Capítulo 3


Capítulo 3 – El Peor Bajo Asedio



PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN
Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

UTAKATA MISOGI

■ PERFIL
Afiliación: Academia Hagun, Año Tres Clase Tres
Rank de Caballero: D
Artes Nobles: Caja Negra
Apodo: Cincuenta/Cincuenta
Resumen Personal: Vice Presidente del consejo estudiantil de la Academia Hagun

Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: F
Suerte: E
Poder Ofensivo: F
Poder Defensivo: A
Cantidad de Maná: D
Control de Maná: D

¡Checkeo de Kagamin!
La única persona entre los estudiantes caballeros de Hagun que es capaz de usar el sistema de manipulación de la causalidad, ¿huh? Aunque el alcance de Caja Negra está limitado al potencial de la propia fuerza y comportamiento de uno, ya que se trata de un poder que puede decidir el destino, es una habilidad que se siente mucho como hacer trampa. Sorprendente, ¿huh? ¡Como ganar la lotería tanto como quieras! Pero personalmente no me gusta, creo... Sé claramente las cosas que no puedo hacer, así que sería un poco cruel, ¿cierto?

***

“Eh~, chicos, les agradezco sinceramente por aceptar esta llamada para una reunión de emergencia a pesar de que estábamos tan ocupados hoy~. Respecto a esta reunión, aunque Ikki Kurogane-kun hoy es un adulto que ha alcanzado la mayoría de edad, ha provocado un escándalo tan absurdo como tener una relación sexual ilícita con una invitada del estado, y las voces que ponen en duda su responsabilidad y su ética se han elevado en la rama japonesa. Él está recibiendo varios privilegios que no les son concedidos a estudiantes caballeros o chicos comunes de quince años. Por esta razón, demandamos enormemente una sentido de responsabilidad para equilibrar esos privilegios. Por consiguiente, el Comité de Ética también está considerando esto, y en esta ocasión, hemos concluido que hay una oportunidad para examinar formal y atentamente si las cualidades de Ikki Kurogane-kun como caballero están bajo cuestión. Aunque sabemos que todos ustedes están ocupados, por favor les pedimos comprensión y cooperación.”


El rascacielos de la Unión Internacional de Caballeros Mágicos, Rama Japonesa. Los directores de ética de los estudiantes caballeros, de los caballeros mágicos, se encontraban en el décimo piso subterráneo; se trataba de la sección controlada por el Comité de Ética que se encargaba de asuntos como la acción disciplinaria, y la expulsión cuando era necesario, o actuar como policía militar.

En un salón en aquella sección, el director del Comité de Ética, Akaza, hizo una reverencia hacia los caballeros de mediana edad reunidos allí, y le dedicó una tiesa y engreída sonrisa a Ikki Kurogane quien se encontraba allí con íntegra honestidad.

“—Bueno, iniciemos esta reunión de indagatoria. Todos, por favor, tomen sus asientos.”

Pero no había ninguna silla cerca de Ikki. Sólo los caballeros se sentaron. Era abuso evidente. ¿Ikki iba a ser forzado a permanecer de pie durante esta reunión que duraría varias horas?

Bueno, era de esperarse, y él no estaba poco entrenado como para rendirse ante tal grado de incomodidad, por lo que no era gran problema, pero...

...De todas formas, el aire en este lugar está bastante viciado, ¿huh?

 Ikki sondeó la sala que prácticamente no tenía iluminación. Dentro de esa sala, estaba preparada una mesa con forma de U rodeándolo, y los caballeros vestidos con traje estaban sentados, empezando por Akaza. Tres personas en frente de Ikki. A su izquierda y derecha, una persona en cada lado. Cinco en total. Como todos allí estaban vestidos con trajes rojos, Ikki sabía que todas esas personas eran del Comité de Ética.

“No hay necesidad que estés tan tenso. A pesar de lo que dije al principio, cada uno de nosotros es tu aliado.”

Akaza se burló de Ikki quien sentía que estaba probando la habilidad de combate del Comité de Ética.

“Esta reunión de indagatoria no es un lugar para censurarte. No sólo escucharemos apropiadamente la excusa de tu parte, quien ha creado un escándalo sin precedentes al involucrarte en una relación sexual ilícita con una invitada del estado, sino también la explicación gentilmente dada por tu padre el director. En otras palabras, aquí no hay más que aliados. ¿No es así, caballeros?”

“Ciertamente. Todos aquí creen que sería una lástima decidir una expulsión sea cual sea tu explicación. Ya que, de alguna manera, te has esforzado muchísimo para aparecer en el Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas, tanto que lo lograrás con apenas otro paso. No queremos anular tal tenacidad.”

“...Muchas gracias.”

¿Cómo se atrevía Akaza a decir cosas tan deshonestas sin reserva? Era admirable, en cierto sentido.

“Bueno entonces, Ikki-kun, ahora que comprendes que somos tus aliados, primero que nada repasemos los hechos. ¿Es verdad que Ikki-kun y la segunda princesa del Imperio Vermillion, la Señorita Stella Vermillion, se encuentran en una relación, es eso correcto?”

“Sí, es cierto.”

“Je je je. Es bueno que seas honesto. ¿Cuándo comenzó aquella relación, más o menos?”

“Comenzó al inicio de las batallas de selección para el Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas. La noche de mi primera batalla.”

No era como si estuviera contando una mentira. Por lo que Ikki respondía con honestidad. Sin embargo, cada persona en el comité mostró una expresión desdeñosa.

“Oh, empezaste la socialización extremadamente rápido, ¿no?”

“Hmph. Ciertamente, los jóvenes de hoy son así. Hacen cosas terriblemente apresuradas e insensatas.”

“En nuestra juventud, pasábamos más tiempo para construir una relación mutua, después de todo.”

“Cuando se trata de los jóvenes de hoy, son todos como monos, ya veo. ¿Por qué hacen estas cosas que terminan en un embarazo no deseado y casamientos forzados por eso?”

“Verdaderamente lamentable.”

Estaban hablando como si Ikki y Stella estuvieran teniendo sexo premarital. Por supuesto, Ikki no había hecho tal cosa. Hasta este día, habían estado socializando nada más que como una pareja platónica. Eso era lo que Stella y él decidieron para su relación luego de considerar todo seriamente. Entendían que la posición de ella, como princesa, era muy delicada. Por lo tanto este tipo de acusación falsa era enfurecedora.

“Perdón por interrumpir, pero no hemos hecho nada de lo que ustedes y los periódicos—”

“Ikki-kun, Ikki-kun. Sé que tienes cosas para decir, pero por favor habla sólo cuando se te dé permiso, ¿okey? Si no lo haces, darás una mala impresión, sabes. Je je je.”

“...Por favor disculpen mi atrevimiento.”

Su declaración fue interrumpida por Akaza, e Ikki se mala gana agachó la cabeza en señal de disculpa.

El hombre con barba de candado quien estaba sentado al lado izquierdo de Ikki y lo estaba mirando con odio le hizo una pregunta con un tono bastante cortante.

“Hmph. Ya que parece que quieres decir algo sin importar qué, te haré una pregunta. ¿No pensaste en lo absurdo que es tener una relación sexual ilícita con la princesa de otro país, cierto? Es tan extremadamente peligroso que puede llegar a crear un problema internacional. Entiendo que estás en una edad donde tienes un gran deseo sexual, ¿pero tu sentido para elegir una compañera con la cual divertirte no estaba funcionando, verdad?”

“Mi intención al relacionarme con Stella no era divertirme. Nos amamos el uno al otro sinceramente.”

“Hmph. Sí que eres un niño.”

“Je je je. Yo también era así, sabes. La chica que es tu primer amor parece ser una compañera única en la vida. Qué bueno es ser joven, sí.”

“Le tomó la palabra, pero tanto Stella como yo somos adultos que hemos alcanzado la mayoría de edad. Incluso tenemos derecho a casarnos. ¿No sería bastante normal pensar seriamente sobre nuestra relación mutua?”

“¿Muchas sutilezas, no crees? Qué actitud tan rebelde.”

“Oye, esa clase de modales no está bien.”

“Dije que darías una mala impresión. Je je je.”

Akaza llenó algo sobre una hoja de papel cerca de su mano.

Ante esta situación, y al ver a estas personas de mediana edad que lo rodeaban con la actitud de no escuchar sus declaraciones—

Sabía que sería así, pero... qué farsa tan cruel.

Ikki suspiró en su corazón. Mientras cuestionaban la responsabilidad de Ikki como adulto, estaban rehusándose por completo a reconocer los derechos legales que Ikki tenía como adulto. Más que tratar a Ikki como un adulto, sólo se trataba de una escena para conveniencia de ellos. Esas indicaciones de las personas del Comité de Ética convencieron a Ikki. Este no era un lugar donde se examinaría cuidadosamente sus cualidades como caballero. Este lugar, ya había concluido que Ikki Kurogane no tiene la naturaleza de un caballero, y era definitivamente un interrogatorio para compilar material para reforzar esa conclusión.

...Bueno, ya entendió eso después de ver el periódico vespertino, pero...

En primer lugar, las cosas que estaban diciendo eran extrañas desde el principio. Que él había convertido en una amante a una princesa que estaba estudiando en el extranjero. Bueno, ciertamente era una historia escandalosa. Uno podría decir que era natural que haya tanto alboroto en los medios. Pero era extraño que esto llevara las cualidades de Ikki como caballero a una indagatoria.

Como Ikki afirmó hace un momento, ni él ni Stella eran niños. Eran un hombre y una mujer cuyo derecho a casarse era legalmente reconocido. Su amor estaba permitido por la ley, por así decirlo. Más allá de los sentimientos de Ikki y Stella, si por ejemplo el padre de Stella, el rey del Imperio Vermillion, mostrara desacuerdo con el tema, eso era algo que debía discutirse enteramente con la persona en cuestión. A pesar de eso, las cosas no terminaron así, sino en un escándalo del que muchas personas ajenas estaban clamando erróneamente, y todo eso se había recolectado en páginas para que pudieran ser pasadas a preguntas sobre las cualidades de Ikki como caballero. Obviamente era extraño.

¿Por qué algo tan extraño se desarrolló así? El motivo era simple. No era más que la existencia de algo manipulando arbitrariamente las expectativas llevándolas a la confusión.

Él está haciendo cosas enrevesadas como siempre.

Sin embargo, Ikki también sabía que estaban siendo tan indirectos porque eran muy conscientes de lo internacional. Todos los estudiantes caballeros eran miembros de la Unión Internacional de Caballeros Mágicos. Además de la disuasión contra la guerra, al matricular a los caballeros en una organización nacionalista, se simplificaba el proceso para viajar, y les permitía ayudarse entre sí de inmediato en caso de emergencia. O en el improbable evento de que se desate una guerra, permitía guerras subsidiarias conducidas diplomáticamente entre los caballeros de distintos países bajo la supervisión de la Unión y cosas así. Había varios pretextos, pero de todas formas, no era algo relevante en torno a lo que estaba sucediendo en este momento.

Lo importante eran las cualificaciones de los caballeros mágicos que estaban enlistados como caballeros estudiantes en la oficina central de la Unión, esas cualificaciones no podían ser suspendidas o revocadas arbitrariamente por los distintos gobiernos nacionales alrededor del mundo ni por sus ramas. Ni siquiera Itsuki Kurogane, el director de la rama japonesa, ni Akaza, el jefe del Comité de Ética que actuaba como policía militar, no tenían esa facultad. Por lo tanto no les quedaba más opción que usar medios enrevesados.

Sí, como instigar al Cazador en contra de Ikki Kurogane hace un año.

Al perseguir a Ikki a puertas cerradas, estaban tratando de hacer que Ikki pronuncie palabras auto-incriminadoras con su propia boca. Incluso aunque no lograran eso, pretendían hacer que muestre mal comportamiento. Mala actitud. Mala expresión. Tono agresivo. Cualquier cosa alcanzaba. De todas formas, estaban acumulando información sobre las malas impresiones dadas por Ikki, para reforzar un pedido de expulsión que presentarían ante la oficina central de la Unión. Esa era la meta de Akaza y los demás. Ikki se daba cuenta.

En ese caso, para que repetir la misma declaración, era más seguro no dejar que las cosas se le resbalaran de la lengua y contenerse.

Ikki entendía eso, pero él—

“Ya sea que tengan buenas o malas convicciones, por mí está bien. Amo sinceramente a Stella, y ella me ama de verdad. Lo sé. Por lo tanto no creo que nuestras acciones hayan sido un error, y no le diremos a los demás que fue un error.”

Se rehusó rotundamente a bajase de su postura antagonista. Naturalmente, Ikki sabía muy bien lo mucho que amaba a esa encantadora chica. Cuando se abrazaban, cuando se besaban, sabía qué clase de sonrisas maravillosas mostraban ambos. Siendo ese el caso, él no iba a declarar que era un escándalo. No iba a decir que fue un error. Si había alguien que intentaría obligarlo a decir que fue un error, quedarse callado en frente de esa persona no era lo que un hombre haría. Fue por eso que Ikki vino a esta indagatoria.

—También se lo dije a Stella.

Sin importar a quién tuviera en frente, iba a decir que amaba a Stella con orgullo. Por lo que no iba a retroceder. No se iba a quedar en silencio. Si los hombres ante él no tenían intención de escuchar su opinión en absoluto, eso estaba perfectamente bien. No era como si pensara en lograr la aprobación de personas como ellos. En palabras simples, no iba a dejar de declararlo.

Porque este sentimiento era el único sobre el que nunca iba a mentir.


Ikki había sido llevado por el Comité de Ética, y había sido aislado durante tres días. Stella estaba como un volcán a punto de hacer erupción. Gesticulando constantemente con el ceño fruncido por el disgusto, su cabello desprendía incandescencia con chispas. Había muchos estudiantes que tenían curiosidad sobre el escándalo, pero estaban demasiado asustados por la presión como para acercarse, y nadie alrededor suyo se aproximaba. Incluso en el comedor que estaba repleto de gente durante el almuerzo, nadie se sentó cerca de Stella. Era bastante natural, esa persona no se encontraba en un estado mental como para lidiar con cosas triviales, pero...

“Aunque lograste recuperarte de tu resfriado, estás emanando un instinto asesino extremo, Stella-chan.”

El que le habló a Stella sin titubear y se sentó junto a ella era una belleza joven y alta, Nagi Arisuin. A la distancia, se escuchaban voces que decían cosas como Aah, Nagi-sama está haciendo algo muy peligroso.... Probablemente eran sus fans.

Pero por mucho que estuviera irritada, incluso Stella no lastimaría a sus amigos para descargar su ira. En palabras sencillas, el comportamiento y el discurso se volvieron tan severos como siempre.

“...Por supuesto que lo estoy. ¿Crees que estaría sonriendo mientras ellos escriben esas tonterías como se les place?”

Cuando Stella dijo “esas”, se refería al periódico vespertino de aquel día. Ese diario que relataba montones de mentiras sobre Ikki, y que la describía a ella como una chica tonta que fue engañada por un villano. Sólo recordar esa página hacía hervir su sangre.

“Escuché sobre lo duro que era, pero el nivel de los medios de este país es el más bajo de todos, ¿cierto?”

Stella soltó esas palabras, y...

“Nya ja ja, me zumban los oídos.”

Una persona más, una estudiante de gafas, se sentó al otro lado de Stella mientras mostraba un rostro disgustado.

“Kagami...”

“¿Puedo unirme?”

“Adelante. No sé realmente por qué, pero este es el único lugar libre.”

“Nya ja ja, gracias.”

Posando su bandeja con un sándwich como almuerzo, Kagami Kusakabe continuó sus palabras con una expresión de disculpa.

“Bueno, es natural que Stella-chan se enfade. Que la princesa de Vermillion encuentre un amante mientras estudia en el extranjero, iba a ser un escándalo, ¿sabes? Pero que un periodista descarte la opinión de una princesa y trate la relación entre dos personas como un escándalo, es demasiado rudo. Esto es como un problema internacional, sabes... Bueno, la información saldría entendiéndose de esa manera, probablemente.”

“¿Oh, cielos? ¿Qué estás diciendo?”

“...Bueno, tengo muuuuucha influencia con los reporteros de los periódicos locales, y pude usar mis contactos para investigar un poco, pero como se esperaba el Comité de Ética parece estar ejerciendo una intensa presión típica de la organización. Están creando la imagen negativa que las noticias en la que se basan las noticias al enfatizar el escándalo de la princesa imperial de Vermillion. Aquí entre nosotros, parece que el Comité de Ética usó su poder para intimidar e insertar un boletín especial en la transmisión formal de Rey de Caballeros.”

“...Como el RDC está vinculado completamente a la Unión, pueden intimidar de esa manera, ¿cierto? Ya veo.”

No había manera de insertar un boletín especial en la forma de entretenimiento más grande del mundo. Ni siquiera al caso de una impactante muerte se le dedicaría esa clase de prioridad. Este tipo de movimiento era como clavar una daga en sus gargantas. Sin dudas, era algo inevitable. Y esa verdad dada por Kagami, era evidencia más que sólo del accionar del Comité de Ética, sino un ataque de parte de Itsuki Kurogane tratando seriamente de arrebatarle las cualidades de caballero de Ikki.

“Increíble...”

Conociendo su seriedad, Stella no pudo evitar soltar esa palabra.

“¡Ikki no es sólo un estudiante! ¡El solo arrinconarlo de esa manera, ¿por qué el padre de Ikki, el director de la rama japonesa, llegó tan lejos?!”

Además, ¿qué clase de ventaja había en esto? Si denunciaba a Ikki a tal grado, ¿no arruinaría la reputación de la casa Kurogane? ¿Cuál era la razón para arrinconar tanto a Ikki a pesar de esa cuestión?

“A pesar de que Ikki es su hijo, ¿por qué?”


“Porque es esa clase de padre.”


La voz que respondió vino desde el lado opuesto de la mesa en la cafetería. Provino desde directamente en frente de Stella, no distinto del sonar de una campana, una voz pequeña y dulce. Era—

“Porque es esa clase de hombre, hizo esto. Y no es sólo lo que tú mencionaste.”

“Shizuku...”

“Hablando honestamente, lo que mi Padre está pensando, por qué tiene tal prejuicio contra Onii-sama, no puedo entenderlo en absoluto, porque esa sinuosidad va más allá de mi comprensión. Pero es por eso que nada de lo que hace parece extraño.”

Mientras anunciaba tales hechos fríos sin apasionamiento, Shizuku posó su bandeja con un almuerzo de carne japonesa, sobre la mesa. Y se sentó en frente de Stella.

Mientras Stella estaba un poco titubeante sobre hablarle cuando se encontraba así, Shizuku habló como siempre. Como Shizuku no le había mostrado su rostro ni una vez luego del enfrentamiento con Raikiri, Stella no había hablado con ella desde entonces—

“Umm, Shizuku... lo siento. No te he contado sobre la relación.”

Stella sabía lo mucho que Shizuku amaba a su hermano. Por lo tanto no podía evitarse, cual fuera la clase de ataque que recibiría de Shizuku. Stella satisfecha para enfrentarlo con resignación.

Pero la respuesta de Shizuku fue alarmadoramente liviana.

“No es como si hubiera un problema, sabes. Quiero decir, ya lo sabía.”

“¿Eh?”

“Pude darme cuenta con una mirada, sabes. Esa relación entre ustedes dos cambió después de la noche de la batalla debut de Onii-sama. ¿No es así, Alice?”

“Ja ja. Bueno, fue encantadoramente fácil de notar.”

“Síp, síp. Diablos, incluso yo me di cuenta.”

“Wow...”

Sintiéndose algo avergonzada, Stella se cubrió. Probablemente fue demasiado fácil de notar que estaban coqueteando. En la habitación, o en el bosque, habían tratado de ocultarlo del público, pero...

“Stella-san tiene su estatus. Anunciar algo así siempre provoca un alboroto. Es comprensible que ustedes pensaran en no traer un disturbio como ese durante la temporada del Festival de Arte con la Espada, e incluso yo pensaría que era mejor hacer eso. Por lo tanto no es como si estuviéramos pensando en culparte a ti. Lo más crucial es qué harás tú después de esto.”

Diciendo eso, Shizuku dirigió su vista a Kagami quien estaba sentada al lado de Stella.

“Kusakabe-san. La discusión se está moviendo hacia cosas que la gente que conoce las circunstancias de mi familia hasta cierto punto lo entenderían, pero...”

“Nya ja ja. La información clara es la vida de una periodista, ¿sabes? Bueno, mientras la situación continué.”

“En ese caso, quiero que expresemos nuestras opiniones sin contenernos, pero en este caso, podría llevar a la expulsión de Onii-sama, ¿cierto?”

Kagami declaró sin titubear ante la pregunta de Shizuku.

“Es poco probable, actualmente.”

“¿Oh vaya, en verdad?”

“Después de todo, Alice-chan. No es como si Senpai y Stella estuvieran haciendo algo malo, ¿cierto? Aun cuando acabamos de hablar de eso ahora, los informes de noticias están descartando los sentimientos de Stella quien es parte de la realeza, y están llamando ‘escándalo’ a su relación, sabes. Esta historia fue desde principio a fin algo así como La Princesa de Vermillion encontró un amante mientras estudia en el extranjero. ¡Eek! ¿Qué clase de persona es él~? ¡Yay yay!. La compañía que quería desatar este ‘escándalo’ simplemente está instigando un alboroto sin sentido. Con esa clase de composición, a esas personas les faltará legitimidad después de todo. En este momento, no tienen más que grandes y falsas acusaciones. Y naturalmente, esas personas que entienden eso manipularán ese tipo de impresión, y para hacerlo rastrearán culpabilidad realizando una indagatoria. Senpai no es tonto, por lo que sin importar cuántas veces intenten hallarlo culpable, probablemente no recolecten nada, y es difícil imaginar a la oficina central de la Unión dictando una expulsión. Porque la Unión considera a la expulsión como último recurso.”

“¿Último recurso? Oye, Kagami, ¿a qué te refieres?”

“La Unión nunca ha expulsado a nadie sin dudar de un caballero estudiante. Para ponerlo en palabras que Stella-chan pueda entender con facilidad, mira, ¿qué hay acerca de Kurashiki-kun de la Academia Donrou?”

“Sí.”

“Incluso con gente con mala reputación como él, la respuesta de la Unión termina en regaños.”

“...Es extremadamente cierto.”

“¿Me pregunto cuál será la razón para eso?”

Kagami asintió, y respondió a la pregunta de Shizuku.

“Los caballeros que reciben una expulsión, en general son aquellos que se convirtieron en criminales.”

Los Caballeros Mágicos que adquirieron su licencia son, por supuesto, Blazers quienes como caballeros estudiantes consideraron cómo tener éxito en la vida usando la fuerza de sus super poderes. A aquellas personas, ¿qué les sucede si sus privilegios les son revocados permanentemente? La respuesta era que muy seguramente terminen siendo criminales que usen sus habilidades Blazer para actividades ilegales. Era una realidad que las estadísticas de numerosas investigaciones habían dejado en claro.

“Bueno, es natural. Aunque esto es naturaleza humana absoluta para aquellos que provocan tal alboroto que son expulsados, es más seguro tener a un perro malo encadenado que uno suelto, ¿verdad? Es por eso que la Unión quiso establecer la regla de que todos los caballeros tienen que ser supervisados, sabes. Recibiendo esa intención de parte de la Unión, casi cada nación miembro de la Unión creó leyes para proceder de esa manera con todos los Blazers en su país. Aunque Japón tiene organizaciones que reclaman por los derechos humanos, y aún no ha dado ese paso.”

Al hacer eso.

“Al expulsar rápidamente a alguien, la Unión estaría creando criminales con su propia mano, y al hacerlo deja a esos criminales sin regulación. Por lo tanto incluso la Unión lidia con las expulsiones muy lentamente. Y en particular, las expulsiones de los caballeros estudiantes que aún se encuentran en posición de aprender y estudiar, son casos extremadamente raros.”

Sin embargo—

“Pero esta vez, parece que ha aparecido un extraño lo suficientemente serio para una expulsión. Es por eso que estoy preocupada. Por qué clase de sufrimiento estará pasando Senpai en este momento.”

La indagatoria es para hallar faltas en cómo está respondiendo en cuanto a actitud y tono; esa era la meta definitiva del Comité de Ética. Pero si el propio Ikki reconocía que había sido desconsiderado, eso se convertiría en una verdad que todos aceptarán. Esa verdad se volverá un fuerte apoyo para una expulsión. Por lo tanto, el Comité de Ética sin dudas iba a tratar de llegar a esa conclusión sin importar el método.

Todos allí se quedaron en silencio ante las palabras sumisas de Kagami. Los oídos del Comité de Ética estaban muy por debajo de la superficie, donde la luz del sol no llegaba. Ese lugar era el territorio de Itsuki Kurogane. Y el Comité de Ética era una posición monopolizada por generaciones tras generaciones del linaje de la casa Kurogane. Un suelo sagrado, por así decirlo. No había absolutamente nadie a su alrededor más que personas cercanas a la casa Kurogane. No había manera de que Ikki recibiera trato decente en esa clase de lugar. Aunque probablemente no reciba tortura física en una verdadera indagatoria, podrían usar métodos para desprestigiar a una persona tanto como quisieran.

Cuanto más lo pensaba Stella, su cabeza más se llenaba de supuestos desagradables. A decir verdad, no había dormido bien los últimos dos días. Cuando cerraba los ojos, imaginaba cómo estaría pasando esos días su amado bajo la superficie. Pero eso fue...

“...Totalmente mi culpa.”

Si tan solo fuera una chica normal. No habría sido usada por los enemigos de Ikki. Ese lamento inevitable se arremolinaba y se esparcía por su mente. Se había convertido en la trampa de Ikki. Una restricción para que aparezca en el Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas, iba a retenerlo durante esta momento tan importante. Eso era doloroso, doloroso—

“Debería separarme de Ikki...”

De la boca de Stella, unas pocas palabras salieron como quejándose.

“Después de todo... ¿no es mi culpa? Si fuera una chica común, algo así—”

“¡Stella-chan!”

En un instante, lo que atravesó el oído de Stella fue la voz de Arisuin en un grito afilado como una navaja. Su espalda se estremeció ante esa voz, y Stella alzó la vista, tomada por sorpresa.

Y fue consciente.


De que las puntas de témpanos tan filosas como lanzas se habían aproximado frente a sus ojos.


Stella reflexivamente ya había puesto su Vestido de Emperadora, y bloqueó el ataque de lanzas de hielo cruzando sus brazos. Pero ese ataque era rápido y pesado, levantando el cuerpo de Stella y haciéndolo chocar contra la pared del comedor, destruyendo la pared y mandando a volar completamente el cuerpo de Stella sacándola del propio comedor.

¡Eeeek!

¡¿Qu-Qué estás haciendo?!

El pánico llenó el comedor ante la inesperada situación. En medio del ruido, Stella fortaleció su habilidad personal que había recibido las lanzas de hielo, y...

*Crack*

...frunció el ceño ante el reverberante dolor de sus huesos. Parecía que un hueso en su brazo se había fracturado. Las flamas de Stella evaporarían incluso una bala de rifle, pero lo más que pudo hacer fue derretir las afiladas puntas de las lanzas. Una sola persona aquí podía usar magia de agua a tal grado.

“¡¿Qu-Qué estás haciendo, Shizuku?!”

Stella se protegía el brazo lastimado, y al mismo tiempo le rugió a Shizuku quien estaba de pie de manera imponente sobre la mesa con Yoishigure en una mano. Y Shizuku...


“Y yo te pregunto lo mismo a ti. ¿Qué estás diciendo?”

Los ojos de Shizuku volaron a través de la mente de Stella, y enviaron a su espalda un temblor tan grande que no podía compararse a lo que era hace no mucho.

El tono de Shizuku era bastante calmado, y esa expresión estaba tan serena como siempre. Pero los ojos de Shizuku tenían un brillo frío que Stella nunca antes había visto, y todo su cuerpo parecía estar congelado con rabia.

“Tú, ¿no comprendes la razón por la que Onii-sama ha aceptado esta farsa? Para Onii-sama, la opción de quedarse en silencio y no responder a lo que escucha existe. En todo caso, la indagatoria no es más que un interrogatorio sólo de nombre. Es una farsa que dará frutos. Esas personas no van a escuchar lo que Onii-sama tenga para decir. Sabiendo esto y enfrentando aquel llamado, es que él no puede digerir que la gente explote la oportunidad de lanzar vulgaridades acerca de tu relación con él. Porque piensa que la relación entre ustedes dos es tan importante. Si traicionas a Onii-sama sin entender eso—no te lo perdonaré.”

Esa furia congelada, hizo que Stella fuera consciente de su propio desliz.

“...Lo siento. Fui una estúpida.”

Stella hizo una reverencia obedientemente hacia Shizuku.

¿Cómo pude decir algo tan miserable?

Hasta este día, nunca había considerado que su relación con Ikki fuera un error. El hecho de que Ikki estaba en medio del campo enemigo, era la prueba de que aun ahora él estaba orgulloso de su relación. La intención del enemigo era sembrar la duda sobre la responsabilidad de Ikki, y un adulto que es llamado caballero será capaz de mantenerse firme. Por lo tanto, si se presenciaba un testimonio negativo como “fue imprudente” o “fue un error”, sería imposible hacer un anuncio oficial acerca de su amistad. Ya que si el propio Ikki confesaba palabras como “soy un tonto miserable que no puede asumir la responsabilidad,” esas palabras serían la prueba.

Stella, te amo, y quiero decirlo con orgullo en frente de todos.

Ikki estaba poniendo en práctica las palabras que dijo ese día como siempre lo hizo. Su amor por ella era así de fuerte. En ese caso, ¿qué debería hacer ella? Ante esos fuertes sentimientos, ¿cómo debería responder a ellos?

No puedo hacer nada, ni una sola cosa—

Eso era—


“Sheesh, están destruyendo el edificio escolar sin que les importe nada, ¿no?”


De pronto, una voz mezclada con un suspiro le habló a Stella y Shizuku. La dueña de esa ronca voz era Kurono Shinguuji, quien se había abierto paso hacia las dos a través de los estudiantes que murmuraban.

“También me gustaría que alguien arregle este desastre.”

Mientras rugía bajo su respiración, Kurono salió por el agujero que Shizuku había abierto, y suavemente chasqueó sus dedos.

A continuación, los restos esparcidos de la pared flotaron, y se instalaron en el agujero que Stella había creado al atravesarla. Era como si alguien hubiera reproducido un video en reversa. En unos pocos segundos, el gran agujero había sido llenado por completo.

“Eso debería bastar.”

Asintiendo con aprobación hacia su propio trabajo, Kurono dirigió su mirada de la pared reparada hacia Stella sobre el suelo. Y—

“Vermillion. Tengo algo que decir acerca del tema Kurogane. ¿Podrías venir a mi oficina?”

Le pidió a Stella que fuera al lugar donde ella misma trabajaba.


Kurono invitó a Stella a su oficina que apestaba a tabaco y le indicó a Stella que se sentara en el sofá de los visitantes. Ella misma se sentó en el sofá en frente de la mesa entre ellos.

“Se ha convertido en un asunto extremadamente problemático, ¿no?”

Murmuró con el ceño fruncido. La fatiga que podía verse era probablemente por las repercusiones que se elevaron al haber sido investigada por ser responsable de que Ikki y Stella convivan en la misma habitación. Bueno, en lo que respecta al sistema de chicos y chicas compartiendo una habitación, Stella aún tenía algunos problemas con ello incluso ahora, por lo que ella no tenía mucha empatía, pero...

Cierto...

Debido al gran fastidio que causó, ella escucharía la importante cuestión dispuesta frente a ellos y que estaba dando vueltas en sus mentes, y Stella se anticipó y lanzó una pregunta.

“...Madam Presidente, ¿qué sucederá con las batallas de selección de Ikki? ¿No se van a contar como derrotas por ausencia, cierto?”

“No estoy apostando mi prestigio sobre algo como eso. Kurogane tendrá combates dirigidos con oponentes durante esa farsa de batalla con la rama japonesa de la Unión. Por supuesto, una de los profesoras de la escuela lo está acompañando como réferi. Porque sabemos que no tenemos que dejar que esas personas sean las que juzguen.”

“¿Me pregunto si podemos ir a apoyarlo?”

“No, es imposible. Hasta que la indagatoria termine, todo encuentro cara a cara está prohibido.”

“Está completamente aislado, entonces...”

Sin embargo, la firme promesa de Kurono de que Ikki no perderá por ausencia era tranquilizadora. Como se esperaba, hacer que pierda por su confinamiento actual era demasiado. Una preocupación menos, y Stella respiró con alivio, luego le preguntó a Kurono sobre el siguiente asunto.

“¿Entonces para qué me necesitaba?”

Respecto a eso, Kurono respondió con un corto “Oh,” y fue directo al grano.

“Sobre lo que está pasando en este momento, quiero escuchar lo que piensan tus padres en Vermillion.”

¿Por qué Kurono estaba preocupada por algo como eso? Esa clase de problema existía, pero no era como si los estuvieran ocultando, y después de que Ikki fue llevado, Stella se había comunicado con sus padres por teléfono y les contó sobre la situación con honestidad.

“Mi Madre entendió mi elección. Pero... mi Padre estaba totalmente en contra. Se enojó mucho, y gritó ‘¡Puso una mano sobre nuestra hija sin mi permiso, Kiyo!’”

“¿Te ama, no?”

“No tiene la capacidad de dejar ir a sus hijos. Como estaba muy asustado, parece que vendrá a Japón pronto.”

“¿Y cuándo le tomará eso?”

“Tres semanas desde ahora, supongo.”

“Justo cuando terminen las batallas de selección, ¿huh? ...Exactamente mientras nos acercamos a nuestra meta.”

“¿Meta?”

Stella inclinó la cabeza, confundida, ante las palabras de Kurono. ¿A qué se refería con meta?

Kurono le explicó a Stella refunfuñando sus palabras.

“Si el propio Rey de Vermillion nos visita, como se espera no sería sólo una indagatoria o un confinamiento sin visitantes. Incluso esas personas de trajes rojos no tendrán más opción que poner sobre la mesa el asunto de Kurogane. Y con eso, si tú y tus compañeros sostienen una discusión, definitivamente llegarán a una conclusión sobre esto. El sentido del argumento de aquellas personas que escandalizan ahora a Kurogane, eso no será parte de dicha discusión, porque ellos sólo quieren dirigirlo arbitrariamente como quieren sin nada más que especulación. Si el propio Rey de Vermillion aprueba a Kurogane, la base del argumento de aquellas personas quedará anulada. Si eso sucediera, será su turno para ser investigados.”

“¿Un contraataque?”

“Exactamente. Por involucrar a mi propio estudiante en mi propio territorio en sus planes, haré que se arrepientan hasta el día en que mueran.”

Ante las palabras de Kurono y su expresión, a Stella se le puso la piel de gallina.

“Aterradora...”

Con sólo estar cerca, sentía la presión del humor de Kurono. Esta intensidad que hacía que los estudiantes retrocedan débilmente, era de esperarse de la caballero que solía ser la tercera más fuerte del mundo.

Pero esa es la meta ciertamente, sí.

La declaración de los de trajes rojos del Comité de Ética era que Ikki era tan desconsiderado que podría crear un problema internacional. En ese caso, si el padre de Stella, el soberano de Vermillion aprobara a Ikki, todo quedaría arreglado.

El problema era que... ¿ese padre aprobará obedientemente al amante de su hija?

“...Ooh. No estoy muy confiada, de alguna forma. Porque probablemente ya lo decidió y no me escuchará.”

Por ejemplo, durante un evento escolar una vez en la secundaria, ella fue a acampar en las montañas, y él se vistió con una piel de oso y la vigiló desde el bosque todo el tiempo. Era esa clase de padre. En ese momento, ella pensó que se trataba de un oso de verdad e iba a matarlo. Bueno... cuando descubrió que en realidad era su padre, aun así quería matarlo. Era esa clase de padre, por lo que ella no se lo imaginaba recibiendo con agrado a Ikki. Stella estaba frustrada, y Kurono habló mientras le dedicaba una dulce sonrisa con una inusual sensación de maternidad.

“Estará bien. Es alguien que crió a una hija tan honesta como tú, por lo que no hay manera de que no comprenda el calibre de Kurogane.”

Era una razón que uno no podría decir que estaba basada en algo. Pero las palabras de Kurono eliminaron la ansiedad de Stella con una sencillez alarmante.

Cierto, no era un mal padre. Stella amaba a su padre desde el fondo de su corazón. Era por eso que Stella pensaba que él querría que le agrade el chico que la amaba.

“Sería... lindo que eso sucediera.”

“Bueno, lo asistirás cuando se conozcan. Es un consejo de una persona casada, pero conocer a los padres de una chica es un esfuerzo en grupo para seguir adelante antes de cortar el pastel. No se lo dejes sólo al hombre. Es apropiado que el vea cómo su propia hija protege al hombre.”

“D-Daré lo mejor de mí.”

“Ja ja, ah, haz tu mejor esfuerzo... Pero de todas maneras. Pienso que es mejor ser honesta, pero tu alivio te está poniendo más enérgica de lo que esperaba.”

“Una buena hermana menor solía animarme hace un tiempo.”

Tocando la contunsión en su brazo derecho, Stella sonrió un poco, y tomó una decisión en su corazón. Es cierto, dejarle todo al hombre era algo que una buena mujer no haría. Ella también iba a luchar.

Stella, te amo, y quiero decirlo con orgullo en frente de todos.

En este momento, Ikki estaba poniendo en práctica las palabras que había intercambiado con ella. En ese caso—

Yo también, protegeré mi promesa.


El décimo piso subterráneo de la rama japonesa de la Unión. Ikki Kurogane estaba detenido allí.

“Dejé la comida sobre la mesa. Habrá otra audiencia mañana por la mañana a las seis, así que date prisa y duerme.”

Diciendo eso con descortesía, una persona con traje rojo y de mal aspecto cerró el seguro electrónico de la habitación y se fue.

La habitación sólo tenía una cama sucia y una mesa y una silla que lucían como si fueran a romperse en cualquier momento, y nada más. Sin embargo, Ikki quien se había mantenido de pie todo el día para escuchar estaba agradecido por ello.

Soltó un pesado suspiro que tenía toda su fatiga en él, y se sentó sobre la silla desgastada. Las indagatorias iban desde las seis de la mañana hasta las once de la noche. El Comité de Ética tenía sillas, y con sus cuatro rotaciones cada día, ellos no se cansaban, pero permanecer uno de pie desde la mañana hasta la noche lo dejaba a uno agotado como se esperaba. Si continuaba por una semana, incluso Ikki quien entrenaba regularmente se volvería una persona inactiva sin saberlo.

Pero probablemente no era sólo por la fatiga que estaba acumulando.

“Extraño mucho comer arroz decente, supongo.”

En frente de los ojos de Ikki conforme murmuraba con disgusto, su cena yacía allí. Eran dos barras de comida portátil. Cuando miró la información de las calorías en el reverso, era verdad que esas dos barras suministraban suficientes calorías y nutrición para una comida, pero no podía ser suficiente para satisfacer el apetito de Ikki que era tanto un caballero como un adolescente en crecimiento. Pero como estas eran las comidas de cada día aquí, Ikki estaba siendo atormentado por un hambre crónico.

Y encima—

“Como siempre, no hay nada para beber.”

Incluso el consumo de agua estaba restringido. Parecía que por alguna razón, el agua que era parte de las raciones de comida estaba faltando. Y la habitación en la que Ikki estaba prisionero sufría de corte de agua desde hace algunas semanas, por lo que incluso el baño no tenía agua corriente.

Era un simple tormento. Naturalmente, como no se le daba agua durante la indagatoria, solía usar el baño en los momentos que se le permitía ducharse y cuando iba entre la cámara de indagatoria y su habitación, y en esas ocasiones tomaba tanta agua como podía.

Pasando los días de esa manera, no iba a derrumbarse por la fatiga. Estaba solo entre muchos enemigos. Rodeado por todos lados, luchando solo.

Pero está bien.

Estaba acostumbrado a ese tipo de cosas. Siempre había actuado solo. Dependiendo de nadie, sin que nadie le enseñe nada. Ciertamente no era la primera vez que había luchado así. Cerrando sus ojos, lo podía recordar incluso ahora. Las escenas de su juventud, él escondido en la montaña detrás del hogar de sus padres, balanceando su espada en silencio. En lo que a Ikki respectaba, la mayor parte de su vida se sintió así. Por lo tanto, no era un gran problema resistir algo como esto a estas alturas. Ya sea aislamiento u hostilidad, estaba bastante acostumbrado a ambos. Por lo que cualquier método que Akaza y los demás usaran para sonsacarle a Ikki el testimonio de que “él admitió que fue un error,” cosas como estas no romperán la firme determinación de Ikki.

Si es así, puedo tolerarlo.

Si lo hacían así, sin importar quién era, él iba a encontrarse con el rey de Vermillion lo suficientemente pronto, probablemente. Era un asunto serio con su importante hija. No había manera de que el padre de Stella fuera a dejar libre al hombre en cuestión. En ese caso, lo que debería hacer era apegarse tercamente a sus principios ante los terceros ruines hasta ese día. Si lo lograba, Akaza y los demás eventualmente perderán su derecho a intervenir en el escándalo de los medios.

Mejor dicho, es allí donde comienza mi verdadera crisis, supongo.

Recibiría la aprobación del padre de Stella. Ese era un evento por el que Ikki nunca antes había pasado en su vida. El sólo pensarlo hacía que su corazón latiera furiosamente de los nervios. Pero no podía escapar de ello. No de eso. Desde el momento en que se enamoró de la chica llamada Stella Vermillion, fue una inevitable conclusión. Fue por eso que desde ese momento, Ikki siempre había estado pensando sobre cómo conocer al rey y causarle una buena impresión.

Para el encuentro, probablemente debería usar traje, ¿cierto? Su cabello... ¿peinado hacia un costado? Se lo imaginó un poco.

...Whoa, queda horrible.

Soltó una risa torcida al imaginarse luciendo como un asalariado.

Pero más allá de cómo luzca, ¿cómo debería transmitir su importante sinceridad? A fin de cuentas, eso era lo que no se podía hacer con trucos. O mejor dicho, los trucos le saldrían por la culata. No había nada más que enfrentarse honradamente el uno al otro con total sinceridad, y ganar su aceptación con tanta seriedad como fuera posible.

Ya que el tiempo es valioso, ¿debería practicar un poco?

Los trucos eran inútiles, pero la idea de actuar sin práctica lo estaba poniendo nervioso después de todo. Necesitaba ensayar.

Pensando eso, Ikki cerró los ojos y concentró sus pensamientos. Lo que apareció en sus párpados fue el rostro del padre de Stella, el rey de Vermillion. Como Stella le había mostrado una fotografía una vez, podía recordarlo. El mismo cabello abrasador que Stella. Una majestuosidad como la de un león que podía sentirse a partir de una estatura gigantesca cercana a los dos metros de altura, con patillas conectadas a una barba.

Cuando recordó esa visión y abrió sus párpados—frente a sus ojos, no había dudas de que ese hombre estaba de pie allí.

Por supuesto, el verdadero no estaba allí. Sólo era una imagen virtual creada por la concentración de Ikki que había perfeccionado al máximo. Elaborar la imagen de la supuesta otra parte, y después practicar kata. Era una técnica básica para un practicante de artes marciales. Esta era una aplicación práctica. Sin embargo, si se trataba de un experto como Ikki, la imagen tendrá una mirada, latidos, y una temperatura distintas a una imagen normal. Tendrá un realismo avasallante al punto de contar con un pulso audible. Con ese realismo, sacudirá incluso de Ikki quien la había creado. (1)

El rey de Vermillion quien tenía los rasgos severos de un león no habló ni se movió, sólo miraba a Ikki con los mismo irises carmesí de su honesta hija. Ante esa mirada, Ikki sintió una presión que parecía quemar la superficie de su piel. Todo su cuerpo destilaba sudor, y a cambio su garganta se secó.

Pero si no podía lidiar con una imagen virtual, no podrá pararse en frente del verdadero. Ikki respiró profundo, y le regresó directamente la mirada al rey de Vermillion. En ese momento y en ese lugar, se arrodilló, agachó la cabeza como presionándola contra la cama, y—

“¡Por favor, confíeme a su hija!”

—expulsó todo el aire de sus pulmones en su grito. Y en ese momento—


“No te daré a mi hija.”


Una voz sacudió los oídos de Ikki con un rechazo que era tan pesado como el plomo. ¿Acaso Ikki no había sido lo suficientemente serio?

...No, no no no no. Espera. Sólo espera un segundo.

Sin importar cómo era, sin importar cuánta presión ocasionara el auténtico, una imagen sólo era una imagen después de todo. No había manera de que pudiera responder.

¿Entonces qué fue esa voz? Ikki levantó la cabeza, y—


“Nunca te entregaría a Shizuku.”


—su verdadero padre, Itsuki Kurogane, estaba mirando a Ikki con ojos grises fríos.

“¡¿P-P-P-P-Padre?!”


Luego de eso, Ikki acercó la única silla que estaba en la habitación que lo confinaba. Itsuki se sentó en esa silla, Ikki se ubicó en frente de la mesa. Se miraron entre sí por cinco minutos. Hasta entonces, las dos personas no se hicieron preguntas ni conversaron.

Es-Esto es incómodo...

Ikki sentía un extraño sudor apareciendo en su espalda.

Bueno, era comprensible. Acababan de verse con esa clase de impresión, pero encima, Ikki no había visto cara a cara a su padre Itsuki desde que tenía cinco años. Honestamente, después de encontrarse con él de repente, no tenía idea de qué hablar. No sabía qué clase de rostro debería mostrar.

Es más, ¿qué quería esta persona conmigo al venir aquí después de tanto tiempo en primer lugar?

Y mientras Ikki trataba de leer los pensamientos de Itsuki...

“Ikki.”

Itsuki rompió el silencio y pronunció las primeras palabras.

“S-Sí.”

Ikki respondió con una voz cargada de un poco de emoción. El sudor en su espalda se incrementó. Su pecho empezó a palpitar extrañamente. ¿Qué... iba a decir esta persona con sus próximas palabras?

Como es la clase de hombre que va demasiado lejos, había un poco de anticipación—

“Tú, ¿amas a Shizuku como mujer?”

“¡Bu!”

“El incesto está prohibido. Es inmoral, pero más que nada, has estado junto a ella desde que nació así que no deberías verla como—”

“¡E-Espera, espera! ¡Lo de recién era una simulación de mi encuentro con los padres de Stella! ¡Shizuku es muy importante para mí, pero nunca veré a mi hermana como alguien del sexo opuesto!”

“¿En verdad? Bien.”

Esto era malo. Ikki podría haber sido considerado una persona muy peligrosa. Itsuki lucía como si estuviera a punto de darle un sermón muy serio.

No, si se encontrara realmente en tal situación, esa respuesta probablemente sería razonable...

—Sin embargo, gracias a Ikki exclamando con impaciencia, un poco de esa rigidez en la habitación se había eliminado. Ikki con audacia le preguntó algo a su padre.

“U-Umm, Padre. ¿Por qué estás aquí?”

“Mi hijo estaba en un lugar a un elevador de distancia. Vine a ver su rostro por capricho, supongo.”

“¿...En verdad?”

Ikki no sabía si esas palabras eran los pensamientos reales de Itsuki. En todo caso, Itsuki siempre tenía una expresión agria, y esos ojos grises eran tan imposibles de interpretar como siempre. Sin embargo, aunque no podía comprender los pensamientos reales de Itsuki...

¿Qué... es esto?

Ikki sentía que su corazón palpitaba con fuerza. Y un estremecimiento se estaba esparciendo por sus mejillas.

Yo... ¿será acaso que estoy feliz?

Ante este encuentro con su padre después de diez años, Ikki titubeaba al analizar su propia reacción. Itsuki, en contraste, no se encontraba tenso siquiera, y dejó salir algunas palabras.

“Parece que has tenido un muy buen progreso, ¿no?”

“¿A-A qué te refieres?”

“Al récord en las batallas de selección que se introdujeron en Hagun este año. Escuché que tienes dieciséis victorias consecutivas.”

“Oh, sí... Si se incluye el resultado del enfrentamiento de ayer, serían diecisiete victorias, creo.”

“Parece que no luchaste sólo con oponentes débiles... Mayormente.”

“...Sí.”

¿Qué fue lo de recién? ¿Acaba de recibir... un elogio?

¿Qué debería hacer? ...Estoy muy feliz.

En ese momento, Ikki estaba más y más seguro. Estaba feliz.

Pudo encontrarse con su padre cara a cara. Fue capaz de escuchar la voz de su padre. Ciertamente, Ikki Kurogane amaba a Itsuki Kurogane incluso ahora. Fue por eso que él respondió que quería mantenerse en contacto con Itsuki, cuando Stella se lo preguntó en aquel pequeño refugio en la montaña.

En lo que respectaba a él, Itsuki era su único padre. Por muy mal que lo tratara, aunque no fuera aceptado, un niño no podía odiar a su padre. Los padres podían aborrecer a los niños, pero los niños sólo podían adorar a los padres. Ikki no era la excepción. Ikki sabía que esta indagatoria, que estar encerrado aquí, en todo eso participaba su padre. Pero aun así, aun así.

Su padre lo estaba mirando. Su padre le estaba hablando. Ikki no podía evitar estar feliz por eso.

Por esa razón, pensó...

Si por casualidad...

Si era ahora mismo, ahora que era diferente de cómo era en el pasado, quizás—¿podría obtener la aceptación de esta persona?

No puedes hacer nada, así que no lo intentes.

¿Acaso no recibiría una respuesta distinta a las últimas palabras que intercambiaron? Pensando eso, Ikki empezó a hablar.

“U-Umm, Padre.”

“¿Qué pasa?”

“...Es que... e-estoy luchando... ahora. Mi rank sigue siendo F, pero aun así, le he ganado a personas fuertes, y no tengo intención de perder después de esto. Soy diferente de cuando no podía hacer nada. Estoy luchando y entrenando... para no convertirme en la vergüenza de la familia Kurogane, y creo que me volveré espléndidamente fuerte. A-Así que, entonces...”

Su voz estaba temblando por los nervios, y tomó aire.


“Si me convierto en el campeón del Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas, ¿me... aceptarás, entonces?”


Ikki reunió tanta valentía como pudo y le pidió eso a su padre, Itsuki.

En contraste, Itsuki miró a Ikki sin palabras por un breve momento—

“...Ya veo.”

—y en silencio cerró los ojos.

“Nunca entendí por qué te distanciaste. Pero ahora entiendo. Pensabas que no te acepté porque eras débil.”

“Sí...”

Ikki asintió. No era como si esa fuera la única razón por la que se fue de la casa, pero era cierto que pensaba eso. Pero si ese era el caso, ahora que se había vuelto fuerte—

“Si ese es el caso, entonces has cometido un gran error. Siempre te he aceptado como mi hijo.”

“Qu...”

Ante las inesperadas palabras, los ojos de Ikki se abrieron de par en par. ¿Qué acababa de decir su padre?

¿—Siempre... lo aceptó?

“¡Es-Eso es mentira!”

“No es mentira. De ser así, ¿habría venido a verte?”

“P-Pero... ¿acaso no hiciste nunca nada conmigo? ¡Dirección de mis habilidades Blazer, o entrenamiento en artes marciales que incluso los niños de las ramas de la familia reciben, ni nada en absoluto!”

Ciertamente. Ikki recordaba la opresión de esa familia incluso ahora. Itsuki había dejado a Ikki afuera de todo, y la gente que veía a Ikki dejado de lado lo acosaba como alguien que el líder de la familia despreciaba. Ese dolor, esa amargura, ese aislamiento—aun ahora su corazón se tensaba ante esos recuerdos.

Por eso era que Ikki había preguntado.

“¡Si me aceptabas, ¿por qué no te ocupaste de mí como los demás?!”

Ante esa pregunta, la expresión de Ikki no cambió ni un poco.

“No había necesidad de instruirte, así que no lo hice. Eso fue todo. Aun si le enseñaba una técnica incompleta a alguien que no tenía habilidad, por mucho que te enseñara y te enseñara, sería inútil.”

Devolviéndole una respuesta extremadamente precisa, continuó con unas pocas palabras de tipo “no”.

“Si terminaba siendo inútil, estaba bien. El peor de los escenarios era si terminaba como te encuentras ahora, creando un resultando incompleto debido a fuerza incompleta.”

“¡¿Qu-Qué quieres decir?!”

Ikki hizo la pregunta, incapaz de comprender aquellas palabras.

En respuesta, Itsuki abrió sus ojos otra vez, y transmitió su verdadero significado con esa voz tan pesada como el plomo.

“...La casa Kurogane es una familia de caballeros mágicos de un linaje de Blazers que se extiende hasta la era en la que eran llamados samuráis. Tenemos la responsabilidad de reunir a los caballeros de todo el país. Sin embargo, crear la unidad necesaria para que los caballeros sean una organización es difícil. Porque los caballeros son super humanos, cada uno con poderes paranormales. Ya que cada uno de ellos posee demasiado poder en exceso, no pueden existir como humanos normales. Para que tales personas puedan organizarse, debe haber un sistema de rangos. Establecimos una forma visible de esa jerarquía, y clasificamos por separado cada habilidad con un valor apropiado. Al hacerlo, logramos que cada uno sea consciente de su rol individual, manteniendo la armonía con organización. Esto era necesario. Un mecanismo tiene engranes grandes y pequeños, pero al ser conscientes de cada parte pertinente y conociendo el comportamiento apropiado de cada individuo, por primera vez hubo un funcionamiento correcto. Ya sea por arriba o por debajo, cada uno estaba en su lugar apropiado. Una persona por arriba podría mirar a una persona por debajo y pensar, ‘lo superé,’ y en su soberbia no olvidaría sus propias responsabilidades... Es por eso Ikki, que la existencia de alguien como tú daña a la organización. Cuando alguien como tú que no puede hacer nada dice ‘voy a hacer algo,’ las personas por debajo adoptan una soberbia improductiva. Que tienen que ser capaces de hacer algo. Volviéndose arrogantes, tratan de hacer cosas y olvidan su lugar. Y provocan desperdicios improductivos a la mayoría de los engranes del mecanismo. Si quieres saber por qué el rank es absolutamente fijo y no se ajusta de vez en cuando, es para que volcarlo sea algo extremadamente raro. Debe protegerse de esa clase de esfuerzos improductivos. Es por eso que te dije esto. No puedes hacer nada, así que no lo intentes.

Itsuki pronunció esas palabras con desinterés. Los principios detrás de la conducta de personas como Itsuki existían en ellas. Hoy, hicieron que Ikki comprendiera a personas como Itsuki Kurogane por primera vez.

La familia llamada Kurogane había cumplido con su deber heredado por generaciones. Con el fin de cumplir con ese deber, se cargó a sí misma con una ley de hierro, un orden para su vida. Ese era... su padre, el caballero mágico que poseía el apodo Sangre de Hierro.

Pero...

“Espera... espera...”

Pero eso...

“Entonces Padre, ¿no me dijiste que no haga nada porque me había vuelto la vergüenza de la familia?”

“Obviamente. En lo que respecta a la familia, eres intrascendente. El deber de la casa Kurogane es proteger la armonía entre los caballeros de este país. Y con el fin de lograr eso, las personas que no pueden hacer nada tienen el deber de no hacer nada... Ikki, he dicho que te acepté como querías. Así que—deja de dedicarte a la caballería de inmediato.”

Ikki se sacudió.

“No puedes hacer nada, así que no lo intentes. En el pasado o en el presente, sólo he deseado una cosa de ti.”

Ikki estaba convencido de que aquellas palabras cargaban los verdaderos sentimientos de su padre.

Pero era una verdad que no podía aceptar. ¿Por qué?

Entonces... ¿qué soy para esta persona...?

Su padre no lo odiaba. Por más allá de eso... Ikki prefería ser odiado que no mostrar la habilidad que quería. Porque no ser odiado... era un deseo pequeño.

Sin embargo, la verdad no era así. Itsuki no tenía esperanzas ni expectativas en cuanto a Ikki.

Algo como eso... ¿no era demasiado ya...?

Odiarlo, no odiarlo, no se trataba de eso. No era distinto de ser una piedra al costado de la carretera. Favorable o maligno. Ikki se sentía como un idiota que no podía entender ninguno.

Ikki era ese tipo de existencia para Itsuki. Dándose cuenta de eso, creyendo eso, un dolor frío fluyó dentro de Ikki.

“¿Hmm? ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué estás llorando?”

Lágrimas caían, *gota gota*, de los ojos de Ikki.

Viéndolas, Itsuki frunció el ceño como perplejo.

Ante la respuesta de Itsuki, Ikki... lo comprendió. En alguna parte en el corazón de Ikki, él quería una relación con una persona que era su padre. Deseaba que algún día, llegara el momento en que pudieran entenderse mutuamente. Pero...

...Oh, ya veo.

Itsuki no comprendía el significado de esas lágrimas, aun a ese extremo...


Esta persona y yo estamos cortando lazos definitivamente...


En ese momento—con un *corte*... Algo en el corazón de Ikki...

Algo precioso hizo un sonido, y luego se quedó en silencio. Y a partir de allí... la existencia llamada Ikki Kurogane comenzó a derrumbarse.


Después de eso, Ikki quien había estallado en lágrimas, no respondió a ninguna pregunta excepto con sollozos. Debido a eso, Itsuki se fue de la habitación diciendo que no tenía caso.

Y de esa manera, regresó en el elevador a la oficina en el piso superior. Allí, un hombre de traje rojo con un físico como de barril estaba esperando.

“Hola, hola, buenas tardes Líder de Clan. Ah, ¿creo que ya pasamos la tarde hace poco?”

“¿Akaza, no?”

“¿Cómo le fue, me pregunto? ¿La situación con ese chico?”

“El chico es tan difícil de entender como siempre. Aunque no tanto como su hermano Ouma, supongo.”

“Sin hablar de la personalidad, ¿su condición física se ha deteriorado?”

“¿A qué te refieres?”

“Je je je. Bueno, su comida ha sido ligeeeramente ajustada, y se han agregado algunas drogas para arruinar la salud de su cuerpo y su corazón simultáneamente.”

¿...Suero de la verdad, heredado de la era de la policía militar? Has hecho tu movimiento de manera extremadamente directa, ¿no?

“Así como él nos conoce bien, nosotros también conocemos su persistencia muuuy bien. Desde el principio no pensamos que algo dentro de los parámetros de esta indagatoria lo derrumbaría. Esta indagatoria es puramente una excusa para aislarlo. El estado actual del asunto ha cambiado totalmente respecto de lo que habíamos supuesto. Después de esto, él se encontrará con el rey de Vermillion—”

“No tienes que explicarlo. Puedo imaginarme el punto principal.”

Diciendo eso, Itsuki silenció a Akaza quien estaba comenzando su presentación.

“Te confío este asunto a ti. No me importa qué métodos uses. Haz lo que quieras.”

Sin embargo—

“No perdonaré el fracaso. Destierra a Ikki sin falta.”

“Sí, entiendo. Je je je. Bueno, por favor véalo conforme progrese.”

Respondiendo así, Akaza se retiró.

Quedándose solo en la habitación, sin pensar en nada, Itsuki casualmente dirigió su vista a los retratos de los sucesivos directores que colgaban de la pared en su oficina. Más de la mitad de ellos eran personas que tenían el apellido Kurogane. El solo contar los retratos demostraba las muchas generaciones que habían heredado la responsabilidad. Aquí mismo y ahora, Itsuki también era uno de ellos. Por esa razón, estaba cargando esa responsabilidad sin excepción. Imaginando lo mejor para la mayoría...

El estilo de vida dentro de mis posibilidades que no expande mi propio territorio. Es el estilo de vida que trae felicidad a la mayoría de la humanidad.

Ya que personas como Ikki, personas sin poder que eran hechas a un lado, eran pocas. Aspiraciones inútiles o auto-confianza recibidas como regalos, sólo traían pérdidas tanto para la persona misma como para la organización. En ese caso, tales cosas no eran necesarias. Naturalmente, la organización que dirige se asegurará de que no existan.

Por lo tanto, usaré cualquier método para eliminarlos.

Por ejemplo, aunque se trate de su propio hijo, él no tendrá piedad.

Ese es mi deber.

Todo era por el bien de la ley de hierro. En el pasado o en el presente, ese era el sentido de justicia de Itsuki Kurogane, “Sangre de Hierro.”


Era el décimo día después de que Ikki había sido llevado por el Comité de Ética. Por medio de la rama japonesa de la Unión, la decimoctava batalla de selección de Ikki había pasado. El oponente había sido un rank-E sin nombre.

Siguiendo eso se encontraba la profesora titular, Yuri Oreki. Antes del enfrentamiento, Shizuku, quien había escuchado sobre eso de parte de Kagami, trajo a Arisuin para esperar a Oreki en frente de la entrada principal. Para la hora en que el solo estaba empezando a deslizarse bajo el horizonte, Oreki regresó sola. Shizuku y Arisuin de inmediato se apresuraron hacia ella, y le preguntaron sobre el resultado del enfrentamiento de ese día.

“Oreki-sensei, Onii-sama... ¿cómo estuvo? ¿Ganó?”

A esa pregunta,

“¿Eh? Ah... sí. Obtuvo su decimoctava victoria con seguridad.”

Oreki respondió con un tono algo vago. Por supuesto, Arisuin presionó de inmediato preguntando.

“¿Hay algo que le preocupe?”

Por un breve momento, Oreki se inquietó sin hablar, pero también estaba conversando con la hermana de Ikki, Shizuku, por lo que respondió sin ocultar nada.

“...La verdad es que, la condición física de Kurogane-kun parecía estar muy mal.”

“¿Onii-sama...?”

“Sí. Tenía mal aspecto, y tosía constantemente por el dolor...”

Aunque Oreki agregó eso, no obstante, era impresionante que él haya obtenido una victoria sin dificultades.

Shizuku y Arisuin intercambiaron miradas.

“Me pregunto si se contagió el resfriado de Stella.”

“¿Cómo podría ser posible?”

Aunque no fuera verdad, escucharon que Ikki se había empapado mientras estuvo en Okutama. Y si esta indagatoria había profundizado su fatiga, no sería extraño que su condición física se haya visto afectada. Shizuku y Arisuin pensaban eso. Sin embargo—

“...No, probablemente fue...”

Oreki quien estaba muy familiarizada con las enfermedades se había dado cuenta. La condición de Ikki probablemente no se trataba de una mala salud física ordinaria. No obstante—

“¿Sensei?”

“No. No es nada. Bueno, Sensei ahora irá a ver a la Señorita Directora.”

Oreki expresó esas palabras y se retiró. No era algo que les diría a estudiantes como ellos. En su opinión, hacer conjeturas sólo aumentará la ansiedad de Shizuku.

Sin embargo, las dos personas en cuestión lo notaron.

“...Oreki-sensei estaba a punto de decir algo.”

“Sensei está muy bien informada sobre las enfermedades, ¿cierto? Quizás percibió algo sobre los síntomas de Ikki.”

“Algo como... ¿que no era un resfriado común, quizás?”

“Probablemente, creo. Quizás le hicieron algo a Ikki.”

Ante esas palabras, Shizuku sintió un escalofrío corriéndole por la espalda. Ella sabía que si se trataba de esas personas, si se trataba de su padre, ellos eran capaces de cualquier cosa.

Shizuku, quien no podía hacer más que rezar, estaba extremadamente irritada.


“¡Oye! ¡¿Por qué estás durmiendo?!”

Junto a una enfadada voz y un rostro rojo por beber alcohol, el agua bebible para uso de los miembros de la indagatoria le fue arrojada al rostro, e Ikki abrió los ojos.

“¡Durmiendo durante una indagatoria, eso muestra falta de sinceridad!”

Era un hombre de mediana edad con gafas redondeadas y finas frente a su flequillo, gritando cerca de las orejas de Ikki. Su voz gritona fue excesivamente alta, y resonó en la pequeña cámara. Sin embargo, esa clase de voz ahora era distante para Ikki.

Cierto. ¿Todavía estoy durmiendo?

La indagatoria había comenzado hace dos semanas. La fatiga de Ikki quien había venido aquí estaba alcanzado su límite. El confinamiento se había extendido por un largo período de tiempo. Las preguntas y respuestas se habían repetido decenas de veces. Las declaraciones no habían sido aceptadas ni una sola vez. El espíritu de cualquier humano se habría fragmentado totalmente.

Además, hace pocos días, de pronto Ikki había comenzado a tener fiebre y a toser dolorosamente. Sus pulmones no estaban funcionando con normalidad. Por mucho que inhalaba aire, el dolor corría a través de él, y no podía respirar apropiadamente. Con una falta crónica de oxígeno, su consciencia se había vuelto difusa. Al menos tenía que tratarse de una neumonía. Probablemente iba a empeorar. Era un síntoma que lógicamente requeriría que sea llevado a un hospital de inmediato, pero el Comité de Ética no iba a permitir tal cosa.

“Hmph. Cuando las cosas no te convienen, ¿finges estar enfermo? Es algo que un mocoso haría.”

Arrinconaban a Ikki cuya consciencia ya estaba bastante nebulosa. No lo dejaban descansar ni siquiera una centésima de segundo.

“Ahora, continuemos con la discusión. Respecto al arreglo secreto al que llegaste con la directora Kurono Shinguuji. Creemos que hay un problema ético, este arreglo secreto ignoró el hecho de que fuiste considerado insuficiente en cuanto a aptitud bajo el sistema del anterior director, a tal punto que repetiste un año—”

Este diálogo ya había ocurrido muchas, muchas veces. El estándar creado por el sistema del anterior director que lo juzgó para repetir el año, y prohibirle a Ikki participar en las clases de práctica, fue irrazonable. Algo como eso... el Comité de Ética seguramente entendía esto sin que se lo dijeran. Ellos además fueron los que originalmente indujeron al anterior director para crear ese estándar en primer lugar.

Pero Akaza y los demás no hacían caso a eso. Desechaban la cuestión. Lanzaban preguntas. Pero no escuchaban las respuestas. Sin escuchar las respuestas, hablaban extensamente sobre malas impresiones y de una actitud desafiante. Más que esa sensación de esfuerzo desperdiciado, Ikki había tolerado una cantidad considerable de cosas hasta ahora. Pero a pesar de eso, había expresado muchas refutaciones, y...

“Ack, *tos tos*

Se desplomó mientras tosía violentamente.

“¡Bastardo! ¡¿Quién te dio permiso para sentarte?! ¡¿No tienes fuerza de voluntad, debilucho?!”

“¡Guh...!”

Encorvándose e ignorando aquello con toda su fuerza, la nariz de Ikki chocó contra el piso. Con una *bam*, un aroma metálico se expandió por su nariz, y gotas de fluido rojo mancharon el suelo.

...Qué miserable.

Pensando en su estado actual, Ikki sólo pudo reírse amargamente. Incluso él podía notar que su condición física no era natural. Que quizás su mala salud se debía a drogas. Sin embargo, si Ikki era de la manera que usualmente era, aun si su condición física se encontrara un poco mal, probablemente no colapsaría hasta este punto.

Como se esperaba, el golpe decisivo fue el encuentro con su padre, Itsuki Kurogane. Ikki creía que sin importar cuán alejado estuviera su padre, cuán frío fuera su padre, en cierto sentido, aunque poco, su padre y él estaban conectados. En alguna parte en su corazón, él siempre creyó eso. Desafortunadamente, creía eso. Era algo que lo traicionaba más que nada, y esa verdad había despedazado la estabilidad de su alma.

Con su alma que había perdido el equilibrio, su cuerpo que era atacado por la enfermedad no podía asistirlo. Y una vez que había colapsado, el resto era inevitable. El corazón y el cuerpo de Ikki se habían desmoronado como si estuviera cayendo rodando por una colina. Ikki ahora sólo era una sombra de sí mismo.

“Cielos, cielos, por favor perdónenlo ya que ha llegado a ese extremo.”

De repente, Akaza dejó su asiento, y les comentó a los hombres que estaban ignorando el rostro de Ikki. Entonces mostró una sonrisa de mal gusto en sus finos ojos, y se acercó a Ikki.

“Je je je. Debe ser doloroso, ¿no?”

Ikki estaba en silencio.

“Bueno, aun si la indagatoria se alarga tanto, no es irrazonable. Pero quiero entender. Estamos presionando para verificar a un caballero tan espléndido como tú, ¿sabes? ...Peeero, después de todo este tiempo, no hemos logrado ningún progreso. Así que estuve pensando. En una manera brillante que ofrecerles a mis colegas que aún no están convencidos con las preguntas sobre tu aptitud. ¿Quieres que te lo cuenteee? ¿Quieres que te lo cuente, ciertooo?”

A estas alturas, no podía ser algo decente. Como sabía eso, no tenía interés, pero tenía la sensación de que si no preguntaba, la conversación no progresaría.

“...Qué... es... ¡*Tos tos*!”

Ikki preguntó mientras tosía, y Akaza asintió y siguió hablando con satisfacción.

“Je je je. No es nada especial. Ikki-kun, probablemente ya lo sabes. Recorrer el camino del destino de uno con su espada es la práctica habitual de un caballero. En ese caso, ¿por qué no actuar en concordancia con la antigua tradición?”

“¿...Tradición?”

“En otras palabras, confiar la cuestión del desacuerdo entre tú y las personas que tienen dudas sobre tu aptitud en la batalla de selección final de mañana.”

Dejar la cuestión al resultado de una batalla. Con esas palabras, Ikki entendió lo que Akaza estaba diciendo.

“Un duelo incondicional, contra un luchador designado... ¿no?”

“Exactamente. Llegar a una decisión por medio de un duelo es absoluto para nosotros los caballeros. Es una regla no escrita que nunca puede cambiarse. Sin importar cuán remota sea la razón, cuán absurdo o imposible, es costumbre que los caballeros tomen decisiones por medio de duelos. Eso es igualmente verdadero para la Unión. Si te comprometes con este duelo, y les muestras a todos tu fuerza con la victoria, nadie será capaz de pronunciar una palabra de duda en cuanto a tus cualidades como caballero. Para ti, sería una oportunidad para cambiar las cosas y recuperarte de una situación sin remedio. No hay otra solución, ¿no lo crees? ¿Me equivoco?”

“En otras palabras, si mañana gano... me dejarán ir, ¿cierto?”

“Sí, sí. Por supuesto que lo haremos... Es sólo que, los oponentes que tuviste en tu condición actual eran estudiantes de tercer año rank-E... Francamente, al enfrentar a caballeros de tan bajo nivel, resulta difícil comprobar tu fuerza. En ese caso, no todos llegarán a un consenso. Para este duelo, es necesario preparar un compañero adecuado.”

Bueno, Ikki también lo pensó.

“*Tos*... ¿Quién es, entonces? ¿...Este compañero...?”

Ante esa pregunta, Akaza mostró una profunda sonrisa más grande que ninguna otra—


“Nosotros, el Comité de Ética, pretendemos nominar a—la presidente del consejo estudiantil, ‘Raikiri’ Touka Toudou.”


—y dio el nombre de la assassin.

Era una oponente que Ikki en su mejor estado no esperaría superar. El primer lugar del ranking interno de la Academia Hagun, que llegó a estar entre los mejores cuatro del Festival de Arte con la Espada de Siete Estrellas del año pasado.

Para Ikki, quien tenía las manos y las rodillas en el fondo de la tierra, era una oponente excesivamente grave. Algo como esto, no era necesario aceptarlo. Eventualmente, iba a encontrarse con el padre de Stella. Si resistía hasta ese entonces, llegaría al final de todo este asunto. Un lugar que Akaza y los demás no podían alcanzar. Y en primer lugar, esta charla sobre lucha era ruda para Touka quien lo había impresionado. Ikki no tenía motivo para aceptarlo.

Sin embargo—

“Ahh, casualmente, el rey de Vermillion ya está viniendo directamente hacia aquí. Lo cual quiere decir... que sólo bastaría con cometer un pequeño error, y el rey se enteraría de tu decisión sobre el duelo. Nooo, me arrepentiría por completo. Además, el rey estaba extremadamente entusiasmado de verlo. ¡Él no le entregará su hija a un hombre que no pueda superar una prueba de ese nivel! Y, bueno, sonó como algo así. Si te rehúsas aquí y ahora~, hmm, daría una muy mala impresión, ¿nooo?”

Akaza había obstruido perfectamente la ruta de escape de Ikki.

...Ya veo. Desde el comienzo, este era el desarrollo que intentaban lograr, ¿no?

E Ikki se dio cuenta en consecuencia. La indagatoria fue, desde el comienzo, un pretexto para separar a Ikki de Hagun. Akaza y los demás no estaban pensando en abusar mentalmente de Ikki con el fin de hacer que se rinda. Fue todo para que hiciera esta promesa, y obligarlo a participar de este desesperado duelo. Fue un esquema para esto.

“Por supuesto, aceptarás como un hombre, ¿nooo?”

Si tenía este duelo, eso ya sería una tontería sin razón ni justicia ni nada más. El resultado de la batalla lo era todo. Era la costumbre de los caballeros desde tiempo antiguos. Aunque no había defectos en Ikki, si perdía, se convertiría en el malo. Al convertirse en el malo, lo perderá todo.

—Era una oferta cruel. Los riesgos eran altos, y las ganancias nulas.

Si había alguna ganancia, sería que Ikki recupere la libertad que con todo derecho ya tenía. Verdaderamente, una oferta cruel. Pero—

“...En...tiendo... Lo haré.”

Ikki respondió así con un rostro lleno de amargura. Con todas sus rutas de escape cortadas, no podía hacer nada más.

“¡Ja, ja ja, jajajajaja! ¡Maravilloso, maravilloso! ¡Qué maravilloso! ¡Je je je! ¡Eres un chico después de todo! ¡¿Todos lo han oído, cierto?! ¡Lo que acaba de decir! ¡En este momento, todo quedará resuelto con el duelo de mañana, con el resultado de esa batalla! ¡Todo esto, en concordancia con la antigua tradición de los caballeros, se decidirá con la espada! ¡Y nadie hará objeciones ante esa orgullosa regla! ¡Bueno entonces—declaramos el fin de la indagatoria aquí!”

De esa manera, El Peor quien ya estaba bajo asedio se lanzó a sí mismo a un lucha aún más desesperada.

La oponente de Ikki era Raikiri, quien poseía una esfera de influencia invencible en la corta distancia a la que él estaba limitado. Para enfrentar a esa oponente que no estaba seguro de poder derrotar con una condición física perfecta, él iba a arrastrar su cuerpo gravemente enfermo. Apostando todo su futuro—

Pero, encontrándose ante esa batalla, Ikki recordó las palabras que Utakata había pronunciado antes en algún momento.

Entre ustedes dos, el peso de responsabilidad que están cargando es distinto.

Ciertamente. Ikki podía imaginar el peso de muchas esperanzas y deseos que Touka tenía sobre sus delgados hombros. Eso no se limitaba a aquellos niños de la institución. Ya que también pesaba sobre ella la gran admiración hacia una de los cuatro mejores de todo el país.

A una persona orgullosa como ella... ¿podría derribarla?

¿Podría hacerlo con la espada de una persona que no vale nada y cuyo padre no lo animaba ni con una sola palabra de esperanza?










NOTAS DEL TRADUCTOR:

(1) Kata ( o ) (‘forma’) es una palabra japonesa que describe lo que en un inicio se consideró una serie, forma o secuencia de movimientos establecidos que se pueden practicar normalmente solo pero no en parejas. Se practica kata en escuelas tradicionales de arte japonés, como por ejemplo kata en kabuki o ‘formas teatrales’ y en escuelas de ceremonia del té (chadō), pero se asocian comúnmente a las artes marciales. Más información aquí.


Traductor al Inglés: KLSymph (Baka-Tsuki)
Traductor al Español
: nahucirujano
Corrección: Sin corrección.

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