¿La gente vive realmente de acuerdo a sus propios
ideales? Yo sí. He crecido acostumbrada a vivir como mi yo ideal.
Desde que tengo memoria, entendía que fui bendecida
con una buena apariencia comparada con otras chicas. Era mejor para memorizar
que la mayoría de la gente, por lo que me destacaba en los estudios. También
era buena en deportes y segura cuando se trataba de socializar.
No sólo soy hábil con los dedos, sino que también soy
rápida para adaptarme a cualquier situación inesperada.
Entonces, ¿soy una persona perfecta?
Si me lo preguntaras a mí, mi respuesta sería “no”. En
este mundo, hay mujeres mucho más hermosas que yo, más inteligentes que yo, y
muchas que son mejores que yo en deportes. Por supuesto, algo así es natural.
Sin embargo, pienso que hay cosas en las que la gente
no quiere perder en absoluto.
Ya sea en apariencia, estudios, videojuegos, o canto.
Cuando pierdes contra alguien en tu área de expertiz,
cualquiera se sentiría frustrado.
Para mí, como alguien completamente por encima del
promedio, esto llevó al desarrollo de un inmenso complejo de inferioridad.
Soy del tipo de persona cuyos sentimientos se
sacudirán enormemente cuando pierdo con alguien cercano a mí. Cada vez que pierdo,
crece la oscuridad en mi corazón. A veces vomito debido al intenso estrés.
La realidad es cruel. Sé que no soy ordinaria, pero
definitivamente tampoco soy una genio.
Todo marchaba bien cuando era más joven. Todos me
consentían por cumplir incluso las tareas más simples.
Me elogiaban como una genio, una niña prodigio. Se
sentía bien. Mi corazón saltaba de la alegría.
Era la mejor de la clase en lo que sea que hiciera.
Era la heroína de la clase, la idol.
Después de que llegué a secundaria, empecé a conocer
personas que eran superiores a mí en cada campo.
Eran personas a las que no tenía oportunidad de
derrotar. Esta realidad pesaba demasiado sobre mi corazón.
Así que busqué una salida. Para escapar de ese
sufrimiento.
Quería hallar un campo donde no pudiera perder contra
nadie. Quería el respeto de la gente. Quería la envidia de la gente. Sin
embargo, no pude estar a la par de otros en estudios o deportes.
De esa forma, la respuesta a la que llegué fue—que
haría que la gente “confíe” en mí más que en nadie.
Recuperaría la sensación de superioridad al ser más
popular que nadie.
Extendería mi mano a los chicos tan repugnantes que
con solo verlos provocaría desagrado, y a las chicas tan irritantemente feas
que te harían doler el estómago. Reprimiría mis emociones, mostraría una
sonrisa falsa, y repartiría una falsa bondad.
Así me volví popular. Con compañeros de clase,
senpais, kouhais, profesores, padres, e incluso extraños que conocía mientras
recorría los pasillos.
Me convertí en alguien que era querida por todos, y en
eso, no podía perder contra nadie.
El día que me di cuenta de eso, fui verdaderamente
feliz.
También comprendí algo más ese mismo día. La confianza
es similar a un exquisito sake, se desarrolla con tiempo y delicado cuidado.
Y ocultos detrás de esa confianza, yacen una
existencia conocida como “secretos”.
Cuando alguien confía verdaderamente en otra persona
desde el fondo de su corazón, revela sus secretos.
Conocía el enamoramiento secreto del chico más popular
de la clase, así como los inesperados problemas de la persona más lista de la
clase. Desde los secretos más serios hasta los más triviales, tomé control de
todos ellos. Reuní información. Cada vez que hacía un nuevo amigo y era capaz
de escuchar las preocupaciones de alguien, mi corazón saltaba de la alegría una
vez más.
Temblaba con deleite cada vez que conocía los secretos
de alguien, cosas tan importantes para ellos como sus propias vidas.
Era la persona más confiable. Mantener eso fue lo que
le dio sentido a mi vida.
Pero al mismo tiempo había algo que no noté.
La confianza sólo puede ganarse de vivir una vida
llena de mentiras.
Pasaba cada día viviendo con una enorme cantidad de
estrés en mi corazón.
Y entonces… sucedió ese incidente. Todo cambió. No
pude detenerme—
Pero no podía evitarse.
Después de todo, todos me rechazaron.
No podía evitarse.
Porque me lastimaron, no pueden quejarse si los
lastimo.
Si eres atacado, atacas.
¿No es obvio?
Pero por eso, mi “yo ideal” que todos habían visto se
quebró.
El respeto y la envidia de todos desaparecieron,
reemplazado por miedo y odio.
No quería que se termine de esa forma.
Quería una sola cosa.
Que todos confíen en mí.
Para recuperar esa “sensación de superioridad” otra
vez.
Es por eso que juré que nunca repetiría mis errores.
Es por eso que estoy tan entusiasmada de empezar mi
nueva vida escolar.
Es por eso que esta vez, tengo que tener éxito.
Es por eso que estoy decidida.
Pero aun así…
Aun así, aun así, aun así…
La ceremonia de ingreso, que se suponía era el primer
paso hacia mi nueva vida, se convirtió en mi peor pesadilla.
Me reuní con Horikita Suzune en el autobús de camino a
la escuela.
Ella es la única persona en esta escuela que conoce
“el incidente”.
Información personal del estudiante de la Preparatoria Kodo Ikusei [Fecha:
7/1]
Nombre: Yukimura Teruhiko
Clase: 1er Año Clase D
ID de Estudiante: S01T004708
Clubs: Ninguno
Fecha de Nacimiento: 11 de Julio
Evaluación
Habilidad Académica: A
Intelecto: A-
Juicio: C
Habilidad Física: D-
Trabajo en Equipo: D-
Evaluación del entrevistador:
Su entrevista y sus exámenes escritos son extremadamente excelentes, pero
desde la primaria y en secundaria, ha descuidado sus habilidades sociales. No
tiene amigos y no ha participado en ningún grupo ni en actividades voluntarias.
Aunque las habilidades académicas son necesarias en la sociedad, tiene una
tendencia a juzgar a las personas basado solamente en sus rendimientos
académicos. Esperamos que mejore en este aspecto.
Registros de profesora titular:
Traductor al Inglés: Grazeddd
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: nahucirujano
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