Capítulo 2

Capítulo 2: Mi senpai no puede ser tan anormal



1



“---Oye, Keiki-kun. La verdad es que, he estado enamorada de ti desde hace mucho tiempo.”

Después de clases. El salón del club de caligrafía estaba iluminado por el sol del atardecer mientras Keiki recibía la confesión de la senpai que siempre había admirado. Frente al congelado Keiki, la chica una vez más habló con una voz suave y angelical.

“En serio me gustas, Keiki-kun.”

La chica era, por supuesto, Tokihara Sayuki.

Siendo la senpai de Keiki por un año de diferencia, tenía las mejillas ligeramente sonrojadas, haciéndola lucir increíblemente linda ahora mismo.

“Keiki-kun, cierra los ojos.”

Qué significaban exactamente esas palabras, el virgen Keiki no lo sabía. Los cerró como se le pidió. En completa oscuridad, sólo había dos cosas  que estaban tan claras como el día.

El calor de su mano tocándole la mejilla, y la suave brisa de su aliento cerca de su rostro.

“…”

Incluso ahora su corazón estaba a punto de salir de su pecho. Ya que esta era la primera vez en su vida, se encontraba increíblemente nervioso. Sayuki acercó sus labios a los de Keiki.

“S-Senpai---”

Sus alientos se mezclaron en uno solo, sus suaves labios estaban a punto de tocar los de él.

En ese momento,  la cabeza de Keiki sintió un ‘bang’.

¿…………Bang?

Y así, despertó. No en el salón del club, sino en su propia habitación. La luz del sol atravesaba las cortinas, indicándole que ya era temprano por la mañana.

Keiki pudo resumir en pocas palabras lo que acababa de suceder.

“Fue sólo un sueño, huh.”

Sí, mientras dormía sucede que rodó y cayó de la cama, golpeándose la cabeza sobre el piso. Era una tragedia para él, considerando lo que acaba de pasar en sus sueños. Sus recuerdo del sueño permanecían frescos, aunque no por mucho, y apretó los dientes con frustración.



2



Recientemente, Kiryuu Keiki había recibido su primera carta de amor. Con sólo las palabas ‘Te amo’ escritas en un trozo de papel, no tenía el nombre de quien la enviaba, y ni siquiera un indicativo de quién podría ser. Como pisapapeles, la chica había usado un par de bragas, de ahí el nombre código ‘La Cenicienta que olvidó sus bragas’, pero sus sentimientos por Keiki no eran una casualidad. Para tener a su primera novia, había decidido investigar la identidad de dicha ‘Cenicienta’.

“Ya veo. Entonces la última persona que se fue del salón fue Tokihara-senpai.”

“Sí. Mizuha me lo dijo ayer.”

Las clases habían terminado. En un salón desierto, Keiki y Shouma estaban sentados cerca de las ventanas. La agenda de hoy era, una vez más, descubrir la identidad de Cenicienta.

“Ya que Tokihara-senpai fue la última persona que dejó el salón, la posibilidad de que sea Cenicienta es extremadamente alta.”

Keiki había hallado la carta de amor después de la gran operación de limpieza dentro del club de caligrafía. Se había ido del salón por un corto lapso de tiempo, apenas 10 minutos para ser preciso. En base a eso, era obvio que una de las miembros de la operación de limpieza posiblemente era la que la envío.

Considerando que la carta fue dejada sobre una mesa, hacía suponer aún más que la última chica que dejó el salón ese día era Cenicienta.

“Por cierto, Keiki. ¿Dónde escondiste la evidencia (bragas)?”

“Las tengo bien resguardadas en mi habitación. No puedo permitir que Mizuha las encuentre, después de todo.”

“Estarías en grandes problemas si fuera a hallar algo como eso en tu cuarto, me imagino.”

“El solo imaginarla diciendo algo como ‘No me agrada un Nii-san pervertido’ me roba toda la voluntad de vivir.”

Como un hermano siscon, recibir esas palabras resultaría en una herida letal. Probablemente aplastaría su orgullo como hermano mayor. Esto se encontraba en un nivel completamente distinto de por ejemplo, hallar revistas pornográficas.

“Si tan solo fuera realmente un zapato de cristal en vez de un par de bragas.”

“Tratándose de bragas no puedo ir por ahí pidiéndole a las chicas que se las prueben para ver si les quedan.”

“Si fueras a hacer eso, no termnaría sólo en una expulsión.”

Ir a ver a una chica y pedirle descaradamente algo como ‘¿Podrías probarte estas bragas, por favor?’ probablemente terminaría en una corte por acoso sexual.

“Bueno, las bragas son una cosa, pero pienso que Tokihara-senpai es una fuerte candidata. Los dos son bastante cercanos, después de todo, y ella parece confiar mucho en ti.”

“¿T-Tú crees?”

“Oya, tu rostro dice que no te quejarías si ese fuera el caso.”

“Bueno, por supuesto que estaría feliz si Sayuki-senpai estuviera enamorada de mí.”

“Es bastante popular, después de todo. En el club de tenis, está en la cima de la lista de las chicas con las que los chicos querrían tener su primera vez.”

“¡¿Qué?! Espera, primera vez dices…”

Aunque podría sonar demasiado directo, Keiki podía comprender los sentimientos de los chicos.

Quiero decir, ¿qué pasa con esas proporciones?

Combinado con sus largas piernas y delgada figura, tenía esos magníficos melones. Keiki estaba seguro de que un montón de chicos morirían por tocarlos. Ayer, de hecho, Keiki también tuvo la fantasía de sentir ese majestuoso pecho suyo.

“Aunque yo no tengo mucho interés en los pechos grandes.”

“Shouma es un poco distinto en ese aspecto, ¿no?”

“Ajaja. Soy un lolicón después de todo,” el pervertido confesó con una sonrisa fresca.

Los rasgos físicos de Sayuki eran completamente opuestos a las preferencias de Shouma.

“Keiki. En lugar de pequeños en general, los prefiero cuando aún están en pleno crecimiento.”

“Paso. No tengo tiempo para escuchar sobre tus gustos.”

“Por ejemplo, alguien como Koga-san sería grandioso.”

“Básicamente estás insultando a Yuika-chan con esas palabras.”

La miembro de la biblioteca Koga Yuika y Akiyama Shouma eran conocidos. Después de todo, Shouma visitaba a Keiki durante sus horas de trabajo de vez en cuando.

“Bueno, tengo que ir a mi club ahora.”

“Perdón por mantenerte aquí.”

“A mí también me interesa la identidad de Cenicienta, sabes. Planeas ir al club de caligrafía después de esto, ¿no?”

“Sí, ese era el plan. Quiero hablar con Sayuki-senpai una vez más.”

“¿En verdad? Ve por ellas, príncipe.”

“Sí, no me contendré. Si Senpai realmente es Cenicienta, entonces tendré una novia de grandes pechos.”

“Probablemente esta sea la primera vez que el príncipe trata de descubrir la identidad de Cenicienta sólo por sus pechos.”

Después de todo, Kiryuu sigue siendo un estudiante normal de preparatoria. Él no es como un príncipe debería ser en absoluto. Aun así, esa carta de amor le fue enviada a él y para él. El solo recordar las palabras ‘Te amo’ escritas en la carta hacía que su corazón se encienda con pasión. Era por eso que quería responder a los sentimientos de la chica tan pronto como sea posible. Este sentimiento suyo era su motivación.

Habiéndose separado de Shouma, fue a visitar el salón del club de caligrafía. Después de tocar no recibió respuesta, así que usó su propia llave para abrir la puerta. En momentos como este ‘la chica’ debe estar en su propio mundo.

“Ah, como pensé.”

Más allá de la puerta divisó una escena familiar. En medio del salón, una estudiante con largo cabello negro estaba escribiendo algo.

Tokihara Sayuki.

La presidente del club de caligrafía y estudiante de 3er año. La persona que Keiki pensaba tenía la más alta probabilidad de ser Cenicienta.

“Luce muy genial cuando trabaja de esa forma.”

Siempre se ataba el cabello en una cola de caballo mientras trabajaba. Sus suaves dedos expresaban sus ricas palabras sobre el papel. Sin importar cómo la miraras, ella era una belleza impresionante. Él la había visto de esta manera incontables veces ya, pero ahora, Keiki se halló a sí mismo cautivado por ella una vez más. Sin tomar asiento, meramente la observó hasta que ella notó su presencia.

“Me pregunto si Keiki-kun tiene alguna clase de súper poder, siempre apareciéndose justo en frente de mí.”

“Sólo abrí la puerta como siempre pero tú no lo notaste.”

“¿En serio? Entonces, ¿cuándo aprenderás algunos súper poderes de verdad?”

“¿Por qué tratas de forzar los súper poderes sobre mí? No tengo intención de aprender habilidades como esa.”

“Qué lástima. Me gustaría mucho ver al chico que saltaba a través del tiempo.”

“¿Qué clase de pedido irrazonable es ese…?”

“Parece que los jóvenes de hoy en día se rinden demasiado rápido. ¿Por qué no tratas de volar en el tiempo ahora mismo?”

“Ni siquiera puedo volar normalmente, ¿cómo podría lograr eso?” Keiki replicó mientras corría una silla y se sentaba, dejando su bolso sobre la silla de al lado.

En frente se encontraba Sayuki, desatando su cabello.

“¿Qué estabas escribiendo? Tu entrada para la competencia ya está terminada, ¿cierto?”

“Sólo tenía ganas de escribir. Si no escribo algo, no puedo calmarme.”

“Entonces eres esa clase de persona, ya veo. Similar a la gente que no puede calmarse si no fuma un cigarrillo.”

“Puede que tengas razón. Esto también podría contar como veneno.”

“Creo que existe una gran diferencia.”

El usual parloteo de siempre. Esta atmósfera era realmente relajante para Keiki. Sin embargo, al mismo tiempo, sentía un cosquilleo en su pecho, como si quisiera que algo cambie.

“Senpai está…como siempre, ya veo.”

“Supongo. No me siento distinta.”

“Muu… Qué frustrante.”

“¿Eh, qué es frustrante?”

“No, nada.”

Estaba actuando como siempre.

Incluso después de lo que había sucedido, ella no lucía avergonzada ni nada. Ayer después de clases, había besado a Keiki en la mejilla. Para Keiki, ese fue uno de los eventos más importantes de su vida, pero parece que Sayuki no sentía lo mismo. Pensando en eso, Keiki se sintió un poco frustrado.

“Uhm, hay algo que quiero preguntarte, Sayuki-senpai.”

“¿Algo que quieres preguntarme? ¿N-No me digas que…?” Puso sus brazos sobre sus pechos como si quisiera ocultarlos.

“Lo siento, pero contarte cuál es mi tamaño de copa es demasiado vergonzoso, no puedo responder eso.”

“No, eso no es lo que quería preguntar, sabes…”

“Muh…cuando lo dices así, me dan ganas de contártelo.”

“Ni siquiera quiero responder a eso.”

Sus conversaciones siempre se desplazaban en la dirección incorrecta, pero Keiki no tenía tiempo para disfrutar eso.

“¿Entonces? ¿Qué querías preguntarme?”

“Uhm, eso es… ¿Mhm? ¿Huh?”

Keiki reunió todo el coraje que tenía, pero en ese momento, cierta pregunta surgió en su mente.

¿Qué tal si Sayuki-senpai no es Cenicienta?

Y eso no se limitaba solamente a Sayuki. Si fuera a preguntarle a su potencial Cenicienta algo como ‘¿Fuiste tú la que me envió una carta de amor?’, ¿qué sucedería si ella fuera a responder con ‘Eh, no tengo idea de qué estás hablando’? Eso sería demasiado cruel para el suave corazón de Keiki. Ni siquiera podría disculparse.

Además, existen otros dos puntos que debía tener en mente al preguntar.

Punto Número 1:

[Las bragas fueron dejadas junto a la carta de amor.]

Tenía que evitar el tema a toda costa. Después de todo, no podía ir y preguntarle a una chica ‘¿Estas son tus bragas?’. Eso sería acoso sexual, y lo etiquetaría para siempre como un pervertido. Por lo tanto, había decidido que la parte sobre las bragas era un tema prohibido para su investigación.

Punto Número 2:

[La razón por la que la chica no escribió su nombre en la carta.]

Keiki podía pensar en una sola razón. No porque la chica simplemente lo olvidó, sino porque quería ocultar su identidad. Es imposible que reciba un simple ‘Sí, fui yo’ después de preguntarle a una candidata.

“¿…Keiki-kun? ¿Qué sucede?” Sayuki lo miró con una expresión preocupada.

El riesgo de que ella no sea su Cenicienta seguía siendo demasiado grande. Tenía que reunir más información para no arruinar esta importante amistad con Sayuki.

“Uhm…el salón está muy limpio ahora, ¿no?”

“Tienes razón. Aunque eso es bastante obvio ya que lo limpiamos recientemente.”

“Tiene sentido˜”

“…”

“…”

La conversación se detuvo en un instante.

“En serio, ¿qué pasa contigo, Keiki-kun? Estás muy raro hoy.”

“Siempre soy raro, ¿no?”

“Eso podría ser cierto.”

“¡¿No lo niegas?!”

En verdad quería que ella lo negara. Parece que siempre lo consideró como raro.

“Dejando de lado la broma, si necesitas ayuda con algo, puedes pedírmelo, ¿ok? ¿Estás preocupado por algo relacionado al sexo?”

“Te equivocas.”

“¿En serio?”

“Sí. ¿Y por qué le pediría a una chica consejo sobre eso?”

“No te entiendo, Keiki-kun.”

“Qué coincidencia. Yo tampoco entiendo a Sayuki-senpai.”

Ella luce muy genial cuando escribe. Pero cuando no lo hace, siempre actúa como una niña.

A pesar de que ayer lo besó en la mejilla, lo que debería ser un suceso bastante especial, ella está actuando como si nada hubiera ocurrido.

Parece que hay ocasiones en las que no tengo idea de en qué está pensando, aun después de haber estado con ella todo este tiempo.

“…Ya veo. A decir verdad, no sé mucho sobre Sayuki-senpai.” Por supuesto, tenía cierto grado de conocimiento concerciente a ella a pesar de que se conocen hace apenas un año.

Qué clase de libros le gustan. Qué clase comida le gusta. Qué tipo de música escucha. Qué la hace feliz. Eso debería ser suficiente para un perfil rústico. Sin embargo, él no sabía cómo se sentía ella respecto de su kouhai Kiryuu Keiki. Hasta ahora, eso estaba perfectamente bien. Él estaba conforme con su actual relación. Pero para determinar si ella era Cenicienta o no, ese conocimiento era insuficiente. Faltaba un paso más.

Si quieres saber más sobre otra persona, es importante tocar un lado de ella que normalmente no tocarías. Por ejemplo, Keiki no sabía qué hacía Sayuki cuando no estaba trabajando en su caligrafía. Sólo la veía en el salón del club, por lo que Keiki no sabía nada acerca de su vida afuera del club.

Keiki no sabía cómo era ella afuera de la escuela---Keiki quería saber más sobre ella, por lo que tal vez debería preguntarle si querría salir alguna vez.

Pero, ¿eso no significaría lo mismo que invitarla a una ‘cita’?

Cierto, las citas eran oportunidades para que un chico y una chica se conozcan más. Por supuesto, no es como si Keiki tuviera experiencia teniendo citas con las chicas. En absoluto. Cero. Nada.

Ahora, la cuestión era…

“Me preguntaba cómo podría invitar a Sayuki-senpai a una cita…”

“¿Eh…?”

Oyendo esa débil voz, Keiki alzó la cabeza, y sus ojos se encontraron con los de la perpleja Sayuki.

Sus labios lentamente formaron la palabra “¿Cita?” mientras su suave voz la expresó. Como si hubiera visto a través del corazón de su Kouhai con gran precisión. O más bien---

“¿…Eh? ¿D-Dije eso en voz alta?”

“¿Keiki-kun quiere tener una cita…conmigo?”

“¿…Eh?”

Él había recibido una respuesta inesperadamente afectiva. Sayuki lo miró con ojos expectatntes. Keiki sintió que su rostro se ponía caliente.

¿Acaso logré invitarla inconscientemente?

“Si Keiki-kun quiere tener una cita…no me molestaría ir, ¿sabes?”

“¿E-En serio?”

“Hay una tienda cerca de la estación del tren que estrenó un nuevo parfait en su menú, pero no tengo mucho dinero para este mes.”

“¡¿Esta persona está tratando de exprimirme por sus propios deseos?!”

Con algo así, es imposible que nazca una nueva comedia romántica.

Mejor dicho, dice ‘este mes’ pero el mes apenas comenzó… ¿Cómo hizo para usar toda su mensualidad en tan corto tiempo…?

“¿No puedes?”

“Uhh, mirarme de esa forma es injusto…”

Las mujeres son muy injustas. Especialmente cuando una belleza como ella está mostrándome ojos de cachorrito.

Los chicos existen para ser débiles ante las actitudes femeninas. Al ser atacados por un arma tan poderosa, no tienen más opción que admitir la derrota.

“…De acuerdo. Te invitaré ese parfait.”

“¡Ahora que está decidido, vamos! ¡Ahora mismo!”

“¡Oye, no empieces a jalarme! ¡No se acabarán, así que no tenemos que apresurarnos!”

“Se acabarán. Sólo preparan 11 por día.”

“¿O-Ok…?”

Parece que comer un parfait se ha convertido en una guerra. El mundo de los dulces es muy aterrador. He oído que las chicas tienen una excesiva debilidad por lo dulce, pero Senpai parece ser aún más extrema al respecto.

Conforme tomaron asiento en el café cerca de la estación del tren, la mesera vino para tomar sus órdenes. Por supuesto, Sayuki ordenó el parfait mientras que Keiki pidió un café.

Su café llegó en un simple vaso mientras que entregaron el parfait en un gran plato. El té verde granulado encima del helado de vainilla encajaba perfectamente, y al ver la crema combinada con el énfasis de los frijoles, lucía extraordinariamente delicioso.

“Ah, el solo verlo me hace feliz. Sería un desperdicio comerlo.”

“Si Senpai no lo come, yo lo haré encantado.”

“Me siento mal por Keiki-kun, pero esa es la única cosa que no permitiré.”

“Ok, ok, entonces por favor, adelante.”

“G-Gracias,” luciendo un poco nerviosa, agarró la cuchara.

Tomando una cucharada de la parte superior del postre, se llevó la cuchara a la boca.

Habiendo saboreado el primer bocado, cerró los ojos con felicidad y un “¡Mhm…!”


“Es muy delicioso. ¡Los sabores encajan tan bien!”

“Me alegra que te guste.”

“¿Quieres una probada?”

“No, no tenemos otra cuchara, así que paso.”

“Te daré de comer.”

“No, gracias.”

“Que pena. En verdad quería que Keiki-kun comparta esta felicidad conmigo.”

“El solo ver a Senpai de esta forma ya me ha llenado el estómago.”

Meramente poder ver su rostro feliz era suficiente para Keiki. Puede que a las chicas les gusten los dulces, pero para los chicos, la sonrisa de una chica es maravillosa.

“Por cierto, ¿en qué gastaste tu mensualidad?”

“Es un poco vergonzoso, pero tuve un encuentro predestinado con un hermoso pincel.”

“Lo haces sonar muy romántico, pero seguramente lo compraste en un impulso, ¿cierto?”

“Está bien. Si pienso que vale la pena, no lo lamentaré.”

“Es por eso que tuviste que rendirte con lo del parfait durante tanto tiempo.”

“Eso también está bien. Pude tener una cita con Keiki-kun, después de todo.”

“…”

En serio, las mujeres no juegan limpio.

Mostrándole a Keiki una radiante sonrisa, ella probablemente podría exprimirle todo su dinero.

“Gracias, Keiki-kun.”

“No hay problema, este parfait no era tan costoso.”

“Es cierto, pero no me refería a eso. Estoy muy agradecida con Keiki-kun. Logramos evitar la disolución del club de caligrafía gracias a que tú te uniste.”

“Ah, es verdad. Ya ha pasado un año, ¿no?”

Hace un año, Keiki se unió al club de caligrafía por el bien de Sayuki.

“Después de que mis senpais se graduaron, fui la única que quedó, y nadie más parecía interesado en el club. Pero Keiki-kun fue a ayudarme---” Con una voz que sonaba nostálgica, le sonrió a Keiki, “En ese momento, estuve muy feliz.”

Esas palabras seguían reverberando dentro de su pecho. Al recibir los sentimientos honestos de Sayuki de esa forma, sintió que la sangre se le subía al rostro.

“Podría ser un poco tarde para preguntarlo, ¿pero en verdad estuvo bien que te unieras al club de caligrafía?”

“¿Eh?”

“Quiero decir, no tienes ningún interés en la caligrafía, ¿cierto?”

“Bueno, eso es verdad, sí.”

“Aunque hubiera sido suficiente con que fueras un miembro fantasma, seguiste viniendo de vez en cuando… ¿No es demasiado estresante para ti? Tu nombre en la planilla de registro debería ser suficiente, ¿cierto?”

Es verdad que Keiki no era exactamente un miembro del club de caligrafía. Sus actividades de club incluían meramente la limpieza del salón de tanto en tanto, leer un libro, u observar a Sayuki mientras trabajaba.

Aun así---

“Me alegra mucho haberme unido al club de caligrafía. Senpai es hermosa, después de todo, y luce muy genial cuando trabaja duro---Senpai es alguien a quien admiro.”

Él se presentaba en el club precisamente porque Sayuki estaba allí. Porque la persona que admiraba estaba sentada allí.

“Además, cuando estoy con Senpai siempre me divierto.”

Esa sería la razón más importante.

“…”

“¿…? ¿Sayuki-senpai?”

“N-No es nada.”

Conforme Keiki habló otra vez, Sayuki rápidamente apartó los ojos con las mejillas sonrojadas. Al ver esta extraña respuesta, él reaccionó de la misma forma. Pero no era exactamente una mala sensación.

Después de eso, Sayuki siguió comiendo su parfait en silencio. Keiki hizo lo mismo, bebiendo su café. Con el paso del tiempo, el café desapareció, junto con el parfait. En el momento que Sayuki usó un pañuelo para limpiarse la boca, Keiki reunió su valor.

“Sayuki-senpai.”

“¿Qué sucede?”

“¿Me estás ocultando algo, por casualidad?”

“¿Ocultar algo?”

“Por ejemplo, uhm, alguna clase de sentimiento hacia mí o algo…”

“……”

“……”

El tiempo---se detuvo.

La razón claramente fue la espontánea pregunta de Keiki. Había tratado de evitar el tema de la carta de amor y las bragas, pero aun así, pensó que esto terminaría bastante mal.

Esperaba que Sayuki dijera algo como “Eres demasiado consciente. Deja de lado esas fantasías.” Sin embargo, el esperado abuso verbal nunca llegó. No hubo respuesta en absoluto, para ser preciso.

“¿…?”

Comprobando su expresión ya que creía que algo era extraño, vio una mirada en su rostro como la de un gato sobresaltado, congelado por el asombro. Eso era algo que nunca antes había visto.

“¿Uhm, Sayuki-senpai?”

“¡¿…?!”

En el momento que escuchó su nombre en voz alta, saltó de su asiento.

“------, ------------”

Parecía que quería decir algo, pero las palabras no salían. Su rostro estaba rojo como una manzana y sus ojos abiertos de par en par.

Este era uno de los rostros que Keiki nunca había visto. Una Sayuki afuera de la escuela.

“…Perdón, me iré a casa,” diciendo eso con voz baja, rápidamente tomó su bolso y salió apresurada del café.

Incluso después de que el silencio retornara al negocio, Keiki sólo se quedó absorto, mirando a la puerta por la que Sayuki se había ido.

“Esta es la primera vez que la veo así.”

Con una simple pregunta, logró robarle su usual calma.

“No me digas que… ¿Sayuki-senpai realmente es Cenicienta?”

Esa sola respuesta fue suficiente para suavizar sus dudas.

El rostro rojo de Sayuki. Para descubrir qué clase de emoción simbolizaba ese color facial, decidió que era necesario acortar la distancia entre eĺ y ella aún más.

“Buen día, Keiki.”

“Ah. Buen día, Shouma.”

A las 8 de la mañana, Keiki se encontró con Shouma en una intersección.

“Qué raro que no estés con Mizuha.”

“Sí, tenía deberes de la clase hoy, así que se adelantó. Lo mismo tú. ¿No tienes práctica matutina?”

“No tengo que ir todos los días. Tomarse un descanso también es importante.”

Habiéndose saludado, continuaron caminando hacia la escuela.

“¿Y? ¿Pudiste hablar con Tokihara-senpai?”

“No, en absoluto. Aunque hice progreso. Creo.”

“Ya veo. Entonces ayer tampoco te fue muy bien… Ah, hablando del rey de Roma.”

Siguiendo la mirada de Shouma, Keiki divisó a la chica de la que estaban hablando cerca de la entrada de la escuela. En el momento que lo hizo, se apresuró hacia ella.

“Sayuki-senpai---”

“…Lo siento, estoy ocupada ahora.”

Conforme le habló, ella estremeció sus hombros ligeramente. Dejando atrás esas palabras, escapó rápidamente.

“…Como pensé, me está evitando.”

“Sí…”

Después de ese incidente en el café, ella lo estuvo evitando constantemente. Cada vez que se topaban ella se alejaba de él. Era como si hubieran tenido una pelea de novios. Debido a eso, no había podido hablar con ella en los últimos días.

“Buen día, Keiki-senpai.”

“Ah, Yuika-chan, buen día.”

Vistiendo un blazer, la Kouhai rubia de aspecto extranjero saludó a Keiki.

“Buen dí para ti también, Akiyama-senpai.”

“¡Buen día˜! Estás tan linda como siempre, Koga-san.”

“¿Eh? ¿M-Muchas gracias?” Yuika murmuró después de escuchar las palabras de Shouma.

Akiyama Shouma siempre era amable con las chicas, pero respecto a las chicas más jóvenes, actuaba como un verdadero caballero. Aun más cuando la chica tenía un rostro juvenil. Un verdadero lolicon.

“Keiki-senpai, ¿sucedió algo con Tokihara-senpai?”

“Ah, ¿viste lo de recién?”

“Sí, ella lucía rara.”

“Bueno, pasaron muchas cosas, supongo…”

“No me digas que, ¿descubrió que siempre estás mirándole los pechos?”

“¡Te equivocas!”

“¿Ehhh? Pero Keiki-senpai, sueles echarles un vistazo bastante seguido, ¿sabes? Ella debe haberse dado cuenta.”

“¿…Lo dices en serio?”

“Las mujeres son muy perspicaces, después de todo. Deberías darte prisa y disculparte.”

“Bueno, pero, sigues estando equivocada…”

Es cierto que siempre estaba fantaseando sobre sus pechos, pero él era un adolescente, después de todo. Por supuesto que se interesaba en esas cosas. Y esto claramente no era la razón por la que Sayuki estaba evitando a Keiki…o al menos él pensaba que no lo era.

“Pero es cierto que tengo que hacer algo rápido…”

Nada cambiará si todo sigue así, por lo que tenía que hacer algo para acortar la distancia entre ellos otra vez.

Aunque eso no fue tan fácil como esperaba.

Sayuki no apareció para sus actividades de club, ni estaba en su salón de clases cuando él iba allí. Cuando lograba captar un vistazo de ella, Sayuki escapaba a toda velocidad. Por supuesto, no podía ir más allá de los límites, de lo contrario claramente lo etiquetarían como un pervertido, o incluso peor, un acechador.

Conociendo que la posibilidad de que Sayuki sea Cenicienta era alta, pensó que podría lograr progreso bastante rápido, pero las cosas no estaban resultando de esa forma. Y al ser rechazado de esta manera, el daño seguía aumentando.

Ahora mismo, estaba sentado en un salón desierto, respirando profundamente.

“Esó sí que es llamativo. Se te escapará la felicidad, Kiryuu.”

“Nanjou…”

Elevando la voz, Keiki vio la fuente de esa voz de burla. Con una corta falda y cabello brillante atado en una coleta al costado, se trataba de su compañera de clases. Sentándose en frente de Keiki, Nanjou Mao una vez más habló.

“Es bastante raro verte de esta forma. ¿Sucedió algo?”

“Ah, bueno, recientemente cierta persona ha estado evitándome y eso me deprimió un poco.”

“Cierta persona…Tokihara-senpai.”

“Bueno…sí.”

“…Hmph.”

“¿Por qué luces tan disgustada?”

“No lo estoy. No es nada.”

Ella nunca fue muy alegre para empezar, pero su humor parecía haberse oscurecido más de lo usual conforme dijo eso. Aunque siempre parecía no tener expresiones, era muy fácil ver a través de ella en momentos como este.

“Si no quieres que la chica escape, ¿qué tal si preparas un ‘kabe-don’?”

“¿Kabe-don? ¿Es eso que suele verse en mangas shoujo y dramas?”

“No se limita sólo a eso…pero no te equivocas. Entonces, ¿qué te parece?”

Kabe-don---una técnica que los chicos ikemen usan sobre la hermosa heroína. Arrinconando a la heroína, gradualmente te acercas a ella y haces que su corazón haga ‘Doki Doki’.

Sin embargo, para chicos no apuestos hacer algo como eso probablemente resultaría en algo peor que un rechazo.

“¿Alguna vez lo has hecho? ¿El kabe-don?”

“Nunca. Como si fuera a hacer algo así.”

Las únicas personas que pueden realizar algo tan vergonzoso como eso son los ikemen con corazón de acero. Los ikemen son impresionantes después de todo.

“¿Pero qué piensan las chicas sobre eso?”

“Bueno, ciertamente no funcionará si no está interesada en el chico. Incluso podría terminar en la chica reportando al chico a los profesores por acoso sexual.”

“Oh, ya veo.”

“Aunque si es alguien que le gusta, su corazón hará ‘Kyun’.”

“O-Ok…”

“¿Qué pasa?”

“No, es que es muy extraño escuchar tal vocabulario viniendo de ti.”

“……”

“¡Ouch! ¡¿Podrías dejar de pincharme los costados?!”

“Cállate. Kiryuu dijo algo rudo después de todo.”

Con una expresión disgustada, quitó su mano.

“Pero está bien mientras no sigas deprimiéndote más. Ve y haz las paces con Senpai de una vez. No puedo seguir viéndote de esta forma.”

“¿Eh?”

“Bueno, me iré a casa.”

“Ah, Nanjou.”

“¿Qué sucede?”

“Uhm…gracias.”

Respondiendo con un “Sí,” por encima del hombro, dejó el salón.

Aunque no lo demostraba, probablemente estaba preocupada por Keiki.

“Como siempre, es bastante tsundere.”

Ya que siempre luce muy fría, la gente usualmente la malinterpreta. Aun así, sabiendo eso, Keiki decidió hacerse amigo de ella. Así como le aconsejó, Keiki tenía que avanzar. Si un hombre no puede ir a la ofensiva, morirá.

“De acuerdo, la desafiaré una vez más.”

El tiempo para deprimirse acabó.

Afortunadamente, Sayuki aún estaba en la escuela. Suponiendo que no iría al salón del club, apostó por su salón de clases, donde terminó encontrándose con ella en el pasillo.

“Keiki-kun…”

“Sayuki-senpai, quiero hablar contigo.”

“Lo siento. Tengo algo importante que hacer hoy.”

“¿Y qué sería eso exactamente?”

“Uno de mis fans está esperándome en un lugar.”

“Por favor limítate a hablar dormida sólo cuando estés dormida.”

“Entonces regresaré rápido a casa y me meteré en mi futón.”

Sin embargo, no terminó así. En cambio, Keiki se paró frente a ella, bloqueándole el camino.

“¡¿?!”

Entonces logró arrinconarla contra la pared y bloquearle todas las rutas de escape con sus brazos. Por supuesto---un kabe-don.

“…”

Habiendo perdido toda oportunidad de escapar, Sayuki meramente alzó la vista hacia Keiki. Como estudiante de 3er año, era más alta que la mayoría de los otros estudiantes, pero no era tan alta como Keiki. Al ver sus pequeños hombros temblando, comenzó a sentirse mal.

Esto es más rudo de lo que pensé.

Esto no era romántico en absoluto. En lugar de acelerar su corazón, una chica probablemente quedaría impactada si le hacen algo como esto.

“¿Uhm…Senpai?”

Quería comprobar que se encontraba bien, y asegurarse de que no la había asustado. En el momento que sus miradas se encontraron, sin embargo, sus mejillas se pusieron rojas en un instante. Y entonces hizo un ligero puchero, apartando los ojos.

¡Woah, ¿qué pasa con esa linda reacción?!

A juzgar por su reacción, no parecía asustada. Por el contrario, parecía como si su corazón hiciera ‘Kyun’, exactamente como dijo Mao.

¿Entonces aún hay lugar para mí en su corazón?

“Keiki-kun…déjame ir.”

“No quiero.”

“Gritaré.”

“Si en verdad me odias, hazlo.”

“Eso es injusto, Keiki-kun.”

“No me importa.”

Las palabras de Keiki eran calmadas, pero claramente sintió el calor en su rostro. Aun así, esas palabras exactas estaban influenciadas por ese sentimiento.

¿Por qué dije ‘Si en verdad me odias, hazlo’? Ya de por sí siento que voy a morir, y aun así sigo en medio de la conversación.

“Hoy voy en serio, no te dejaré escapar.”

“Sólo me detuviste. No puedes obligarme a hablar. Tengo derecho a permanecer en silencio.”

“Derecho a permanecer en silencio, dices…bueno, está bien. Aunque Senpai no hable, yo sí lo haré.”

“¿…Qué quieres decir?”

“Conozco el secreto de Sayuki-senpai.”

“¡¿Qué?!”

Como esperaba, su reacción encajó. Las palabras de Keiki la atraparon con la guardia baja.

Si sólo hubiera respondido con un “No tengo idea de qué estás hablando,” hubiera sido la derrota de Keiki. Sin embargo, su reacción selló su ruta de escape.

Las especulaciones de Keiki estaban en lo cierto. El ‘secreto’ del que estaba hablando se trataba por supuesto, de la carta de amor. Al ser ella la última persona que se fue del salón, sumado a su comportamiento alrededor de él, todo apuntaba al hecho de que era Cenicienta. Aunque no tenía prueba sólida, todo lo que quedaba era hacerla confesar. Es por eso que decidió asumir el riesgo. Y parece que fue un éxito.

“¿…Hace cuánto…?”

Después de una corta pausa, continuó, “¿Hace cuánto lo sabes…?”

“Hace poco. No tenía pruebas, pero lo deduje por tu actitud.”

“Ya veo…” Dejó caer sus hombros con derrota, para luego alzar la vista hacia él.

Sus ojos empezaron a humedecerse y sus hombros temblaban suavemente. Como si tuviera miedo. Como si estuviera si la invadiera la desesperanza.

“Acaso Keiki-kun…” Con lágrimas en los ojos, abrió la boca una vez más, “Después de descubrir mi secreto… ¿empezó a odiarme?”

“Por supuesto que no te odio.”

“¿Eh…?” Quizás porque no esperaba esa respuesta, sus ojos se abrieron de par en par.

“En el momento que me di cuenta de que pensabas de esa forma, me sorprendí, sí. Pero, uhm,  no lo odie…supongo. Mejor dicho, estuve muy feliz…”

Es imposible que Keiki no estuviera feliz si la Senpai que tanto admiraba tenía sentimientos por él.

“¿E-En serio?”

“Sí, en serio.”

Al escuchar su respuesta, Sayuki miró a Keiki como si no hubiera esperado eso en absoluto. Como decidiéndose, se llevó la mano al pecho y habló.

“…Después de clases.”

“¿Eh?”

“Mañana después de clases, ¿podrías ir al salón del club? Tengo algo importante que quiero hablar contigo.” Dejando sólo esas palabras, ambos se separaron.

No había necesidad de perseguirla más. Esa promesa fue suficiente para Keiki.

Esa noche, Keiki estaba boca arriba sobre su cama, extendiendo su brazo hacia el techo. Por supuesto, estaba mirando el par de bragas en su mano.

Si alguien fuera a ver esta escena, inmediatamente le sacaría la tarjeta roja a Keiki. Sin embargo, estas bragas eran la única pista además de la carta de amor que lo conectaban con Cenicienta.

“Ahora que lo pienso, este es un diseño bastante elaborado.”

Para los chicos, la apariencia de la ropa interior no importa mientras encajen bien. Para las chicas, es lo completamente opuesto.

“El solo pensar que estas podrían ser las bragas de Sayuki-senpai…traga saliva.”

“¿Nii-san?”

“¡¿Uwaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa?!” Keiki casi se cae de la cama.

Habiendo entrado a la habitación, Mizuha, la fuente de la voz, inclinó la cabeza.

“¿Qué sucedió para que grites así?”

“¡¿Podrías golpear, por favor?! ¡Aunque seamos familia, sigo teniendo privacidad!”

“Lo hice, pero nunca respondiste.”

“¿Eh, en serio?”

“Sí. Aunque no pensé que te sorprenderías tanto.”

“L-Lo siento.”

“¿Estabas mirando una revista pornográfica?”

“N-No…”

De hecho era algo más peligroso. Rápidamente escondió las bragas detrás de él, para que ella no pueda verlas.

“¿Entonces qué querías, Mizuha?”

“Ah, sí. El baño está libre, quería avisarte eso,” habiendo salido del baño recientemente, estaba vistiendo pijamas ahora.

“De alguna forma, se siente como si Nii-san estuviera perdido todo el tiempo últimamente.”

“¿Eh, tú crees?”

“Sí, incluso ahora, parecías como un niño extraviado o algo así.”

“Ah, bueno, sólo estaba pensando en cosas.”

“¿Cosas?”

“Sí, relacionadas con el amor.”

“No el pez, ¿cierto?” (1)

“Nop, no el pez.”

Un tema sin fin en dramas y novelas. La gente enamorándose de maneras misteriosas, y sin importar cuánto intenten alejarse del amor siempre regresa a ellos de una manera u otra. Y Keiki no tenía experiencia con eso en absoluto. No sabía si simplemente admiraba a Sayuki como su senpai, o si tenía verdaderos sentimientos por ella.

“Mañana, puede que se me confiese una chica.”

“¿En serio? ¿Felicitaciones?”

“¿Por qué lo dijiste como una pregunta? Bueno, gracias.”

La chica que envió la carta de amor. Tener que ir al salón del club después de clases para hablar de algo importante, ¿no? No había dudas de que se trataba de una confesión de amor.

“Si en verdad recibo una confesión, ¿qué crees que debería hacer?”

“Bueno, si piensas que es gentil, entonces sal con ella. Si no, la rechazas, ¿cierto?”

“En verdad…sí, tiene sentido.”

Si Sayuki realmente está enamorada de mí, y fuera a confesárseme y empezamos a salir… Keiki trató de imaginar ese escenario.

Hablar con ella en el salón del club, permitirle que escriba sobre su rostro, ir al café juntos… Probablemente nada más cambie. Pero finalmente tendría a su muy esperada amante, y ese tiempo con ella sería aún más dulce que antes.

Este futuro con ella seguramente será una bendición para él. Era seguro decir que Kiryuu Keiki se sentía atraído por Tokihara Sayuki. En palabras de Mizuha, él pensaba en ella como ‘gentil’. Keiki estaba seguro de que este sentimiento se convertiría en amor. Estaba absolutamente seguro de eso.



3



Al día siguiente, no pudo concentrarse durante clases en absoluto. Todo el tiempo, una chica era lo único que había en su mente.

Y entonces, finalmente llegó la hora. Llamando a la puerta del club, recibió un “Pasa,” como respuesta. Conforme Keiki entró, Sayuki estaba sentada junto a la ventana, meramente observando el sol poniente. Su largo cabello negro revoloteaba y le habló como siempre lo hacía.

“Keiki-kun.”

“Como prometimos, aquí estoy.”

“Sí, estaba esperando.”

Notó que sus mejillas estaba ligeramente sonrojadas. Probablemente estaba tan nerviosa como él.

“Tengo algo importante de lo que quiero hablar. ¿Me escucharías?”

“Sí, por favor dime.”

Sayuki respiró profundo y miró directamente a Keiki. Entonces abrió la boca.

“Desde hace tiempo que he pensado que Keiki-kun es ‘gentil’. Y estaba segura de que aceptarías todo de mí.”

“Sayuki-senpai…”

“Keiki-kun, cierra los ojos.”

Tal como lo soñó. Él reaccionó al igual que en ese sueño, esperando esa suave sensación de sus labios a continuación.

“¿…………………………Huh?”

Sin embargo, sin importar cuánto esperó, ese momento no llegó. Más bien, escuchó un sonido metálico.

“Ya puedes abrir los ojos.”

“Ah, sí…… ¿Eh?”

Al abrir los ojos, vio algo que nunca esperó, ni siquiera en sus sueños. Para ser más específico, Sayuki se había sacado su blazer y había abierto la parte superior de su blusa, revelando gran parte de sus pechos. Podía ver incluso su brasier.

“¡¿Qué---, Sayuki-senpai?! ¡¿Qué estás haciendo?!” Aunque él volteó inmediatamente, ese paisaje, adornado por su piel blanca, quedó grabado en su memoria.

“¡P-Por favor no me asustes así, cúbrete por favor!”

“Está bien, así que mira, ¿ok?”

“No, aunque me digas eso…”

“¿Estás avergonzado?”

“¡Por supuesto que lo estoy! ¡Senpai también está avergonzada, ¿cierto?!”

“…Sí.”

“¡Y con razón!”

“Pero, quiero que mires…”

“No, pero…”

“Entonces, ¿qué tal esto?”

Con esas palabras, ella lo abrazó por detrás. Un abrazo directo como el de los amantes. Y por supuesto, dos suaves globos estaban presionándose contra la espalda de Keiki, enviándole ondas de choque por todo su cuerpo.

“¡¿Senpai?! ¡Tus pechos me están tocando!”

“Eso es trivial.”

“¡Pero tus pechos son demasiado grandes para considerarlos triviales, ¿sabes?!”

Para un chico como Keiki sin experiencia sobre eso, el impacto fue demasiado grande para considerarlo como ‘trivial’. Y ella ni siquiera llevaba puesto su blazer. Con la blusa abierta, esa suave sensación estaba siendo trasmitida directamente sobre su piel, sólo interrumpida por su ropa interior.

¿Esto va a terminar como una de esas escenas R-18? ¿No sería demasiado rápido?

Como amantes, eventualmente llegarían a ese punto tarde o temprano, pero todavía ni siquiera estaban saliendo, ni habían admitido oficialmente sus sentimientos el uno al otro.

“Si Keiki-kun no me mira, entonces tendré que desnudarme por completo.”

“¡¿Por qué?! ¡P-Por favor no hagas eso!”

“Entonces, ¿me mirarás?”

“¡Entendí! ¡Ya entendí, así que suéltame!”

Si fuera a desvestirse todavía más, su mente probablemente quedaría en blanco.

Aceptando sus condiciones, la chica se separó de Keiki. Respirando profundo, Keiki fortaleció su determinación y giró.

“Uwa…”

De pie allí se encontraba, como se esperaba, la misma chica de antes, con sus pechos aún claramente visibles. Esa vista de ella era tan hermosa que sus latidos se aceleraron de inmediato. Le robó la habilidad de pensar---es por eso que se dio cuenta demasiado tarde de la presencia de una anormalidad.

Ese algo, con un color rojo profundo, no debería estar allí. No en esta escena, no en esta situación. Y aun así, estaba.

Alrededor de su delgado cuello, había un collar.

“¿Un co…llar…? ¿Eh…?”

Lucía similar al que había visto hace poco en el cuello de Vegetariano. ¿Pero por cuál razón ella llevaría puesto un collar?

En frente del congelado Keiki, Sayuki sacó una correa. Conectándola al collar, se la entregó al pobre chico. Así como le entregaría a su amado una carta de amor.

Con mejillas sonrojadas, y una expresión propia de una joven doncella, Tokihara Sayuki dijo las siguientes palabras.

“¡Keiki-kun…por favor hazme tu mascota!

“¿……………Perdón?”

Kiryuu Keiki. 16 años. Un estudiante de preparatoria en su segundo año.

Recibió la primera confesión de su vida. Pero fue tan anormal que en cambio terminó cayendo en la desesperanza.


NOTAS DEL TRADUCTOR

1. Koi (恋) es “Amor” en japonés, pero al mismo tiempo suena igual que Koi (鯉) el popular pez.

Traductor al Inglés: CClaw Translations
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano

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