Cuarto Período


Huele a Sangre Podrida

Uña Oxidada, Corazón Oxidado


P. ¿Cuáles son las recomendaciones del menú de la cafetería y la tienda de snacks?

R. Las “sobras de comida de la noche anterior” y las “sobras de pan de hoy”. Los ingredientes principales son tallos de vegetales y la parte grasosa de la carne. Originalmente se supone que se desechan como basura de la cocina, pero ahora se los recicla y se los reúsa. Bastante ecológico… ¿Qué hay de mí? Hoy, comeré un filete Chateaubriand de carne de res Wagyuu. Por supuesto que no comeré la bazofia que comen ustedes, estúpidos. ¡Me dan ganas de vomitar!

***

“…En la destrozada tierra montañas y ríos perduran / En la ciudad primaveral brotan árboles y plantas—”

Kurumiya pasaba las páginas del libro de texto lentamente con su mano izquierda mientras leía poesía, su mano derecha golpeteaba una tubería de acero contra su hombro, paseándose por el salón. Aunque el salón estaba envuelto en una atmósfera tensa como siempre, últimamente, la situación mejoraba dependiendo de las condiciones.

Probablemente en los cinco días desde que Kyousuke y los demás empezaron la escuela, todos habían comenzado a acostumbrarse a la vida en la Academia Purgatorium de Rehabilitación. Común como era, Kyousuke no fue la excepción.

“—El tiempo fugitivo provoca el llanto de las flores / Hieren al pájaro libre los corazones separados…”

Cuando Kurumiya pasó frente a Kyousuke, ella lo miró por un instante. Sin embargo, el corazón de Kyousuke aún seguía básicamente en calma. Kurumiya era una profesora y hacía más que simplemente disciplinar.

Más allá de los estudiantes que presionaban los botones de Kurumiya múltiples veces al día (básicamente Mohicano) y recibían disciplina, el progreso pacífico en las clases era sorprendente.

El arte de los grafitis a la vista ocasionalmente, las miradas de los compañeros de clase, el comportamiento absurdo de Kurumiya que era similar a ataques sorpresa—más allá de todo esto, la vida en el salón de clases era básicamente la misma que Kyousuke tenía en la escuela secundaria…

…Bostezo.

Eiri bostezó, lucía como si se fuera a quedar dormida. Era entendible.

Además, el sistema en la Academia Purgatorium de Rehabilitación establecía que cada profesor era responsable de enseñarle cada materia a su clase titular. Evaluada simplemente como educadora, la verdad es que Kurumiya era bastante excelente.

Tocando todos los puntos principales pero progresando desde lo básico a lo más complejo, su enseñanza estaba vertiendo conocimientos en la mente de Kyousuke como un río constante.

Además, la distintiva voz de lolita sonaba muy linda y placentera para los oídos.

“…Las llamas de la guerra crecen desde hace ya tres meses / ¡Una carta de la familia vale mil onzas de oro—!”

Escuchando “Primavera Cautiva” del poeta chino Du Fu, Kyousuke miraba el reloj en la pared para saber la hora.

Diez minutos para el final de las clases del día… huh.

Últimamente, había algo que afligía a Kyousuke cada vez que se le cruzaba por la mente, atormentándolo.

Causado por las cartas que en este momento se amontonaban en el bolsillo de Kyousuke.

Cartas escritas para él que Kyousuke había descubierto en el casillero de sus zapatos esta mañana. Escritura de chica, letras redondas, a mano, con corazones, este era precisamente el origen del mal que amenazaba la paz de Kyousuke.

“—Los canos cabellos pelean al dolor del exilio / ¡Bien pronto la horquilla no habrá de sujetarlos…!”

Sintiendo que la voz de Kurumiya se alejaba gradualmente a la distancia, Kyousuke apretó el puño con fuerza.

Aún quedaba la última lucha mortal del día. De nuevo, fallar no era una opción.

× × ×

“Kamiya-kun… Mataste a doce personas, tú…”

Después de clases, en un lugar desierto detrás del gimnasio, Kyousuke se encontró con una chica.

Cabello largo negro liso. Piel pálida como la nieve. Una estudiante mayor del segundo año, lo abrazó, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Kyousuke desde atrás, retorciendo su cuerpo con timidez.

Bajo largas pestañas que revoloteaban, sus ojos miraban a Kyousuke, solicitando afecto y cariño.

Ella suspiró profundamente mientras se decidía, su rostro se sonrojó como una manzana.

“¡Te amo! Así que, por favor… ¡Atravesemos nuestros corazones con nuestro amor!”

Exponiendo sus verdaderos sentimientos…

Sacó el cuchillo de supervivencia que escondía detrás y lo blandió hacia la garganta de Kyousuke.

“¡¿Uwahhhhhh?! ¡L-Lo siento!”

—Golpe. Kyousuke esquivó el ataque sorpresa en el último segundo, golpeándola en el estómago.

“Ooph.” La estudiante gimió apasionadamente antes de colapsar con suprema felicidad y éxtasis en su rostro.

Kyousuke atrapó su cuerpo mientras se limpiaba el sudor frío de la ceja.

—Esto estuvo demasiado cerca. Había bajado la guardia sólo porque era una estudiante mayor. Si estaba en segundo año, ¿no debería estar reformada ya? Y por qué lleva un cuchillo…

“¿…Ara? ¿Rechazaste a otra? Pero la de esta vez estaba muy buena.”

Mientras Kyousuke dejaba descansar a la chica inconsciente en el suelo, Renko emergió de alguna parte del gimnasio.

Pronto, Eiri y Maina también hicieron aparición. Eiri estaba rechinando los dientes mientras que Maina aplaudía, diciendo “Kyousuke-kun es muy popular. ¡Asombroso!”

Kyousuke suspiró profundamente y se puso de pie.

“Me importa más la personalidad que las apariencias, ok… Aunque sea popular con un montón de psicóticas, esto no me pone contento para nada.”

En los tres días que siguieron a la conmoción de la vez anterior, Kyousuke recibió confesiones de varias chicas una tras otra.

Un total de diez. Promediando poco más de tres por día, su era de súper popularidad con las señoritas finalmente había ocurrido. Sin embargo, como todas eran asesinas convictas sin excepción, sus métodos de confesión eran totalmente locos.

“Quiero saber todo acerca de Kamiya-san”, casi lo disecciona.

“Déjame devorarte Kamiya-kun… Para convertirnos en una sola carne”, una chica sin luz en los ojos lo empujó contra el piso.

“Quiero colgarte como un adorno”, un cortejo desquiciado de parte de una chica blandiendo una sierra en la mano.

Y luego estaban los llantos masivos de Bob al ser rechazada, convirtiéndola en un tanque humano incontrolable. Kyousuke escapaba volando por su vida mientras Bob destruía parte de la escuela…

Absolutamente terrible.

Permitirles a Renko y las demás chicas estar en la escena de la confesión era por protección. Aunque las cosas no habían llegado al punto donde era necesaria su ayuda, Kyousuke sabía que sólo era cuestión de tiempo.

“A este ritmo, no me salvaré… Me matarán definitivamente.”

Exhausto física y mentalmente, Kyousuke se sujetaba la cabeza.

Renko cruzó los brazos pensando y posó su dedo índice a un costado de su rostro.

“Estás rechazando a cada una de las chicas… Comparado con el cuerpo, tu mente debe estar más cerca del límite, ¿verdad? Pero como eres muy popular, no hay nada que podamos hacer… ¡Oh, cierto!”

Muy rápidamente, Renko juntó las palmas como inspirada con una buena idea.

“¡Recibes confesiones porque estás soltero! ¡En otras palabras, una vez que tengas novia, las confesiones se detendrán…! ¿Verdad? ¿No crees que es una buena idea? Foosh.”

“No funcionará. No tengo a nadie con quien salir.”

Si hubiera alguna con quien salir, simplemente lo haría, pero estas chicas son todas unas psicóticas peligrosas.

“¿Hmm? ¿No te estás olvidando de algo, Kyousuke? Candidatas a novia de gran calidad aquí mismo… ¡Nosotras tres!”

Volteando hacia Eiri y Maina, Renko extendió los brazos en una pose de presentación.

Al escuchar eso, Eiri dijo “¿…Huh? De ninguna manera” y se negó de inmediato.

Maina también dijo “¡¿Eh?! ¡¿Ser la novia de Kyousuke-kun?! Claro que no… Umm… Cómo debería decirlo, umm… ¡Lo siento!” y con timidez agachó la cabeza.

Kyousuke no había expresado interés siquiera, pero de alguna forma sintió que lo habían rechazado.

“…Oye, Renko. ¿Cómo vas a compensarme por haber herido mis sentimientos de esta manera?”

Quizás sufriendo un golpe a su autoestima, Kyousuke se sintió triste.

Eiri y Maina eran bellezas espectaculares. Andar con ellas se sentía muy bien, pero Kyousuke nunca había esperado que lo rechazaran de inmediato. Muerte instantánea.

Hacia Kyousuke cuyos sentimientos habían sido lastimados en cierta forma, Renko asintió con un foosh.

“Sí. ¡Entonces está decidido! Sal conmigo, Kyousuke.”

“Me niego.”

“———”

“Oh no… ¡E-Es que, piénsalo! Después de todo, llevas una máscara de gas y no puedo ver tu rostro. Aunque en verdad me gusta lo enérgica y animada que eres siempre, pedirme que vaya en serio con alguien a quien nunca le vi la cara, es un poco…”

Dada tal apariencia, era un poco aterrante ver a Renko quedarse en silencio de repente, era imposible darse cuenta de qué pasaba con ella.

Mientras Kyousuke se sentía agobiado por la presión y borró su sonrisa, Renko suspiró “shuko”.

“¿Acaso no te importaba más la personalidad que las apariencias? ¿Estabas mintiendo?”

“N-No, no estaba mintiendo… Pero hay límites, ¿verdad? Además, alguien que usa una máscara de gas las veinticuatro horas del día es demasiado turbio, no puedo evitar preguntarme si está bien de la cabeza… ¿Cierto?”

“Qué rudo… ¡Eso es muy rudo, Kyousuke! ¡Demasiado rudo! Claramente creía tanto en ti… Claramente creía en que eras alguien que no elige compañera basado en la apariencia, Kyousuke. ¡Claramente creía que un par de melones masivos eran suficientes!”

Como una caricatura dibujada gritando, Renko se lanzó sobre Kyousuke.

Naturalmente, presionó su voluptuoso busto contra las cercanías de la cintura de Kyousuke…

Esta sensación de suavidad y abundancia hizo que Kyousuke gritara de la sorpresa.

“¡¡Oye!! Idiota… ¡Suéltame! ¡Suéltame!”

“¡No! ¡No te soltaré, no te soltaré, y no te soltaré! ¡Foosh! ¡Foosh!

“¡Deja de armar un berrinche! ¡Deja de presionar tus pechos contra mí! T-Te estás moviendo muy intensamente…”

Imposible de distinguir si era a propósito o por casualidad, mientras Renko retorcía su cuerpo diciendo “no te soltaré”, sus pechos se estaban presionando y deformando lentamente, abrazando una cierta parte del cuerpo de Kyousuke entre ellos, resultando en una sensación súper placentera a la que era imposible resistirse.

Aunque la dureza de la máscara de gas lo estaba lastimando, Kyousuke empezaba a pensar seriamente—¿qué importa si tiene una máscara de gas?

“…Tsk.”

Un chasqueo de lengua. Eiri estaba mirando a Kyousuke y Renko con ojos asesinos.

Maina estaba tocándose las mejillas, gimoteando “Qué atrevida, Renko-chan…”, sonrojándose.

Kyousuke por fin volvió en sí y rápidamente puso sus manos en los hombros de Renko, para alejarla.

“Urgh, oye… ¡Suéltame, pechos enmascarados! ¡Basta de esta tontería! ¡Eiri y Maina nos están viendo! ¿Puedes prestar un poco de atención a las miradas de la gente—?”

“¡Cierto, Kyousuke! ¡Hay otra manera!”

Instantáneamente, Renko lo soltó y dijo en voz alta.

Ante la reacción excesivamente repentina, Kyousuke preguntó sorprendido:

“¿…Huh? ¿Qué manera es…? Y además, ¿de qué estás hablando?”

“¡Confesiones, confesiones! Creo que esta es la mejor manera de detener las confesiones.”

Mientras Kyousuke preguntaba “¡¿En serio…? ¿Cómo?”, Renko se rió foosh.

“Por favor espéralo con ansias. Los efectos serán grandes, sólo relájate. ¡Déjame ponerle fin a estos peligrosos días! ¡Shuko~!

Renko infló su pecho de manera exagerada y afirmó.

Al ver a Renko mostrar un lado confiable en tan extraño momento, la voz de Kyousuke se conmovió.

“Qué increíble escote—digo, confianza. ¡Cuento contigo, Renko!”

× × ×

“Soy un idiota por haber contado contigo.”

Pasó el sábado, pasó un día libre. El lunes llegó para dar inicio a una nueva semana.

Cuando llegó la hora del almuerzo, Kyousuke se decepcionó instantáneamente en la cafetería. Sintiendo que lo drenaban por completo, se quedó mirando la cucharada de “sobras de omelet de arroz de la noche anterior” que le presentaron acompañada de “Abre la boca y di ah~”

Sentada a su lado, tomada del brazo, Renko estaba usando su otro brazo para alimentar a Kyousuke muy íntimamente. Suspirando “shuko…”, bajó la cuchara, decepcionada.

“¿Qué pasa, Kyousuke? Te ves triste. Vamos a ponernos más acaramelados~”

Sin terminar, Renko se aferró más fuerte a su brazo, presionándose contra Kyousuke. No sólo sus pechos, sino que todas las partes de su cuerpo eran tan suaves que lo hacía marearse. Una dulce fragancia a jabón emanaba de su cuerpo.

“…”

Si no fuera por la máscara de gas que aparecía y desaparecía de la esquina de su campo de visión, Kyousuke seguramente hubiera perdido la razón.

Empezando desde que se encontraron durante el receso, Renko se había apegado a él de esta manera. —Para llevar a cabo un show deliberadamente para que los demás los vean.

“…Oye, Renko. La manera en que te estás apegando a mí, hace que las chicas no se me acerquen, ¿pero no hay otra manera? La manera en que estás actuando hace que parezca que estamos saliendo.”


“Sí, ¿no está bien? Ese es exactamente el plan. ¡El plan ‘hagamos demostraciones públicas de afecto para que los demás piensen que estamos saliendo’! Después de todo, no estamos saliendo de verdad, así que no tiene nada de malo, ¿cierto?”

“No, no me refiero a eso. ¿Cómo debería decirlo? De esta manera…”

No quiero que los demás piensen que estoy saliendo con una rara pervertida que usa una máscara de gas. Sin importar qué, Kyousuke no podía animarse para admitir abiertamente algo como eso.

“…No quieres que los demás piensen que estás saliendo con una pervertida rara que usa una máscara de gas, ¿es eso, no? Si fuera tú, Kyousuke, yo tampoco estaría de acuerdo. Me haría cuestionarme mis gustos.”

Sentada diagonalmente opuesta a él, Eiri pronunció los pensamientos de Kyousuke.

Al escuchar esa acusación sin piedad, Renko recibió un gran golpe.

“¡¿Qué?! ¡No soy una pervertida! ¡Estás equivocada! ¡¿Acaso ninguno de ustedes ve la pureza en mis ojos?!”

“…Sí, claro, como si alguien pudiera verlos. No están a la vista. De todas maneras, eres una pervertida. ¿No te avergüenza frotarte y frotarte contra él de esa forma? …Mira a Maina.”

“…Auau.”

El pequeño cuerpo de Maina estaba encogido en una bola, lucía muy avergonzada. Como apartando su atención de Kyousuke y compañía, ella estaba tratando de concentrarse en su comida tanto como podía.

“…En primer lugar, estás demasiado preocupado. Las confesiones de esas fanáticas van a ir disminuyendo con el tiempo, así que sería mejor ignorarlas. Si terminas provocándolas podría ser contraproducente.”

Finalmente, Eiri dijo “…Hmph” y se llevó un poco de “sobras de pasta de la noche anterior” a la boca.

Era imposible saber si Renko había aceptado las acusaciones de Eiri, pero Renko se separó del cuerpo de Kyousuke y asintió exageradamente.

“Ya veo. Por fin lo entiendo. En otras palabras, lo que Eiri quiere decir es: ‘Actúas acaramelada con él en frente de mí, ¿estás buscando pelea? ¡La verdad es que yo también quiero estar acaramelada con Kyousuke!’ ¿Es eso?”

“¡¿—Pffft?!”

Pasta salió volando de la boca de Eiri.

“¡¿Kyah?! ¡¿Estás bien, Eiri-chan?! Awawawa.”

Maina soltó sus palillos y le golpeó la espalda a Eiri.

Con lágrimas brotando de las esquinas de sus delgados ojos, Eiri miró enfadada a Renko.

“¡¿Cómo llegaste a esa conclusión?! ¡Eso es muy estúpido! Muérete. ¡¿Quieres morir?!”

“Eh… Eiri, en realidad me dijiste ‘No me provoques’, ¿verdad?”

“¡Nunca dije eso! Y además, deja de imitarme. Es muy molesto.”

“…‘No lo hacía, pero, como sea.’”

“¡¿Huh?! ¡¿No te dije que no me imites?! ¡Además, yo no sueno así!”

“‘Un pecho plano es símbolo de estatus. Hay cierto valor en la escasez. No me molesta en absoluto. Muérete de una vez.’”

“¡Q-Qué molesta! ¡Cállate! ¡Ten cuidado o voy a masacrarte, ¿ok?!”

La voz imitada de Renko fue bastante asombrosa. Eiri se levantó, se inclinó hacia delante y gritó violentamente.

Con sus usuales ojos adormilados casi 90% abiertos, su rostro se sonrojó.

“¡¿Uwahhhhhhh, Eiri está enfadada?! Sálvame, Kyousuke. ¡Va a matarme!”

Renko saltó con excesivo impulso, haciendo que la nariz de Kyousuke chocara violentamente contra la máscara de gas.

Dos sensaciones suaves se expandieron sobre su pecho.

“¡¿Ouch?! ¡Oye, deja de presionarte contra mí, Renko! ¡Deja de involucrarme en esto!”

Mientras Kyousuke se esforzaba por alejar a Renko, Eiri miraba con furia rabiosa en los ojos.

Convirtiéndose en una fuerza tangible, el enojo levantó sus cejas, retorciéndose como convulsionada.

“¿…Por qué estás fingiendo que la rechazas? Claramente te estás excitando, psicópata  pervertido.”

“¿Huh? ¿De qué estás hablando?”

“Te sangra la nariz, te está sangrando la nariz, Kyousuke-kun.”

“¿…Eh?”

Señalado por Maina, Kyousuke lo confirmó.

Sangre que caía de su nariz estaba mojando sus dedos.

“¡¿Q-Qué rayos es esto?! No, esperen, es porque choqué con la máscara de Renko—”

“Es porque te chocaste con su pecho. Oh bueno, como se esperaba de un tipo que se excita con los pechos… No tiene sentido en absoluto. Son sólo dos bultos de grasa… Hmph.”

“Pobre Eiri-chan, no tiene pechos.”

“——”

“¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡P-P-P-P-P-Perdón! El asunto que más molesta a Eiri-chan, no puedo creer que yo… Awawawa.”

Probablemente nunca esperó que Maina dijera algo así, pero Eiri golpeó la mesa con la mano, rechinando los dientes. Sus delgados hombros estaban temblando ligeramente.

Riéndose “foosh” satisfecha, Renko se separó del cuerpo de Kyousuke.

“¿Parece que gané? Oh bueno, también hay gente a la que le gustan pequeños, después de todo. ¡No te preocupes tanto por eso! Aunque a Kyousuke le gustan grandes. ¡Aunque a Kyousuke le gustan grandes…! Te prestaré mi busto para que puedas llorar sobre él, Eiri.”

Repitiendo la misma oración dos veces por alguna razón, Renko acarició la cabeza de Eiri, reconfortándola.

El temblor de Eiri de repente se detuvo. Lentamente, alzó la vista con ojos asesinos.

“¡N-No estoy deprimida para nada, idiota!”

Probablemente tratando de alejar a Renko, Eiri usó la mano derecha de manera despreocupada.

Asustada “¡¿Uwah?!”, Renko se acomodó en su asiento decisivamente, agitando los brazos.

“¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Q-Qué estás haciendo, Eiri?! ¡Eso fue muy peligroso!”

—Vamos, sólo sus uñas estuvieron a punto de tocarte, ¿qué tiene de peligroso eso?

Al ver la reacción excesiva de Renko, aunque Eiri se sorprendió, procedió a fruncir el ceño de inmediato, enfadada.

“¡M-Molesta! ¡Lo tienes merecido, ¿ok?! Hablando todo el tiempo de pechos, pechos, pechos… ¡Cierra el pico por un rato! Y además, ¿qué demonios pasa con esa máscara? ¿Imitas a Slipknot? ¿Screaming Mad George (1)? Antes de que alguien piense que eres vanguardista, primero se cuestionarán sobre tu cordura.”

Inclinándose hacia delante, Eiri regañó a Renko.

“¡¿De qué estás hablando?! No hables mal de ellos… ¡No puedo ignorar lo que dijiste de ellos! ¡Ten cuidado o te daré un cabezazo rockero!”

Renko también estaba enfurecida, golpeando la mesa e inclinándose hacia delante.

Entre las dos chicas cuyas frentes estaban tocándose, volaban chispas intensas.

“…Hmph. Sólo inténtalo si puedes. Veremos quién se muere.”

“¡Oye! ¿Estás tratando de vengarte por lo de recién? En términos de pechos, es una victoria apabullante para mí. Foosh.

“Kutsu… ¡Aparte de los pechos, es una victoria apabullante para mí! ¿Qué tienes de atractivo además de los pechos?”

“¡Por supuesto que hay más! Como párpados dobles, ojos grandes y claros, labios sexy y encantadores—”

“¿Huh? Todo lo que veo son dos oculares horribles y un respirador grande y estúpido. Deja de hacerte la tonta sobre las mismas cosas una y otra vez, ¿ok…? Además.”

En ese momento, la boca de Eiri se frunció mientras miraba a Kyousuke.

“Aquí tienes~” Maina le dio cortésmente un pañuelo de papel a Kyousuke, quien lo usó para taparse la nariz.

“¿…Hmm?”, las dos emitieron sonidos de asombro al mismo tiempo, inclinando la cabeza.

“¿…Por qué están actuando tan íntimos? ¿Estás buscando pelea?”

“¡Así es, así es, qué terrible! Conquistar a Kyousuke mientras Eiri y yo estamos peleando por él… T-Tú… ¡Robadora de novios! ¡Zorra!”

Renko gritó con una voz lo suficientemente fuerte para resonar en toda la cafetería, golpeando la mesa con furia.

“¿…Huh? No estoy peleando por él.”

La expresión de Eiri empeoraba más y más.

Al escuchar que la llamaron robadora de novios, Maina quedó impactada, sus ojos se movían de Renko a Eiri.

“Awawa… ¡P-Perdón! N-N-N-N-N-No tenía esa intención… Awawa.”

“¡Oigan, cálmense chicas! Y además, controlen el nivel de sus voces, ¿ok—?”

Kyousuke acababa de hablar cuando se dio cuenta.

Las miradas cercanas de las chicas que veían el revoltoso grupo de Kyousuke. El nivel de peligro estaba aumentando dramáticamente.

Los pesados sentimientos estaban haciendo que Kyousuke se sintiera mareado por la presión.

—Celos. U odio.

Admiración y deseo dirigidos hacia Kyousuke, convertidos en lados diametralmente opuestos.

La razón era obvia. Atascado en medio de tres chicas peleando por él, esto era el escenario legendario e infernal de shuraba a los ojos de la gente. Esta clase de escena debe ser desagradable para ver.

Sudor molesto empezó a gotear mientras voces de mal augurio invadían los oídos de Kyousuke.

“¡Eeeeee! ¡Esas putas, cómo se atreven a robar(le la vida) a mi amado Kyousuke-sama!”

“Son cuatro. ¿Cómo debería comerlos? Rostizados, al vapor, fritos, cocidos…”

“Kyousuke, me decepcionaste mucho. Suficiente, es hora de la destrucción. Lo que no puedo obtener, tendré que destruirlo por completo.”

“¡¿Gwahhhhhhh?! ¡Cálmate! ¡Calma, Azrael! ¡Puedes desatar ‘El Cielo Debe Arder’ luego! ¡Porque ahora envolvería a todos los demás!”

“…”

Los alrededores de Kyousuke habían empeorado en comparación con antes.

Había una sensación de presión como si la multitud fuera a atacar toda al mismo tiempo en el próximo segundo.

En otras palabras, el plan de Renko de ‘Hagamos demostraciones públicas de afecto para que los demás piensen que estamos saliendo’ se fue al demonio. O más bien, empeoró las cosas en lugar de ayudar.

Y en ese momento, hablando de culpables…

“¡Idiota! ¡Kyousuke es un gran idiota! ¡Pero aun así, te amo!”

Sin preocuparse por la situación a su alrededor, ella lo abrazó.

Todavía apegada al plan, Renko gritó mientras frotaba su cuerpo contra él.

Hostilidad, cayendo como lluvia de balacera, convirtiéndose gradualmente en verdadero instinto asesino.

“¡Tú eres la idiota, Renko! ¡Deja de provocar a los demás!”

—Shaka, shaka, shaka, shaka.

“¡Deja de escuchar música y escúchame a mí! ¡Baja el volumen, baja el volumen!”

A propósito, Renko había estado escuchando música todo el tiempo…

Era por eso que no escuchó casi nada de sus alrededores.

“No es como si yo estuviera totalmente libre de culpa…” Kyousuke puso una expresión amarga.

Los celos y el odio de las chicas estaban dirigidos más hacia Renko que a Kyousuke.

Parece que Eiri era la única que había notado eso. Echando simplemente un vistazo a Maina quien estaba repitiendo “No soy una robadora de novios…” sin parar, Eiri miraba más a los alrededores.

“No te preocupes, Kyousuke… Me quedaré con Maina. No dejaré que nadie la lastime.”

Como se esperaba de la asesina de seis personas. Valentía admirable.

La torpeza excepcional de Maina era un arma asesina en sí misma, por lo que probablemente no era tan fácil que ella fuera víctima de otros.

¿Quién era el que necesitaba preocuparse por Renko después de todo—?

“¿…No está bien dejarla sola? Después de todo, no es de la misma clase y fue ella misma la que causó todo esto. Encima parlotea sin parar y agita ese busto gigante… O más bien, ¿esas cosas no son engendros? Muérete de una vez.”

Eiri ofreció un consejo maldito de manera despreocupada. Lo del busto gigante era sólo rencor personal…

“¡¿Eh?!” Mientras se frotaba contra el pecho de Kyousuke, Renko miró a Eiri, sorprendida.

“Muérete de una vez… ¡Eso es muy rudo! ¡Es un golpe tan fuerte para mí que me voy a morir de verdad, ¿sabes?! ¡Porque soy una chica con un cuerpo y mente frágiles! En este momento, soy tan frágil como un bebé. Foosh.

Ante el acto deliberado de Renko, Kyousuke y Eiri suspiraron profundamente.

Aunque no tenían idea de qué clase de asesina era, a juzgar por las actitudes despreocupadas de Renko, probablemente no era necesario preocuparse por ella.

O mejor dicho, Kyousuke tenía mucha curiosidad de saber cómo se vería ella cuando lloraba sinceramente, al menos una vez.

Si eso sucedía, quizás Renko se sacaría la resistente máscara que siempre usaba—

× × ×

“¿…Ren-ko?”

Unos días después del alboroto en la cafetería, durante el receso después del segundo período. Parado ante la dramáticamente cambiada Renko, Kyousuke murmuró sorprendido. Maina dijo “¡¿Eh?!”, jadeando mientras Eiri frunció los labios en silencio.

“Quién demonios hizo esto… Q-Qué rudas…”

La manera en que se veía sólo podía describirse como trágica.

En la superficie de la máscara de gas, esta era la clase de grafitis que la cubrían.

“Fea” “PERRA” “Ramera Cochina Sinvergüenza” “Soy un mingitorio humano” “VIÓLAME” “Holstein (2)” “¡Fácil!” “Pechos falsos” “Mierda” “Muere” “GRAN PUTA” “Muere por un golpe de calor”, etc.

Escritos en una mezcla de tinta de colores, esos grafitis estaban llenos de malicia, hostilidad, e instinto asesino.

La superficie negra estaba casi cubierta por completo.

Aunque no había heridas externas, la intensa maldad de esas vándalas no era mucho mejor. La malicia tangible era aterrante.

Sentada en el medio del grupo de Kyousuke quienes estaban congelados en sus asientos, Renko suspiró “shuko…” y levantó la mano.

“Oh cielos~ estaba tan asustada. Después de despertarme, me encontré rodeada completamente por chicas. Todas ellas emanando un aterrador instinto asesino… Parece que hubo una disputa mientras estaba durmiendo. Pregunté ‘¿qué pasa?’ y terminé recibiendo como respuesta ‘¡Recién ahora te das cuenta!’ y ‘puta lenta’.”

“…Q-Qué siniestro.”

Esas personas probablemente nunca esperaron que Renko de verdad se quedara dormida y se confundieron, pensando que ella las estaba ignorando.

Pensaron que la chica con la máscara de gas se sentó con normalidad y luego se levantó con normalidad.

“Entonces cuando empezó el primer período, el profesor me miró la cara y preguntó… ‘¿Qué sucede con eso?’ Le respondí ‘Como usted ve, (la máscara de gas) es para estar a la moda’. El profesor me miró raro y se quedó en silencio… Oh vaya. Pareció extraño así que le pregunté a las personas detrás de mí, pero nadie me respondió. ¿Tan rara es mi máscara?”

Inclinando la cabeza, Renko sonaba sorprendentemente relajada.

Lucía totalmente inconsciente de su situación.

Kyousuke no sabía si llamarla ingenua o descuidada… Qué chica que hace lo que quiere.

A pesar de lo sorprendido que se sentía, Kyousuke le contó a Renko acerca de la fuente de su desconcierto.

“Renko… Tu máscara es un desastre total, le han dibujado y escrito, ¿sabes?”

“¡¿Q-Q-Q-Q-Qué dijiste?! Quién demonios… ¡¿Cuándo?!”

Renko se inclinó hacia atrás, usando todo el cuerpo para expresar su asombro.

“¿…No es obvio? Por supuesto que fue ese grupo de chicas que te estaban rodeando. Además, las ignoraste así que es natural que te odien, ¿cierto? Qué montón de putas engañosas… Deberían morirse.”

“¡Así es, así es, fueron muy rudas! Pobre Renko-chan… Te escribieron cosas tan horribles. Es necesario borrarlas tan pronto como sea posible… Auau.”

Maina se levantó y usó su pañuelo para limpiar la máscara de Renko. Sin embargo, no todo pudo borrarse.

Aun así, Maina seguía refregando con fuerza. Renko palmeó ligeramente a Maina en la cabeza para reconfortarla.

“Sí, gracias, Maina. Pero no te preocupes. Para el próximo receso, va a estar totalmente limpia. Por cierto, ¿qué tiene escrito? ¿Belleza de Pechos Grandes?”

“No… Cosas como ‘Pervertida Demonio con Pechos’, ‘Pervertida Venenosa con Pechos’ y ‘Pervertida Malvada con Pechos’.”

“¡¿Ehhh?! ¡Como dije, no soy una pervertida! ¡No entiendo por qué dice venenosa y malvada también! ¡Usar el idioma japonés así es totalmente raro! Es como una grosería.”

“No es como una grosería, es una grosería.”

“…Como es un grafiti, por supuesto que hay groserías.”

Kyousuke y Eiri replicaron al mismo tiempo. Cuán inconsciente puede ser en una situación de crisis…

Ni siquiera notaba la hostilidad dirigida hacia ella.

Como se esperaba, Renko se cruzó de brazos, desconcertada.

“¿Pero por qué me hicieron esto de repente? Y todas ellas eran chicas. ¿Están celosas de mi hermoso rostro y mis pechos? Como Eiri. Foosh.

Hablando con una voz sorprendida, especuló con toda razón.

Las cejas de Eiri se estremecieron, luego miró de reojo a la máscara cubierta de grafitis.

“¿…Huh? Cómo puede ser posible eso, retrasada. ¿Acaso todos tus nutrientes se fueron a esos pechos, y por eso tu cerebro quedó vacío? Muérete, muérete, muérete, sofócate hasta morir.”

“¡¿Ehhhhhhhhh?! Me haces parecer muy inútil, eso es muy rudo… Muy rudo.”

“¡Sí! ¡Eiri-chan, por favor no digas más! Renko-chan está triste…”

Defendiendo a Renko, Maina regañó a Eiri.

Probablemente porque Maina se puso del lado de Renko, Eiri frunció el ceño, descontenta.

“…No es gran cosa. Sólo estaba leyendo los grafitis. Además, no está triste para nada… Pero a pesar de haber sido maltratada de esta forma, ¿todavía puedes charlar así nada más? Al menos muestra un poco de furia asesina.”

En un tono de voz de prueba, Eiri trató de incitar a la todavía indiferente Renko.

“Bueno.” Renko presionó su dedo índice contra su mentón, reflexionó y dijo:

“¡No puedo hacer que surja! Más bien, como todas se reunieron para dibujar grafitis, ¿no es divertido? Foosh. Aunque es desafortunado que yo no pueda leerlo… Oigan, oigan, ¿qué hay escrito? ¡Esta es una oportunidad extraña, díganme!”

“……”

Renko preguntó con entusiasmo. Su ingenua inocencia hizo que Kyousuke, Eiri y Maina intercambiaran miradas entre sí.

La misma pregunta estaba escrita en los rostros de ellos.

¿—Renko de verdad mató a alguien? Inmutable sin importar lo horrible que eran las cosas que le hacían, Renko lucía como una chica tonta e inofensiva. Ni la más mínima pizca de malevolencia podía percibirse de ella.

O quizás, ¿sólo estaba ocultando la locura en su corazón?

—Ni idea. La fea máscara cubierta de grafitis escondía el interior de Renko firme y severamente junto con su verdadero rostro. Recién ahora, Kyousuke sintió miedo en serio hacia los antecedentes desconocidos de Renko… hacia algo oculto debajo de su máscara y su comportamiento.

“¡Oigan, oigan! Hablen de una vez y díganme. Si esto sigue así, me dará tanta curiosidad la máscara que no podré concentrarme en las clases del próximo período. ¡Oigan, miren atentamente!”

Por el otro lado, la persona en cuestión, Renko, estaba completamente inconsciente de los escalofríos en el corazón de Kyousuke. Sacándose la capucha, reorientándose, señaló a un costado de la máscara que la cubría hasta cierto punto.

Echando otro vistazo, esta máscara, que sólo le cubría el frente de la cara, era sorprendentemente pequeña en área.

Aunque sus orejas estaban cubiertas por auriculares modernos, todo lo demás estaba esencialmente expuesto.

Por las aberturas entre las correas negras que aseguraban la máscara a su cabeza, sobresalía cabello plateado con un matiz de azul. Mientras Kyousuke contemplaba fascinado, cierto grafiti le llamó la atención.

Para Kyousuke-kun: Mañana a la hora del almuerzo, te espero detrás del gimnasio. Por favor ven solo, ¿ok? A menos que quieras que esta chica muera.

—Una nota dirigida a Kyousuke.

El contenido era básicamente el mismo que las cartas de amor que había recibido.

Sin embargo, la amenaza de la última oración era algo nuevo. Probablemente porque Kyousuke puso una expresión nefasta sin prestar atención, Eiri, quien estaba sentada al otro lado de Renko, miró a Kyousuke con asombro en los ojos.

“¿…Qué pasa, Kyousuke?”

“¿Hmm? Oh, nada… Nada en absoluto. Jajaja…”

Kyousuke suavizó las cosas con una sonrisa.

El miedo y la ansiedad causadas por Renko recién, estaba ocupando la mente de Kyousuke, afligiéndolo.

Si ignoraba esta invitación, Renko estaría en peligro. Sin embargo, para Kyousuke y los demás, esta podría ser una excelente oportunidad para exponer ese algo que Renko estaba ocultando…

Sin importar qué clase de locura estaba escondiendo Renko debajo de su máscara, probablemente iba a admitirlo en una situación de vida o muerte. En el instante antes de que fueran a matarla, nadie seguiría ocultando su arma mortal—locura.

Qué debería hacer… ¿Ignorarla? Después de todo, no me afecta realmente a mí.

Cuando lo invitaban antes, Kyousuke ponía en peligro su vida si no aceptaba. Aunque Kyousuke pensaba que sería mejor esconderse para una emboscada con determinación más que sentarse a esperar a que lleguen los ataques sorpresa, aun así obedecía a las cartas.

—Pero esta vez era diferente.

Aunque ignorara esta invitación, la que estaría en peligro sería Renko, no Kyousuke.

Además, esta era una oportunidad para exponer ese algo que Renko estaba ocultando. Dos pájaros de un tiro. No obstante…

“¡Jeez! ¡Basta de este juego de ignorarme, ¿ok?! Qué rudos… Puedo dejárselo pasar a los extraños… Pero ustedes son mis amigos. Me enojaré si siguen ignorándome así, ¿ok?”

Renko se puso la capucha de nuevo y se rió “foosh” en broma.

Mirando a la enigmática Renko, Kyousuke pensó:

¿Y si esta chica inocente y amistosa no ocultaba nada y simplemente la mataban? ¿Acaso eso no sería equivalente a que Kyousuke la matara?

Si eso sucedía, entonces él no sería muy distinto del resto, esos asesinos que odiaba y despreciaba.

Cierto… ¿Qué demonios estoy pensando? La respuesta ya se decidió desde el comienzo.

“……”

Eiri puso una mirada como si quisiera decir algo, esa mirada atravesó a Kyousuke mientras éste apretaba los puños debajo de la mesa.

Pero al final, Eiri no preguntó nada al respecto.

× × ×

“¿Huh…? Qué diablos, no hay nadie aquí. ¿Llegué demasiado temprano?”

A la hora acordada, Kyousuke se abrió paso sin prisas hacia la parte de atrás del gimnasio. Barriendo los alrededores desiertos con la mirada, se rascó la nuca. Entre medio del edificio y algunos árboles, este lugar era bastante oscuro incluso de día.

Aunque ya lo habían llamado aquí varias veces, esta era la primera vez que venía solo.

Renko y las chicas, quienes habían estado protegiendo a Kyousuke en ocasiones anteriores, en este momento estaban lejos, en la cafetería.

Kyousuke había inventado como excusa “tengo que hacer algo así que me iré primero…” para accionar solo.

En otras palabras, si de verdad surgía una emergencia, no podría esperar que la ayuda llegara…

“Argh, maldición… Qué miedo. Además, se está tardando… Jeez, esto me está poniendo ansioso.”

Bajo extrema tensión y nervios, su corazón estaba latiendo como la alarma de un reloj despertador.

Dentro de sus bolsillos, los puños de Kyousuke estaban produciendo puñados de sudor frío.

—Justo en ese momento.

“Oh, buenas tardes. Perdón por hacerte esperar.”

Una voz masculina familiar.

“¡¿…?!”

Se le detuvo el corazón. Tragando saliva con fuerza, Kyousuke lentamente volteó.

La figura que emergió detrás del edificio, saludándolo, era un joven apuesto con cabello castaño claro.

A pesar de estar envuelto en vendajes con curitas y gasa por todas partes, una vista dolorosa, su expresión parecía totalmente impávido de todo esto y se mostraba bastante animado.

Las premoniciones se convirtieron en un escalofrío aterrante, corriendo por la espalda de Kyousuke.

“¿…Shinji? Por qué estás—”

Tan pronto como preguntó, más estudiantes aparecieron desde detrás de Shinji, detrás del gimnasio.

Uno, dos, tres, cuatro… Más Shinji, un total de seis. Todos varones.

Todos estos chicos probablemente eran de primer año. Kyousuke los había visto en los pasillos unas cuantas veces.

—Pero no sólo eso.

Los chicos también estaban emergiendo desde las sombras en la dirección opuesta, aparentemente tratando de cerrar las rutas de escape de Kyousuke.

Tras lo cual, todos miraron a Kyousuke como si estuvieran a punto de arremeter contra él.

En ese momento, Shinji se estremeció de la diversión, sacando la lengua.

“Oh, ¿esperabas con ansias esto? Perdón… Fufufu. Pero estoy muy feliz, Kamiya-san. Viniste como se te pidió. Después de todo, no tenemos deseos de pelear con esos personajes problemáticos.”

“…Oh ya veo. Ahora entiendo.”

Con la aparición de la sonrisa de Shinji, Kyousuke se dio cuenta de repente de algo—Estaba arrinconado.

El mensaje para traerlo aquí probablemente fue lo que Shinji le pidió a sus amigos de la Clase B que escribieran para que Kyousuke mordiera el anzuelo. En otras palabras, a este ritmo…

Bien puede que me maten. —¡Oye, esto es malo! Se acabó… ¡¿Mi vida va a ser tan corta?! Oye, oye, oye, ¿qué debería hacer? ¡¿Qué debería hacer?!

A pesar de estar calmado en su comportamiento exterior, la mente de Kyousuke era virtualmente un desastre.

Todos los chicos estaban mostrando instinto asesino, con una luz malvada destellando de sus ojos.

Así como las chicas estaban celosas de Renko por intimar con Kyousuke, los chicos estaban celosos de Kyousuke por atraer a tantas chicas, llenándolos de esa manera de instinto asesino.

“¡Kamiya! ¡Maldito fanfarrón! Siempre haciendo que las chicas estén a tu lado… ¡Basta de esa mierda! Te mataré… ¡Definitivamente te mataré!”

“J-Jeejeejee… Matar a un riajuu… Diseccionar a un riajuu… J-Jeejee… Te dejaré probar el terror de un no-riaj…

“¡No puedo perdonarte, esto es intolerable! ¡Dejando a un lado a esa ramera enmascarada, no puedo creer que estés avanzando sobre las otras dos bellezas, y recibas confesiones todos los días! ¡Muere, muérete de una puta vez!”

“Oh Kamiya, tus peores pecados son graves y severos… ¡Pero al menos, el sueño eterno te será concedido con esta mano mía! ¡Vamos a desatar un baile escandaloso, mí tan amado Azrael! ¡Devora ese cuerpo sucio por completo! Kukuku… Ujajaja… ¡Jajajajajaja!”

Lanzando lentes de sol, relamiéndose los labios, pisando fuerte sobre el piso, preparando las manos—

Doce asesinos convictos se acercaron a Kyousuke, paso a paso.

Aunque estaban desarmados, la locura en sus ojos era suficiente para asustar a Kyousuke. Finalmente Shinji hizo revolotear su pelo con engreimiento.

“Ciertamente, mataste a doce personas comunes de una sola vez. ¿Pero qué tal si son doce asesinos a la vez? ¡Vamos, trata de matarnos! O sino—”

De repente, Shinji levantó la mano derecha y chasqueó los dedos.

Ante la señal, los asesinos sacaron sus armas.

Cuchillo de cocina, tijeras, cúteres, dagas, taladros… etc.

—Estas eran sus armas para matar.

“…Te matarán, ¿sabes? Fufufu.”

Sonriendo de manera sádica, Shinji lentamente se cruzó de brazos.

Probablemente se rehusaba a ensuciarse las manos. Shinji no llevaba un arma.

En cambio, usando el lenguaje amenazante como un arma para matar, siguió hablando:

“Estas armas las obtuvieron de parte de cierta persona. Esto se hizo en secreto en la prisión, intercambiando artículos de contrabando. Dicho eso, pensar que hay tantos artículos peligrosos en circulación, qué terrible… Ese alguien debe odiarte mucho por tu comportamiento, puede que sea por eso que estas cosas nos las vendió a precio de ganga, entonces—”

La sonrisa desapareció del rostro de Shinji.

Como a punto de tragarse la vida de Kyousuke, sus ojos rojos se abrieron grandes de manera exagerada.

“Te eliminaremos por completo.”

Amenazó.

Amenazó con eliminar a Kyousuke por completo.

Amenazó con cometer un nuevo homicidio dentro de esta escuela pensada para reformar a los asesinos.

“¿…Huh?”

La mente de Kyousuke se quedó instantáneamente en blanco. Vestidos con uniformes escolares, los asesinos se acercaron paso a paso, con ojos que mostraban locura, con armas para matar en sus manos. Ante esta escena, Kyousuke no podía moverse en absoluto.

Sin expresión alguna, Shinji miró a Kyousuke quien estaba empezando a temblar, incapaz de resistirlo.

“Abre los ojos, Kamiya-san. Muéstranos tus habilidades como el Carnicero de la Bodega. Veamos cuántos puedes matar realmente… Fufu.”

A continuación, su expresión cambió—Inmediatamente.

“Suficiente, cierra la boca y déjanos matarlo. ¡¡¡¡¡KAMIYA KYOUSUKE!!!!!”

Blandiendo un cuchillo mariposa, Oonogi estaba en un estado de gran emoción.

Excepto por Shinji, los otros once asesinos arremetieron contra Kyousuke.

× × ×

“¡¿Chibe?!”

Usando todo su poder, Kyousuke le lanzó un derechazo en la mejilla a Oonogi.

Escupiendo saliva mezclada con sangre incontrolablemente, Oonogi voló contra los árboles y dejó de moverse.

Kyousuke pisó fuerte sobre el suelo, estabilizando su cuerpo que se había echado hacia delante por el impulso del puñetazo.

Diez minutos después de que empezó la batalla, Kyousuke estaba comenzando a jadear.

—Aun así.

Huff… Huff… No son tan duros… como pensé…”

Recuperando el aliento, apoyando una mano en su rodilla, Kyousuke sonrió con osadía.

Entre los once asesinos, el único que quedaba, encima desarmado, era un chico que se estremecía por alguna razón desconocida, agachado en el suelo mientras se sostenía el brazo izquierdo. “¡Cálmate! ¡Cálmate, Azrael! Ku… Este bruto enloqueció por entusiasmo excesivo… ¡¿Gwahhhhhhhhhhhhh?!”

Todos los otros bastardos habían sufrido un trágico desquite de parte de Kyousuke.

Yaciendo desparramados por todo el lugar, los chicos no se movían.

Kyousuke barrió su mirada por los alrededores. Todos habían sido derrotados. Con los ojos blancos.

Al ver el estado lamentable de sus camaradas, Shinji suspiró y apoyó su frente contra su mano.

“Qué montón de tipos inútiles, no los soporto… Pero de todas formas, Kamiya-san, pensar que tantas personas no pudieron matarte, ¿eres un monstruo…? Vas totalmente más a allá de la lógica común.”

Soltando esas palabras, Shinji miró a Kyousuke con recelo.

“No soy un monstruo… Sólo resulta que ustedes son unos asesinos muy débiles.”

Kyousuke respondió, su torso estaba cubierto de heridas, sangrando.

Su cabello y uniforme estaban hechos un desastre. Sobre la piel expuesta tenía numerosas heridas, grandes y pequeñas.

—Pero este nivel de lesiones no valía la pena mencionarlo en absoluto.

Aunque las heridas por los cortes sangraban notablemente, eran apenas heridas superficiales. La disminución de energía se debía simplemente al volumen de ejercicio y la tensión extrema, pero se recuperaba rápidamente. Para Kyousuke quien había sobrevivido a un sinnúmero de batallas infernales, esto no contaba ni siquiera como una crisis.

A pesar de ser asesinos, estos tipos son amateurs peleando. Kyousuke se rió, burlándose.

“¿…Y ahora qué? Son los únicos dos que quedan, Shinji.”

“¿Dos…? Oh. También está este inútil aquí. Pero hablando de eso…”

Después de echar un vistazo al chico a su derecha que estaba murmurando sin parar, Shinji se quedó en silencio.

Mordiéndose el labio, mientras sus hombros se desplomaron…

“…Fu… Fufu… Fufufu… Aja… Ajajajaja…”

—Sus hombros se sacudían.

Con los labios formando una sonrisa, se rió de manera burlona.

Kyousuke naturalmente miró a Shinji, incluso el chico que estaba sosteniéndose el brazo izquierdo miró a Shinji, perplejo.

“¿…Qué es tan gracioso?”

Ante la pregunta de Kyousuke, Shinji de repente detuvo su estallido de risa y alzó la vista.

Rebozando de alegría y superioridad, este rostro le provocó a Kyousuke una repentina ola de mal augurio y un escalofrío aterrante, recorriéndole la espalda.

“¿Qué es tan gracioso…? Fufu. Por supuesto que es gracioso… Ajaja. ¿Acaso no dije ‘veamos cuántos puedes matar realmente’? Pero Kamiya-san…”

Shinji entrecerró los ojos. Lo que su vista capturó no fue a Kyousuke.

—Detrás de Kyousuke quien fruncía el ceño.

“Ah, mierda… ¡Ouch! Te atreviste a pelear en serio, Kamiya… ¡Voy a matarte!”

“J-Jeejee… Me golpeó. Ni siquiera mi padre me ha golpeado… J-Jeejeejee…”

“Imperdonable. Imperdonable, imperdonable, imperdonable, imperdonable, imperdonable… ¡Absolutamente imperdonable!”

Varios chicos recuperaron su instinto asesino, poniéndose de pie con sus armas mortales.

La clara voz de Shinji se rió otra vez, mofándose:

“Así es, no mataste a ninguno de nosotros, ¿sabes? ¿En verdad trataste de matar a alguno? ¿Todavía le haces honor al título de Carnicero de la Bodega? Fufufu.”

“¡¿…?!”

Al señalar eso Shinji, esta puñalada golpeó directo en el punto débil de Kyousuke.

Kyousuke no era el Carnicero de la Bodega sino una persona normal que no podría ser más común. No tenía intenciones de matar en absoluto. Incluso con instinto asesino, no iba a matar a nadie—ni tampoco era capaz de hacerlo.

Al ver a Kyousuke apretar los dientes, Shinji se rió todavía más.

“…Vamos, ¿y ahora qué? A este ritmo, te van a matar, ¿sabes?”

Quizás afectado por la confianza de Shinji, el chico que estaba sosteniéndose el brazo izquierdo dijo “Hoo… Por fin, te has calmado, Azrael. Por favor, asísteme. ¡Devoremos hasta saciarnos! ¡Ujajajaja!” Con mucho vigor, levantó su brazo derecho, sosteniendo un bate con clavos.

—Rodeando a Kyousuke, incluyendo a Shinji, eran cinco en total.

A pesar de haber sufrido heridas graves, el instinto asesino en sus ojos se había vuelto más fuerte.

Aunque se estaba asustando, Kyousuke descargó su miedo en sus alrededores.

“Así es… No intenté matar a ninguno de ustedes… ¡Pero ustedes tampoco van a matarme! ¡Mátenme si creen que tienen agallas! ¡Hijos de puta, todo lo que necesito es dejarlos medio muertos! Sólo miren y vean cómo los aporreo contra el suelo tanto que no puedan levantarse—”

—Whoosh, como tratando de interrumpir el grito enfurecido de Kyousuke, Shinji sacó su arma mortal.

“Oh, así será, ¿huh? Entonces déjame concederte tu deseo de morir… Ufufu.”

Del bolsillo interno de su blazer, sacó un robusto revólver.

“¡¿Eh?! Una… ¿pistola? No puede ser…”

La llegada de un arma mortal inesperada le drenó toda la vida a Kyousuke.

Incluso para Kyousuke, era la primera vez que lo apuntaban con una pistola.

Apuntando al afligido Kyousuke, Shinji sostenía el revólver con ambas manos.

“¡Por supuesto que es auténtico, Kamiya-san! Quien nos vendió este arma mortal… Como nosotros, esa persona te quiere muerto. Tanto como para darnos esta increíble carta del triunfo. Fufu… Si no logramos matarte, nos disciplinarán.”

Shinji inclinó el percutor, sus irises marrones llenos de oscuridad, mirando directo a Kyousuke.

“……”

Tengo que escapar—aunque Kyousuke pensó eso, con el cañón ya apuntándole, no había manera de distraer la atención de Shinji.

Como devorado por la oscuridad del cañón de la pistola, la mente de Kyousuke se estaba contaminando gradualmente con oscuridad.

El color de la desesperanza, borrando, eliminando todo.

“Una vista excelente, Kamiya-san… ¿Estás cansado? Entonces déjame liberarte. La muerte te permitirá descansar para siempre. Si fueras una chica, podría usar estas manos para estrangularte y violarte… Lo siento, fujeejee.”

Detrás del sonriente Shinji, había un denso bosque.

Se formaba un denso follaje, bloqueando la luz, oscureciendo el lugar incluso durante el día, y luciendo como una ilustración de los corazones y almas de Shinji y los otros asesinos.

…Oh no, voy a morir—Kyousuke reaccionó con intensa emoción, al ver esta escena.

Retorciéndose sin parar en la oscuridad, la silueta de Ayaka titiló en el viento por un instante.

“Entonces, buenas noches, Kamiya-san… Te deseo una pesadilla.”

La sonrisa desapareció, el dedo de Shinji se posó sobre el gatillo.

—Entonces justo en ese momento.

“…Muérete de una vez.”

Desde el bosque voló una sombra.

La sombra se acercó a Shinji con una velocidad más rápida que la vista, desde detrás.

“…No te muevas.”

Rápidamente y con exactitud, Shinji fue atrapado.

Una mano izquierda le cubría la boca, los dedos de una mano derecha estaban apoyados contra su nuez de Adán.

En esos delgados dedos había uñas de un hermoso color carmesí.

“No te muevas o te mato… Te cortaré la garganta. Baja el arma, despacio.”

La dueña de las uñas le habló con frialdad al aturdido Shinji.

Kyousuke y los demás asesinos también se quedaron sin palabras, sintiéndose perplejos ante el repentino desarrollo.

Las miradas de todos recayeron sobre la persona que tenía a Shinji como rehén por detrás—

“Todos ustedes, no se muevan… Si les importa la inútil vida de este tipo.”

La minifalda extremadamente corta de su uniforme. La cola de caballo rojo vino ondulada. Un par de ojos del mismo color que su cabello. El humor de la chica era peor que lo usual.

“P-Por qué… ¿Por qué estás aquí—Eiri?”

“…No es gran cosa. Sólo vine a checkear la situación… Además, ¿por qué estás aquí? ¿Y por qué no has matado a ninguno? Cubierto de tantas heridas… eres el Carnicero de la Bodega. ¿Qué estás esperando? Haces que me tome la molestia de encargarme de algo como esto…”

Eiri seguía refunfuñando con una voz de desagrado.

Entonces Shinji pareció darse cuenta que la que lo estaba amenazando era Eiri.

“Fufu… En serio, no me abraces de repente, Eiri-san… ¿Estás tratando de excitarme? Los dedos de Eiri-san y esta sensación congelante son grandiosos… ¿Puedo disfrutarlo?”

Shinji soltó la pistola, liberando su mano derecha y se preparó para llevarla hacia el muslo de Eiri. Instantáneamente…

“No te muevas—¿o quieres que te corte?”

Presionadas contra su garganta, las uñas se clavaron ligeramente.

La piel se abrió, sangre fresca brotó de la herida.

“¡¿…?!”

Shinji contuvo el aliento y se congeló. La tensión aumentó enormemente entre los asesinos. Cortes con sus propias manos, ¿cómo? “…Hmph”, Eiri se mofó de la desconcertada audiencia.

“…Qué montón de amateurs. Las armas mortales sólo sirven cuando están ocultas. El objetivo no debe darse cuenta hasta el momento en que se usa, y entonces el objetivo muere. No puedo creer que saquen sus armas como si fuera un show o algo… ¿Han oído hablar de las emboscadas? Una verdadera arma mortal… es algo que mata al enemigo sin darle tiempo de reaccionar en el instante que se dan cuenta. —Como mis uñas, por ejemplo.”

Las uñas de Eiri. Pintadas con esmalte rojo puro, decoradas con bellos y coloridos diamantes y bordes decorados en las puntas.

Rubíes que emanaban un lustre negro—un borde decorado.

“Las uñas cuchillas Suzaku, cuchillas japonesas miniatura ultra finas adheridas a las puntas de mis uñas. Pueden atravesar la madera, el plástico, y por supuesto la carne y los huesos como mantequilla con cuchillo. Tres dedos en cada mano, índice, mayor y anular, está equipado con estas pequeñas cuchillas. Seis en total—estas son mis armas mortales.”

Los ojos de Eiri, ahora totalmente despiertos estaban centellando como navajas lustradas.

Esta era la cristalización de un instinto asesino puro, llevado al extremo.

La ansiedad se esparció entre los asesinos, convirtiéndose en un instante en asombro—y finalmente cambiando a miedo.

Akabane Eiri. La asesina de seis. La verdadera asesina número uno de la clase.

Aunque Kyousuke estaba siendo testigo de este terror por primera vez.

“¿…Saben por qué estoy hablando de mis armas mortales antes de matar? Porque mostrar tu arma antes de matar significa dar una advertencia. Les estoy dando una advertencia. Aunque no me importaría masacrarlos a todos al mismo tiempo… Pero reparar mis uñas es bastante molesto. Si juran que nunca más nos molestarán, puedo dejarlos ir esta vez.”

Los ojos rojo vino destellaron como una espada conforme Eiri miraba al grupo.

Cerca de Kyousuke, los asesinos retrocedieron mientras se miraban entre sí.

“Umm, oye… ¿Qué hacemos ahora?” “Esos ojos van en serio, yo.” “¡¿Gwahhhh?! Mi brazo izquierdo…” “Pero es un solo oponente.” “Y encima es una chica.” “Y además, jeejee, sin pechos… Jeejeejee.”

Mientras pronunciaban estas palabras, los ojos de Eiri emanaron un aura peligrosa.

“…Entonces. En orden, empezaré matando a este tipo. Primero, voy a insertar mi dedo cerca de los riñones, ahí es donde se concentran los nervios, por lo que sentirás que te mueres del dolor, ¿sabes? Después tus intestinos convulsionarán por el intenso dolor como si los estuvieran sujetando. Mientras pierdes el equilibrio, te voy a empujar contra el piso y jugaré con tu estómago… Te abriré la piel de un corte, rebanaré la carne, arrancaré la grasa después cortaré los huesos, jugaré con los órganos internos—”

“¡Y-Y-Y-Y-Ya entendí! ¡Por favor detente! ¡Te haré caso, detente!”

Interrumpiendo el discurso indiferente de Eiri, Shinji gritó.

Su rostro estaba extremadamente pálido. Todos los otros asesinos habían perdido la voluntad de pelear por completo.

El dedo de Eiri estaba recorriendo el cuerpo de Shinji desde la garganta hasta sus riñones. Ella sonrió y alzó la vista, satisfecha.

“…Eh, en serio, bien por ti. Después de todo, no son más que un montón de inútiles retrasados que sólo pueden capturar a una presa indefensa… Ok, chicos, levanten a los caídos, limpien y piérdanse, entonces liberaré a este tipo… Háganlo rápido y piérdanse de mi vista.”

Eiri hizo un gesto con el mentón. Nadie se atrevió a resistirse.

Bajando sus armas, levantaron a sus amigos inconscientes y escaparon como una nube de humo.

Mientras se iban, “¡N-No olvidaré esto, pecho plano!” Oonogi soltó palabras de riña pero tan pronto como Eiri lo miró intensamente, él dijo: “¡Los pechos planos son los mejores! ¡Las tablas para lavar la ropa son las mejores! ¡La copa A es la más encantadora! ¡¿Cómo podría llegar la paz al mundo si no es a través de los pechos planos?!” Levantando un puño, escapando en un instante.

Como demasiado drenada de fuerza para enfadarse, Eiri suspiró.

Después de mandar a volar la pistola en el piso de una patada, ella dijo:

“…Ok, tú también piérdete. Deja de molestarnos, caballero falso pervertido. No quiero que tu mugrosa sangre ensucie mis preciosas uñas.”

Luego de decir eso, esta vez finalmente le dio una patada con todo su poder a Shinji en el trasero, mandándolo a volar.

“¡¿Ah?!”

Incapaz de resistir la fuerza, Shinji cayó de cara al piso.

Como tenía la cabeza contra el suelo, su rostro no podía verse. Quien sabe si era por el miedo o la humillación—pero su cuerpo temblaba ligeramente. Tensando los dedos, los clavó en la tierra del suelo.

“Fu… Fufu… Fuje… Jeje… Fujeje…”

De la boca de Shinji provino una aterrante risa.

Su garganta sangrante sonaba fuerte mientras Shinji se reía.

“Entiendo, Eiri-san… Ya no les haré más nada. Sin embargo…”

Shinji lentamente se puso de pié y miró a Eiri otra vez.

En ese instante, mientras Kyousuke veía el perfil de su rostro—desde la esquina de su boca, se formó una sonrisa.

“Recuerda bien esto. Avanzaré… una vez que Eiri-san esté muerta. Cuando el momento llegue, como disfrutando el olor putrefacto de bichos o bestias muertas, déjame disfrutarte cuando te hayas convertido en un cadáver… Fujeejeejeejee.”

“…”

“Nos veremos otra vez. Tan pronto como mueras, correré de inmediato. Mi nariz es muy sensible… Por favor recuerda muy bien esto, Eiri-san.”

Después de mirar brevemente a Shinji irse sin prisa, Eiri levantó la pistola.

Luego casualmente la sujetó, y apuntó a la espalda de Shinji.

“Antes que yo, qué tal si tú te mueres de una vez… Bang.”

Fingiendo apretar el gatillo, relajó sus hombros. De sus ojos que estaban parcialmente cerrados como siempre, podía sentirse cero preocupación por las palabras de Shinji…

No la quiero como enemiga—Kyousuke concluyó con sincera intensidad una vez más.

× × ×

“… Hmph. Qué horrible, Kyousuke. Estás hecho un desastre, todo cubierto de heridas.”

Eiri se acercó a Kyousuke quien estaba sentado en el suelo, apoyado contra la pared del gimnasio.

Recogiéndose el pelo hábilmente con el pulgar y el meñique que no estaban armados con cuchillas, miró a Kyousuke con desdén.

“¿…Así te llamas el asesino número uno de la clase? Tú, más allá de los doce, no puedo creer que no mataste a ninguno. Fácilmente los podrías haber matado si quisieras… ¿Por qué no?”

“Ah, no… Umm, cómo debería decir esto—”

Ya que Kyousuke era una persona común que nunca había matado ni a una sola persona en ese terrorífico caso de homicidio.

—No obstante, no podía responder con honestidad a eso.

Luego de dejar que Eiri la asesina de seis viera este estado deplorable, esta respuesta era algo compleja.

Al ver a Kyousuke apartar la vista sin decir nada, Eiri suspiró.

“…Es que no te entiendo. Está claro que ya mataste a doce perdonas, pero actúas amable de maneras raras. Tomándote la molestia de meterte en una trampa… Además ocultándonos el motivo a nosotras. Al verte actuar tan raro, te seguí en silencio para ver… Quién sabría que ibas a meterte en problemas a tu propia manera. En verdad no lo entiendo… ¿Qué diablos pasa contigo?”

Eiri golpeó la punta de su zapato contra el piso, hablando con impaciencia.

Aun así, al escuchar su preocupación por él, Kyousuke le echó un vistazo a Eiri.

El instinto asesino agudo de antes, en sus ojos entrecerrados somnolientos, se había desvanecido casi por completo.

Como una espada de vuelta en su vaina, Eiri regresó a su yo habitual.

A pesar de lucir como si siempre estuviera de mal humor, Eiri en realidad era una chica muy gentil.

Precisamente por ver a Eiri en su forma Navajera Escarlata, Kyousuke se confundió todavía más.

Por qué Eiri también estaba—

“¿Acaso tú no estás haciendo lo mismo, actuando excesivamente amable en maneras raras? Una asesina de seis personas, que se toma la molestia de instalar cuchillas en sus uñas para matar gente, ¿entonces por qué viniste hasta aquí a ayudarme? No sólo a mí, sino a Maina la otra vez. ¿Por qué te gusta meter la nariz en los asuntos de los demás? Al final, sólo los amenazaste sin matar ni a uno solo.”

“……”

Eiri frunció el ceño, juntando las cejas, su boca se curvó hacia abajo, y dejó de hablar.

Luego de un breve silencio, Eiri miró a Kyousuke mofándose.

“¿…Podrías no agruparme contigo? Los dejé ir porque creo que asustarlos era suficiente. Si no obedecían, le hubiera cortado la garganta sin piedad. A diferencia de ti, quien no tenía intenciones de matar desde el principio… Soy diferente. Básicamente, yo—”

Diciendo eso, Eiri se detuvo a mitad de la oración, y miró sus uñas.

Las uñas hábilmente disfrazadas eran las armas para matar que Eiri había mantenido ocultas todo este tiempo.

Matar sin que el objetivo se dé cuenta—un arte perfeccionado y pulido simplemente con este propósito.

Incluso la anormalidad de los asesinos estaba concentrada en esto.

Las uñas cuchillas, Suzaku. La mirada de Eiri permanecía en sus armas mortales, murmurando como si se hablara a sí misma.

“Más que una amateur, soy una profesional.”

“¿…Huh?”

Incapaz de entender lo que Eiri dijo, Kyousuke estaba confundido.

“Quieres decir una… ¿asesina profesional?”

“Así es. Lo que uno llamaría ‘sicario’. Pero en mi caso, sería más correcto decir ‘assassin. Porque aquellos que matan por motivos o intereses personales son amateurs. Nosotros, quienes aceptamos trabajos u órdenes para matar gente, somos profesionales… Es por eso que no mato porque sí. Matar sin un sentido o beneficio me convertiría en una asesina barata, lo cual no soy. Seguramente comprendes que no soy una amateur al haber visto mis armas ocultas, ¿verdad?”

Eiri cerró un ojo mientras mostraba su manicura.

Armas especializadas que a los amateurs les resultaría difícil blandir, se sentía que encajaban bien con Eiri, una asesina profesional. Sin embargo, esto también desataba una pregunta que era difícil de aceptar.

“De todas maneras, entiendo que no eres una amateur sino una asesina profesional—una assassin. Entenderlo es una cosa… ¿Pero entonces por qué estás en este lugar? La Academia Purgatorium de Rehabilitación es una institución para reformar a homicidas convictos, ¿verdad? ¿No es extraño encerrar a alguien como tú aquí?”

La pregunta de Kyousuke provocó una expresión amarga en el rostro de Eiri.

Luego de un breve silencio, ella apartó la vista con disgusto.

“…No es gran cosa. La razón no es nada importante. Simplemente metí la pata. Una persona común me vio y entonces me atraparon. Sobre eso, no preguntes. ¿—Entendido?”

Los ojos entrecerrados de Eiri lo miraron.

La fuerte mirada, imposible de ignorar, hizo que Kyousuke fuera incapaz de preguntar más sobre el tema.

“…”

“…”

Un sutil silencio cayó sobre ellos—justo cuando Kyousuke pensaba eso…

Detrás del gimnasio donde no había nadie más que ellos dos, el timbre sonó para indicar el final de la hora de almuerzo.

× × ×

“…Y así, esta clase de sistema se estableció. Originalmente, el sistema de pena de muerte era—”

“Perdón, llegué tarde.”

Corriendo la puerta al frente del salón, Eiri entró.

Instantáneamente, la mano de Kurumiya dejó de escribir con fluidez sobre el pizarrón.

Escuchando la lección en silencio, las miradas de los estudiantes recayeron sobre los repentinos intrusos.

“Oh no… Eiri-chan.” Los ojos de Maina se abrieron grandes por el asombro.

Shinji, Usami y Oonogi tenían expresiones congeladas.

Sin siquiera mirarlos, Eiri bostezó y volteó hacia la inmóvil Kurumiya.

“…Durante la hora del almuerzo, rescaté a Kamiya a quien casi lo matan, después lo llevé a la enfermería. Es por eso que llegué tarde.”

Como conjurando con magia, Eiri sacó el arma mortal de alguna parte y la lanzó.

Rodando hasta el atril detrás de Kurumiya, se trataba del revólver de Shinji.

“¡¿Eeeeeeeeek?! ¡¿Un a-a-a-a-a-a-arma?!” Maina gritó muy fuerte, haciendo que los estudiantes desinformados se alboroten. Sorpresa, shock, preocupación…

Incluso como asesinos, probablemente para varios era la primera vez que veían una pistola real.

En medio del clamor, Eiri cuestionó a la inmóvil Kurumiya con un tono de voz cortante y severamente acusatorio:

“¿…Está bien que circule este tipo de juguete, Sensei? Si tiene el tiempo para disciplinar a la gente por llegar tarde, ¿no debería poner un poco de esfuerzo en esta área también…? Afortunadamente, Kamiya terminó bien—. Oye, ¿qué mierda estás haciendo?”

Eiri volteó y frunció el ceño. Asomándose por la puerta estaba un rostro cubierto de curitas y gasa. Tratando de observar la situación, Kyousuke recibió la mirada severa de Eiri, quien entonces apartó la vista.

“Oh perdón… Pero la manera en que estás hablando, es demasiado…”

Ya sea su arrogante actitud, o su tono de voz acusatorio, todo eso era demasiado ofensivo para Kurumiya, ¿verdad? Mirando a Kurumiya quien por alguna razón no estaba mostrando reacción alguna a las palabras de Eiri, Kyousuke inquieto estaba a punto de entrar al salón cuando…

—Crujido. El pedazo de tiza blanca en la mano de Kurumiya se partió a la mitad como un hueso fracturado.

“…Ya veo. Entiendo tu excusa. Sí, lo entiendo muy claramente.”

Pulverizando el resto de la tiza en su mano, Kurumiya miró a Kyousuke y Eiri.

Pronto, una sonrisa escalofriante apareció en su lindo rostro.

“¿…Y entonces? ¿Eso es todo lo que quieres decir?”

Sin embargo, su expresión se desvaneció instantáneamente. Kurumiya preguntó en voz baja, de lolita.

Su otra mano, limpia, sin polvo de tiza, había empezado a sostener una tubería de acero en algún momento.

“Eh. Esto… ¡¿Por qué disciplina?! Somos víctimas—.” Kyousuke exclamó.

“…Sí, son víctimas. ¿Algo más para agregar?”

En contraste a Kyousuke quien estaba retrocediendo, Eiri dio un gran paso al frente y le respondió a Kurumiya quien torcía las cejas, con su voz usual calmada:

“¿…Hay algún problema? No hay ningún problema. Kamiya llegó tarde porque casi lo matan los otros estudiantes debido a la inadecuada supervisión de parte suya y los demás profesores. Si quiere disciplinar a alguien, por favor primero discipline a ese montón de bastardos que atacaron a Kamiya.”

“………Muu.”

Ante la fluida acusación de Eiri, Kurumiya hizo un puchero en silencio.

Lucía como una niña a punto de hacer un berrinche, como si quisiera un juguete pero su madre se lo negara.

I-Impresionante… Eiri logró dominar a Kurumiya.

Como se esperaba de una assassin. Su coraje iba más allá de los límites.

Eiri miró con desdén a la pequeña Kurumiya y dijo:

“…Para empezar Kamiya está herido. Que reciba tratamiento médico antes de reportarlo a la clase es natural, ¿cierto? Creo que es bastante asombroso que él insistiera en venir a la clase, con el cuerpo lastimado. Estudiantes apaleados a golpes básicamente no van a clases, ¿verdad?”

Eiri se encogió de hombros y miró el asiento vacío en la fila del frente. El escritorio y la silla, que ya habían perdido su forma original, cubiertos de capa tras capa de manchas secas de sangre, casi imposible de quitar. Este era el asiento de Mohicano. Ya había recibido disciplina dos veces al día, durante el trabajo forzado de la mañana y en el tercer período, terminando en la enfermería dos veces.

Cuando Kyousuke y Eiri fueron a la enfermería, Mohicano seguía inconsciente, conectado a un respirador artificial, yaciendo sobre una cama, durmiendo pacíficamente.

“Mohicano, eh… Cierto. Es hora de que considere matarlo de verdad.”

Parece que Kurumiya odiaba mucho a Mohicano. Con sólo escuchar su nombre ya fruncía el ceño, descontenta. La presión que exudaba se había debilitado ligeramente.

Era probable que su enojo se dirigiera hacia Mohicano—este seguramente era el plan de Eiri.

“…Hmph. Bien. Voy a dejárselo pasar esta vez a Kamiya.”

Con lo cual, logró por fin persuadir a Kurumiya.

Descansando la tubería de acero sobre su hombro, retrocedió, cediendo el paso.

“Oye, siéntate rápido. Después, voy a aplastar a esos tontos que atacaron a Kamiya… El tiempo es limitado. ¡Así que, rápido!”

Al ver la pistola sobre el piso, Kurumiya habló. Mirando de reojo a Shinji y a sus camaradas cuyos rostros habían palidecido ante la declaración de Kurumiya, la expresión de Eiri se relajó.

En ese momento, cuando estaba a punto de pasar frente a Kurumiya con una expresión fría—

“¿A dónde vas? No recuerdo haberte exonerado, Akabane.”

“¡¿…?!”

Una voz violenta. Conforme Eiri se detuvo, Kurumiya blandió la tubería de acero contra su rostro.

Un movimiento que no permitía prepararse en absoluto. ¡Un ataque subsónico que sólo podía describirse como velocidad divina!

“¡¿—Tsk?!”

Eiri lo esquivó por un margen fino como el papel. Usando el mínimo movimiento de torcer el cuello, Eiri evadió la tubería de acero y se acercó mientras Kurumiya blandía el brazo, a una distancia de quemarropa.

“¿……Qué está haciendo, Sensei?”

—Con el arma oculta de su mano derecha apoyada contra el cuello de Kurumiya, preguntó con voz calmada.

“¿…………Hoh?”

Kurumiya abrió grandes los ojos, su rostro aturdido gradualmente floreció radiante.

Conforme la clase se quedaba en silencio, el “kukuku” de Kurumiya pudo escucharse otra vez.

“¿Me preguntas qué estoy haciendo…? Sorprendente. Qué atrevido de tu parte usar esta cosa para amenazar a una profesora mientras dices algo sin sentido. Yo debería preguntarte a ti qué estás haciendo. Debes estar preparada, espero.”

A pesar de tener una uña en su garganta, a pesar de darse cuenta que era un arma mortal, Kurumiya permaneció impávida, en cambio mostrando una extraña mirada como si hubiera atrapado a su presa, alzando la vista hacia Eiri.

“……”

Por el contrario, Eiri se quedó sin palabras.

Ante Eiri quien estaba mostrando una expresión nerviosa, Kurumiya anunció con una actitud confiada y serena.

“Kukuku. Como sea. Esta es una oportunidad rara, así que te daré tres opciones. Una… baja tu mano obedientemente y déjame disciplinarte. Dos… te romperé el brazo y luego te disciplinaré. Tres… mátame directamente y sálvate de la disciplina. —Eso es todo. Lindas opciones, ¿eh?”

Al escuchar la tercera opción, los ojos de Eiri se abrieron de par en par.

Mordiéndose el labio con fuerza, miró a Kurumiya.

“¿…Matar a la profesora? No me haga reír. Si hiciera eso, no terminará todo tan fácil—”

“No importa.”

“¿……Huh?”

“Aunque me mates aquí y ahora, no recibirás ningún castigo. Muero porque fracaso en mi rol como supervisora, no hay consecuencias para ti… ¿Qué? No hay nada de qué preocuparte en absoluto. Después de todo, no puedo matarte sin que te resistas. Debería ser fácil de manejar el asunto si se lo explicas con claridad a la escuela. Todos los presentes aquí son testigos, no vaciles—”

Kurumiya lanzó su tubería de acero y levantó los brazos.

Expresando cero resistencia, dijo con un tono de voz fuerte e imponente.

“Mata.”

“¡¿…?!”

Instantáneamente, el cuerpo de Eiri se crispó.

Visible desde muy lejos, el dedo presionando contra la garganta de Kurumiya estaba temblando.

“¿Qué pasa? ¿Por qué tienes miedo? Apúrate y mátame si quieres matar. Sólo aplica un poquito más de fuerza en la punta de tu dedo y deslízalo, súper fácil, ¿cierto? Eres la Navajera Escarlata, ¿no? Kukuku…”

Kurumiya se rió maliciosamente mientras hablaba como chantajeándola.

“Yo… Yo…”

Los ojos rojo vino estaban temblando.

De sus labios pálidos, escapó un ligero aliento.

“¿Qué? Qué pasa, Akabane—Akabane Eiri. ¿Te gustaría que te dé un empujón?”

Hablando en voz baja, Kurumiya dio un paso adelante. Sin titubear, como permitiendo que la uña que Eiri estaba apoyando contra su garganta se clavara en la carne—

“Eh… ¡¿Kyah?!”

Acompañada por un breve y severo grito, Eiri quitó su uña, su cuerpo se tensó y parecía temblar.

Apenas luego de quitar su uña Eiri logró volver en sí de repente, mirando a Kurumiya.

Debido a lo rápido que sacó su uña, provocó un rasguño pequeño y poco profundo en la garganta de Kurumiya.

Al ver esto, el alivio regresó al rostro de Eiri, seguido de inmediato de decepción y desesperanza.

“———”

“¿Hoh? Ya veo… Ahora veo. ¿Entonces esta es tu elección, Akabane?”

Kurumiya le preguntó con una voz calmada a Eiri quien se estaba mordiendo el labio con fuerza.

La sonrisa volvió a la cara de Kurumiya. Tomando la mano derecha de Eiri, la atrajo de un tirón sin piedad hacia ella misma.

“Es por eso que todavía eres virgen—Uña Oxidada.”

“¡¿…?!”

Luego de suspirarle en el oído, Kurumiya le lanzó un golpe de karate en el estómago.

Eiri gritó, su delgado cuerpo se inclinó.

A continuación llegó el segundo golpe de inmediato, la rodilla derecha de Kurumiya fue por su mentón, mandando a volar a la desequilibrada Eiri.

“¡¿Guh?!”

“¡¿Eiri?! “¡¿Eiri-chan?!”

Las voces de Kyousuke y de Maina se superpusieron.

Eiri cayó al piso, boca arriba. Un sonido duro se escuchó.

“Oigan ustedes, cállense, ¿sí…? No se muevan. Los mataré si se atreven a moverse.”

La voz baja de Kurumiya evitó que Kyousuke y Maina se acercaran en un instante.

Ella levantó la tubería de acero con la mano derecha.

Mientras Kyousuke y Maina apretaban los dientes, mirando, Eiri gimió en el suelo. Kurumiya le daba toques a Eiri en el rostro al azar con la punta de la tubería y dijo:

“Kamiya está herido, así que está bien que vaya a la enfermería. Puedo dejárselo pasar… Pero a ti, Akabane. ¿Qué tratabas de hacer al quedarte con él a propósito? Él no parece que esté demasiado herido como para no poder caminar solo, ¿no…? ¿Acaso los dos fueron a divertirse un poco en secreto? ¿Huh?”

“¡¿Huh?! Q-Qué dijo… ¡¿Guh?!”

Eiri gritó. Justo cuando estaba a punto de hablar, Kurumiya le metió la tubería de acero en la boca.

Eiri quería apartar la cara pero Kurumiya hábilmente manipulaba la aguda punta de la tubería, persiguiéndola incansablemente, obligándola a abrir los labios. Acompañada de sonidos de respiración, la tubería se estaba mojando gradualmente con saliva.

“D-Deténgase… ¡¿Muguu?! B-Basta… ¡¿Muguu?!”

“Oh-ho, ¿qué pasa? ¡Te estás sonrojando! ¿No me digas que también eres virgen allí abajo? Kukuku… Entiendo. Lo confirmaré ahora mismo. Si todavía eres ‘pura’ te dejaré ir ya que será la prueba de que no te saltaste las clases junto a Kamiya, ¿verdad?”


Kurumiya sonrió maliciosamente mientras sacaba la tubería de la boca de Eiri.

Usando la brillosa punta de arma para señalar al bajo vientre de Eiri, Kurumiya se preparó para meterla debajo de su falda.

“¡¿Eee?! D-Deténgase… Ah—”

“Basta, profesora loli psicótica.”

Incapaz de soportar seguir viendo sin hacer nada, Kyousuke sujetó el hombro de Kurumiya.

“¿…Loli?” Interrumpida mientras se divertía, el instinto asesino de Kurumiya se incrementó.

“Kyou… Kyousuke…”

“Cállate.”

Eiri se levantó, tratando de decir algo, pero Kyousuke mantuvo sus ojos en Kurumiya.

Confrontando ese lindo rostro infantil que estaba mostrando una mirada feroz, Kyousuke dijo contundentemente:

“Fui yo. Fui yo el que le pidió a Eiri que me llevara a la enfermería. Para empezar, Eiri fue la que me salvó la vida, no hay motivo para que sea castigada… ¡Si quiere castigar a alguien, venga por mí, yo soy el culpable! ¡Si quiere disciplinar a alguien, debería ser yo, niñita puta estúpida!”

—El instante en que gritó, Kyousuke sufrió un violento golpe.

La tubería de acero le golpeó rotundamente su rostro cubierto de gasa.

“¡¿Gah?!”

Lo mandó a volar, cayendo al piso. Era un milagro que ninguno de sus dientes se haya roto.

Aunque era la primera vez que probaba la tubería de acero de Kurumiya, el impacto no era algo que podía ignorarse, definitivamente.

¿De dónde vino toda la fuerza y poder de ese delgado brazo?

“Debes estar cansado de vivir, mocoso… Muy bien, te concederé tu deseo de morir. Tu cadáver será mostrado como advertencia para las masas.”

“¡¿Guh?!”

Entonces su estómago sufrió un golpe instantáneo. Afortunadamente, no había comido nada en el almuerzo.

Antes de que pudiera escupir los jugos gástricos, recibió otro golpe en su costado.

Quizás se rompió una costilla—pero antes de que pudiera comprender la situación, otro golpe aterrizó en su muslo.

Sensaciones de dolor y ardor lo invadieron de manera repetida, tiñendo al mundo gradualmente de rojo.

“¡¿Kyousuke?! ¡O-Oye! Kyousuke—”

—No te acerques.

Conforme su consciencia poco a poco se ponía borrosa, Kyousuke usó los últimos restos de su fuerza para decirle a Eiri que se detuviera, con una mirada de sus ojos.

Kyousuke ya no tuvo tiempo de ver si Eiri se detuvo o si se acercó. Su vista se bloqueó. ¿Supongo que mi cuerpo está volteado? ¿Ni idea? Su cuerpo salió volando, el costado de su cabeza chocó contra la pared violentamente. Incluso su sensación del dolor se había adormecido.

Incontables, incontables, incontables, incontables veces—impactos llegaban de izquierda y derecha, golpes intensos, su vista se sacudía. Esta vez, su consciencia poco a poco se fue alejando, devorada por una oscuridad carmesí.

“Hmph… Este es el fin, Kamiya. Muere.”

—Bofetada.

Un violento impacto le golpeó el costado de la cabeza.

El mundo borroso se derritió. Entonces.

“¡¿Kyousukeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!”

En la oscuridad, alguien gritó—Kyousuke perdió la consciencia en ese momento.

× × ×

Por la ventana con barrotes de metal, la suave luz del sol se filtraba.

En una cama en la silenciosa enfermería, Kyousuke recuperó la consciencia.

Mirando al techo lleno de manchas, parpadeó varias veces.

Tratando de confirmar la situación, Kyousuke se sentó lentamente.

“¿……Kyousuke?”

Una delicada voz provino desde cerca. Sentada en una silla de metal, Eiri miró a Kyousuke, sorprendida.

Sus ojos rojo vino ligeramente húmedos estaban temblando por la confusión.

“¿…Está bien que te levantes…? ¿Puedes levantarte?”

“Sí. Ah, parece que estoy bien. Después de todo, estoy acostumbrado a esto. Además para empezar mi cuerpo es fuerte.”

Cabeza, torso, extremidades, cada parte de su cuerpo dolía sin excepción.

Pero para Kyousuke quien se metía en peleas a lo largo de todo el año sin un solo momento sano, esto no era más que dolor. Sin huesos rotos, ni daño estructural o partes faltantes, él era capaz de soportarlo.

Afortunadamente, esto eran puros traumatismos sin daño a los nervios o a los huesos.

Kurumiya probablemente se contuvo. Sin importar cuán retorcida era su personalidad, Kurumiya seguía siendo una profesora. A pesar de decir ‘matar’ todo el tiempo, ella no podía matar de verdad a un estudiante tan fácilmente.

“Oye, Eiri… ¿Estás bien? ¿Te hizo algo después de eso?”

Kyousuke preguntó luego de acomodar su posición. Eiri simplemente respondió “…no gran cosa” y apartó la vista.

“…Después de que te llevaran a la enfermería, la clase siguió como siempre. No ocurre nada importante cuando Mohicano recibe disciplina, ¿cierto? Ella no me siguió haciendo eso, ¿sabes…? Gracias a un idiota que salió volando de la nada. Así que, umm… Umm.”

Con la cabeza gacha, Eiri miró a Kyousuke otra vez.

Eiri lucía como si quisiera decir algo, tartamudeando, sus labios se movieron ligeramente, sus ojos giraban por la vergüenza.

“Gr-Gracias, Kyousuke.”

—Un suave susurro. Una voz titubeante pero amable.

En el rostro de Eiri, rojo como una frambuesa, sus ojos ardientes lo miraron. Kyousuke sintió que su corazón latía con fuerza.

Esta vez, fue el turno de Kyousuke para decir “¡…N-No fue gran cosa!” y apartó la vista.

Ya que ella cambió de repente su actitud usual, de manera brusca, Kyousuke no pudo ajustarse. Probablemente Eiri sentía lo mismo, con ambas manos sobre su regazo, sin decir una palabra.

La atmósfera no podía ser más incómoda.

Kyousuke rápidamente cambió el tema.

“O-Oye… ¿Ya terminaron las clases?”

“……Sí.”

Eiri asintió, terminando el diálogo.

“U-Umm… ¿Qué hay de Maina y Renko? ¿No vinieron contigo?”

“…Sí, les pedí que se fueran primero.”

“Eh, ya veo… ¿—Eh? ¿Les pediste? Tú… ¿Por qué estás actuando tan misteriosa?”

“Tengo algo que quiero decirte… En privado.”

Eiri respondió firmemente con una voz calmada y alzó la vista.

Mirando a Kyousuke, sus ojos rojo vino estaban llenos de fuerte determinación y decisión.

“¿…Huh? ¿Algo que quieres decirme? ¿Qué es? Hasta tuviste que decirles que se fueran…”

—Tan pronto como habló, una cierta posibilidad se cruzó en la mente de Kyousuke, haciendo que su corazón lata con fuerza.

Kyousuke rápidamente miró a sus alrededores. Con algunas vitrinas de medicinas, camas y equipo médico, parecía no haber nadie más en la enfermería. La enfermera de la escuela tampoco parecía estar presente.

La luz solar de primavera se filtraba en la sala. Eiri puso su mano en el borde de la cama.

“A decir verdad, Kyousuke. Yo…”

“¡E-Espera! ¡Espera, Eiri! Aún no me he preparado mentalmente—”

Ignorando a Kyousuke quien se sonrojaba y retrocedía, Eiri se inclinó hacia delante.

“…nunca he matado a nadie.”

“¿…………Huh?”

La inesperada “confesión” de Eiri hizo que el proceso de pensamiento de Kyousuke se detuviera.

¿—N-Nunca mató a nadie? ¿Eiri?

Imposible. Eso no puede ser. Debo haber escuchado mal.

En todo caso, el motivo es que Eiri es una assassin.

“¡…Lo de las seis víctimas, es todo mentira! No he matado ni a una sola persona. A pesar de querer matar de verdad, aun así no pude matar a nadie… Ese seis no es la cantidad de muertes sino el número de personas que no pude matar. Mis fracasos como assassin…”

Extremadamente cerca, Eiri estaba mirando a Kyousuke a los ojos, sus labios formaron una sonrisa.

Una sonrisa llena de burla de sí misma.

Kyousuke contuvo el aliento mientras Eiri le apoyaba las uñas armadas sobre su garganta.

“…Por generaciones, los Akabane han sido una prestigiosa familia de assassins, sirviendo lealmente a nuestros amos. Desde la infancia, me inculcaron estrictamente técnicas para matar mientras iba creciendo… Chistoso, ¿no? Pero pensar que me falta lo más importante—el coraje para matar. Pero tengo muchos talentos, por lo cual me dieron muchas oportunidades… Después de cada fracaso, recibí un castigo severo. Al final, seguía sin poder matar. Hace poco, en otras palabras, durante el sexto asesinato, metí la pata como nunca y finalmente una persona común fue testigo y me atraparon… Por eso, me trajeron a este lugar bajo la forma de un exilio de la familia Akabane.”

Eiri alejó su uña de la garganta de Kyousuke, mordiéndose el labio.

Usando los dedos de la otra mano para acariciar sus uñas pintadas de rojo, dijo:

“…Estas me dieron un apodo, Uña Oxidada. No por el color de las manchas de sangre, sino porque mis uñas están oxidadas por la falta de uso. Alas rojas oxidadas—como miembro de la familia Akabane (3). ¿Qué significa tener alas rojas oxidadas? Significa que en una familia prestigiosa, nació un producto defectuoso como yo.”

“Eiri, tú…”

Eiri no le ocultó su vergüenza a Kyousuke y exhibió una expresión y voz débiles.

…No puede ser verdad. Esta chica, ¿nunca mató a nadie?

Cuando Kurumiya le ordenó que la matara, la reacción de Eiri definitivamente no fue la de una asesina experimentada. ¿Titubeó porque el objetivo era Kurumiya? Esta razón no tenía mucho sentido…

Si simplemente temía al acto de matar en sí mismo, entonces la reacción sería más fácil de aceptar.

Aunque más fácil de aceptar—

“Oye, Kyousuke… Dime. ¿Qué tengo que hacer para poder matar? Cuando estoy a punto de cumplir con el acto, siempre pienso… En el objetivo, en las personas que el objetivo estima, en las personas que estiman al objetivo… ¿Es por eso? Aunque se trate de una sola persona, la muerte de esa persona probablemente haría que aún más gente sufra y experimente sentimientos peores que la muerte… Quizás dolor, tristeza, odio—Eso es lo que pienso siempre. En serio, en un tiempo muy breve, pensando sin parar, pensando sin parar, pensando sin parar, pensando sin parar, pensando sin parar… Al final, no pude matar… No pude fortalecer mi determinación.”

Agachando la cabeza profundamente, Eiri se aferró a la sábana sobre la cama con fuerza.

Sus uñas—un total de seis cuchillas—cortaron la delgada tela, desgarrándola.

Finalmente, gotas de líquido trasparente cayeron. Kyousuke podía oír el sonido de los sollozos reprimidos a la fuerza.

“…Aun así, en el último trabajo, logré cortar al objetivo en una parte cerca de sus órganos vitales. Fortalecí mi determinación y le corté la garganta desde atrás. Emanó sangre caliente, mi mente se quedó en blanco… maté, pero sólo eran mis pensamientos estúpidos. En el instante que pensé eso, perdí la consciencia. Después de eso, como conté a la hora del almuerzo, me arrestaron. El objetivo sobrevivió. La familia Akabane se rindió conmigo… El miedo y el auto desprecio me tragaron antes de poder matar a alguien, cayendo en una pesadilla sin fin… Aunque me avergüence mucho admitirlo, aún hasta ahora me cuesta mucho dormir.”

Eiri se menospreció a sí misma mientras se limpiaba esos ojos usualmente entrecerrados y somnolientos.

Con lágrimas, sus ojos rojo vino temblaban como buscando ayuda, una vez más, miró a Kyousuke.

“Vamos, Kyousuke… ¡Dímelo! ¡Has matado a doce personas, ¿cierto?! ¡Alguien como tú, tan asombroso, seguro que ni siquiera parpadea cuando ataca, ¿cierto?! Cómo matas, dímelo… Por favor. Sólo puedo preguntártelo a ti. Para empezar, Maina no tiene intenciones de matar, mientras que los antecedentes de Renko son un misterio total… Así que por favor, Kyousuke—dímelo, ¿sí? O de lo contrario, yo… criada con el fin de matar… no tendré ningún motivo para seguir viviendo. ¿Verdad?”

“……”

Kyousuke se quedó sin palabras. Miraba intensamente a Eiri.

Dejando a un lado la máscara de la Navajera Escarlata, quitándose el título de assassin, la verdadera cara de Eiri era la de una niña débil. Ese comportamiento y actitud innecesariamente ofensivos probablemente era un medio para dispersar la ansiedad y el miedo con el fin de acostumbrarse a un ambiente lleno de asesinos. En ese caso…

—Creyendo en los ojos claros e inmaculados de Eiri que estaban bañados de lágrimas, Kyousuke fortaleció su determinación.

Decidió quitarse la máscara también, presentando su verdadero rostro en su forma pura, completa y original.

“…Lo siento, pero no puedo hacer eso, Eiri. No tengo nada que enseñarte.”

“¡¿Huh?! ¡¿Por qué?! Por qué no vas a enseñarme—”

“Porque yo tampoco maté a ninguna persona.”

“¿………Huh?”

Eiri puso sus manos en los hombros de Kyousuke y se acercó a él con fuerza.

Sin embargo, este movimiento se detuvo re repente.

Poniendo una expresión que denotaba que no lograba entender, la boca de Eiri se abrió, pero seguía muda.

Cuando Eiri declaró su “confesión”, Kyousuke debe haber puesto la misma cara.

Pensando de pronto en eso, Kyousuke no puedo evitar sonreír con ironía y continuó:

“Lo de las doce personas que maté… en realidad me incriminaron. Soy sólo una persona ordinaria que tiene un millón de impedimentos para matar gente. Sólo soy ligeramente fuerte para pelear, eso es todo. Aunque lo mantuve en secreto todo este tiempo… Creo que está bien admitirlo si se trata de ti.”

“¿Incriminado…? ¿Una persona ordinaria…? ¿Sólo ligeramente fuerte para pelear…?”

De sorpresa a desconcierto, luego exasperación—o quizás alivio.

“…No puede ser. Al menos la última parte es mentira…”

“No estoy mintiendo. Todo es verdad. Entonces, sobre lo de matar gente, no puedo responder en absoluto. Sin embargo—”

Kyousuke sujetó las manos de Eiri en sus hombros y lentamente las alejó.

Mirando las uñas decoradas, él habló en un tono de voz excepcionalmente rotundo:

“Puedo entender claramente cómo te sientes al ser incapaz de matar. Que te obliguen a matar gente a pesar de no estar dispuesto. ¿Pensando en muchas cosas pero aun así incapaz de dar el golpe al final? Por supuesto. Ya sean homicidas convictos, asesinos profesionales, gente que mata sin pensar, esos tipos son sencillamente anormales para empezar… ¿Me equivoco?”

“Te equivocas.”

Eiri refutó con firmeza.

Con ojos filosos como cuchillas, miró a Kyousuke.

“…Ese sólo es el razonamiento de la sociedad civil, ¿cierto? Para el inframundo donde yo fui educada, ser incapaz de matar es anormal. Razonamiento, moral, verdades que son opuestas a aquellas de la sociedad civil. Tú y yo vivimos en mundos completamente distintos. Diferentes palabras, y por eso, diferentes valores…”

“¿Valores? Esas cosas deberían ser las mismas. Anormal como eres en el inframundo, ¿no eres normal en la sociedad civil? No eres distinta de mí… Además, ¿qué tal si aprovechas esta oportunidad para rehabilitarte? Sobreviviendo tres años aquí para luego dejar este lugar e irte a la sociedad civil—”

“No puedo hacerlo… Absolutamente no.”

“¡¿Por qué no?! Tu familia te dio la espalda, ¿cierto? Aun así, ellos… ¿No están dispuestos a dejar ir a alguien que conoce el inframundo? Parece bastante complicado salir.”

“…No es eso. No me refería a eso. Esa es una de las razones, pero…”

Eiri apartó la vista de Kyousuke y de pronto se detuvo.

“¿Pero?”

La mirada de Eiri seguía evitando el cuerpo de Kyousuke.

“…Oye, Kyousuke, ya que te incriminaron con falsas acusaciones, te liberarán, ¿cierto? ¿Has pensado en regresar a tu mundo original, regresar al mismo lugar que antes? Vivir como el Carnicero de la Bodega por el resto de tu vida después de estos tres años, soportándolo sin fin… Aun así, ¿deseas volver adonde perteneces?”

“—Sí, así es.”

Kyousuke asintió. Recordando la imagen de su importante familia en su mente, inyectó poder en su voz.

Hasta que se reencontrara con Ayaka y se disculpara con ella, no iba a rendirse. ¿Rendirse? Absolutamente no.

“…Ya veo.”

La expresión de Eiri quedó envuelta con una capa de melancolía. Susurrando, lentamente bajó los párpados.

Kyousuke esperó en silencio. Diez segundos, veinte segundos, treinta segundos pasaron—

“…Entiendo. Entonces te diré.”

Eiri abrió los ojos, irradiando una luz que hizo que Kyousuke contuviera el aliento.

Una luz severa, inorgánica, sin emociones. Esta mirada, pulida y tallada en hielo, disparó directo a través de Kyousuke.

“Empecemos primero con el resultado final… Aunque resistas y sobrevivas estos tres años, no serás capaz de regresar al mundo del que provienes.”

“¿……Huh? No, espera, puedo volver, ¿cierto? Porque este lugar es para reformar asesinos convictos—”

“—Error.” Eiri interrumpió a Kyousuke.

Como cortando la telaraña conocida como esperanza que se mantenía como el único apoyo mental de Kyousuke en este purgatorio infernal lleno de homicidas…

Como empujando a Kyousuke al abismo más profundo del infierno, Eiri anunció la verdad:

“La Academia Purgatorium de Rehabilitación no es una escuela para reformar a homicidas convictos… En cambio, es una escuela especializada para re-educar y corregir a homicidas convictos que tienen experiencia en matar—con el fin de convertirlos en asesinos profesionales.”


NOTAS DEL TRADUCTOR

(1)   Joji Tani es su nombre verdadero. Es un director y artista de efectos visuales. Es conocido por sus trabajos en películas como Depredador (1987), La novia de Re-Animator (1989) y Pesadilla en Elm Street 4 (1988).
(3)   El kanji para Akabane significa ala(s) roja(s).


Traductor al Inglés: Anónimo (Foro Baka-Tsuki)
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Cristoww y nahucirujano

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