definitivamente te mataré!”
“J-Jeejeejee…
Matar a un riajuu… Diseccionar a un riajuu… J-Jeejee… Te dejaré probar el terror
de un no-riaj…
“¡No
puedo perdonarte, esto es intolerable! ¡Dejando a un lado a esa ramera
enmascarada, no puedo creer que estés avanzando sobre las otras dos bellezas, y
recibas confesiones todos los días! ¡Muere, muérete de una puta vez!”
“Oh
Kamiya, tus peores pecados son graves y severos… ¡Pero al menos, el sueño
eterno te será concedido con esta mano mía! ¡Vamos a desatar un baile
escandaloso, mí tan amado Azrael! ¡Devora ese cuerpo sucio por completo! Kukuku…
Ujajaja… ¡Jajajajajaja!”
Lanzando
lentes de sol, relamiéndose los labios, pisando fuerte sobre el piso,
preparando las manos—
Doce
asesinos convictos se acercaron a Kyousuke, paso a paso.
Aunque
estaban desarmados, la locura en sus ojos era suficiente para asustar a
Kyousuke. Finalmente Shinji hizo revolotear su pelo con engreimiento.
“Ciertamente,
mataste a doce personas comunes de una sola vez. ¿Pero qué tal si son doce
asesinos a la vez? ¡Vamos, trata de matarnos! O sino—”
De
repente, Shinji levantó la mano derecha y chasqueó los dedos.
Ante la
señal, los asesinos sacaron sus armas.
Cuchillo
de cocina, tijeras, cúteres, dagas, taladros… etc.
—Estas
eran sus armas para matar.
“…Te
matarán, ¿sabes? Fufufu.”
Sonriendo
de manera sádica, Shinji lentamente se cruzó de brazos.
Probablemente
se rehusaba a ensuciarse las manos. Shinji no llevaba un arma.
En
cambio, usando el lenguaje amenazante como un arma para matar, siguió hablando:
“Estas
armas las obtuvieron de parte de cierta persona. Esto se hizo en secreto en la
prisión, intercambiando artículos de contrabando. Dicho eso, pensar que hay
tantos artículos peligrosos en circulación, qué terrible… Ese alguien debe
odiarte mucho por tu comportamiento, puede que sea por eso que estas cosas nos
las vendió a precio de ganga, entonces—”
La
sonrisa desapareció del rostro de Shinji.
Como a
punto de tragarse la vida de Kyousuke, sus ojos rojos se abrieron grandes de
manera exagerada.
“Te
eliminaremos por completo.”
Amenazó.
Amenazó
con eliminar a Kyousuke por completo.
Amenazó
con cometer un nuevo homicidio dentro de esta escuela pensada para reformar a
los asesinos.
“¿…Huh?”
La
mente de Kyousuke se quedó instantáneamente en blanco. Vestidos con uniformes
escolares, los asesinos se acercaron paso a paso, con ojos que mostraban
locura, con armas para matar en sus manos. Ante esta escena, Kyousuke no podía
moverse en absoluto.
Sin
expresión alguna, Shinji miró a Kyousuke quien estaba empezando a temblar,
incapaz de resistirlo.
“Abre
los ojos, Kamiya-san. Muéstranos tus habilidades como el Carnicero de la Bodega.
Veamos cuántos puedes matar realmente… Fufu.”
A
continuación, su expresión cambió—Inmediatamente.
“Suficiente,
cierra la boca y déjanos matarlo. ¡¡¡¡¡KAMIYA KYOUSUKE!!!!!”
Blandiendo
un cuchillo mariposa, Oonogi estaba en un estado de gran emoción.
Excepto
por Shinji, los otros once asesinos arremetieron contra Kyousuke.
× × ×
“¡¿Chibe?!”
Usando
todo su poder, Kyousuke le lanzó un derechazo en la mejilla a Oonogi.
Escupiendo
saliva mezclada con sangre incontrolablemente, Oonogi voló contra los árboles y
dejó de moverse.
Kyousuke
pisó fuerte sobre el suelo, estabilizando su cuerpo que se había echado hacia
delante por el impulso del puñetazo.
Diez
minutos después de que empezó la batalla, Kyousuke estaba comenzando a jadear.
—Aun
así.
“Huff… Huff… No son tan duros… como pensé…”
Recuperando
el aliento, apoyando una mano en su rodilla, Kyousuke sonrió con osadía.
Entre
los once asesinos, el único que quedaba, encima desarmado, era un chico que se
estremecía por alguna razón desconocida, agachado en el suelo mientras se
sostenía el brazo izquierdo. “¡Cálmate! ¡Cálmate, Azrael! Ku… Este bruto
enloqueció por entusiasmo excesivo… ¡¿Gwahhhhhhhhhhhhh?!”
Todos
los otros bastardos habían sufrido un trágico desquite de parte de Kyousuke.
Yaciendo
desparramados por todo el lugar, los chicos no se movían.
Kyousuke
barrió su mirada por los alrededores. Todos habían sido derrotados. Con los
ojos blancos.
Al ver
el estado lamentable de sus camaradas, Shinji suspiró y apoyó su frente contra
su mano.
“Qué montón
de tipos inútiles, no los soporto… Pero de todas formas, Kamiya-san, pensar que
tantas personas no pudieron matarte, ¿eres un monstruo…? Vas totalmente más a
allá de la lógica común.”
Soltando
esas palabras, Shinji miró a Kyousuke con recelo.
“No soy
un monstruo… Sólo resulta que ustedes son unos asesinos muy débiles.”
Kyousuke
respondió, su torso estaba cubierto de heridas, sangrando.
Su
cabello y uniforme estaban hechos un desastre. Sobre la piel expuesta tenía
numerosas heridas, grandes y pequeñas.
—Pero
este nivel de lesiones no valía la pena mencionarlo en absoluto.
Aunque
las heridas por los cortes sangraban notablemente, eran apenas heridas
superficiales. La disminución de energía se debía simplemente al volumen de
ejercicio y la tensión extrema, pero se recuperaba rápidamente. Para Kyousuke
quien había sobrevivido a un sinnúmero de batallas infernales, esto no contaba
ni siquiera como una crisis.
A
pesar de ser asesinos, estos tipos son amateurs peleando. Kyousuke se rió,
burlándose.
“¿…Y
ahora qué? Son los únicos dos que quedan, Shinji.”
“¿Dos…?
Oh. También está este inútil aquí. Pero hablando de eso…”
Después
de echar un vistazo al chico a su derecha que estaba murmurando sin parar,
Shinji se quedó en silencio.
Mordiéndose
el labio, mientras sus hombros se desplomaron…
“…Fu… Fufu…
Fufufu… Aja… Ajajajaja…”
—Sus
hombros se sacudían.
Con
los labios formando una sonrisa, se rió de manera burlona.
Kyousuke
naturalmente miró a Shinji, incluso el chico que estaba sosteniéndose el brazo
izquierdo miró a Shinji, perplejo.
“¿…Qué
es tan gracioso?”
Ante
la pregunta de Kyousuke, Shinji de repente detuvo su estallido de risa y alzó
la vista.
Rebozando
de alegría y superioridad, este rostro le provocó a Kyousuke una repentina ola
de mal augurio y un escalofrío aterrante, recorriéndole la espalda.
“¿Qué
es tan gracioso…? Fufu. Por supuesto que es gracioso… Ajaja. ¿Acaso no dije
‘veamos cuántos puedes matar realmente’? Pero Kamiya-san…”
Shinji
entrecerró los ojos. Lo que su vista capturó no fue a Kyousuke.
—Detrás
de Kyousuke quien fruncía el ceño.
“Ah,
mierda… ¡Ouch! Te atreviste a pelear en serio, Kamiya… ¡Voy a matarte!”
“J-Jeejee…
Me golpeó. Ni siquiera mi padre me ha golpeado… J-Jeejeejee…”
“Imperdonable.
Imperdonable, imperdonable, imperdonable, imperdonable, imperdonable…
¡Absolutamente imperdonable!”
Varios
chicos recuperaron su instinto asesino, poniéndose de pie con sus armas
mortales.
La
clara voz de Shinji se rió otra vez, mofándose:
“Así
es, no mataste a ninguno de nosotros, ¿sabes? ¿En verdad trataste de matar a
alguno? ¿Todavía le haces honor al título de Carnicero de la Bodega? Fufufu.”
“¡¿…?!”
Al
señalar eso Shinji, esta puñalada golpeó directo en el punto débil de Kyousuke.
Kyousuke
no era el Carnicero de la Bodega sino una persona normal que no podría ser más
común. No tenía intenciones de matar en absoluto. Incluso con instinto asesino,
no iba a matar a nadie—ni tampoco era capaz de hacerlo.
Al ver
a Kyousuke apretar los dientes, Shinji se rió todavía más.
“…Vamos,
¿y ahora qué? A este ritmo, te van a matar, ¿sabes?”
Quizás
afectado por la confianza de Shinji, el chico que estaba sosteniéndose el brazo
izquierdo dijo “Hoo… Por fin, te has calmado, Azrael. Por favor, asísteme.
¡Devoremos hasta saciarnos! ¡Ujajajaja!” Con mucho vigor, levantó su brazo
derecho, sosteniendo un bate con clavos.
—Rodeando
a Kyousuke, incluyendo a Shinji, eran cinco en total.
A
pesar de haber sufrido heridas graves, el instinto asesino en sus ojos se había
vuelto más fuerte.
Aunque
se estaba asustando, Kyousuke descargó su miedo en sus alrededores.
“Así
es… No intenté matar a ninguno de ustedes… ¡Pero ustedes tampoco van a matarme!
¡Mátenme si creen que tienen agallas! ¡Hijos de puta, todo lo que necesito es
dejarlos medio muertos! Sólo miren y vean cómo los aporreo contra el suelo
tanto que no puedan levantarse—”
—Whoosh, como tratando de
interrumpir el grito enfurecido de Kyousuke, Shinji sacó su arma mortal.
“Oh, así
será, ¿huh? Entonces déjame concederte tu deseo de morir… Ufufu.”
Del
bolsillo interno de su blazer, sacó un robusto revólver.
“¡¿Eh?!
Una… ¿pistola? No puede ser…”
La
llegada de un arma mortal inesperada le drenó toda la vida a Kyousuke.
Incluso
para Kyousuke, era la primera vez que lo apuntaban con una pistola.
Apuntando
al afligido Kyousuke, Shinji sostenía el revólver con ambas manos.
“¡Por
supuesto que es auténtico, Kamiya-san! Quien nos vendió este arma mortal… Como
nosotros, esa persona te quiere muerto. Tanto como para darnos esta increíble
carta del triunfo. Fufu… Si no logramos matarte, nos disciplinarán.”
Shinji
inclinó el percutor, sus irises marrones llenos de oscuridad, mirando directo a
Kyousuke.
“……”
Tengo
que escapar—aunque Kyousuke pensó eso, con el cañón ya apuntándole, no había
manera de distraer la atención de Shinji.
Como devorado
por la oscuridad del cañón de la pistola, la mente de Kyousuke se estaba
contaminando gradualmente con oscuridad.
El
color de la desesperanza, borrando, eliminando todo.
“Una
vista excelente, Kamiya-san… ¿Estás cansado? Entonces déjame liberarte. La
muerte te permitirá descansar para siempre. Si fueras una chica, podría usar
estas manos para estrangularte y violarte… Lo siento, fujeejee.”
Detrás
del sonriente Shinji, había un denso bosque.
Se
formaba un denso follaje, bloqueando la luz, oscureciendo el lugar incluso
durante el día, y luciendo como una ilustración de los corazones y almas de
Shinji y los otros asesinos.
…Oh no, voy a morir—Kyousuke
reaccionó con intensa emoción, al ver esta escena.
Retorciéndose
sin parar en la oscuridad, la silueta de Ayaka titiló en el viento por un
instante.
“Entonces,
buenas noches, Kamiya-san… Te deseo una pesadilla.”
La
sonrisa desapareció, el dedo de Shinji se posó sobre el gatillo.
—Entonces
justo en ese momento.
“…Muérete
de una vez.”
Desde
el bosque voló una sombra.
La
sombra se acercó a Shinji con una velocidad más rápida que la vista, desde
detrás.
“…No
te muevas.”
Rápidamente
y con exactitud, Shinji fue atrapado.
Una
mano izquierda le cubría la boca, los dedos de una mano derecha estaban
apoyados contra su nuez de Adán.
En
esos delgados dedos había uñas de un hermoso color carmesí.
“No te
muevas o te mato… Te cortaré la garganta. Baja el arma, despacio.”
La
dueña de las uñas le habló con frialdad al aturdido Shinji.
Kyousuke
y los demás asesinos también se quedaron sin palabras, sintiéndose perplejos
ante el repentino desarrollo.
Las
miradas de todos recayeron sobre la persona que tenía a Shinji como rehén por
detrás—
“Todos
ustedes, no se muevan… Si les importa la inútil vida de este tipo.”
La
minifalda extremadamente corta de su uniforme. La cola de caballo rojo vino
ondulada. Un par de ojos del mismo color que su cabello. El humor de la chica
era peor que lo usual.
“P-Por
qué… ¿Por qué estás aquí—Eiri?”
“…No
es gran cosa. Sólo vine a checkear la situación… Además, ¿por qué estás tú aquí? ¿Y por qué no has matado a
ninguno? Cubierto de tantas heridas… eres el Carnicero de la Bodega. ¿Qué estás
esperando? Haces que me tome la molestia de encargarme de algo como esto…”
Eiri
seguía refunfuñando con una voz de desagrado.
Entonces
Shinji pareció darse cuenta que la que lo estaba amenazando era Eiri.
“Fufu…
En serio, no me abraces de repente, Eiri-san… ¿Estás tratando de excitarme? Los
dedos de Eiri-san y esta sensación congelante son grandiosos… ¿Puedo
disfrutarlo?”
Shinji
soltó la pistola, liberando su mano derecha y se preparó para llevarla hacia el
muslo de Eiri. Instantáneamente…
“No te
muevas—¿o quieres que te corte?”
Presionadas
contra su garganta, las uñas se clavaron ligeramente.
La
piel se abrió, sangre fresca brotó de la herida.
“¡¿…?!”
Shinji
contuvo el aliento y se congeló. La tensión aumentó enormemente entre los
asesinos. Cortes con sus propias manos, ¿cómo? “…Hmph”, Eiri se mofó de la
desconcertada audiencia.
“…Qué
montón de amateurs. Las armas mortales sólo sirven cuando están ocultas. El
objetivo no debe darse cuenta hasta el momento en que se usa, y entonces el
objetivo muere. No puedo creer que saquen sus armas como si fuera un show o
algo… ¿Han oído hablar de las emboscadas? Una verdadera arma mortal… es algo
que mata al enemigo sin darle tiempo de reaccionar en el instante que se dan
cuenta. —Como mis uñas, por ejemplo.”
Las
uñas de Eiri. Pintadas con esmalte rojo puro, decoradas con bellos y coloridos diamantes
y bordes decorados en las puntas.
Rubíes
que emanaban un lustre negro—un borde decorado.
“Las
uñas cuchillas Suzaku, cuchillas
japonesas miniatura ultra finas adheridas a las puntas de mis uñas. Pueden atravesar
la madera, el plástico, y por supuesto la carne y los huesos como mantequilla
con cuchillo. Tres dedos en cada mano, índice, mayor y anular, está equipado
con estas pequeñas cuchillas. Seis en total—estas son mis armas mortales.”
Los
ojos de Eiri, ahora totalmente despiertos estaban centellando como navajas
lustradas.
Esta
era la cristalización de un instinto asesino puro, llevado al extremo.
La
ansiedad se esparció entre los asesinos, convirtiéndose en un instante en
asombro—y finalmente cambiando a miedo.
Akabane
Eiri. La asesina de seis. La verdadera asesina número uno de la clase.
Aunque
Kyousuke estaba siendo testigo de este terror por primera vez.
“¿…Saben
por qué estoy hablando de mis armas mortales antes de matar? Porque mostrar tu
arma antes de matar significa dar una advertencia. Les estoy dando una
advertencia. Aunque no me importaría masacrarlos a todos al mismo tiempo… Pero
reparar mis uñas es bastante molesto. Si juran que nunca más nos molestarán,
puedo dejarlos ir esta vez.”
Los
ojos rojo vino destellaron como una espada conforme Eiri miraba al grupo.
Cerca
de Kyousuke, los asesinos retrocedieron mientras se miraban entre sí.
“Umm,
oye… ¿Qué hacemos ahora?” “Esos ojos van en serio, yo.” “¡¿Gwahhhh?! Mi brazo
izquierdo…” “Pero es un solo oponente.” “Y encima es una chica.” “Y además,
jeejee, sin pechos… Jeejeejee.”
Mientras
pronunciaban estas palabras, los ojos de Eiri emanaron un aura peligrosa.
“…Entonces.
En orden, empezaré matando a este tipo. Primero, voy a insertar mi dedo cerca
de los riñones, ahí es donde se concentran los nervios, por lo que sentirás que
te mueres del dolor, ¿sabes? Después tus intestinos convulsionarán por el
intenso dolor como si los estuvieran sujetando. Mientras pierdes el equilibrio,
te voy a empujar contra el piso y jugaré con tu estómago… Te abriré la piel de
un corte, rebanaré la carne, arrancaré la grasa después cortaré los huesos,
jugaré con los órganos internos—”
“¡Y-Y-Y-Y-Ya
entendí! ¡Por favor detente! ¡Te haré caso, detente!”
Interrumpiendo
el discurso indiferente de Eiri, Shinji gritó.
Su rostro
estaba extremadamente pálido. Todos los otros asesinos habían perdido la
voluntad de pelear por completo.
El
dedo de Eiri estaba recorriendo el cuerpo de Shinji desde la garganta hasta sus
riñones. Ella sonrió y alzó la vista, satisfecha.
“…Eh,
en serio, bien por ti. Después de todo, no son más que un montón de inútiles
retrasados que sólo pueden capturar a una presa indefensa… Ok, chicos, levanten
a los caídos, limpien y piérdanse, entonces liberaré a este tipo… Háganlo
rápido y piérdanse de mi vista.”
Eiri
hizo un gesto con el mentón. Nadie se atrevió a resistirse.
Bajando
sus armas, levantaron a sus amigos inconscientes y escaparon como una nube de
humo.
Mientras
se iban, “¡N-No olvidaré esto, pecho plano!” Oonogi soltó palabras de riña pero
tan pronto como Eiri lo miró intensamente, él dijo: “¡Los pechos planos son los
mejores! ¡Las tablas para lavar la ropa son las mejores! ¡La copa A es la más
encantadora! ¡¿Cómo podría llegar la paz al mundo si no es a través de los
pechos planos?!” Levantando un puño, escapando en un instante.
Como
demasiado drenada de fuerza para enfadarse, Eiri suspiró.
Después
de mandar a volar la pistola en el piso de una patada, ella dijo:
“…Ok,
tú también piérdete. Deja de molestarnos, caballero falso pervertido. No quiero
que tu mugrosa sangre ensucie mis preciosas uñas.”
Luego
de decir eso, esta vez finalmente le dio una patada con todo su poder a Shinji
en el trasero, mandándolo a volar.
“¡¿Ah?!”
Incapaz
de resistir la fuerza, Shinji cayó de cara al piso.
Como tenía
la cabeza contra el suelo, su rostro no podía verse. Quien sabe si era por el
miedo o la humillación—pero su cuerpo temblaba ligeramente. Tensando los dedos,
los clavó en la tierra del suelo.
“Fu…
Fufu… Fuje… Jeje… Fujeje…”
De la
boca de Shinji provino una aterrante risa.
Su
garganta sangrante sonaba fuerte mientras Shinji se reía.
“Entiendo,
Eiri-san… Ya no les haré más nada. Sin embargo…”
Shinji
lentamente se puso de pié y miró a Eiri otra vez.
En ese
instante, mientras Kyousuke veía el perfil de su rostro—desde la esquina de su
boca, se formó una sonrisa.
“Recuerda
bien esto. Avanzaré… una vez que Eiri-san esté muerta. Cuando el momento
llegue, como disfrutando el olor putrefacto de bichos o bestias muertas, déjame
disfrutarte cuando te hayas convertido en un cadáver… Fujeejeejeejee.”
“…”
“Nos
veremos otra vez. Tan pronto como mueras, correré de inmediato. Mi nariz es muy
sensible… Por favor recuerda muy bien esto, Eiri-san.”
Después
de mirar brevemente a Shinji irse sin prisa, Eiri levantó la pistola.
Luego
casualmente la sujetó, y apuntó a la espalda de Shinji.
“Antes
que yo, qué tal si tú te mueres de una vez… Bang.”
Fingiendo
apretar el gatillo, relajó sus hombros. De sus ojos que estaban parcialmente
cerrados como siempre, podía sentirse cero preocupación por las palabras de
Shinji…
No la
quiero como enemiga—Kyousuke concluyó con sincera intensidad una vez más.
× × ×
“…
Hmph. Qué horrible, Kyousuke. Estás hecho un desastre, todo cubierto de
heridas.”
Eiri
se acercó a Kyousuke quien estaba sentado en el suelo, apoyado contra la pared
del gimnasio.
Recogiéndose
el pelo hábilmente con el pulgar y el meñique que no estaban armados con
cuchillas, miró a Kyousuke con desdén.
“¿…Así
te llamas el asesino número uno de la clase? Tú, más allá de los doce, no puedo
creer que no mataste a ninguno. Fácilmente los podrías haber matado si
quisieras… ¿Por qué no?”
“Ah,
no… Umm, cómo debería decir esto—”
Ya que
Kyousuke era una persona común que nunca había matado ni a una sola persona en
ese terrorífico caso de homicidio.
—No
obstante, no podía responder con honestidad a eso.
Luego
de dejar que Eiri la asesina de seis viera este estado deplorable, esta
respuesta era algo compleja.
Al ver
a Kyousuke apartar la vista sin decir nada, Eiri suspiró.
“…Es
que no te entiendo. Está claro que ya mataste a doce perdonas, pero actúas
amable de maneras raras. Tomándote la molestia de meterte en una trampa… Además
ocultándonos el motivo a nosotras. Al verte actuar tan raro, te seguí en
silencio para ver… Quién sabría que ibas a meterte en problemas a tu propia
manera. En verdad no lo entiendo… ¿Qué diablos pasa contigo?”
Eiri
golpeó la punta de su zapato contra el piso, hablando con impaciencia.
Aun
así, al escuchar su preocupación por él, Kyousuke le echó un vistazo a Eiri.
El
instinto asesino agudo de antes, en sus ojos entrecerrados somnolientos, se
había desvanecido casi por completo.
Como
una espada de vuelta en su vaina, Eiri regresó a su yo habitual.
A
pesar de lucir como si siempre estuviera de mal humor, Eiri en realidad era una
chica muy gentil.
Precisamente
por ver a Eiri en su forma Navajera Escarlata, Kyousuke se confundió todavía
más.
Por
qué Eiri también estaba—
“¿Acaso
tú no estás haciendo lo mismo, actuando excesivamente amable en maneras raras?
Una asesina de seis personas, que se toma la molestia de instalar cuchillas en
sus uñas para matar gente, ¿entonces por qué viniste hasta aquí a ayudarme? No
sólo a mí, sino a Maina la otra vez. ¿Por qué te gusta meter la nariz en los
asuntos de los demás? Al final, sólo los amenazaste sin matar ni a uno solo.”
“……”
Eiri
frunció el ceño, juntando las cejas, su boca se curvó hacia abajo, y dejó de
hablar.
Luego
de un breve silencio, Eiri miró a Kyousuke mofándose.
“¿…Podrías
no agruparme contigo? Los dejé ir porque creo que asustarlos era suficiente. Si
no obedecían, le hubiera cortado la garganta sin piedad. A diferencia de ti,
quien no tenía intenciones de matar desde el principio… Soy diferente.
Básicamente, yo—”
Diciendo
eso, Eiri se detuvo a mitad de la oración, y miró sus uñas.
Las
uñas hábilmente disfrazadas eran las armas para matar que Eiri había mantenido
ocultas todo este tiempo.
Matar sin que el objetivo se dé cuenta—un arte perfeccionado y pulido simplemente con este propósito.
Incluso
la anormalidad de los asesinos estaba concentrada en esto.
Las
uñas cuchillas, Suzaku. La mirada de Eiri permanecía en sus armas mortales,
murmurando como si se hablara a sí misma.
“Más
que una amateur, soy una profesional.”
“¿…Huh?”
Incapaz
de entender lo que Eiri dijo, Kyousuke estaba confundido.
“Quieres
decir una… ¿asesina profesional?”
“Así
es. Lo que uno llamaría ‘sicario’. Pero en mi caso, sería más correcto decir ‘assassin.
Porque aquellos que matan por motivos o intereses personales son amateurs.
Nosotros, quienes aceptamos trabajos u órdenes para matar gente, somos
profesionales… Es por eso que no mato porque sí. Matar sin un sentido o
beneficio me convertiría en una asesina barata, lo cual no soy. Seguramente
comprendes que no soy una amateur al haber visto mis armas ocultas, ¿verdad?”
Eiri
cerró un ojo mientras mostraba su manicura.
Armas
especializadas que a los amateurs les resultaría difícil blandir, se sentía que
encajaban bien con Eiri, una asesina profesional. Sin embargo, esto también
desataba una pregunta que era difícil de aceptar.
“De
todas maneras, entiendo que no eres una amateur sino una asesina profesional—una
assassin. Entenderlo es una cosa… ¿Pero entonces por qué estás en este lugar?
La Academia Purgatorium de Rehabilitación es una institución para reformar a
homicidas convictos, ¿verdad? ¿No es extraño encerrar a alguien como tú aquí?”
La
pregunta de Kyousuke provocó una expresión amarga en el rostro de Eiri.
Luego
de un breve silencio, ella apartó la vista con disgusto.
“…No
es gran cosa. La razón no es nada importante. Simplemente metí la pata. Una
persona común me vio y entonces me atraparon. Sobre eso, no preguntes. ¿—Entendido?”
Los
ojos entrecerrados de Eiri lo miraron.
La
fuerte mirada, imposible de ignorar, hizo que Kyousuke fuera incapaz de
preguntar más sobre el tema.
“…”
“…”
Un
sutil silencio cayó sobre ellos—justo cuando Kyousuke pensaba eso…
Detrás
del gimnasio donde no había nadie más que ellos dos, el timbre sonó para
indicar el final de la hora de almuerzo.
× × ×
“…Y
así, esta clase de sistema se estableció. Originalmente, el sistema de pena de
muerte era—”
“Perdón,
llegué tarde.”
Corriendo
la puerta al frente del salón, Eiri entró.
Instantáneamente,
la mano de Kurumiya dejó de escribir con fluidez sobre el pizarrón.
Escuchando
la lección en silencio, las miradas de los estudiantes recayeron sobre los
repentinos intrusos.
“Oh no…
Eiri-chan.” Los ojos de Maina se abrieron grandes por el asombro.
Shinji,
Usami y Oonogi tenían expresiones congeladas.
Sin
siquiera mirarlos, Eiri bostezó y volteó hacia la inmóvil Kurumiya.
“…Durante
la hora del almuerzo, rescaté a Kamiya a quien casi lo matan, después lo llevé
a la enfermería. Es por eso que llegué tarde.”
Como
conjurando con magia, Eiri sacó el arma mortal de alguna parte y la lanzó.
Rodando
hasta el atril detrás de Kurumiya, se trataba del revólver de Shinji.
“¡¿Eeeeeeeeek?!
¡¿Un a-a-a-a-a-a-arma?!” Maina gritó muy fuerte, haciendo que los estudiantes
desinformados se alboroten. Sorpresa, shock, preocupación…
Incluso
como asesinos, probablemente para varios era la primera vez que veían una
pistola real.
En
medio del clamor, Eiri cuestionó a la inmóvil Kurumiya con un tono de voz
cortante y severamente acusatorio:
“¿…Está
bien que circule este tipo de juguete, Sensei? Si tiene el tiempo para
disciplinar a la gente por llegar tarde, ¿no debería poner un poco de esfuerzo
en esta área también…? Afortunadamente, Kamiya terminó bien—. Oye, ¿qué mierda
estás haciendo?”
Eiri
volteó y frunció el ceño. Asomándose por la puerta estaba un rostro cubierto de
curitas y gasa. Tratando de observar la situación, Kyousuke recibió la mirada
severa de Eiri, quien entonces apartó la vista.
“Oh
perdón… Pero la manera en que estás hablando, es demasiado…”
Ya sea
su arrogante actitud, o su tono de voz acusatorio, todo eso era demasiado
ofensivo para Kurumiya, ¿verdad? Mirando a Kurumiya quien por alguna razón no
estaba mostrando reacción alguna a las palabras de Eiri, Kyousuke inquieto
estaba a punto de entrar al salón cuando…
—Crujido. El pedazo de tiza blanca
en la mano de Kurumiya se partió a la mitad como un hueso fracturado.
“…Ya
veo. Entiendo tu excusa. Sí, lo entiendo muy claramente.”
Pulverizando
el resto de la tiza en su mano, Kurumiya miró a Kyousuke y Eiri.
Pronto,
una sonrisa escalofriante apareció en su lindo rostro.
“¿…Y
entonces? ¿Eso es todo lo que quieres decir?”
Sin
embargo, su expresión se desvaneció instantáneamente. Kurumiya preguntó en voz
baja, de lolita.
Su
otra mano, limpia, sin polvo de tiza, había empezado a sostener una tubería de
acero en algún momento.
“Eh.
Esto… ¡¿Por qué disciplina?! Somos víctimas—.” Kyousuke exclamó.
“…Sí,
son víctimas. ¿Algo más para agregar?”
En
contraste a Kyousuke quien estaba retrocediendo, Eiri dio un gran paso al
frente y le respondió a Kurumiya quien torcía las cejas, con su voz usual
calmada:
“¿…Hay
algún problema? No hay ningún problema. Kamiya llegó tarde porque casi lo matan
los otros estudiantes debido a la inadecuada supervisión de parte suya y los
demás profesores. Si quiere disciplinar a alguien, por favor primero discipline
a ese montón de bastardos que atacaron a Kamiya.”
“………Muu.”
Ante
la fluida acusación de Eiri, Kurumiya hizo un puchero en silencio.
Lucía
como una niña a punto de hacer un berrinche, como si quisiera un juguete pero
su madre se lo negara.
I-Impresionante… Eiri logró dominar a Kurumiya.
Como
se esperaba de una assassin. Su coraje iba más allá de los límites.
Eiri
miró con desdén a la pequeña Kurumiya y dijo:
“…Para
empezar Kamiya está herido. Que reciba tratamiento médico antes de reportarlo a
la clase es natural, ¿cierto? Creo que es bastante asombroso que él insistiera
en venir a la clase, con el cuerpo lastimado. Estudiantes apaleados a golpes
básicamente no van a clases, ¿verdad?”
Eiri
se encogió de hombros y miró el asiento vacío en la fila del frente. El
escritorio y la silla, que ya habían perdido su forma original, cubiertos de
capa tras capa de manchas secas de sangre, casi imposible de quitar. Este era
el asiento de Mohicano. Ya había recibido disciplina dos veces al día, durante
el trabajo forzado de la mañana y en el tercer período, terminando en la
enfermería dos veces.
Cuando
Kyousuke y Eiri fueron a la enfermería, Mohicano seguía inconsciente, conectado
a un respirador artificial, yaciendo sobre una cama, durmiendo pacíficamente.
“Mohicano,
eh… Cierto. Es hora de que considere matarlo de verdad.”
Parece
que Kurumiya odiaba mucho a Mohicano. Con sólo escuchar su nombre ya fruncía el
ceño, descontenta. La presión que exudaba se había debilitado ligeramente.
Era
probable que su enojo se dirigiera hacia Mohicano—este seguramente era el plan
de Eiri.
“…Hmph.
Bien. Voy a dejárselo pasar esta vez a Kamiya.”
Con lo
cual, logró por fin persuadir a Kurumiya.
Descansando
la tubería de acero sobre su hombro, retrocedió, cediendo el paso.
“Oye,
siéntate rápido. Después, voy a aplastar a esos tontos que atacaron a Kamiya…
El tiempo es limitado. ¡Así que, rápido!”
Al ver
la pistola sobre el piso, Kurumiya habló. Mirando de reojo a Shinji y a sus
camaradas cuyos rostros habían palidecido ante la declaración de Kurumiya, la
expresión de Eiri se relajó.
En ese
momento, cuando estaba a punto de pasar frente a Kurumiya con una expresión
fría—
“¿A
dónde vas? No recuerdo haberte exonerado, Akabane.”
“¡¿…?!”
Una
voz violenta. Conforme Eiri se detuvo, Kurumiya blandió la tubería de acero
contra su rostro.
Un
movimiento que no permitía prepararse en absoluto. ¡Un ataque subsónico que
sólo podía describirse como velocidad divina!
“¡¿—Tsk?!”
Eiri
lo esquivó por un margen fino como el papel. Usando el mínimo movimiento de
torcer el cuello, Eiri evadió la tubería de acero y se acercó mientras Kurumiya
blandía el brazo, a una distancia de quemarropa.
“¿……Qué
está haciendo, Sensei?”
—Con
el arma oculta de su mano derecha apoyada contra el cuello de Kurumiya,
preguntó con voz calmada.
“¿…………Hoh?”
Kurumiya
abrió grandes los ojos, su rostro aturdido gradualmente floreció radiante.
Conforme
la clase se quedaba en silencio, el “kukuku” de Kurumiya pudo escucharse otra
vez.
“¿Me
preguntas qué estoy haciendo…? Sorprendente. Qué atrevido de tu parte usar esta
cosa para amenazar a una profesora mientras dices algo sin sentido. Yo debería
preguntarte a ti qué estás haciendo. Debes estar preparada, espero.”
A
pesar de tener una uña en su garganta, a pesar de darse cuenta que era un arma
mortal, Kurumiya permaneció impávida, en cambio mostrando una extraña mirada
como si hubiera atrapado a su presa, alzando la vista hacia Eiri.
“……”
Por el
contrario, Eiri se quedó sin palabras.
Ante
Eiri quien estaba mostrando una expresión nerviosa, Kurumiya anunció con una
actitud confiada y serena.
“Kukuku.
Como sea. Esta es una oportunidad rara, así que te daré tres opciones. Una…
baja tu mano obedientemente y déjame disciplinarte. Dos… te romperé el brazo y
luego te disciplinaré. Tres… mátame directamente y sálvate de la disciplina. —Eso
es todo. Lindas opciones, ¿eh?”
Al
escuchar la tercera opción, los ojos de Eiri se abrieron de par en par.
Mordiéndose
el labio con fuerza, miró a Kurumiya.
“¿…Matar
a la profesora? No me haga reír. Si hiciera eso, no terminará todo tan fácil—”
“No
importa.”
“¿……Huh?”
“Aunque
me mates aquí y ahora, no recibirás ningún castigo. Muero porque fracaso en mi
rol como supervisora, no hay consecuencias para ti… ¿Qué? No hay nada de qué
preocuparte en absoluto. Después de todo, no puedo matarte sin que te resistas.
Debería ser fácil de manejar el asunto si se lo explicas con claridad a la
escuela. Todos los presentes aquí son testigos, no vaciles—”
Kurumiya
lanzó su tubería de acero y levantó los brazos.
Expresando
cero resistencia, dijo con un tono de voz fuerte e imponente.
“Mata.”
“¡¿…?!”
Instantáneamente,
el cuerpo de Eiri se crispó.
Visible
desde muy lejos, el dedo presionando contra la garganta de Kurumiya estaba
temblando.
“¿Qué
pasa? ¿Por qué tienes miedo? Apúrate y mátame si quieres matar. Sólo aplica un
poquito más de fuerza en la punta de tu dedo y deslízalo, súper fácil, ¿cierto?
Eres la Navajera Escarlata, ¿no? Kukuku…”
Kurumiya
se rió maliciosamente mientras hablaba como chantajeándola.
“Yo…
Yo…”
Los
ojos rojo vino estaban temblando.
De sus
labios pálidos, escapó un ligero aliento.
“¿Qué?
Qué pasa, Akabane—Akabane Eiri. ¿Te gustaría que te dé un empujón?”
Hablando
en voz baja, Kurumiya dio un paso adelante. Sin titubear, como permitiendo que
la uña que Eiri estaba apoyando contra su garganta se clavara en la carne—
“Eh…
¡¿Kyah?!”
Acompañada
por un breve y severo grito, Eiri quitó su uña, su cuerpo se tensó y parecía
temblar.
Apenas
luego de quitar su uña Eiri logró volver en sí de repente, mirando a Kurumiya.
Debido
a lo rápido que sacó su uña, provocó un rasguño pequeño y poco profundo en la
garganta de Kurumiya.
Al ver
esto, el alivio regresó al rostro de Eiri, seguido de inmediato de decepción y
desesperanza.
“———”
“¿Hoh?
Ya veo… Ahora veo. ¿Entonces esta es tu elección, Akabane?”
Kurumiya
le preguntó con una voz calmada a Eiri quien se estaba mordiendo el labio con
fuerza.
La
sonrisa volvió a la cara de Kurumiya. Tomando la mano derecha de Eiri, la
atrajo de un tirón sin piedad hacia ella misma.
“Es
por eso que todavía eres virgen—Uña Oxidada.”
“¡¿…?!”
Luego
de suspirarle en el oído, Kurumiya le lanzó un golpe de karate en el estómago.
Eiri
gritó, su delgado cuerpo se inclinó.
A
continuación llegó el segundo golpe de inmediato, la rodilla derecha de
Kurumiya fue por su mentón, mandando a volar a la desequilibrada Eiri.
“¡¿Guh?!”
“¡¿Eiri?!
“¡¿Eiri-chan?!”
Las
voces de Kyousuke y de Maina se superpusieron.
Eiri
cayó al piso, boca arriba. Un sonido duro se escuchó.
“Oigan
ustedes, cállense, ¿sí…? No se muevan. Los mataré si se atreven a moverse.”
La voz
baja de Kurumiya evitó que Kyousuke y Maina se acercaran en un instante.
Ella
levantó la tubería de acero con la mano derecha.
Mientras
Kyousuke y Maina apretaban los dientes, mirando, Eiri gimió en el suelo.
Kurumiya le daba toques a Eiri en el rostro al azar con la punta de la tubería
y dijo:
“Kamiya
está herido, así que está bien que vaya a la enfermería. Puedo dejárselo pasar…
Pero a ti, Akabane. ¿Qué tratabas de hacer al quedarte con él a propósito? Él
no parece que esté demasiado herido como para no poder caminar solo, ¿no…?
¿Acaso los dos fueron a divertirse un
poco en secreto? ¿Huh?”
“¡¿Huh?!
Q-Qué dijo… ¡¿Guh?!”
Eiri
gritó. Justo cuando estaba a punto de hablar, Kurumiya le metió la tubería de
acero en la boca.
Eiri
quería apartar la cara pero Kurumiya hábilmente manipulaba la aguda punta de la
tubería, persiguiéndola incansablemente, obligándola a abrir los labios.
Acompañada de sonidos de respiración, la tubería se estaba mojando gradualmente
con saliva.
“D-Deténgase…
¡¿Muguu?! B-Basta… ¡¿Muguu?!”
“Oh-ho,
¿qué pasa? ¡Te estás sonrojando! ¿No me digas que también eres virgen allí abajo? Kukuku… Entiendo. Lo
confirmaré ahora mismo. Si todavía eres ‘pura’ te dejaré ir ya que será la
prueba de que no te saltaste las clases junto a Kamiya, ¿verdad?”
Kurumiya
sonrió maliciosamente mientras sacaba la tubería de la boca de Eiri.
Usando
la brillosa punta de arma para señalar al bajo vientre de Eiri, Kurumiya se
preparó para meterla debajo de su falda.
“¡¿Eee?!
D-Deténgase… Ah—”
“Basta,
profesora loli psicótica.”
Incapaz
de soportar seguir viendo sin hacer nada, Kyousuke sujetó el hombro de
Kurumiya.
“¿…Loli?”
Interrumpida mientras se divertía, el instinto asesino de Kurumiya se
incrementó.
“Kyou…
Kyousuke…”
“Cállate.”
Eiri
se levantó, tratando de decir algo, pero Kyousuke mantuvo sus ojos en Kurumiya.
Confrontando
ese lindo rostro infantil que estaba mostrando una mirada feroz, Kyousuke dijo
contundentemente:
“Fui
yo. Fui yo el que le pidió a Eiri que me llevara a la enfermería. Para empezar,
Eiri fue la que me salvó la vida, no hay motivo para que sea castigada… ¡Si
quiere castigar a alguien, venga por mí, yo soy el culpable! ¡Si quiere
disciplinar a alguien, debería ser yo, niñita puta estúpida!”
—El
instante en que gritó, Kyousuke sufrió un violento golpe.
La
tubería de acero le golpeó rotundamente su rostro cubierto de gasa.
“¡¿Gah?!”
Lo
mandó a volar, cayendo al piso. Era un milagro que ninguno de sus dientes se
haya roto.
Aunque
era la primera vez que probaba la tubería de acero de Kurumiya, el impacto no
era algo que podía ignorarse, definitivamente.
¿De
dónde vino toda la fuerza y poder de ese delgado brazo?
“Debes
estar cansado de vivir, mocoso… Muy bien, te concederé tu deseo de morir. Tu
cadáver será mostrado como advertencia para las masas.”
“¡¿Guh?!”
Entonces
su estómago sufrió un golpe instantáneo. Afortunadamente, no había comido nada
en el almuerzo.
Antes
de que pudiera escupir los jugos gástricos, recibió otro golpe en su costado.
Quizás
se rompió una costilla—pero antes de que pudiera comprender la situación, otro
golpe aterrizó en su muslo.
Sensaciones
de dolor y ardor lo invadieron de manera repetida, tiñendo al mundo gradualmente
de rojo.
“¡¿Kyousuke?!
¡O-Oye! Kyousuke—”
—No te acerques.
Conforme
su consciencia poco a poco se ponía borrosa, Kyousuke usó los últimos restos de
su fuerza para decirle a Eiri que se detuviera, con una mirada de sus ojos.
Kyousuke
ya no tuvo tiempo de ver si Eiri se detuvo o si se acercó. Su vista se bloqueó.
¿Supongo que mi cuerpo está volteado? ¿Ni idea? Su cuerpo salió volando, el
costado de su cabeza chocó contra la pared violentamente. Incluso su sensación
del dolor se había adormecido.
Incontables,
incontables, incontables, incontables veces—impactos llegaban de izquierda y
derecha, golpes intensos, su vista se sacudía. Esta vez, su consciencia poco a
poco se fue alejando, devorada por una oscuridad carmesí.
“Hmph…
Este es el fin, Kamiya. Muere.”
—Bofetada.
Un
violento impacto le golpeó el costado de la cabeza.
El
mundo borroso se derritió. Entonces.
“¡¿Kyousukeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!”
En la
oscuridad, alguien gritó—Kyousuke perdió la consciencia en ese momento.
× × ×
Por la
ventana con barrotes de metal, la suave luz del sol se filtraba.
En una
cama en la silenciosa enfermería, Kyousuke recuperó la consciencia.
Mirando
al techo lleno de manchas, parpadeó varias veces.
Tratando
de confirmar la situación, Kyousuke se sentó lentamente.
“¿……Kyousuke?”
Una
delicada voz provino desde cerca. Sentada en una silla de metal, Eiri miró a
Kyousuke, sorprendida.
Sus
ojos rojo vino ligeramente húmedos estaban temblando por la confusión.
“¿…Está
bien que te levantes…? ¿Puedes levantarte?”
“Sí.
Ah, parece que estoy bien. Después de todo, estoy acostumbrado a esto. Además
para empezar mi cuerpo es fuerte.”
Cabeza,
torso, extremidades, cada parte de su cuerpo dolía sin excepción.
Pero
para Kyousuke quien se metía en peleas a lo largo de todo el año sin un solo momento
sano, esto no era más que dolor. Sin huesos rotos, ni daño estructural o partes
faltantes, él era capaz de soportarlo.
Afortunadamente,
esto eran puros traumatismos sin daño a los nervios o a los huesos.
Kurumiya
probablemente se contuvo. Sin importar cuán retorcida era su personalidad,
Kurumiya seguía siendo una profesora. A pesar de decir ‘matar’ todo el tiempo,
ella no podía matar de verdad a un estudiante tan fácilmente.
“Oye,
Eiri… ¿Estás bien? ¿Te hizo algo después de eso?”
Kyousuke
preguntó luego de acomodar su posición. Eiri simplemente respondió “…no gran
cosa” y apartó la vista.
“…Después
de que te llevaran a la enfermería, la clase siguió como siempre. No ocurre
nada importante cuando Mohicano recibe disciplina, ¿cierto? Ella no me siguió
haciendo eso, ¿sabes…? Gracias a un
idiota que salió volando de la nada. Así que, umm… Umm.”
Con la
cabeza gacha, Eiri miró a Kyousuke otra vez.
Eiri
lucía como si quisiera decir algo, tartamudeando, sus labios se movieron
ligeramente, sus ojos giraban por la vergüenza.
“Gr-Gracias,
Kyousuke.”
—Un
suave susurro. Una voz titubeante pero amable.
En el
rostro de Eiri, rojo como una frambuesa, sus ojos ardientes lo miraron.
Kyousuke sintió que su corazón latía con fuerza.
Esta
vez, fue el turno de Kyousuke para decir “¡…N-No fue gran cosa!” y apartó la
vista.
Ya que
ella cambió de repente su actitud usual, de manera brusca, Kyousuke no pudo
ajustarse. Probablemente Eiri sentía lo mismo, con ambas manos sobre su regazo,
sin decir una palabra.
La
atmósfera no podía ser más incómoda.
Kyousuke
rápidamente cambió el tema.
“O-Oye…
¿Ya terminaron las clases?”
“……Sí.”
Eiri
asintió, terminando el diálogo.
“U-Umm…
¿Qué hay de Maina y Renko? ¿No vinieron contigo?”
“…Sí,
les pedí que se fueran primero.”
“Eh,
ya veo… ¿—Eh? ¿Les pediste? Tú… ¿Por qué estás actuando tan misteriosa?”
“Tengo
algo que quiero decirte… En privado.”
Eiri
respondió firmemente con una voz calmada y alzó la vista.
Mirando
a Kyousuke, sus ojos rojo vino estaban llenos de fuerte determinación y decisión.
“¿…Huh?
¿Algo que quieres decirme? ¿Qué es? Hasta tuviste que decirles que se fueran…”
—Tan
pronto como habló, una cierta posibilidad
se cruzó en la mente de Kyousuke, haciendo que su corazón lata con fuerza.
Kyousuke
rápidamente miró a sus alrededores. Con algunas vitrinas de medicinas, camas y
equipo médico, parecía no haber nadie más en la enfermería. La enfermera de la
escuela tampoco parecía estar presente.
La luz
solar de primavera se filtraba en la sala. Eiri puso su mano en el borde de la
cama.
“A
decir verdad, Kyousuke. Yo…”
“¡E-Espera!
¡Espera, Eiri! Aún no me he preparado mentalmente—”
Ignorando
a Kyousuke quien se sonrojaba y retrocedía, Eiri se inclinó hacia delante.
“…nunca
he matado a nadie.”
“¿…………Huh?”
La
inesperada “confesión” de Eiri hizo que el proceso de pensamiento de Kyousuke
se detuviera.
¿—N-Nunca
mató a nadie? ¿Eiri?
Imposible.
Eso no puede ser. Debo haber escuchado mal.
En
todo caso, el motivo es que Eiri es una assassin.
“¡…Lo
de las seis víctimas, es todo mentira! No he matado ni a una sola persona. A
pesar de querer matar de verdad, aun así no pude matar a nadie… Ese seis no es
la cantidad de muertes sino el número de personas que no pude matar. Mis
fracasos como assassin…”
Extremadamente
cerca, Eiri estaba mirando a Kyousuke a los ojos, sus labios formaron una
sonrisa.
Una
sonrisa llena de burla de sí misma.
Kyousuke
contuvo el aliento mientras Eiri le apoyaba las uñas armadas sobre su garganta.
“…Por generaciones,
los Akabane han sido una prestigiosa familia de assassins, sirviendo lealmente
a nuestros amos. Desde la infancia, me inculcaron estrictamente técnicas para matar mientras iba
creciendo… Chistoso, ¿no? Pero pensar que me falta lo más importante—el coraje
para matar. Pero tengo muchos talentos, por lo cual me dieron muchas
oportunidades… Después de cada fracaso, recibí un castigo severo. Al final,
seguía sin poder matar. Hace poco, en otras palabras, durante el sexto asesinato, metí la pata como nunca y
finalmente una persona común fue testigo y me atraparon… Por eso, me trajeron a
este lugar bajo la forma de un exilio de la familia Akabane.”
Eiri
alejó su uña de la garganta de Kyousuke, mordiéndose el labio.
Usando
los dedos de la otra mano para acariciar sus uñas pintadas de rojo, dijo:
“…Estas
me dieron un apodo, Uña Oxidada. No por el color de las manchas de sangre, sino
porque mis uñas están oxidadas por la falta de uso. Alas rojas oxidadas—como
miembro de la familia Akabane (3).
¿Qué significa tener alas rojas oxidadas? Significa que en una familia
prestigiosa, nació un producto defectuoso como yo.”
“Eiri,
tú…”
Eiri
no le ocultó su vergüenza a Kyousuke y exhibió una expresión y voz débiles.
…No puede ser verdad. Esta chica, ¿nunca mató a nadie?
Cuando
Kurumiya le ordenó que la matara, la reacción de Eiri definitivamente no fue la
de una asesina experimentada. ¿Titubeó porque el objetivo era Kurumiya? Esta
razón no tenía mucho sentido…
Si
simplemente temía al acto de matar en
sí mismo, entonces la reacción sería más fácil de aceptar.
Aunque
más fácil de aceptar—
“Oye,
Kyousuke… Dime. ¿Qué tengo que hacer para poder matar? Cuando estoy a punto de
cumplir con el acto, siempre pienso… En el objetivo, en las personas que el
objetivo estima, en las personas que estiman al objetivo… ¿Es por eso? Aunque
se trate de una sola persona, la muerte de esa persona probablemente haría que
aún más gente sufra y experimente sentimientos peores que la muerte… Quizás
dolor, tristeza, odio—Eso es lo que pienso siempre. En serio, en un tiempo muy
breve, pensando sin parar, pensando sin parar, pensando sin parar, pensando sin
parar, pensando sin parar… Al final, no pude matar… No pude fortalecer mi
determinación.”
Agachando
la cabeza profundamente, Eiri se aferró a la sábana sobre la cama con fuerza.
Sus
uñas—un total de seis cuchillas—cortaron la delgada tela, desgarrándola.
Finalmente,
gotas de líquido trasparente cayeron. Kyousuke podía oír el sonido de los
sollozos reprimidos a la fuerza.
“…Aun
así, en el último trabajo, logré cortar al objetivo en una parte cerca de sus
órganos vitales. Fortalecí mi determinación y le corté la garganta desde atrás.
Emanó sangre caliente, mi mente se quedó en blanco… maté, pero sólo eran mis
pensamientos estúpidos. En el instante que pensé eso, perdí la consciencia.
Después de eso, como conté a la hora del almuerzo, me arrestaron. El objetivo
sobrevivió. La familia Akabane se rindió conmigo… El miedo y el auto desprecio
me tragaron antes de poder matar a alguien, cayendo en una pesadilla sin fin…
Aunque me avergüence mucho admitirlo, aún hasta ahora me cuesta mucho dormir.”
Eiri
se menospreció a sí misma mientras se limpiaba esos ojos usualmente
entrecerrados y somnolientos.
Con
lágrimas, sus ojos rojo vino temblaban como buscando ayuda, una vez más, miró a
Kyousuke.
“Vamos,
Kyousuke… ¡Dímelo! ¡Has matado a doce personas, ¿cierto?! ¡Alguien como tú, tan
asombroso, seguro que ni siquiera parpadea cuando ataca, ¿cierto?! Cómo matas,
dímelo… Por favor. Sólo puedo preguntártelo a ti. Para empezar, Maina no tiene
intenciones de matar, mientras que los antecedentes de Renko son un misterio
total… Así que por favor, Kyousuke—dímelo, ¿sí? O de lo contrario, yo… criada
con el fin de matar… no tendré ningún motivo para seguir viviendo. ¿Verdad?”
“……”
Kyousuke
se quedó sin palabras. Miraba intensamente a Eiri.
Dejando
a un lado la máscara de la Navajera Escarlata, quitándose el título de assassin, la verdadera cara de Eiri era
la de una niña débil. Ese comportamiento y actitud innecesariamente ofensivos
probablemente era un medio para dispersar la ansiedad y el miedo con el fin de
acostumbrarse a un ambiente lleno de asesinos. En ese caso…
—Creyendo
en los ojos claros e inmaculados de Eiri que estaban bañados de lágrimas,
Kyousuke fortaleció su determinación.
Decidió
quitarse la máscara también, presentando su verdadero rostro en su forma pura,
completa y original.
“…Lo
siento, pero no puedo hacer eso, Eiri. No tengo nada que enseñarte.”
“¡¿Huh?!
¡¿Por qué?! Por qué no vas a enseñarme—”
“Porque
yo tampoco maté a ninguna persona.”
“¿………Huh?”
Eiri
puso sus manos en los hombros de Kyousuke y se acercó a él con fuerza.
Sin
embargo, este movimiento se detuvo re repente.
Poniendo
una expresión que denotaba que no lograba entender, la boca de Eiri se abrió,
pero seguía muda.
Cuando
Eiri declaró su “confesión”, Kyousuke debe haber puesto la misma cara.
Pensando
de pronto en eso, Kyousuke no puedo evitar sonreír con ironía y continuó:
“Lo de
las doce personas que maté… en realidad me incriminaron. Soy sólo una persona
ordinaria que tiene un millón de impedimentos para matar gente. Sólo soy
ligeramente fuerte para pelear, eso es todo. Aunque lo mantuve en secreto todo
este tiempo… Creo que está bien admitirlo si se trata de ti.”
“¿Incriminado…?
¿Una persona ordinaria…? ¿Sólo ligeramente fuerte para pelear…?”
De
sorpresa a desconcierto, luego exasperación—o quizás alivio.
“…No
puede ser. Al menos la última parte es mentira…”
“No
estoy mintiendo. Todo es verdad. Entonces, sobre lo de matar gente, no puedo
responder en absoluto. Sin embargo—”
Kyousuke
sujetó las manos de Eiri en sus hombros y lentamente las alejó.
Mirando
las uñas decoradas, él habló en un tono de voz excepcionalmente rotundo:
“Puedo
entender claramente cómo te sientes al ser incapaz de matar. Que te obliguen a
matar gente a pesar de no estar dispuesto. ¿Pensando en muchas cosas pero aun
así incapaz de dar el golpe al final? Por supuesto. Ya sean homicidas
convictos, asesinos profesionales, gente que mata sin pensar, esos tipos son
sencillamente anormales para empezar… ¿Me equivoco?”
“Te
equivocas.”
Eiri
refutó con firmeza.
Con
ojos filosos como cuchillas, miró a Kyousuke.
“…Ese
sólo es el razonamiento de la sociedad
civil, ¿cierto? Para el inframundo
donde yo fui educada, ser incapaz de matar es anormal. Razonamiento, moral,
verdades que son opuestas a aquellas de la sociedad civil. Tú y yo vivimos en
mundos completamente distintos. Diferentes palabras, y por eso, diferentes
valores…”
“¿Valores?
Esas cosas deberían ser las mismas. Anormal como eres en el inframundo, ¿no
eres normal en la sociedad civil? No eres distinta de mí… Además, ¿qué tal si
aprovechas esta oportunidad para rehabilitarte? Sobreviviendo tres años aquí
para luego dejar este lugar e irte a la sociedad civil—”
“No
puedo hacerlo… Absolutamente no.”
“¡¿Por
qué no?! Tu familia te dio la espalda, ¿cierto? Aun así, ellos… ¿No están
dispuestos a dejar ir a alguien que conoce el inframundo? Parece bastante
complicado salir.”
“…No
es eso. No me refería a eso. Esa es una de las razones, pero…”
Eiri
apartó la vista de Kyousuke y de pronto se detuvo.
“¿Pero?”
La
mirada de Eiri seguía evitando el cuerpo de Kyousuke.
“…Oye,
Kyousuke, ya que te incriminaron con falsas acusaciones, te liberarán, ¿cierto?
¿Has pensado en regresar a tu mundo original, regresar al mismo lugar que
antes? Vivir como el Carnicero de la Bodega por el resto de tu vida después de
estos tres años, soportándolo sin fin… Aun así, ¿deseas volver adonde
perteneces?”
“—Sí,
así es.”
Kyousuke
asintió. Recordando la imagen de su importante familia en su mente, inyectó
poder en su voz.
Hasta
que se reencontrara con Ayaka y se disculpara con ella, no iba a rendirse.
¿Rendirse? Absolutamente no.
“…Ya
veo.”
La
expresión de Eiri quedó envuelta con una capa de melancolía. Susurrando,
lentamente bajó los párpados.
Kyousuke
esperó en silencio. Diez segundos, veinte segundos, treinta segundos pasaron—
“…Entiendo.
Entonces te diré.”
Eiri
abrió los ojos, irradiando una luz que hizo que Kyousuke contuviera el aliento.
Una
luz severa, inorgánica, sin emociones. Esta mirada, pulida y tallada en hielo,
disparó directo a través de Kyousuke.
“Empecemos
primero con el resultado final… Aunque resistas y sobrevivas estos tres años,
no serás capaz de regresar al mundo del que provienes.”
“¿……Huh?
No, espera, puedo volver, ¿cierto? Porque este lugar es para reformar asesinos
convictos—”
“—Error.”
Eiri interrumpió a Kyousuke.
Como
cortando la telaraña conocida como esperanza que se mantenía como el único
apoyo mental de Kyousuke en este purgatorio infernal lleno de homicidas…
Como
empujando a Kyousuke al abismo más profundo del infierno, Eiri anunció la
verdad:
“La Academia
Purgatorium de Rehabilitación no es una escuela para reformar a homicidas
convictos… En cambio, es una escuela especializada para re-educar y corregir a homicidas
convictos que tienen experiencia en matar—con
el fin de convertirlos en asesinos profesionales.”
NOTAS DEL TRADUCTOR
(1)
Joji Tani es su
nombre verdadero. Es un director y artista de efectos visuales. Es conocido por
sus trabajos en películas como Depredador (1987), La novia de Re-Animator
(1989) y Pesadilla en Elm Street 4 (1988).
(2)
Raza vacuna. http://es.wikipedia.org/wiki/Holstein_%28ganado%29
(3)
El kanji para
Akabane significa ala(s) roja(s).
Traductor al
Inglés: Anónimo (Foro
Baka-Tsuki)
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Cristoww y nahucirujano
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Cristoww y nahucirujano
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