Epílogo


Epílogo Promesa a la Luz de la Luna



PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN
Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

SHIZUKU KUROGANE

■ PERFIL
Afiliacion: Academia Hagun, Año Uno Clase Cuatro
Rank de Caballero: B
Artes Nobles: Shouha Suiren
Apodo: SIN DATOS
Resumen Personal: Una chica que lleva la sangre de los héroes

Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: E
Suerte: C
Poder Ofensivo: D
Poder Defensivo: B
Cantidad de Maná: C
Control de Maná: A

¡Checkeo de Kagamin!
El agua es inferior a cosas como el fuego y el rayo como atributo ofensivo, pero es superior como uno defensivo. ¡Para compensar ese poder ofensivo débil, ella tiene su Control de Maná! Un oponente que no se de cuenta de esto verá que tiene un poder volátil, uno capaz de congelar un salón o manipular hábilmente el agua. ¡Cualquier que piense que sólo es una chica linda ordinaria puede que pase por una experiencia muy dolorosa!

***

“...”

Ante el indicio de luz esparciéndose como algo borroso, Ikki abrió sus párpados sin luchar contra ello. Ante sus ojos, había un techo desconocido flotando en una tenue luz.

¿Este lugar, es la oficina médica?

Eso era exactamente así. Ikki quien colapsó luego del enfrentamiento, recibió tratamiento para sus traumatismos físicos con una cápsula, y como estaba, fue llevado a la oficina médica y puesto en una cama.

Levantando su cuello, mirando a la ventana, vio la luna llena. En base a eso, parece que había estado dormido por varias horas.

Fue porque hice cosas espléndidamente ostentosas, supongo.

Sin embargo, ya no sentía dolor en su cuerpo. Parece que las heridas se habían recuperado por completo. Él había sido maltratado violenta y considerablemente, pero a ese grado, si se usaba una cápsula en él, parece que las lesiones no se sanarían internamente. Pero debido a la fatiga, la languidez como plomo permanecería en el cuerpo.

“...Suu.”

“¿Nn?”

Inesperadamente, un suspiro familiar se escuchó en medio de la luz tenue. ¿Qué fue eso? Y levantó su aún pesado cuerpo.

“Stella...”

En una silla junto a la cama, Stella estaba dormida. En sus recuerdos, justo antes de perder la consciencia por completo, él fue cargado en una camilla, y allí estaba la figura de una chica que le decía algo mientras lo transportaban.

...Después de eso, ¿ella estuvo todo el tiempo conmigo?

Pensando en eso, Ikki sintió una dulzura como si su pecho estuviera siendo apretado.

“Ah.”

Si miraba bien, los labios de la durmiente Stella tenían saliva colgando. Parece que incluso una princesa estaba indefensa durante el tiempo que dormía. Sin embargo, sólo porque estaba viendo a Stella, la expresión que pudo ver era probablemente no intencional. Ikki buscó en su bolsillo, sacó un pañuelo, y tratando de no despertar a Stella en lo posible suavemente le limpió la saliva que le colgaba. Pero—

“Nn...uu...fua.”

¿Estaba durmiendo ligeramente después de todo? En el momento que el pañuelo tocó sus labios, Stella se despertó.

“Lo siento. Te desperté, ¿huh?”

“¿Ikki...?”

Stella quien se despertó estuvo somnolienta por un momento y actuó vagamente, pero lentamente su línea de visión se enfocó en el pañuelo mojado con su propia saliva y,

“¡—!”

*¡Pon!* Su rostro se puso rojo y le arrebató el pañuelo a Ikki.

“¿Viste algo?”

Ante la pregunta sobre si vio eso, la cual creció junto a una sed de sangre que parecía apuñalarlo, Ikki se encogió del dolor.

“N-No vi nada.”

“Mentira.”

“...Lo es... Lo siento.”

“¡Uu—!”

Respondió obedientemente, y el rostro de Stella se puso más y más morado berenjena, su boca de un lado al otro emitiendo un ruido áspero.

“¡Eres el peor! ¡Despertarte justo en este momento! ¡Es muy vergonzoso!”

“¡Dejando de lado esta queja, algo peor que esto, seguramente sea difícil llegar más lejos...!”

“¡Cállate, idiota! ¡Compraré otro pañuelo y te lo devolveré en otro momento!”

“¿Eh? Está bien, algo como eso. No te preocupes.”

“¡Tengo que preocuparme, sabes!”

“Ah, okey. Perdóname.”

¡Grr! Y ante Stella quien le mostraba los colmillos, Ikki tuvo que rendirse.

Y en el momento que la conversación se pausó esta vez, *kyurururu*, un tierno sonido del estómago de Stella resonó en la silenciosa oficina médica.

“¡Nooooooo! ¡Qué es esto!”

“Stella, cálmate. No hay nadie más que yo aquí, esto es más o menos una sala de hospital.”

“¡Al momento en que alguien se despierta, ver algo como esto, lo querría hacer llorar! ¡Todo es culpa de Ikki! ¡Qué es esto, tú! ¡Que yo haga ruidos de hambre, como si no fuera nada para esa persona! ¡Idiota, idiota!”

Stella golpeaba una y otra vez a Ikki con sus puños. Dolía un poco, pero ya que Stella se mantuvo a su lado continuamente al punto de aguantarse el hambre, él no debería quejarse. Ikki agachó la cabeza ligeramente ante las reprimendas de Stella.

“...Lo siento mucho. Sólo te mostré cosas para nada geniales, e hice que te preocuparas.”

“¡No me preocupé ni nada! ¡Heridas de ese grado, si se usa una cápsula será apenas rasguños...!”

“¿Pero estuviste todo el tiempo conmigo, cierto?”

Enfocando su mirada en el estómago que hace un momento soltó un rugido, Stella incómodamente apartó la vista.

“¡No-No podía evitarse, sabes! ¿Lo olvidaste? Soy tu esclava, y es natural que una sirviente vigile a su amo enfermo. ¡Por eso no es algo que debas agradecerme!”

“Sí. Quiero decirlo. Si Stella no hubiera estado allí hoy, habría sido verdaderamente peligroso.”

Porque en ese momento, el momento en que él se estaba rindiendo, ella gritó. Que ella amaba a esa persona inexperta, porque dijo eso—por esa razón, Ikki otra vez, ante las muchas personas en los alrededores que le decían “eres inútil”, él no abandonó sus esperanzas allí, y mientras sentía amargura, recordó la parte de sí mismo que a alguien le gustaba.

Por lo tanto, —Ikki tenía que transmitirlo sin importar qué.

“Oye. Stella.”

“Dije que no necesito gratitud—”

No. Lo que quería comunicarle, no eran palabras de gratitud.


“Yo también—te amo Stella.”


Mirando a la chica que dijo que amaba la manera en que él vivía, esos fueron sus sentimientos honestos.

“...”

Ante la repentina confesión, toda expresión se cayó del rostro de Stella. Como fue demasiado abrupto, ella no llegó a entender.

Sin embargo, el entendimiento gradualmente alcanzó su mente.

“¡Hyau...!”

Elevando su voz en un grito, Stella se cayó de costado de la silla.

“¡¿Qué, e-estás bien Stella?!”

“¡Id, i-i-idiota! ¡¿E-Entiendes lo que me acabas de decir?!”

“Sí. Entiendo. Te amo, Stella.”

Si Ikki se había preparado o no, sus palabras no fueron vergonzosas. Sin embargo Stella, quien no se esperaba palabras como esas, tenía su rostro sonrojado e incomparable al rojo de hace no mucho, y se quedó perpleja balbuceando incoherencias.

“¡¿Q-Que digas eso, pero, eso?! ¡A mi, digo, el estilo de vida de Ikki, su voluntad, algo como eso, dije que amaba eso, ¿sabes?! N-No particularmente a Ikki, eso... como h-h-h-h-hombre, si lo amo o no, no estaba hablando de eso, ¿sabes?! ¡Lo principal aquí es que soy la princesa de un país, y el afecto de una persona común, algo como eso, e-es imposible!”

“Sí.”

Ikki asintió.

“Yo también entiendo eso. Soy una persona desarraigada que no puede regresar a su propia familia, y Stella tiene sus propias circunstancias, posición, y demás. Por lo tanto, las cosas que salieron de mi boca no pueden hacerse. Sin embargo, por hoy, puedo soportarlo.”

Esta dulzura, enmascararla era demasiado difícil.

“Sin importar qué, en este momento, quiero que me permitas decirlo. Que conocerte, me hizo muy feliz. Ya que es un buen momento, si no lo digo ahora significa que nunca más podré decirlo... Desde luego no tienes que responder.”

Por supuesto que estaba resignado a ser rechazado firmemente en este lugar. Eso es, la amargura de quizás ser rechazado, eso era mucho mejor comparado a no transmitirle esta inmensa gratitud. Ante ese pensamiento, Ikki expresó sus sentimientos en palabras. Y entonces,

“...Ruin.”

Echando un vistazo, miró directamente a Stella quien estaba inflando sus mejillas.

“¿Ruin?”

“...Que sólo tú seas honesto, es ruin.”

“¿?”

Lo que Stella estaba diciendo, Ikki no lo entendía en su totalidad. Básicamente, él de alguna forma tenía el presentimiento de que el temperamento de Stella era terriblemente malo. Como se esperaba, salir con una persona desarraigada como él quien estaba más abajo que un plebeyo probablemente sería una molestia.

“Por un momento, cierra los ojos.”

¡¿Me va a golpear?!

“Uh, umm, Stella. Lo siento. Si hice algo desagradable—”

“¡Está bien así que cierra los ojos, dije!”

“¡E-Entendido!”

En la voz de Stella, a veces había una seria y persuasiva fuerza. Puede que sea una habilidad perteneciente a la realeza. Ikki cerró sus ojos mientras emitía un sonido de nervios, y luego de un breve silencio—


*Beso*


Una dulce y húmeda sensación, se sintió en su mejilla.

Eh...

Ikki abrió sus ojos ante el asombro. La Stella en frente de sus ojos tenía las mejillas rojo brillante como una manzana.

“S-Stella... recién...”

Sin llegar tan lejos como para preguntar, como se esperaba, lo que había ocurrido recién era algo que incluso el tonto de Ikki entendía.

Stella, había besado a Ikki en la mejilla.

Sin embargo, que Stella haga algo como eso, Ikki no se lo esperaba ni lo veía venir—


Totalmente perplejo, se quedó mirando a Stella como un tonto, sin decir completamente nada. Los ojos de Stella mitigaron a ese Ikki y,

“N-No te confundas. Lo de recién, esclava o ama o princesa... no tuvo relación con algo como eso. Porque pensé que quería hacerlo. T-Te dejaré decirlo, pero supón que me diste una orden, absolutamente no haré algo como esto...”

“...En otras palabras, sobre esto, ¿estás diciendo que está bien?”

A esa pregunta, Stella ocultó sus húmedos ojos, mientras sus mejillas se sonrojaban por la vergüenza, y apenas, realmente apenas—pero seguro, ella asintió.

“...P-Pero, ¿sabes? Eso... como no he socializado con chicos en el pasado, puede que, termines extremadamente desilusionado.”

“¡A-Algo como eso no es el caso, en absoluto! Además, yo tampoco, he socializado con chicas.”

Así es. Ikki nunca hasta ahora había tenido un amor. Su primer beso... el otro día fue robado por su hermana menor, pero su experiencia con el género femenino era igualmente inexistente. Diciendo eso francamente,

“Entonces, ¿soy el primer amo de Ikki?”

“S-Sí.”

“Así es como es... Ejeje. De alguna forma, estoy feliz...”

Stella entrecerró los ojos como si estuviera realmente encantada, y suavizó sus mejillas.

“Lo siento. —Stella en este momento, está demasiado lindo y no puedo resistirlo.”

“¡¿Kyaa?!”

Resistirse ya era inefectivo. Sin esperar a que Stella terminara sus palabras, Ikki atrajo su cuerpo hacia sí, y la abrazó fuerte.

“Gracias. Estoy muy feliz.”

“...Jeez. Este comportamiento es sólo por hoy, ¿sabes? Si no eres gentil de ahora en más te morderé, ¿okey?”

Soltando un suspiro como desconcertada, Stella también puso lentamente sus manos alrededor de Ikki y aceptó su abrazo. El cuerpo de Stella era cálido, suave... pero él sentía una fuerza como una flama ardiendo. Esa temperatura, era tremendamente encantadora.

Y... por esa razón—

“Oye, Stella.”

“¿...Qué pasa?”

“Hace un tiempo, dijiste que si estabas conmigo me seguirías al máximo, ¿cierto?”

“...Sí.”

“Yo también. Yo también, si es con Stella, siento que puedo volverme más fuerte al máximo.”

Entonces,

“Entonces vayamos, los dos juntos, tan alto como los caballeros puedan llegar.”

Y,


“Y en la última batalla en esa cúspide, —quiero luchar contigo.”


Separando sus cuerpos un poco, anunciándoselo directamente a las pupilas escarlata de Stella. Caminar juntos, alcanzándose entre sí juntos, tener un encuentro cara a cara una vez más. Al principio, sus pupilas carmesí se abrieron por el asombro, pero algo allí gradualmente comenzó a fluir. Era como una flama... como la luz de un espíritu luchador poderoso.

“...Estaba esperando eso, sabes. Porque esta vez absolutamente, no voy a perder.”

Lo que Ikki deseaba, Stella también lo deseaba otra vez de corazón. Porque lo amaba más que a nadie. Porque lo respetaba más que a nadie. Por esa razón, con el caballero en frente de sus ojos, quería luchar una vez más. Era natural. Porque ella era igual que Ikki, una persona que se dirige hacia la cúspide al máximo.

Había una sola cúspide. En ese caso ella no tenía intención de entregarla. Por lo tanto las dos personas, en medio de un silencio al grado de lastimar los oídos, hicieron esa promesa a la luz de la brillante luna. De ahora en más, probablemente enfrentarán muchos enemigos fuertes aún no visto y peleas.

Sin embargo, para no perder contra nadie—

Y para que en un momento futuro sin falta, en el campo de batalla donde se decida al Rey de la Espada de Siete Estrellas, una vez más se encuentren con su mayor y más amado rival—


“Es una promesa.”











Traductor al Inglés: KLSymph
Traductor al Español: nahucirujano
Corrección: Sin corrección.

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