2 – La razón por la que empecé a hablar otra vez con mi alejada amiga de la infancia
“¿Renunciaste?”
Era el día de las vacaciones de primavera… Después de informar oficialmente a mi profesora que iba a renunciar al club, me topé con Hinagata. No habíamos hablado mucho desde que ingresamos a nuestro segundo año de preparatoria. Era un poco difícil e incómodo para nosotros hablar después de tanto tiempo.
“Ahh, sí.”
“…Acabo de escucharte hablar con la profesora.”
No quería continuar con ella por escuchar a escondidas, así que traté de irme. No quería poner excusas, y no quería que me pregunte por qué me fui.
Cual sea la razón, no es bueno renunciar a las actividades de club. A pesar de que nos conocemos desde la infancia, seguía teniendo mi orgullo. Aparté la vista; no quería que ella me vea así.
‘¡No renuncies!’ ‘¡No te vayas!’ ‘Qué desperdicio…’ Estoy harto de escuchar a la gente decir cosas como esas. Parece inapropiado que alguien me hable así después tanto tiempo.
Pero Hinagata era diferente del resto.
“Hiciste tu mejor esfuerzo. Gracias por tu duro trabajo.”
Cuando la miré, vi una pequeña sonrisa en su rostro.
Bueno, recordé la primera vez que jugué a lanzar la pelota con Hinagata.
“¿…Lo recuerdas? Al principio yo era mejor atrapando la pelota que tú.”
“Sólo la primera vez. No pasó mucho tiempo hasta que fui mejor que tú.”
“…Engreída.”
Cuando Hinagata hablaba conmigo, su expresión tensa se disolvía.
“Es un hecho.”
Se sentía como si hablara con Hinagata de verdad por primera vez en un buen tiempo después de ver sus ojos. Nuestras charlas solían ser normales y comunes.
Ese día fue la última vez que nos vimos. La próxima vez fue el día de la ceremonia de apertura, en frente de la lista de clases publicada en el tablón de anuncios.
“Estamos en la misma clase.”
Mi voz, la cual fue tan baja que con razón no podría oírse, llegó a oídos de Hinagata.
“…Sí.”
Cuando entré al salón de clases y revisé la lista de asientos, descubrí que estábamos uno al lado del otro. Me senté primero, y Hinagata, quien acababa de llegar, tomó su asiento.
“Si pierdes tu libro de texto, no tienes que ir a la clase de al lado para pedírmelo prestado.”
“¿Cuándo fue eso? Tercer grado, ¿cierto?”
“Eso fue en cuarto grado.”
Bueno, no lo recuerdo.
“Hasta que cambiemos de lugares, no olvides tu libro de texto.”
“Ok.”
Podía escuchar gente a mi alrededor diciendo “Espero con ansias por trabajar contigo el próximo año,” pero supongo que no hay necesidad de ser pretencioso con mi amiga de la infancia ahora.
Era menos incómodo que la última vez que nos vimos, y a partir de ese día, comenzamos a tener pequeñas charlas con más frecuencia durante clases y descansos.
Era bien sabido que Hinagata era popular, y también que era determinada. Seguía rechazando confesiones de todo tipo de personas, y ahora que lo pienso, era porque había alguien que le gustaba.
Los sentimientos de Hinagata son tan fuertes que rechazó muchas confesiones. Una vez que entendí la magnitud y seriedad de esos sentimientos, decidí consultar con ella porque quería ayudarla y apoyarla.
Traducción al
Inglés: Zetro Translation
Traducción al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano
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