Capítulo 2


Capítulo 2: Mi comedia romántica hentai está mal como lo esperaba


“—Con permiso. Soy Kiryuu Keiki de la clase 2B. Quisiera hablar con Okita-sensei.”

Descanso del almuerzo. Keiki visitó la oficina de profesores.

“Ah, Kiryuu. ¿Qué sucede?” Preguntó la profesora de unos 25 años. Okita-sensei tenía cabello corto, ojos finos, y vestía un traje típico de negocios. Era la supervisora del club de caligrafía.

“Hay algo que quería preguntarle a Sensei. Es sobre la limpieza que hicimos en Mayo.”

“Ah, buen trabajo en ese entonces. Tokihara puede ser un poco problemática a veces. A pesar de que es una genio cuando se trata de caligrafía, se pone perezosa cuando surge la palabra limpieza.”

“Ajajaja, y me lo dice a mí.”

“¿Entonces? ¿Otra vez pasó algo en el salón del club?”

“No, no es eso. Ese día cuando usted fue a revisar la puerta del salón del club, ¿vio a alguna chica caminando por el lugar?”

“¿Hmm? Ahh, ahora que lo mencionas, de camino al salón del club me crucé de frente con una chica. La recuerdo por su particular peinado.”

“¿Quién era esa chica, si me permite preguntar?”

“Fujimoto. La vicepresidente del consejo estudiantil, Fujimoto Ayano.”

“¿Entonces era Fujimoto-san…?”

Como colega de segundo año, ya había hablado con ella antes. Sin mencionar lo que sucedió ayer en las escaleras cuando la atrapó mientras caía—

“¿Qué sucede, Kiryuu? Te estás poniendo rojo. ¿Tienes fiebre?”

“N-No. Estoy bien.

Acaba de recordar el momento en que Ayano se acurrucó en su pecho. No esperaba que su nombre surgiera aquí, pero parece que había encontrado a la 5ta candidata a Cenicienta.

Dejando la oficina de profesores con la nueva información, Keiki se abrió paso hacia el patio. Se sentó en un banco a la sombra de un árbol y pensó en lo que acababa de descubrir.

“¿Entonces Fujimoto-san estuvo cerca del club ese día?”

Bueno, tiene sentido ya que puede que estuviera cumpliendo tareas como vicepresidente del consejo estudiantil. Pero ese día, ¿estuvo allí por pura coincidencia? ¿Y especialmente justo después de que Keiki se fue?

“¿Fujimoto-san es Cenicienta?”

“¿Me llamaste?”

“¡¿Uwaaaaaaaa?!” Al escuchar una voz por su espalda, Keiki soltó un grito.

Detrás del banco estaba una chica con un ojo tapado por su largo flequillo—Fujimoto Ayano.

“¡¿F-Fujimoto-san?!” Keiki saltó.

“Síp. La vicepresidente del consejo estudiantil, Fujimoto Ayano-san,” ofreció una juguetona introducción mientras inclinaba la cabeza, “Pensar que nos encontraríamos otra vez. ¿Será el destino?”

“No, eso fue completamente a propósito. No puedes escabullirte detrás de alguien y decir que es el ‘destino’.”

“Qué aburrido, Kiryuu-kun.”

“¿Por qué estás aquí, Fujimoto-san?”

“Estaba buscando a Kiryuu-kun. Quería agradecerle por haberme salvado ayer.”

“No tienes que agradecerme.”

“Logré sobrevivir ilesa a esa caída gracias a Kiryuu-kun, después de todo.”

“Fujimoto-san es muy sincera por lo que veo.”

“Y con ese sentimiento en mente, quiero darte esto,” sacó algunas galletas envueltas de manera muy bella en plástico, “Si quieres, puedes comerlas aquí.”

“Ah, gracias… me estaba dando un poco de hambre,” Keiki una vez más se sentó en el banco.

Y a su lado, Ayano hizo lo mismo. Sus hombros casi se tocaban, y Keiki imaginó que a los ojos de un tercero, deben verse como amantes.

“Wow, están deliciosas.”

“Gracias. Son hechas en casa.”

“¿Fujimoto-san las hizo?”

“Soy buena para preparar dulces.”

“Hooo. Eso es genial. Puede que sean más deliciosos que los de las tiendas de por aquí,” expresando sus sentimientos honestos, comió otra.

Mientras Keiki disfrutaba las galletas, Ayano sólo lo miraba mientras seguían sentados en el banco. Se acercó más, casi lo suficiente para que sus rostros se toquen.

“Uhm… ¿Fujimoto-san?”

“¿Mhm?”

“¿No crees que estás demasiado cerca?”

“No lo creo,” negó sus palabras.

Los dos estaban lo suficientemente cerca como para distinguir el color de los ojos del otro, y el corazón de Keiki palpitó en respuesta. Ya que Keiki nunca había tenido novia, no había desarrollado inmunidad hacia las chicas. Sumado a eso, Ayano era candidata a Cenicienta. Pensando que esta chica en frente de él podría tener sentimientos por Keiki hacía imposible que pueda calmarse.

“Uhm… c-cierto, tengo que regresar al salón.”

“¿Eh, ya?”

“El descanso del almuerzo casi termina, después de todo.”

“Mhm… es una lástima, pero no me gustaría que llegues tarde a clases,” dijo conforme se alejó.

Habiéndose liberado por fin, respiró profundo. Ayano también y después de mirar a su compañero con su ojo descubierto—se acercó una vez más y lo abrazó.

“¿…Huh?”

Actuó como un pequeño gatito acurrucándose sobre su madre. Keiki una vez más quedó completamente agobiado por la situación.

“¡Espe—¿Fujimoto-san?! ¡¿Qué estás haciendo?!”

“Me estoy recargando.”

“¿Recargando?”

“Síp. De esta forma, puedo hacer mi mejor esfuerzo en las clases de la tarde,” pronunciando esas palabras crípticas, se separó de Keiki, “Nos vemos después.” Con mejillas ligeramente sonrojadas, la chica escapó hacia el edificio escolar.

“¿…Qué fue eso? Lucía demasiado linda…”

Tal vez Ayano en verdad era la Cenicienta de Keiki. Ya que había descubierto que todas las otras candidatas no eran más que un montón de pervertidas, su búsqueda continuaba. Y Ayano fue vista caminando cerca del club al momento que él encontró la carta de amor, si lo que Okita-sensei dijo era cierto.

“¿Podría conseguir una linda novia esta vez?”

Puede que actúe un poco raro de vez en cuando, pero ella es una belleza para los ojos, y además es la viepresidente del consejo estudiantil, y buena para cocinar dulces. Todo junto, acumulaba muchos puntos en el libro de Keiki.

Ahora que una nueva potencial Cenicienta había aparecido, las esperanzas del príncipe se elevaron de nuevo, lo quiera o no.


Las paredes del salón del club de astronomía seguían cubiertas de fotos de Shouma. Kiryuu Keiki y Ootori Koharu estaban sentados en una mesa en dicho salón. Habiéndole pedido a Koharu que investigue a la nueva candidata a Cenicienta, estaba ansioso por saber qué había averiguado.

“Entonces, Teniente Ootori, por favor proceda con su informe.”

“Entendido, Capitán. Éche un vistazo a esto, por favor.”

Koharu sacó varias fotos y las puso sobre la mesa. Todas ellas eran fotografías de la vicepresidente del consejo estudiantil, Fujimoto Ayano. Fotografías de ella caminando por el campus escolar. Fotografías de ella en el edificio escolar, ocupada realizando tareas del consejo estudiantil. Fotografías de ella comiendo en el descanso del almuerzo. Fotografías de ella jugando con un gato callejero después de clases. Parecía haber muchas facetas de ella que Keiki nunca había visto.

“Hmm, como se esperaba de la Teniente Ootori. Tomaste unas fotos geniales.”

“Humildemente acepto tu elogio.”

“Entonces, ¿cuál es tu opinión sobre la vicepresidente Fujimoto?”

“A juzgar por mi investigación, es una estudiante excelente, y no pude descubrir nada sospechoso sobre ella.”

“Ya veo… Bueno, no es la vicepresidente sólo para aparentar, supongo.”

Notas excelentes. Habilidades atléticas no tanto. Admirada por sus camaradas miembros del consejo estudiantil, y muy popular con los profesores. La estudiante ejemplar perfecta.

“Pero por supuesto, no puedes ignorar su contacto reciente con Kiryuu-kun.”

“Sí…”

Varias de las fotografías que Koharu había tomado eran de ella junto a Keiki. Después de ese incidente en las escaleras, parecía que lo buscaba más seguido.

Cuando ve su rostro, corre hacia él. Sujeta su ropa, toca sus manos, como una gatita que quiere ser consentida. Y cada vez que eso sucedía, el corazón de Keiki latía más rápido.

“¿Crees que Fujimoto-san es la Cenicienta que dejó caer sus bragas, Ootori-senpai?”

“Pienso que existe una posibilidad, sí. Es probable que haya ido al edificio del salón del club durante ese incidente debido a sus tareas como vicepresidente.”

“Ya veo…”

“Además—esto es un detalle—pero, aunque generalmente es inexpresiva, a veces puede verse una gran sonrisa en su rostro. La hace lucir muy linda, por lo cual es popular con algunos chicos.”

“El famoso gap moe (1), huh.”

Es cierto que Keiki pensaba que su sonrisa en las fotografías lucía linda. Incluso ver su expresión cuando ella come hizo que su corazón salte.

“¿Qué tal esto? Si quieres, puedo seguir investigando.”

“No, eso debería ser suficiente. Gracias por reunir toda esta información. Me ayudaste muchísimo.”

Era el trabajo perfecto de una acosadora profesional. Reunir tantas fotografías en tan poco tiempo es algo asombroso.

“Por ahora, iré a buscarla.”

“Haz tu mejor esfuerzo, por favor. Te estaré animando.”

“Perdón por esto, a pesar de que debería estar trabajando como tu cupido.”

“No necesitas apresurarte con eso. Pienso que es mejor que me tome mi tiempo. Viví el año pasado con sentimientos no correspondidos, no necesitamos apresurarnos.”

“Ootori-senpai…”

“Pero una vez que este caso se aclare, espero más ayuda de tu parte, ¿ok?”

“Por supuesto.”

“Al final, aún tengo que trabajar duro para acercarme a Akiyama-kun.”

“Por favor ten cuidado. Será problemático si lo descubre todo.”

Que ella en realidad es mayor que él, y que en realidad es una acosadora. Que oculta estos peligrosos secretos. Pero considerando su investigación bien ejecutada, no debería haber necesidad de preocuparme.

Todavía no hay prueba definitiva de que Ayano es la chica que le envió la carta de amor. Quizás está haciendo su mejor esfuerzo para ocultárselo. Sea como sea, Keiki necesitaba trabajar duro. Ese es, después de todo, el deber del príncipe. Encontrar a su Cenicienta.

“…Pero aun así, es la vicepresidente del consejo estudiantil, ¿cómo debería acercarme a ella?”

Dejando de lado el descanso del almuerzo, probablemente tenga trabajo después de clases, lo que dificultaba acercársele. Ella es como un gato, si quieres encontrarla no puedes, y si no la buscas, ella viene a ti.

Habiéndose ido del club de astronomía, Keiki bajó las escaleras hacia el club de caligrafía en el segundo piso. Cuando abrió la puerta, inmediatamente vio a una rubia sentada en una silla.

“¿Oh, Yuika-chan? ¿Dónde está Sayuki-senpai?”

A pesar de que pudo ver el bolso de Sayuki en una silla, dicha persona no se encontraba.

“Si preguntas por Bruja-senpai, se fue. Dijo que tenía que atender unos asuntos.”

“Ya veo. Me pregunto a dónde fue. Nanjou dijo que iba a comprar tinta…”

“Entonces estaremos solos por ahora, ¿cierto? Ejejeje,” Yuika le ofreció una cálida sonrisa.

Como el moño verde de su uniforme sugería, estaba en primer año y era la linda kouhai de Keiki. Guardando esa sonrisa en lo más profundo de su memoria, fue a tomar asiento en la misma silla de siempre.

En ese momento, algo le jaló las piernas, haciendo que caiga.

“¡¿Woah?! ¡¿Q-Qué es esto?!” Mirando hacia donde provenía la sensación, vio una fina cuerda. “¿Una cuerda? ¿Por qué está eso aquí…?”

“—Es hora de otro castigo, Senpai.”

Antes de que Keiki se diera cuenta, ella ya se había levantado de su asiento. Luego procedió a caminar hasta su Senpai y a sentarse sobre su estómago.

“¿…Y-Yuika-chan?”

Lo que encontró al alzar la vista fue una mirada tan fría como el hielo. Mientras la Kouhai miraba a su Senpai, comenzó a mover sus rosados labios.

“…Por favor, asume la responsabilidad.”

“¿Disculpa?”

“¡Después de que Keiki-senpai le hizo eso a Yuika, ella ya no podrá casarse!”

“¡¿A qué te refieres?!”

“Keiki-senpai apareció en el sueño que Yuika tuvo anoche.”

“¿S-Sueño?”

“Hace poco, Yuika estaba devastada porque Bruja-senpai le dijo que sus pechos eran muy pequeños, así que Yuika decidió pedirle consejo a Keiki-senpai. Cuando lo hizo, él le dijo ‘Si quieres que crezcan, la mejor idea es masajearlos,’ y eso fue exactamente lo que hiciste. ¡Te lanzaste sobre Yuika y empezaste a masajear sus pechos, incontables veces!”

“¡Esos son falsos cargos! Estamos hablando sobre un sueño, ¿verdad?”

“¡Y después de que terminaste, dijiste algo como ‘¡Los pechos pequeños son los mejores!’, ¿sabes?! ¡Aunque se supone que eres el esclavo de Yuika, actuabas como si fueras tú su amo! ¡Yuika nunca se había sentido tan humillada!”

“¡No conozco a ese otro yo! ¡Y de todas formas, no soy tu esclavo!”

“¡Entonces asume la responsabilidad y conviérte en el esclavo de Yuika de una vez!”

“¡Me niego de todo corazón!”

Koga Yuika era una linda pervertida que quería convertir a Keiki en su esclavo. Una sádica hardcore que le había metido sus bragas usadas en la boca. El solo recordar ese incidente le daba escalofríos a Keiki.

“¿…En serio…? Parece que necesitas un poco de castigo.”

“¿C-Castigo…?”

“Yuika te someterá a lo mismo que le hiciste a ella. Entonces estaremos a mano, ¿cierto?”

“¡Su Señoría! ¡Suplico por mi inocencia!”

“Denegado. Este juzgado corre bajo la ley de Yuika.”

“¡Absurdo!”

“Ahora que está decidido, Yuika masajeará el pecho de Senpai tanto como quiera, ¿ok?”

“Yuika-chan, ¿te das cuenta de lo que estás diciendo siquiera?”

“Eso es lo que debería decir Yuika. No tienes derecho a veto,” soltó una pequeña risita. “—Oye, ¿Senpai? Este es tu castigo por mancillar a Yuika, ¿sabes? Ahora Yuika será la que te mancille a ti, por favor prueba el sabor de la vergüenza que Yuika tuvo en su sueño, ¿ok?” Diciendo eso con una voz suave, empezó a frotar ligeramente el pecho de Keiki con sus pequeñas manos.

“¡¿Hyaa?!”

“Ajaja, qué linda voz, Senpai. Como una chica,” tenía una expresión que rebosaba éxtasis.

“¡Ah, detente—¿ahnnn?!”

“Ahh, maravilloso. Muy maravilloso, Senpai. ¡Por favor deja que Yuika siga escuchando tu voz avergonzada!”

La vergüenza de Keiki empezó a subir a su cabeza, haciéndolo sonrojarse hasta las orejas. Sayuki seguramente sería feliz si la trataran así, pero tristemente, Keiki era una persona normal en ese aspecto. Es imposible que pueda soportar esta desgracia.

“¡P-Por favor para ya…! ¡¡No me agrada esto—!!”

Tratando de reservar su castidad para su futura novia, trató de quitarse a Yuika de encima. Sin embargo, su mano aterrizó perfectamente sobre la región del pecho de la chica.

“¿…H-Huh?”

Sucede que agarró uno de sus pechos con su mano derecha. Un agarre perfecto. E incapaz de reprimir su curiosidad, siguió masajeándolo.

“Woah, son muy suaves…”


Puede que sean pequeños, pero definitivamente tienen esa suavidad femenina. Ya que eran completamente diferentes del par avasallante que tiene Sayuki, poseían un encanto toalmente distinto.

“¿Keiki-senpai?”

Antes de que se diera cuenta, los hombros de Yuika estaban temblando y su rostro tenía una mezcla de enfado y timidez. Al verla así, Keiki regresó a la realidad.

“Ah, bueno, cómo decirlo… ¿e-esto nos deja a mano? ¿Algo así?”

“Keiki-senpai——¡¡¡¡¡¡¡¡protagonista de comedia romántica!!!!!!!!”

“¡¿Protagonista de comedia romántica?! ¡¿Qué significa eso?! ¡Suena muy insultante!”

El pecador quitó inmediatamente su mano del fruto inmaduro de Yuika cuando ella le otorgó ese título, sólo para que escape del salón del club.

“¡¿Ah, Y-Yuika-chan?!” Su llamado fue respondido con el fuerte golpe de la puerta cerrándose. “Ahora sí me pasé…”

La posición de Keiki cambió de víctima a victimario en pocos segundos. Nunca esperó que experimentaría uno de esos momentos de ‘pervertido afortunado’ como el protagonista de una comedia romántica. Y Yuika seguramente no esperaba que su sueño se haga realidad.

“Bueno… Puede que sean pequeños, pero no están mal en absoluto…”

Se encontraban en un nivel completamente distinto de los de Sayuki. Era como comparar pequeños dulces japoneses con una torta de arroz con mermelada de frijoles.

“Aunque el tamaño es distinto, ambos son deliciosos…”

Reflexionar sobre este sentimiento de culpa no le hará bien, así que decidió deshacerse de la cuerda con la que Yuika lo había atrapado. Después de que terminó, alguien llamó a la puerta del club.

“Me pregunto quién es…”

Yuika acababa de salir del salón, y las otras miembros no golpearían la puerta. Inclinando la cabeza por la confusión, respondió con un “Pasa.”

“Permiso.”

La puerta se abrió, y la chica que entró con esas palabras tenía un ojo cubierto por su flequillo.

“Soy Fujimoto Ayano del consejo estudiantil. Vine a inspeccionar el club de caligrafía.”

Era la persona que Keiki había estado tratando de encontrar.

En esta escuela, los clubes son inspeccionados por un miembro del consejo estudiantil al menos dos veces al año, aunque es menos una inspección y más una formalidad para revisar las expensas del club y esas cosas. Normalmente, presentar la información sería tarea de quien preside el club, pero esa persona no estaba presente en este momento. Ya que Keiki no podía hacer que la chica se quede parada allí hasta que la presidente llegue, le ofreció asiento.

“¿Tokihara-senpai no está ahora?”

“Nop. Parece que tenía algún asunto que atender… Ah, acabo de recibir un correo suyo.”

Al revisar su teléfono, vio que Sayuki ya le había enviado un mensaje. Decía que podía mostrarle los papeles oficiales. Además, al final del mensaje decía ‘Escuché que últimamente mucha más gente adopta mascotas. ¿Me pregunto qué podrían hacerle a una hermosa mujer de grandes pechos como yo?’ Probablemente trataba de hacer sentir mal a Keiki, pero decidió ignorarla por el momento.

“Parece que tenemos los papeles justo aquí, ¿podrías esperar un poco?”

“Sí, esperaré.”

Abriendo la caja donde se encontraban, sacó todo lo necesario. Mientras hacía eso, inició conversación con Ayano.

“El trabajo del consejo estudiantil es bastante duro, ¿cierto? Este asunto de la inspección debe ser un gran fastidio, ¿no?”

“Sigue siendo importante. Alguien tiene que corroborar que los clubes están usando sus fondos apropiadamente. Y si un club no lo hace, acortaremos su presupuesto.”

“Ya veo. Tienes que revisar apropiadamente todo lo que se relaciona con el dinero.”

“Exacto. Para asegurar una vida estudiantil apropiada, tareas como esta son importantes.”

Mientras Keiki terminaba de reunir los papeles necesarios, giró, para encontrar a Ayano mirando en una dirección en particular. Siguiendo su mirada, Keiki vio un locker común. Ya que sólo contenía los materiales privados de Sayuki, el locker usualmente no se usaba.

“Fujimoto-san, ¿sucede algo?”

“No… no es nada.” Su mirada regresó a la normalidad.

Aunque pensó que fue un poco raro, decidió olvidarlo y entregar los papeles.

“¿Esto es todo lo que necesitas?”

“Mhm… todo está aquí. Bien. Gracias,” habiendo revisado los papeles, se puso de pie.

Justo cuando Keiki pensó que iba a irse del salón, en cambio permaneció parada en el mismo lugar y dirigió sus ojos hacia Keiki.

“Kiryuu-kun… ¿eres un protagonista de comedia romántica?”

“¡¿Escuchaste eso?!”

“Sí. Y exactamente después de eso, una rubia salió corriendo. Era muy rápida.”

“Oh…”

“Entonces, ¿de qué se trataba eso? ¿Protagonista de comedia romántica-san?”

“¿Podrías no llamarme así?”

“A decir verdad, hay algo que me gustaría pedirle a Kiryuu-kun.”

“¿Un pedido?”

“Pronto habrá un evento de voluntarios para recolectar la basura. Pero no hay suficientes personas ahora mismo, me preguntaba si Kiryuu-kun podría ayudarnos.”

“Voluntarios para recolectar la basura, huh…”

Normalmente Keiki no suele ayudar con ese tipo de cosas, pero no podía rechazar a Ayano pidiéndoselo en su cara.

“Ok, ayudaré.”

“¿En serio? Gracias, estoy muy feliz.”

Con un rostro que realmente mostraba su felicidad, una vez más se acercó y abrazó a Keiki. Pero esta vez, también frotó su cabeza con el pecho de Keiki, como una gata.

“Uhm, ¿Fujimoto-san?”

“¿Qué sucede?”

“Si te aferras a mí de esta forma, me avergonzaré…”

“¿Qué tal así?”

“¡¿Ugh?!”

Al recibir esa mirada en esta posición, pensó que Fujimoto iba a empezar a oír los latidos de su corazón. Estaban a una distancia donde podrían besarse si se acercaban un poquito más. Sus labios lucían aún más dulces que las galletas que había cocinado, y comenzó a pensar que le gustaría darles una probada. En el salón del club, un lobo estaba a punto de nacer. Pero en ese momento.

“¿Qué significa esto exactamente, Keiki-kun?” Una fría voz interrumpió esa dulce atmósfera.

Volteando, encontró la puerta abierta, y a Tokihara Sayuki de pie allí.

“¿Por qué hay otra mujer en nuestro nido de amor?” Dijo Sayuki con ojos entrecerrados.

“¿Nido de amor… eh? ¿Qué quiso decir?” Preguntó Ayano, confundida.

“¿Qué es este desarrollo…?” Y Keiki quedó entre las dos, en ese extraño campo de batalla.

Una batalla entre la estudiante senior que parecía una perra, y la vicepresidente que parecía una gata. Tras lo cual, otra razón para las futuras jaquecas de Keiki empezó a brotar.


El día del voluntariado para la limpieza de basura, unos días más tarde.

Después de clases, en medio de unos veinte estudiantes que iban a participar en la tarea, se encontraban las figuras de Keiki, Ayano, y Sayuki quienes ahora vestían jerseys.

“¿Por qué estás aquí, Sayuki-senpai?”

“Como tu mascota, es mi deber ayudarte, por supuesto.”

“Kiryuu-kun, ¿qué está diciendo exactamente Tokihara-senpai?”

“No tienes que prestarle atención, Fujimoto-san,” Sayuki miró a Ayano con una expresión de disgusto.

Después de lo que había pasado unos días antes, Sayuki seguía siendo hostil frente a Ayano.

El evento de hoy fue organizado por el consejo estudiantil, y los presentes fueron divididos en grupos, donde cada uno tenía a un miembro del consejo liderando. Sayuki y Keiki estaban en el grupo de Ayano, y su área de trabajo era la orilla del río. Estaban equipados con guantes, bolsas de basura, y pinzas para levantar la basura. Luego de que todos recibieron su equipamiento, se dividieron y fueron a sus respectivos grupos.

Keiki caminaba en el medio mientras se dirigían a su destino, con Sayuki a su derecha y Ayano a la izquierda. A diferencia de Keiki y Ayano, Sayuki era la única que vestía shorts en vez de pantalones largos.

“Por cierto, Keiki-kun, mi ropa interior de hoy es negra.”

“¡¿Qué clase de confesión es esa?!”

“Keiki-kun parecía tener interés.”

“Nunca pensé en algo así…”

Como siempre, ella decía las cosas más tontas, lo que hacía que Keiki retruque inconscientemente. Mientras los dos charlaban, Ayano, quien estaba caminando junto a ellos, también se acercó a Keiki.

“¿Fujimoto-san?”

“…”

Sus hombros estaban a punto de tocarse. Lucía muy linda mientras trataba de no hacer contacto visual con Keiki. Como una gata celosa.

“Fujimoto-san, ¿podrías no aferrarte a Keiki-kun de esa manera por favor?”

“¿Por qué?”

“Porque yo ya le pertenezco a Keiki-kun.”

“¿Hmm? ¿Entonces Tokihara-senpai y Kiryuu-kun están saliendo?”

“No, nuestra relación es todavía más profunda que eso.”

“¿Es así, Kiryuu-kun?”

“No, en absoluto.”

“Si no están saliendo, no debería haber problema. Por ejemplo, si yo fuera a hacer algo como esto…” Ayano se acurrucó en el pecho de Keiki.

Sayuki vio eso con ojos entrecerrados.

“H-Hmph, aunque hagas eso, a Keiki-kun le gustan más los pechos grandes como los míos.”

“Es verdad que no puedo ganar en tamaño, pero tengo confianza en la forma,” tras esas palabras, presionó su pecho aún más sobre Keiki. “¿…Qué tal?”

“A-Aunque me preguntes eso…”

Es cierto que no pueden derrotar a los de Sayuki, pero eso no significaba que Keiki no se excitaría. Para un adolescente como Keiki, seguía siendo una bendición.

“Ahh, me odio a mí mismo por no poder decirle que se detenga…”

La mirada de Sayuki se volvía más fría con cada segundo, pero honestamente nadie podía culpar a Keiki en esta situación. Después de todo, todos los chicos tienen un lado pervertido oculto en ellos.

Después de que llegaron a la orilla del río, empezaron a trabajar. Como no había muchas personas ayudando, era mucho trabajo para los tres.

“Hmmm… parece que no había necesidad de unirme a este voluntariado. Sólo lo hice para investigar a Fujimoto-san después de todo.” Keiki murmuró mientas levantaba una caja de jugo vacía del suelo.

Al final, se encontraban en este lugar desierto, pero Ayano estaba trabajando seriamente en la recolección de basura.

“Es muy dedicada.”

“Sí. Si un OVNI volara encima de su cabeza, probablemente no lo notaría.”

“¿Y por qué está aquí Sayuki-senpai?”

Por alguna razón, Sayuki estaba junto a Keiki con las manos vacías. No tenía puestos los guantes, ni estaba cargando una bolsa de basura.

“¿Vas a holgazanear otra vez?”

“No digas eso. En realidad encontré algo de basura que es muy pesada para mí sola. ¿Podrías ayudarme?”

“Ahh, en verdad. ¿Dónde está?”

El lugar al que ella lo llevó era debajo de un gran puente. En la sombra de dicho puente, la chica se detuvo.

“Entonces, ¿dónde está la basura de la que hablabas?”

“Ah, eso fue una mentira.”

“¿Discúlpame?”

“Dije eso para traerte aquí. Para estar a solas un momento.”

“¿Por qué harías eso…?”

“¿Sabías que los perros se ponen celosos cuando ven a sus dueños con otro perro?”

“¿Sayuki… senpai?”

“Y hay otras ocasiones en las que sólo quieren aferrarse a ellos—así.”

Al siguiente momento, Keiki fue acorralado contra la pared de un pilar. Y mientras era arrinconado de esa forma, Sayuki presionó su cuerpo contra él, adhiriéndose el uno al otro.

“¡¿Qué—?! ¡¿Sayuki-senpai?!”

En su espalda estaba el frío concreto, y en frente tenía el calor de otra persona presionándose contra él. En este caso, una chica, lo que hacía que su cuerpo se encienda todavía mas.

“¡T-Tus pechos…! ¡M-Me están tocando!”

“Es inútil que grites. Muchos vehículos pasan por encima de nosotros y casi ningún transeúnte. Y como nos separamos de Fujimoto-san, nadie vendrá a salvarte.” Con mejillas ligeramente sonrojadas y ojos húmedos, alzó la vista hacia él. “¡Primero la Kouhai rubia, luego la compañera de clases tsundere, ¿y ahora la vicepresidente del consejo estudiantil?! Keiki-kun… le gustas a demasiadas mujeres.” Conforme dijo eso, acercó su rostro al suyo y le lamió la mejilla.

“¡¿Hyaauu?!”

“Oh, soltaste un grito inesperadamente tierno.”

“¡¿S-S-S-S-Sayuki-senpai?! ¡¿Qué estás—?!”

“¿Qué estoy haciendo, preguntas? Te estoy marcando. Para que otras chicas sepan que me perteneces a mí. Que eres mi dueño.” Entonces lamió su mejilla otra vez, y luego bajó, lamiendo su cuello.

Cada vez que su lengua tocaba su piel, hacía cosquillas, y lo asaltó una sensación de peligro, como si fuera a enloquecer si esto continuaba—

“¡Esto claramente está mal, ¿cierto?!”

Sentía que su castidad estaba en peligro.

¿Cómo puedo librarme de esta situación?

Apenas ayer, Yuika le había masajeado el pecho, y se libró al haber tocado accidentalmente los pechos de Yuika. Pero como Sayuki estaba presionando su pecho contra él, Keiki no podía tocarlos. Y conociéndola, ella probablemente no se detendría si le hacía eso. De hecho dijo que es una chica bastante cachonda.

La Sayuki de hoy era como una enorme perra incontrolable… ¿Enorme perra?

Lo que me recuerda, el viejo tenía una enorme perra en el campo…

Cuando era pequeño, solían visitar la casa de su abuelo. Y allí tenía una enorme golden retriever llamada Hanako. Ya que la perra era bastante amistosa, solía empujar a Keiki y Mizuha al suelo de manera juguetona. En aquel entonces, el abuelo de Keiki le contó la manera de calmar a Hanako. Y una vez que usaba ese método, Hanako se tranquilizaba inmediatamente. Trató de recordar las palabras de su abuelo.

“Oh Keiki, ¿sigues actuando como la almohada de Hanako?”

“En vez de mirar ayúdame. Es muy pesada, ¿sabes?”

“¿Por qué te rindes tan fácilmente? ¡Eres un hombre, lucha!”

“Imposible. Hanako es mucho más grande que yo.”

“Ja ja. Entonces este viejo te enseñará una técnica secreta para que no vuelvas a perder contra Hanako.

“Una técnica secreta…”

“¡Su trasero! Palmea su trasero y ella se calmará.”

“¿Ehhh? ¿Su trasero? ¿En serio~?”

“Sí, inténtalo. ¡Toca su trasero, nieto!”

—Eso es. ¡El trasero!

Dejando de lado la extraña imagen de su abuelo, exprimió la información que necesitaba: el hecho de que las colas eran el punto débil para muchos perros. Sabiendo eso, podías tranquilizar incluso a los perros más grandes. Puede que sea un poco ridículo, pero Keiki no tenía otra opción ahora.

¡Palmearé a Senpai en el trasero!

Manteniendo las palabras de su abuelo en su corazón, extendió sus manos hacia la parte trasera de Sayuki.

Sayuki soltó un tierno “¡¿Hyan?!” cuando él sujetó su trasero por encima de sus shorts.

“¡¿K-Keiki-kun?! Oye, dónde estás tocando—”

“¡Gritar no hará que me detenga!”

“¡Hyauu!”

Con esas palabras, Keiki inició su contraataque. Cada vez que movía sus manos, Sayuki elevaba la voz de manera tierna.

¡Woah… el trasero de Sayuki-senpai… es tan… increíble…!

No sólo sus pechos, sino que su trasero también era dinamita. Si ella quisiera, podría usar esta arma para convertir en su juguete a todos los hombres.

Quiero probar este trasero todavía más—Keiki empezó a pensar en su cabeza, mientras intensificaba su agarre.

“¡¿…?! Ha… ¡Nnn…!” Con el rostro rojo, ella se esforzó por bajar la voz. “Hauuu… ¡N-No más… si sigues…!” Sin importar cuánto trataba de cerrar sus labios, era incapaz de lograrlo. “¡P-Por favor, p-para ya…!”


Y sin fuerza restante en sus piernas, ella se tambaleó y se sentó sobre el suelo. Habiéndose liberado de los pechos que lo presionaban, Keiki suspiró con alivio.

“M-Me salvé…”

Apenas pudo superarlo. Sujetar su trasero fue la mejor opción. Sayuki por su parte seguía inmóvil. Aunque no podías interpretar su expresión, sus hombros estaban temblando ligeramente.

“…Aunque te dije que te detengas… aunque te supliqué que pares… tú…” Sus labios temblaron una vez más al hablar. “Ser tratada de así… me… me—¡me excitó tanto…!”

“¿…Eh?”

Pero su anterior actitud desapareció por completo—en cambio, tenía una sonrisa radiante en su cara con ojos expectantes que observaban a Keiki.

“Fufufu… excitarme tanto por haber sujetado mi trasero—Keiki-kun es el mejor. No puedo pensar en nadie más que tú para que sea mi amo.”

“¡¿Por qué terminó así?!”

Como esperarías de una acosadora masoquista hardcore. Sujetar su trasero la calmó, pero como efecto secundario, el deseo de Sayuki de convertir a Keiki en su amo se hizo más fuerte. Para ella, el acoso sexual de Keiki era una recompensa más que un castigo. Una vez más Keiki fue consciente de que Sayuki era una completa pervertida.

“Pero… me iré a casa por hoy.”

“¿Huh? ¿Por qué?”

“Eso debería ser obvio. Habiendo sujetado mi trasero de esa forma, ya no puedo mirar a Keiki-kun a los ojos porque estoy muy avergonzada,” diciendo eso con una tierna voz, Sayuki volteó con un rostro rojo brillante, dejando esas palabras mientras se alejaba corriendo.

“¡¿Ah, oye, Sayuki-senpai?!”

Sin recibir respuesta, Keiki observó a la chica mientras desaparecía de la orilla del río.

“…‘Los perros se ponen celosos cuando sus dueños son amistosos con otros perros,’ ¿huh?” Repitió las palabras que Sayuki le dijo. “Entonces como soy cercano con Fujimoto-san, ¿ella está celosa?”

Luego de que se fueron del campus escolar más temprano, Sayuki estaba mirando con furia a Ayano. Tal vez esa mirada significaba algo como “No te acerques más a mi amo.” Y quizás se unió al trabajo voluntario para monitorear a ambos, y asegurarse de que otro perro no ‘le robe’ a Keiki.

“…Bueno, Sayuki-senpai no es una perra después de todo, y yo no soy su dueño.”

Pero no se sentía particularmente mal para Keiki. Aunque no era exactamente amor lo que ella sentía por él, Keiki seguía feliz por ello. Los chicos son seres simples.

“¿Eh, Kiryuu-kun? ¿Dónde está Tokihara-senpai?”

“Ah… Como que hubo un pequeño accidente y terminó yéndose a su casa.”

“Ya veo. Entonces, hagamos el trabajo nosotros dos.”

Al final, ambos limpiaron el lugar que Sayuki se suponía iba a encargarse. Sin murmurar una sola queja, Ayano continuó levantando la basura. Keiki la miraba de reojo. Ella se estaba esforzando muchísimo en lugar de las personas que estaban holgazaneando. Y Keiki también, haciéndolo sudar bastante.

“Kiryuu-kun. Ya es bastante tarde, dejémoslo aquí por hoy.”

“Sí. El sol está a punto de ocultarse.”

Tal y como declaró, el cielo estaba teñido de rojo. Tomando esa decisión, empezaron a prepararse para regresar a la escuela. Mientras Keiki miraba la orilla del río, divisó otro objeto que no debería estar ahí.

“Woah, hay basura incluso aquí… ¡¿eh?!”

En el límite entre el río y la orilla, había una revista con una mujer desnuda en la portada—una revista porno. Aunque no le agradaba la idea, no podía dejarla allí.

“¿Qué sucedió?”

“Ahhh, será mejor si Fujimoto-san no viene.”

“Ah…” Divisando la revista, Ayano mostró una suave sonrisa. “Perdón. Kiryuu-kun es un chico después de todo. Ayano-san lo entiende completamente.”

“Hmmm, ¿no estás cometiendo un malentendido aquí? Te equivocas, ¿ok? Esto no es mío, ¿ok?”

“Síp, síp. Entiendo. Me adelantaré, por favor tómate tu tiempo.”

“¡¿Por qué eres tan considerada?! ¡Te lo dije! ¡Espera, en serio te equivocas sobre esto!”

Sin responder, dio media vuelta y empezó a caminar. Quizás porque estaba apresurada, o tal vez por el peso de la bolsa de plástico que sostenía—la chica perdió el equilibrio por un segundo.

“¿H—Huh?!”

En el momento que soltó esa voz de desconcierto, ella cayó espléndidamente al río.

“¡Woah, ¿estás bien?!”

“S-Sí… de alguna forma.”

Afortunadamente, el río no era tan profundo, por lo que lo único que le pasó fue que se empapó.

“Fujimoto-san, sueles torpezarte muy seguido, ¿no?”

“Uuuu… qué vergonzoso.”

Conforme Keiki extendió su mano con una expresión de asombro, la levantó.

“Ah…”

Como se había empapado por la caída al río, podías ver su ropa interior a través de su camisa.

“¡¿Hya?!”

Al notar la mirada de Keiki, rápidamente cubrió sus pechos.

“De alguna manera… perdón. Toma, no queremos que pesques un resfriado.”

No podía dejarla empapada, por lo cual Keiki cubrió a la chica con su jersey.

“…Gracias.”

Ella tiró del jersey hacia su cuello y ocultó la parte inferior de su cara dentro de él. ¿Tal vez quería esconder sus mejillas sonrojadas? Keiki no podía interpretar nada de su boca ahora cubierta, pero pensó que sus ojos lucían como si estuviera feliz. Al ver eso, pensó que se veía bastante linda.

¿…Entonces Fujimoto-san es mi Cenicienta después de todo?

Esa expresión suya, que parecía la de una doncella enamorada, no abandonará la mente de Keiki por un tiempo.

Después de eso, envió a la chica empapada a su casa, llevó las bolsas llenas de basura a la escuela, y le dijo al consejo estudiantil que no habían podido terminar todo porque dos de sus miembros se habían ido a casa. Fue muy problemático—pero Keiki pensaba que valió la pena después de ver la sonrisa de esa chica.


Al día siguiente. Después de que la clase de gimnasia del 4to período terminó, era hora de un bien merecido descanso del almuerzo. Keiki y Shouma salieron del gimnasio juntos y fueron a comprar una lata de jugo de la máquina expendedora. Las camisetas debajo de sus jerseys estaban empapadas de sudor, y sentían la necesidad de hidratarse.

“El badminton de hoy fue duro.”

“Sí, sudamos bastante. Nanjou seguro usaría eso como material si estuviera viendo.”

“¿Material?”

“No, será mejor que no lo sepas. Hay cosas en el mundo que es mejor no saberlas.”

No quería ni pensar en qué clase de escenario demoníaco su compañera dibujante de BL produciría.

“Oye, Keiki, en este momento estás investigando a Fujimoto-san, ¿cierto?”

“Sí. No hay razón por la que no podría tratarse de alguien externo al club.”

“Puede que eso sea cierto. Entonces, ¿cómo marchan las cosas con ella?”

“…Para ser honesto, luce sospechosa.”

El día que Keiki encontró la carta de amor, Ayano estuvo caminando por el edificio del salón del club.

Y ella estaba mirando ese locker dentro del club…

Keiki estaba bastante seguro de que la chica que dejó la carta de amor sobre la mesa estuvo presente cuando Keiki la halló. Entonces existe la posibilidad de que la chica estuviera escondiéndose en el locker durante esa ocasión. Y ya que en ese locker sólo se guardaban materiales de Sayuki, no solían abrirlo muy seguido. Sin embargo, apenas había espacio para caber allí. ¿Tal vez la mirada de Ayano se desplazó hacia ahí naturalmente porque se escondió en ese locker?

“Fujimoto-san parece ser bastante afectuosa con Keiki.”

“Tú también lo piensas, ¿huh?”

Es cierto que no tenía pruebas definitivas, pero sus acciones habían mostrado lo suficiente para pensar que al menos estaba interesada en él. Lo abrazó, se aferró a Keiki mientras él hablaba con Sayuki, y ocultó sus mejillas sonrojadas en el jersey de Keiki—

“Oh, Keiki se puso rojo. ¿Sucedió algo con Fujimoto-san?”

“Bueno… un poco…” Recordando la expresión que vio en la orilla del río hizo que su corazón palpite.

“Ah, es Kiryuu-kun.”

Mientras daba vueltas en sus recuerdos, escuchó la voz de dicha chica y alzó la cabeza. Ella estaba cargando algunos libros de ejercicios de música en sus manos, y parecía su clase estaba cambiando de salón. Normalmente, se acercaría a él tan pronto como lo veía, ese no fue el caso ahora.

“…”

En cambio, estaba observando a una distancia segura sin intención de aproximarse. Y el ojo que no estaba tapado por su flequillo lo estaba mirando fijo.

Ella tragó saliva una vez, como si estuviera nerviosa por algo. Al ver eso, Keiki inclinó la cabeza.

“¿Fujimoto-san?”

“¡¿…?! P-Perdón…”

Conforme Keiki levantó la voz, los hombros de Ayano se estremecieron y se alejó.

“…Se fue. ¿Qué le sucedió?”

“¿No será porque apestas a sudor?”

“Ahh, ahora que lo mencionas.”

Después de todo, seguía sudoroso por la clase de gimnasia. Incluso su cabello estaba húmedo. Fujimoto-san era una chica. Era imposible que se acerque a un chico en esta situación.

“Vayamos a secarnos el sudor y a cambiarnos.”

“Buena idea.”

Keiki bebió el resto de su jugo. Después de descartar la lata vacía, ambos entraron al edificio escolar.

Ese día, después de clases. Keiki estaba de camino a la oficina del consejo estudiantil después de haber sido llamado por Ayano. Lleno de tensión, golpeó la puerta, y después de recibir una respuesta, la abrió. Dentro del salón, sólo estaba presente Ayano.

“Siéntate aquí.”

“Ah, sí.”

Dentro de la oficina del consejo estudiantil, había una pequeña área de recepción con un sofá sobre el cual se sentó.

“Gracias por el jersey, me salvaste.”

“De nada.”

El jersey que ella le devolvió tenía un lindo aroma a detergente.

“Espera un momento. Prepararé té.”

Un rato después, Ayano regresó cargando una bandeja. Sobre la bandeja había una deliciosa tarta de manzana y el té.

“¿Por qué la tarta?”

“Como agradecimiento por prestarme tu jersey.”

“No me digas que, ¿tú cocinaste esto?”

“Síp. Tengo mucha confianza.”

“En serio… luce como un producto de una tienda de pasteles.”

“¿Quieres probar?”

“Bueno, sería un desperdicio no hacerlo…” Tomó el tenedor y probó un bocado.

La masa hojaldrada y las dulces manzanas estaban en perfecta armonía, haciendo que Keiki olvide sus problemas por un momento.

“Uwa, ¿qué es esto…? Está delicioso.”

“Me alegra que te guste,” mientras Keiki disfrutaba la deliciosa tarta, Ayano se sentó junto a él.

Y tal como Keiki esperaba, ella se aferró a su brazo. Frotó sus mejillas contra él como si quisiera que la consientan. Aunque esta no era la primera vez que hacía eso, Keiki no pudo evitar avergonzarse.

“Uhm, ¿Fujimoto-san? Es un poco difícil comer así…”

“No es tu mano dominante, así que está bien.”

“¿Y si alguien nos ve?”

“Nadie vendrá. Le pedí a los demás que se vayan a casa.”

“¿No estás abusando de tu estatus como vicepresidente?”

“No usé mi estatus. Les dije que iba a traer un chico aquí, y ellos me desearon buena suerte con una sonrisa.”

“Eso definitivamente causará todo tipo de malentendidos…”

Con lo cual, tuvieron una buena conversación. A pesar de que Ayano no lucía como el tipo de persona que habla mucho, podía llegar a ser una chica bastante conversadora. A Keiki no le molestaba charlar con ella, pero sí quería ponerle fin a la farsa. Necesitaba saber si ella era realmente la Cenicienta que dejó caer sus bragas.

“¿…Kiryuu-kun?”

“¿Eh? …Ah, ¿qué pasa?”

“Te quedaste callado mucho tiempo. Acaso… ¿te desagrada estar así?”

“No. Por el contrario, me hace muy feliz tener a una chica junto a mí.”

“Entonces, es un toma y dame… ¿cierto?”

“¿Eh?”

“A mí también me hace feliz poder estar junto a Kiryuu-kun de esta forma,” combinada con su sonrisa, esa frase hizo que el corazón de Keiki lata increíblemente rápido.

Le hacía anhelar que esta chica sea realmente su Cenicienta.

“Fujimoto-san, yo—¿huh?”

Quiso preguntarle, pero su deseo no fue concedido. A su lado, podía escuchar la suave respiración de Ayano, quien parecía haberse quedado dormida.

“En serio se quedó dormida… ¿no deberías ser un poco más cuidadosa?”

Keiki seguía siendo un chico. Y los chicos podían convertirse en lobos de vez en cuando. A pesar de que ella se encontraba junto a un potencial lobo, se quedó completamente dormida. No debería quejarse si es devorada en esta situación.

“…A veces no la entiendo, pero sí que es una chica linda…”

Decidiendo que podía pausar un poco la investigación sobre Cenicienta, continuó observando su bello rostro durmiente.

“¿…Qué?! ¡¿No estoy actuando como un completo normie?!”

A los ojos de los demás, seguro deben parecer amantes. Era una situación que Keiki siempre había añorado.

“Algo como esto debería ser lo mejor…”

Le pidieron que sea un amo, le pidieron que se convierta en esclavo, le pidieron que sea modelo para un manga BL. Todos estos pedidos anormales—Keiki no podía responderles sí. Lo único que Keiki quería era pasar tiempo con su amada, como ahora.

“Fuwaa… parece que a mí también me está dando sueño…” Después de esa agotadora clase de gimnasia, su cuerpo empezó a sentirse pesado. “Estaría bien dormir un poco…”

En esta tranquila atmósfera, dentro de la silenciosa oficina del consejo estudiantil, Keiki cerró los ojos. Y así, también se quedó dormido.

……………………………

……………………………

……………………………

Y pasó bastante tiempo. Al oír un sonido metálico, su consciencia regresó desde las profundidades de su sueño.

¿Qué fue ese sonido…? ¿Y por qué siento una brisa en  mis piernas?

Mientras seguía sentado en el sofá, los pantalones de Keiki habían sido bajados. El rostro de Ayano estaba justo en frente del lugar que un chico debía proteger cueste lo que cueste, y ella estaba mirando allí y alcanzando su ropa interior.

“¿…Eh?”

Pensó que seguía soñando. Pero el frío que sentía en las piernas y la inquietud en su corazón le demostraron que se equivocaba, y comprendió que esto realmente estaba pasando delante de él.

“¡¿Uwwwwwwwwaaaaaa?! ¡¿Q-Q-Q-Qué estás haciendo?!”


“Ah, qué lastima. Despertaste,” la chica murmuró con su usual actitud calmada.

Este era el momento en que Fujimoto Ayano había mostrado su verdadero yo.

Con los pantalones bajos, Keiki protegió su castidad conforme la chica trataba de bajarle la ropa interior.

“¡Fujimoto-san! ¿Por qué estás haciendo esto?”

“En realidad, yo, Fujimoto Ayano, me excito con los olores, especialmente con el aroma corporal de un chico. Últimamente, no puedo dejar de oler a Kiryuu-kun.”

“¿Um, qué clase de broma es esta?”

“Lo digo totalmente en serio. Se llama olfactofilia. Por favor, dame tu ropa interior.”

“¡Estoy empezando a perder la cuenta de cuántas veces ha pasado esto!”

Fujimoto Ayano era una pervertida desde el principio. Y era de un tipo completamente distinto de pervertida que las miembros del club de caligrafía.

“Si quieres, podemos intercambiar nuestra ropa interior.”

“¡No! ¿Tanto quieres mis calzones?, en serio…”

Sabía que muchos hombres estarían felices de recibir las bragas de una chica, pero no esperaba que hubiera una chica que literalmente le bajaría los pantalones a un chico para sacarle la ropa interior.

“Cuando me salvaste, entendí que este era mi aroma destinado.”

“¡Esa clase de destino puede irse al infierno!”

Entonces se había estado acurrucando contra él para percibir mejor su aroma. Y cada vez que él la había salvado, ella se acercaba más para olerlo otra vez.

“Es serio es una lástima. A pesar de que puse narcóticos en la merienda.”

“¡¿Narcóticos?! ¡¿Entonces por eso me dio tanto sueño?!”

Probablemente lo puso en el té que le ofreció.

“¿Huh? Pero si Fujimoto-san se quedó dormida antes que yo…”

“No se suponía que pase eso. El aroma de Kiryuu-kun me tranquilizó tanto que me quedé dormida.”

Y antes de poder llevar a cabo su plan, Keiki se despertó.

“Entonces me encontraba en tal crisis…”

De ser posible, le gustaría evitar que sus preciadas joyas sean vistas por una chica tan pervertida como ella.

“Muu… pretendía sentir tu aroma después de hacer deportes. Quería darle una buena olfateada al aroma de un chico empapado en sudor…”

“Uwaa…” Sus palabras le provocaron un escalofrío por la espalda.

Keiki pensó que por fin iba a conseguir una linda novia. Pero Keiki no esperaba esto en absoluto.

“Pero si en verdad tienes olfactofilia, ¿por qué escapaste durante el descanso del almuerzo?”

“Bueno… el aroma estuvo a punto de agobiarme. Si me acercaba un poco más, podría haber perdido el control.”

“Ah, eso explica mucho.” Parece que ella también trataba de ocultar su fetiche. “¿Entonces fue por eso que frotaste tu rostro en mi jersey?”

“Síp. Incluso después de que llegué a casa, no pude dejar de oler tu jersey. Ya que sudaste mientras estuviste trabajando, fue de lo mejor.”

“…O-Ok…”

Entonces sus mejillas se sonrojaron sólo porque estaba excitada.

“¿Entonces por qué miraste al locker dentro del club de caligrafía?”

“Los lockers usualmente contienen un aroma valioso. Cuando un chico ha terminado de cambiarse la ropa después de hacer gimnasia, se limpia el sudor con una toalla. Eso le otorga al locker de un chico un encanto muy especial.”

“¡Es la peor razón imaginable!”

“También es la razón por la que me gusta inspeccionar los clubes. Especialmente los clubes deportivos. Cuando entro a sus salones, el aroma de los chicos está por todas partes. Me excita mucho. Es lo mejor.”

“¡No es como si el salón de un club fuera un sauna!”

Keiki se rindió por completo. Debe haber sido una completa coincidencia que Ayano estuviera en el edificio del salón del club ese día cuando encontró la carta de amor. Parece que su deseo de un romance normal era inalcanzable, y sólo se alejaba más cada vez que trataba de acercarse.

“Dicho eso, Kiryuu-kun, por favor dame tus calzones.”

“¡No!”

¿Va a estar bien la escuela con una vicepresidente como ella?

Lo único que Keiki sí sabía era que Ayano no era Cenicienta.


NOTAS DEL TRADUCTOR
  1. Gao Moe se refiere a los casos en que las características contradictorias de un personaje hacen que sea agradable o que guste.

Traductor al Inglés: CClaw Translations
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano

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