Capítulo 8

La pareja intercambia regalos (…Quiero morir…)

 

“…Una blanca Navidad, ¿huh?”

“Ahhh. Nunca olvidaré esta escena, supongo.”

“¿Porque estoy junto a ti?”

“¿Qué crees?”

“Me enojaré si no.”

“Entonces sí, porque estás tú.”

“Idiota.”

——Luego de tontear así, el actor y la actriz en la TV se besaron.

Yo nunca la encendía, pero tenemos una TV en casa. Usualmente se prendía a la hora de la cena, generalmente como BGM.

En nuestra familia de cuatro miembros, Yume y yo éramos completos ratones de biblioteca, por lo que usualmente dependía de papá o Yuni-san encender la TV.

“Aaah~ Ver esta escena me hace sentir solitaria de alguna forma,” Yuni-san se lamentó mientras miraba a los actores intercambiar un beso más apasionado que lo que la gente normal podría hacer. “La Navidad siempre es un ajetreo porque nos preparamos para darle la bienvenida al año nuevo. El solo pensar en el 25 de Diciembre me pone melancólica. Y mi corazón siempre solía cantar con deleite en esta época~”

“¡Jajaja! Aunque seguimos siendo jóvenes de corazón, cuando se trata de momentos así… aaah, pero Mizuto y Yume-chan están en esa edad, ¿cierto?”

Traga saliva.

Cuando papá dijo eso, Yume y yo dejamos de mover nuestros palillos.

“¡No se preocupen por nosotros cuando consigan amante~! Bueno, Mizuto es un caso perdido, ¡pero Yume-chan parece que tiene oportunidad!”

“Fufufu. Ella cambió mucho, ¿sabes~? Solía ser una chica simple en aquel entonces——”

“Mamá…”

Yume le reprochó a su madre, y me disparó una mirada de reojo.

Sólo por si acaso, ¿huh? No lo mencionaré incluso si tú no me lo recuerdas.

Yuni-san sonreía mientras apoyaba los codos sobre la mesa, y el mentón sobre sus manos.

“Pero bueno, lo espero con ansias. ¿Me pregunto cuándo Yume y Mizuto-kun nos dejarán la casa para nosotros en Navidad?”

“¿Deberíamos actuar como jóvenes otra vez cuando llegue ese momento, Yuni-san?”

“Fufu, por supuesto. Lo espero ansiosa~ Esperemos que ellos se esfuercen para ese entonces.”

…Ni papá ni Yuni-san sabían.

Yume y yo una vez les dejamos la casa para Navidad.

Nuestros padres no sabían nada; sólo ella y yo sabíamos lo que sucedió en aquel helado día.

Fue en octavo grado, la primera Navidad después de que Ayai Yume y yo habíamos empezado a salir.

 

 

“¡——Volví! ¡Mizuto! ¡Compré pastel!”

Soy Irido Mizuto, un estudiante de octavo grado con novia. Yo era el protagonista de ese día de Navidad; cualquier otro hombre no era más que un personaje secundario comparado conmigo.

¡¿Entonces, por qué?! Lo único que hice fue salir y comprar un pequeño pastel en un almacén cercano, junto a mi papá… como la Navidad anterior.

Si la idea de pasar la Navidad con una persona amada tenía que someterse a una evolución como Galápagos, entonces ciertamente, esta era la forma correcta de pasar tu Navidad.

¡¡…Pero… pero…!!

Era demasiado difícil de creer. ¡Ahora que tenía novia, novia, ¿mi Navidad no debería ser más especial?!

“¿Qué tal está? ¿El pastel de chocolate está bueno?”

“…Más o menos.”

“Déjame darle un bocado. Te daré un bocado de mi pastel de fruta.”

¿No debería tener esta conversación con mi novia, Ayai Yume? ¡¿Entonces por qué…?!

No, lo sabía. Sabía exactamente por qué.

Estábamos en secundaria, aún ocultándole a todos los que nos rodeaban el hecho de que salíamos. Era imposible salir y tener una cita de medianoche en aquellos hermosos y románticos lugares.

Al menos pude encontrarme con ella por la tarde. Fuimos al mismo viejo lugar, donde el mismo villancico había estado reproduciéndose una y otra vez durante el último mes más o menos, como todas las otras parejas.

De esa forma, nos despedimos como siempre.

Fue muy mundano.

Tan mundano como volver a casa después de clases… Y yo sabía exactamente por qué.

Ahh, sólo ríete. Ríete todo lo que quieras.

¡Este cobarde sin igual se echó para atrás, justo cuando iba a entregarle el regalo que eligió para ella con tanto cuidado!

Reuní coraje, le pedí a la persona que atendía la tienda que envuelva el regalo, y luego lo puse en el escritorio de mi cuarto donde actuaba como decoración.

Sólo mátame de una vez.

“¿Hm? ¿Qué sucede, Mizuto? Luces un poco triste… ¡Ahh, ya sé, un regalo! ¡Mira, preparé uno para ti~! ¡——Es una tarjeta de la librería!”

Quiero morir.

 

 

“…Quiero morir…”

Ayai Yume (yo) estaba desparramada sobre su escritorio, sintiéndose completamente deprimida.

De hecho, olvídate lo de deprimida. Yo ya estaba muerta. Morí. Gracias a todos por preocuparse. Por favor esperen con ansias a la próxima obra.

“Por qué termina así… cada vez… Sin importar cuánto me preparo, cierro el pico cuando más importa… Ya tuve suficiente…”

Había una caja envuelta para regalo en mi escritorio. Era un regalo para Irido-kun, preparado especialmente para hoy.

Se suponía que busque una oportunidad para entregárselo durante nuestra cita vespertina de Navidad. En cambio, se encontraba encima de mi escritorio, en otras palabras, la misión fracasó.

Estaba satisfecha con la cita en sí. Fuimos a algunos lugares frecuentados por amantes, lo cual normalmente no hacíamos, y realmente entendí “Whoah, de verdad estamos saliendo.”

Bueno, supongo que eso también era el problema.

Había estado preocupándome todo el tiempo. ¿Arruinaría el buen humor si hiciera algo indecente? ¿El humor feliz se disiparía…? Nunca pude entregar el regalo, ni siquiera cuando nuestra cita llegó a su fin.

“Uu…”

Tenía ganas de llorar.

Siempre he sido así. Difícilmente hacía las cosas que quería hacer. Lo único que resultó bien para mí fue confesarme a Irido-kun…

…Si permanecía así, estaba segura de que él se hartaría y se cansaría de mí…

“¿Yume~? Tomaré un baño primero, ¿okey~?”

Oí la voz de mamá justo cuando estuve a punto de llorar.

…Cierto, el baño.

Siempre le hacía una llamada a Irido-kun después de mi baño.

Sólo le diré ‘Oh, a decir verdad, preparé un regalo para ti. ¡Te lo daré la próxima vez!’

“¡O-Okey…!”

Ya que me decidí, iba a apresurarme.

Estaba a punto de responderle a mamá y tomar el baño yo primero, pero una vieja melodía occidental llegó desde mi teléfono sobre la mesa.

“¡¿…?!”

Era la canción de la película que Irido-kun me hizo ver antes de que empezáramos a salir. Era una melodía que se reproducía cuando él llamaba, y rápidamente tomé el teléfono.

Para evitar cortar por accidente, deslicé con cuidado el botón de “Aceptar”.

“——S-Sí. ¿Hola…?”

“…Ayai.”

Esa era la voz que más quería escuchar en ese punto. El solo escucharla me hizo feliz, pero lo que Irido-kun tenía para decir fue más allá de mis expectativas.

“¿Te molestaría salir a la veranda?”

 

 

Vi el aliento blanco mezclarse en el aire, y la ventana de Ayai se abrió.

Se inclinó desde la veranda, me divisó, y escuché un gemido desde el auricular.

“¿P… po-por qué… por qué…?”

“No, erm… bueno, es Navidad después de todo.”

Era tan vergonzoso. Quería cambiar de tema allí mismo.

Pero tenía que soportarlo. Era un día especial, por lo que debería estar bien para mí no actuar genial, no dar excusas… era Navidad después de todo.

Respiré hondo, y resistí la necesidad de soltar mi chuuni interno.

“…Quería… ver tu rostro otra vez.”

“¡¡…!! ¡¡¡~~~~~!!!”

Ayai soltó una voz por el otro lado de la llamada.

¿Qu-Qué? ¿Qué está pasando? Ella suena como si acabara de sentir a un Gran Antiguo (1).

En medio de la confusión, bip, ella cortó.

Y entonces, Ayai, quien se había inclinado desde la veranda, se retiró y entró.

“…Ahhh…”

Le resulté repugnante después de todo…

Yo lo había esperado… Después de todo, vine sin previo aviso. Si los roles fueran al revés, yo hubiera sentido lo mismo.

Ahhh, ya mátenme de una vez. Perdón por estar vivo.

“¡¡——I-Irido-kun!!”

Conforme mi desesperanza se arremolinaba en la forma de Dazai Osamu, una pequeña silueta vino corriendo hacia la entrada de los departamentos…

¿Huh?

“¿A-Ayai?”

Ayai salió al frío sendero, exhalando aliento blanco mientras trataba de recuperar dicho aliento.

Jadeando pesadamente, se llevó las manos a las rodillas, alzó la vista hacia mí, y me dio una sonrisa ansiosa.

“A-Ajaja. ¿V-Viniste hasta aquí?”

 

 

“No… erm, eso debería decirlo yo,” Irido-kun respondió tranquilamente. A pesar de eso, se encontraba totalmente rígido… Quizás estaba muy impactado después de todo.

“…Aja.”

Yo estaba un poco feliz.

Feliz de que pude devolvérsela al sorprenderlo también.

Bajé las escaleras corriendo ya que estaba demasiado impaciente para esperar el ascensor, y me tomó un buen rato recuperar el aliento. Una vez que retiré mis manos de mis rodillas, sonreí tímidamente una vez más.

“E-Ejeje. Mamá fue a bañarse… así que aproveché esta oportunidad para venir aquí.”

“Ahh… Y-Ya veo. Es por eso…”

“Entonces, erm… bueno, supongo que, sólo tenemos… unos 30 minutos.”

“¿30 minutos…? Ya veo.”

Normalmente no hablábamos mucho, y ese día, tartamudeamos bastante. Sin embargo, me asombraba el hecho de que mantenía una conversación sin estallar en risas, o sentirme ansiosa. Una conversación sin arruinar el humor.

Ahhh… Era un día especial para Irido-kun también. Yo no era la única que atesoraba nuestro tiempo juntos…

Él no era del tipo que abría su corazón, y mi corazón se agitaba cada vez que conseguía un vistazo a sus verdaderos sentimientos.

No lucía como si estuviera particularmente interesado en los demás, pero él era, de hecho, muy amable y cariñoso. Normalmente lucía extremadamente sereno, pero en realidad, había momentos donde entraba en pánico en secreto.

Antes de darme cuenta, reuní una imagen del auténtico Irido-kun, pieza por pieza. Junté cuidadosamente cada parte en un álbum de fotos dentro de mi corazón, y lo veía una y otra vez…

Disfrutaba mucho mi tiempo con él, tanto que él dominaba mi mundo el cual antes había estado dominado por la lectura.

Era por eso que, yo——

“¡——Achú!”

Temblé, y estornudé.

¿Huh? …Oh, ya veo.

“…Olvidé mi abrigo…”

Fue entonces que sentí frío.

¡Me había apresurado demasiado en salir de la casa…! Uuuuu, era una oportunidad tan rara para estar juntos… ¿Por qué justo ahora…?

“Oye, oye, eres bastante descuidada,” Irido notó con desconcierto, y desabotonó su abrigo. “Toma.”

Se quitó su abrigo, y lo depositó sobre mis hombros.

Es tan cálido…

Mi cabeza se sentió un poco difusa cuando el abrigo fue puesto sobre mí. Era como si fuera abrazada por Irido-kun, y estaba un poco avergonzada… Puedes abrazarme directamente si quieres, sabes——tuve ese pensamiento, y eso me avergonzó más. ¿Quién era yo para pensar de esa forma?

Por varias razones, empecé a calentarme. Traté de tomar un breve respiro, pero…

“¿…Pero no tendrás frío tú también, Irido-kun?”

“No, estoy bien,” Irido-kun respondió, aunque sus hombros estaban temblando un poco.

Sólo está actuando duro. ¡Qué lindo…! Pero pescará un resfriado si sigue así. ¿Qué debería hacer?

Esos eran mis pensamientos, y se me ocurrió un plan altamente difícil. De hecho, sería demasiado difícil de ejecutar apropiadamente a la primera vez, y podría ser más sencillo deslizarlo debajo del árbol. No, bueno, pero… Era Navidad después de todo.

¡…Es Navidad después de todo!

Estaba agobiada por el poder de esas palabras, las cuales me instaban por detrás. Gracias Jesucristo. Para mí, ese fue el milagro que podría convertirme al Cristianismo.

“En-Entonces… erm…”

Podía sentir mi rostro poniéndose rojo betabel, pero habiendo sido forzada por el poder de la Navidad, solté el resto.

“¿Deberíamos… usarlo juntos?”

 

 

Inesperadamente, cabíamos en el abrigo juntos.

Ayai y yo estábamos juntos, hombro con hombro debajo del abrigo. Ayai temblaba con ansiedad, cuidadosamente apoyándose contra mí.

…Ella es tan liviana.

Pero tan cálida.

Y huele rico.

Caí en un estado de alivio, aunque mis latidos estaban corriendo como resultado. Pero sería malo si empezara a pensar con mi amigo. Observé perdidamente el cielo nocturno, tratando de evitar que ella denote mis pensamientos nada puros.

Y Ayai rió.

“¿…Qué?”

“Nada… Sólo pensaba que mi novio es lindo.”

Ugh… Vio a través de mí.

Ella había estado nerviosa todo el tiempo, pero decía ese tipo de cosas tan fácilmente…

Mientras me tragaba mi vergüenza en silencio, Ayai movió rápidamente sus manos.

“Ah… ¡¿E-Estás enfadado?! ¿P-Perdón…?”

“No, no estoy enfadado. Sólo avergonzado… No tienes que preocuparte tanto.”

“¿Y-Ya veo…?”

“Ya que——”

Ah diablos, ¿a quién le importa si es vergonzoso? Es Navidad…

“——no me enfadaré, porque eres tú…”

Supuse que mis palabras salieron un poco débiles porque estaba completamente relajado. Esto me dejó mucho más avergonzado, y aparté mi cabeza a un lado.

Y entonces…

“…Eje. Ejeje. Ejejejejejeje…”

Ayai sonó un poco feliz y nerviosa, y se inclinó más sobre mi hombro.

Parece que le agradó. Gracias a dios. Estaba preocupado por haber dicho algo erróneo.

En este breve momento, sentía que el peso se quitaba de mis hombros. Dos alientos blancos aparecían intermitentemente bajo este cielo nocturno.

“…Erm, bueno… Irido-kun.”

Dirigí mis ojos a la voz, y vi a Ayai echándome un vistazo.

“Tengo algo que… darte.”

Mi corazón saltó. Ayai también había preparado algo.

“Dijiste que… no te enfadarías mientras provenga de mí, ¿cierto? Entonces… tú aceptarás… mi regalo… ¿verdad?”

Su voz sonaba cada vez más débil conforme seguía hablando, flaqueando confianza.

Cuando Ayai actuaba de esa forma, yo terminaba pensando que no había necesidad de que se ponga tan nerviosa. Ayai no era estúpida en absoluto, y no es como si yo me sintiera mal al estar con ella, y… bueno, su rostro era lindo también.

Si tan solo pudiera hablarle a la gente con normalidad, sin desbordar toda esa ansiedad, ella habría podido hacer un montón de amigos. Ella también sabía eso, pero por alguna razón simplemente le faltaba confianza, y la gente la evitaba debido a eso.

“…Ayai.”

“¿Eh…?”

Inserté mi mano en mi bolsillo en silencio, y saqué una caja envuelta para regalo.

Ayai vio eso, y se quedó parpadeando.

“¿Uh… es-eso… es?”

“Un regalo de Navidad… estaba un poco nervioso esta tarde, y no te lo di.”

“¿…Eh…?”

Ayai alzó la vista hacia mí con un rostro desconcertado——y entonces…

“¡——Pfft! ¡Aja! ¡Ajajaja! ¡¡Ajajajaja…!!”

Soltó una linda risa.

Y terminé un poco ofendido.

“No tienes que reírte así…”

“¡P-Perdón…! Pero, bueno… nunca pensé que seríamos tan similares, Irido-kun.”

“¿En otras palabras, tú también, Ayai…?”

“Sí.”

Ayai sacó un regalo envuelto, y me lo mostró.

Hasta yo empecé a reír cuando vi eso. Lado a lado, nos reímos por un rato largo.

Los vientos helados pinchando nuestras orejas y mejillas pronto se sentían como nada.

Una vez que paramos de reír, Ayai se limpió las lágrimas de los ojos, y se tapó la boca con su regalo.

“Entonces… intercambiemos regalos.”

“Ahh, hagámoslo.”

Intercambiamos nuestros lindas cajas. No era nada realmente importante, pero para nosotros, era un ritual solemne.

Le entregué mi caja a Ayai, y a cambio, yo recibí la suya.

Miré al frente, atrás, y al frente otra vez. No podía esperar más.

“¿Puedo abrirlo?”

“¿Eh? ¿…A-Aquí?”

“Puedes abrir el mío.”

“…Nn, entonces…”

Desatamos los moños al unísono.

No era como si nunca nos hubiéramos dado regalos antes, pero hasta ahora, sólo nos habíamos dado regalos prácticos. No hubo ningún peligro de que fueran rechazados.

Pero estos regalos de Navidad eran distintos.

No eran prácticos de ninguna forma. Era arriesgado y difícil lidiar con esto… el tipo de regalos que sólo intercambias si tenías el coraje para ser amantes.

“…Ah…” Murmuró Ayai una vez que abrió la caja. “¿Es esto… un colgante?”

Contenido en la pequeña caja estaba un colgante de vidrio con una flor rosa dentro.

No era nada realmente costoso. Después de todo, fue comprado con el dinero de un estudiante de secundaria. Me esforcé mucho pensando al respecto, a pesar de carecer de cualquier sentido de la moda; después de todo, normalmente no me molestaba en saber sobre tales accesorios. Terminé surfeando mucho en internet, y seguía sin estar seguro de que pudiera considerarse como lindo, pero——

Ayai balanceó el colgante en frente de ella.

“Impresionante… hay una flor adentro del vidrio… ¿qué clase de flor es esta?”

“Gipsófila. Me gusta su lenguaje floral.”

“Lenguaje floral…”

Al escuchar eso, Ayai sacó su teléfono para buscar de inmediato. Empecé a entrar en pánico.

“¡No…! ¡Espera! ¡Es un poco vergonzoso…!”

“¿Eh? Pero está bien, ¿cierto?”

Ayai sonreía de manera traviesa mientras giraba para escudar su teléfono. “Erm.” Empezó a leer los resultados de búsqueda. “‘Romance’, ‘pureza’, ‘sinceridad’, ‘inocencia’…”

“…De hecho, erm..” Sólo podía rendirme y confesárselo. “…Es comúnmente usada en ramos de novia (2).”

“¿…Eh?”

Ayai miró su colgante una vez más, su rostro estaba claramente rojo incluso en la noche.

¿…Qué es esto? ¡¿Una propuesta de matrimonio…?!

Mi rostro empezó a arder en este punto. ¡Debería haber elegido uno normal después de todo!

“…Nn…”

Estaba abrumado de arrepentimiento, y Ayai abrió el envase, levantó su cabello, y se puso el colgante.

“De acuerdo… listo…… ¿Qué tal está?”

El colgante que le había regalado a Ayai ahora estaba alrededor de su cuello.

…Ahhh. Ahh——ahh——¿cómo describo esto?

¿Debería llamarlo felicidad, vértigo…? De cualquier forma, mi corazón estaba rebosando de una sensación de logro.

“Nunca he usado algo como esto, por lo que no sé si me queda…”

“Sí, te queda muy bien,” solté inadvertidamente. “Realmente te queda… Eres linda.”

“¿Eh? …Nn, nn… Gr-Gracias…”

Ayai apartó la mirada tímidamente, su rostro rojo empezó a relajarse.

Esa expresión suya me mostraba que el tiempo y esfuerzo que puse fue más que recompensado.

“…Yo debería abrir tu regalo entonces.”

“¡Ah… nn, nn!”

Abrí la caja mientras Ayai me miraba con tensión.

“——…Ahh.”

“Heh… Sí que estamos en sincronía.”

…Era un collar.

Levanté el collar, y de él colgaba un accesorio con forma de pluma.

“No hay una linda historia de trasfondo para tu regalo, Irido-kun… Es más una pluma fuente que una pluma.”

“¿Una pluma fuente?”

“Erm, bueno…” Los ojos de Ayai revolotearon un rato, y entonces finalmente pareció decidirse conforme fijo, “……Me gusta verte garabatear en tu cuaderno cuando estudias para los exámenes.”

“………”

Me quedé en silencio varios segundos, tratando de comprender sus palabras.

“¿…Entonces ese es tu fetiche?”

“¡¡Ahhhhhhhhhh…!! ¡¡En lugar de un fetiche, es más un interés mío…!!”

Bueno, eso es un fetiche si alguna vez he visto uno.

Ayai agachó la cabeza con rechazo. “Uuu… perdón por decir algo desagradable.”

“Siempre estás disculpándote por esto y aquello,” dije, mientras trataba de ponerme el colgante. “Mira.”

Una vez que me vio ponerme su regalo, el sombrío rostro de Ayai empezó a cambiar.

La vi controlando su emoción, y reí.

“Los regalos de Navidad sí que son especiales.”

“¡N-Nn…! ¡S-Sí que lo son!”

Compartimos estos pensamientos superficiales, nos miramos el uno al otro de nuevo, y reímos.

Después de eso, pasamos otros diez minutos más o menos con nuestras conversaciones sin rumbo.

No había lindas luces.

No había románticos copos de nieve.

Sólo estábamos junto a un árbol al lado de los departamentos. Era un árbol solitario, en la tenue luz de las farolas y las luces hogareñas.

A pesar de eso, el efímero momento en este día quedó firmemente grabado en nuestros corazones.

“…Nos vemos, entonces.”

“…Ahh, hasta la próxima.”

Nos saludamos gentilmente, despidiéndonos en la entrada del departamento.

Era un poco sereno, conforme no dijimos nada, ambos reticentes a abandonarnos el uno al otro.

——Y porque sabía eso, sujeté la muñeca de Ayai.

“¿Eh? Irido-kun——”

Jalé a Ayai más cerca, y me incliné.

Estábamos obligados a permanecer en silencio.

Me enderecé otra vez, y el rostro de Ayai se había puesto rojo por algo distinto del frío. Parpadeaba con asombro.

“…Bueno, es Navidad,” dije como excusa.

Ayai sonrió. “Sí… Es Navidad después de todo.”

Esta vez, Ayai se puso en puntas de pie.

Una vez que se paró apropiadamente otra vez, nos sonreímos el uno al otro, y finalmente nos soltamos.

En ese punto, aún no le habíamos contado a nadie sobre nuestra relación.

Un día, iba a mencionársela a papá. Seis meses antes, nunca habría pensado que tendría una novia para presentarle.

Caminé a casa solo, y vi el colgante balanceándose en mi pecho.

¿Podríamos reunirnos abiertamente la próxima Navidad?

¿Podríamos reunirnos en alguna de las casas, y compartir la misma mesa?

¿Qué clase de obsequio nos regalaríamos la próxima vez?

“…Debería comenzar a pensar en eso ahora.”

365 días a partir de hoy.

Desde ese momento, estuve esperando con ansias por ese día.

 

 

365 días después, dejamos de hablarnos.

“Nada dura para siempre…”

Ahora en mi primer año de preparatoria, me saqué ese collar después de tanto tiempo, y acepté la verdad de este mundo.

Durante un tiempo desde esa Navidad, tratábamos de hallar los regalos en el cuello del otro, y nos reíamos al respecto. Debido a eso, deliberadamente los escondíamos en nuestros cuellos de la ropa y en las bufandas, o incluso en lugares donde no considerarías mirar. ¿Qué tenía de divertido eso?

Pero ahora, no creo que ella lo notaría, o si miraría siquiera. Después de todo, esperaba sin dudas que ella haya descartado ese colgante en el momento que se mudó.

“…Ha pasado un tiempo, ¿debería ponérmelo?”

Si ella no lo notaba, mi hipótesis se confirmaría. Si lo hacía, entonces ella tendría una reacción interesante.

Sintiéndome entusiasta, me puse el collar, oculté el dije de pluma debajo de mi ropa, y salí de mi habitación.

Probablemente me la encuentre en el camino al baño——pensé.

“Ah.”

“Ah.”

Abrí la puerta, y la encontré en el pasillo del segundo piso.

Era Yume, ahora una estudiante de primer año de preparatoria, más alta y con cabello más largo que antes.

Y entonces, noté algo en ella.

Había un familiar colgante brillando entre su cabello negro.

“…Heh.”

“Hmph.”

Esa fue la única interacción que tuvimos. No dijimos nada más y bajamos las escaleras.

El drama de TV de la cena terminó cuando ingresé al living. Papá estaba en la mesa del comedor, mientras Yuni-san se encontraba en la cocina, poniendo los platos en el secador.

“Ohh, Mizuto. ¿Vas a tomar un baño?”

“Creo que el agua debería estar caliente ya. ¡Yume, juega piedra papel o tijeras si quieres ir primero!”

Ellos nunca notaron el pequeño cambio entre nosotros.

Les respondimos a nuestros padres, nos sentamos en el sofá frente a la TV, dejando un espacio entre nosotros, y sin palabras abrimos los libros que trajimos desde nuestras habitaciones.

“…Fuu.”

Yume de repente rió.

“¿Qué?”

Mantuve mis ojos sobre mi libro.

“No estamos en sincronía,” dijo Yume, sin levantar la vista de su libro.

“Así es,” respondí, y volví a la lectura.

Mi libro era ‘Cuento de Navidad’ (3), y el libro de Yume era ‘Navidades Trágicas’ (4).

 

NOTAS DEL TRADUCTOR

  1. Great Old Ones o Grandes Antiguos son entidades que aparecen en los Mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft, aunque no todas ellas fueron creadas directamente por él.
  2. La planta de Gypsophila o Gipsófila es comúnmente conocida como Velo de Novia, es originaria de Europa y pertenece a un género de plantas con flores herbáceas de la familia Caryophyllaceae. El nombre del género proviene del griego gypos, que significa “yeso” y filosofía, que significa “amistad”.
  3. A Christmas Carol, traducida al español como Canción de Navidad/Cuento de Navidad/El cántico de Navidad, es una novela corta escrita por el británico Charles Dickens y publicada originalmente por Chapman & Hall el 19 de diciembre de 1843. Su trama cuenta la historia de un hombre avaro y egoísta llamado Ebenezer Scrooge y su conversión tras ser visitado por una serie de fantasmas en Nochebuena.
  4. Navidades Trágicas (título original en inglés: Hercule Poirot's Christmas) es una novela policiaca escrita por la escritora británica Agatha Christie, publicada originalmente en el Reino Unido en diciembre de 1938 y en Estados Unidos en 1939 bajo el título Murder for Christmas. La trama de la novela se basa en el asesinato en vísperas de Navidad de Sr. Lee, quien fuera un millonario que había invitado a sus cinco hijos a pasar las fiestas en su casa. El hecho lleva al detective Hércules Poirot a investigar el asesinato.

Traducción al Inglés: Hellping
Traducción al Español
: nahucirujano
Corrección: nahucirujano

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