Capítulo 2


Capítulo 2 – Maniobra Corrupta



PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN
Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

YUURI OREKI

■ PERFIL
Afiliación: Academia Hagun
Rank de Caballero: C
Arte Noble: Dolor Violeta
Apodo: Jolly Roger (1)
Resumen Personal: Instructora en la Academia Hagun

Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: C
Suerte: F
Poder Ofensivo: B
Poder Defensivo: E
Cantidad de Maná: D
Control de Maná: C

¡Checkeo de Kagamin!
¡En esta edición, el periódico mural no presentará a estudiantes caballeros, sino a las profesoras de la Academia Hagun que nos instruyen! ¡La primera en ir al bate es nuestra profesora titular, Yuuri Oreki-sensei!
La habilidad de Oreki-sensei, Dolor violeta, le permite compartir el dolor que ella siente con los enemigos dentro de su rango de alcance. A su máximo, cubre muchos kilómetros. Es una habilidad de clase estratégica que puede golpear a varios cientos de personas simultáneamente. Ya que un caballero promedio se desmayaría al sentir la enfermedad de Sensei que ella siempre dice que no es un problema, creo que se trata de una habilidad bastante práctica aunque parezca simple.
Además, el oponente no tiene que estar herido para que funcione, por lo que puede usarse para castigar a estudiantes que no prestan atención en clase...
(((( ; 'д')))) *se sacude se sacude tiembla tiembla*

***

Cerca de la hora en que los débiles rayos del sol alcanzaban el suelo del país de la nieve, Alice había terminado el trabajo para el que la pandilla criminal de su ciudad natal lo había llamado, y ya estaba de yendo de regreso a casa.

La temperatura del aire en los horarios cercanos al amanecer era fatal. Contra el agudo frío, la sensación de la bufanda que sus hermanas menores habían tejido y que le dieron, era reconfortante.

Hola, Alice.

Una fuerte voz de repente descendió desde lo alto. Cuando alzó la vista, una chica de cabello rojo estaba caminando sobre el muro de piedra por encima de él. Mientras se reía ante la idea de que parecía un gato, Alice devolvió el saludo.

Yuuri... es raro que nosotros volvamos juntos, ¿no?

Sí, ¿verdad?

Bajando de un salto del muro de dos metros de altura, Yuuri se paró junto a Alice.

Y abrazando sus hombros, se sacudió del frío.

Ooh, qué frío, qué frío. Esa bufanda parece cálida. Qué linda.

Ja ja, ¿tienes envidia?

A Yuuri quien estaba enviándole una mirada codiciosa, le presumió la acolchada bufanda.

Préstamela un rato.

Nunca. La ensuciarás de inmediato, Yuuri.

Uuu... Un chico dejando que una chica se congele, qué horrible.

Eres una chica cuando te conviene... Pero...

Alice invitó a Yuuri a que se acerque, desenvolvió la bufanda en su cuello, y la extendió sobre el de Yuuri.

Aquí tienes. Ahora ambos podemos usarla, ¿cierto?

...E-Es un poco vergonzoso...

¿Y eso no está bien? La vergüenza te da más calor.

A Yuuri quien estaba mostrando un rubor femenino en sus mejillas, Alice le dedicó una sonrisa malvada.

Ambos caminaban lado a lado a lo largo de la nueva calle del desierto vecindario. En el camino, charlaban acerca del rito de paso con los dos chicos menores de antes.

Fue bastante impresionante la manera en que querían ser adultos, ¿no?

Los recogimos hace dos años, ¿huh? Pero siguen siendo niños. Cuando nosotros teníamos su edad, éramos más tenaces.

Ante la mención de su temprana infancia, Alice mostró una expresión amarga.

...La verdad que no quiero recordar aquellos tiempos.

Fue difícil, ¿huh? La cicatriz de la puñalada que me diste sigue allí, ¿sabes?

Somos iguales respecto a eso. Como perdí contra ti, sigo estando por debajo de ti, así que no te hagas la inocente.

Mientras hacía un puchero con amargura, Alice rememoró un poco sobre aquellos días.

Alice y Yuuri eran huérfanos con habilidades. Como tenían poderes sin perfeccionar, les tomó mucho tiempo y sangre lograr una relación tan calmada como la que existía entre ellos ahora. El número de peleas que iban casi hasta la muerte porque no había suficiente comida o camas eran más de las que podían contar con una mano.

Pero ambos se habían cansado ya de esos días, días vacíos donde les robaban a los demás para beneficiarse. Fue así que los dos dejaron atrás esos días improductivos tomando alcohol y haciendo esa promesa.

Si todos pudieran ser tan fuertes como lo eran en ese entonces, muchos chicos seguramente podrían haberse protegido. Era por eso que ya no usaban sus poderes para robar, sino para cuidar a las personas además de sí mismos. De esa forma, se habían convertido en adultos geniales.

Desde entonces, habían estado viviendo como prometieron mientras bebían alcohol. Reuniendo un equipo de huérfanos indefensos, los dos los cuidaban.

...Ciertamente es verdad que intentamos matarnos en esta calle, ¿huh?

Sí, la forma en que se encuentra este lugar ahora es mucho más lindo comparado con aquel entonces.

Exactamente como dijo Yuuri, la calle por la que los dos estaban caminando se encontraba cubierta de piedras blancas, y los edificios junto al camino habían recibido una nueva capa de pintura. Los lugares en los que habían competido, la familiar carretera de pavimento de piedra descuidado la cual ni siquiera los autos podían atravesar apropiadamente, eran lugares en donde a un viajero que no sabía nada le robarían todas sus posesiones en cuestión de segundos.

Y había una razón para el cambio. La cual era—la presencia por aquí y por allá, de emblemas colgados en las paredes, cada uno con cinco anillos de colores.

Qué gran festival. Como viene gente de todo el mundo, este lugar no puede lucir sucio, supongo.

Un lugar deshonroso, ¿huh...?

Yuuri soltó un murmullo oscuro. En respuesta, Alice adivinó de inmediato lo que estaba en su corazón.

―La gente del gobierno vino de nuevo, ¿verdad?

Sí, ayer.

...Aunque era pobre, a Alice le gustaba su vida actual. Aunque fuera modesta, era una buena vida mientras todos pudieran vivir. Pero últimamente, las Olimpiadas se habían acercado, por lo que el mundo estaba salvajemente entusiasmado, así que su subsistencia se había quedado en las sombras.

Cacería de los sin techo.

El país, la ciudad, no querían mostrar cosas deshonrosas. Los adultos que pensaban así celebraron una conferencia en un vecindario cercano y comenzaron a desalojar a los vagabundos y a los chicos de la calle.

No ofrecían cuidado a aquellos que desalojaban. Los echaban a palos y patadas. Y las personas que estaban llevando a cabo esta cacería habían marcado al equipo de Alice.

Esos bastardos. Si sólo vinieran por ti y por mí estaría bien, ya que tenemos habilidad.

Eso queda fuera de discusión.

Sí, supongo. ¿Qué les pasaría a Natasha y los demás? Ya que hasta las Hermanas saben tanto, ella sólo podría darles la espalda. Esa gente del gobierno no es agradable para nada.

Bueno, mirando las cosas desde su punto de vista, que nosotros vivamos de los turistas sería muy vergonzoso, ¿cierto? Los avergonzaría.

Sin embargo, Alice y los demás no podían decir “sí, entendemos” e irse. Ser obligados a irse de ese lugar durante esta estación intensamente fría y severa no era distinto de una sentencia de muerte.

Si Natasha y los demás pudieran ser enviados a alguna institución al menos, no me importaría irme, pero—¿dónde podríamos vivir por nuestra cuenta?

Eso también es difícil, ¿huh...? Si irnos fuera tan simple, personas como nosotros no estarían deambulando por aquí.

Como dijo Alice, los niños sin techo eran un problema social que todo el país tenía que soportar. Por lo tanto, no había manera de salvarlos. No, podría ser posible, pero al menos la administración no tenía intenciones de hacerlo. Estaban ocupados construyendo calles que ni siquiera se estaban usando todavía, o museos de arte sin nada que exponer, y no les quedaba nada para los chicos de la calle.

Así que tenían que vivir con su propio poder. Y con el fin de sobrevivir, no podían permitir que los echen del vecindario en esta estación. Sin embargo—

Pero últimamente, pienso que ya es hora.

Sí, Alice murmuró su verdadera opinión. En respuesta, Yuuri asintió.

......Hemos recibido mucho de parte de la Hermana, ¿huh? Ya no podemos seguir causándole problemas, después de todo.

La Hermana que los había albergado en el galpón era una buena persona. Mientras se encargaba de una pobre iglesia en un distrito en decadencia por sí misma, les proveía sopa con sus propios fondos. No habían vivido ni diez años, pero ella fue la primera persona amable que ambos habían conocido. Pero... por esa razón, el gobierno de la ciudad le había gritado a la Hermana, y la imagen de ella siendo menospreciada y denigrada era algo que no podían soportar ver.

¡Entonces está decidido!

De pronto, Yuuri señaló el sol ascendente en el cielo al lado de Alice.

Alice, después de que termine este invierno, cuando haga un poco más de calor, todos nos iremos de este vecindario. Vayamos al sur. Ya estoy cansada de los lugares fríos.

Aunque estás señalando al este...

Probablemente estaba señalando hacia el calor, pero Alice no lo dijo y asintió.

...Sí. Está bien. Busquemos una ciudad cálida.

A decir verdad, Alice también había estado pensando en hablarle a Yuuri acerca de la búsqueda de un lugar más cálido al cual mudarse. Los jóvenes hermanos y hermanas a quienes cuidaban habían crecido lo suficiente y ya tenían la fuerza como para ir. Si tan sólo pudieran soportar este invierno, seguramente puedan hacer un largo viaje.

¡Iremos hacia el ecuador!

Viajaremos por primera vez, así que vayamos con calma.

Alice dijo con asombro, pero su expresión no mostraba enfado como uno pensaría. Él también soñaba con iniciar un viaje en primavera. Sería lindo encontrar una nueva ciudad, un lugar en los países sureños donde vivir sea más fácil para todos.


Pero—al final, esa promesa de encontrar un nuevo lugar donde vivir no se cumpliría.


El desastre los golpearía de repente, y su modesta felicidad se haría pedazos.

De repente, junto a la carretera por la que Alice y Yuuri estaban caminando, pasó un automóvil negro, y la persona mayor que estaba en el asiento trasero llamó a su secretario que estaba manejando.

...La renovación de esta área no está procediendo bien, ¿no?

¿Eh? No creo que eso sea verdad, señor. El pavimento de la carretera ha sido reparado casi totalmente, y el repintado de las paredes también está próximo a terminarse.

Recién en la esquina de la calle vi algo escuálido.

¿...Los chicos de la calle?

Puedes cubrir la ciudad con alfombras persas, pero tener mocosos maleducados corriendo por ellas las echa a perder. Afectaría nuestro buen nombre, que haya méndigos provocando alborotos en la ciudad durante las Olimpiadas.

Pero los chicos de la calle son un problema en todo el país, ¿exactamente qué podemos hacer...? Y esta área de aquí es el territorio de un grupo liderado por esa niña Yuuri, y aunque la mayoría de ellos son muy pequeños, los dos líderes tienen habilidades, por lo que lidiar con ellos es un fastidio para nuestro personal...

Cobardes. ¿Por qué tiemblan por nada más que un par de mocosos?

...Entonces, ¿quiere que la policía los desaloje por la fuerza?

No seas ridículo. Desde el principio, el jefe de policía ha anhelado el puesto de alcalde. Si él dicta tal orden, sus oponentes alegremente usarán campañas negativas acusándolo de crueldad.

Entonces... ¿qué deberíamos hacer?

El secretario, al jefe que hacía lo que quería sin importarle las dificultades de este lugar, le preguntó con un tono aburrido. En respuesta—el viejo habló como si fuera algo trivial.

Enviar basura para limpiar basura. Hasta podemos ahorrar en personal.

Eso dijo tan relajado como si estuviera preparando café.






A la noche del penúltimo día del campamento combinado entre Kyomon y Hagun, desafortunadamente estaba lloviendo. No lo suficientemente fuerte como para considerarlo tormenta, pero gotas grandes caían y golpeaban las ventanas de manera ruidosa. Mientras escuchaba como si fuera un sonido encantador, la jefe del club de periodismo de la Academia Hagun, Kagami Kusakabe, estaba en las instalaciones amablemente cedidas a los clubes de periodismo de todas las escuelas cercanas a la institución. Estaba clasificando y ordenando la información que había reunido durante el campamento de entrenamiento.

Bajo la pequeña luz del escritorio había muchos documentos básicos, el contenido de muchas transcripciones de entrevistas, y la información del equipo de cada escuela negociada entre los clubes de periodismo. Lo que se mostraba en la laptop que yacía sobre una pila de documentos era información de los campamentos de entrenamiento de otras escuelas, recolectadas por los miembros de su staff.

Revisando todas esa información desde una perspectiva general—las tendencias de las siete escuelas durante este período de entrenamiento y los análisis de sus respectivos poderes de lucha—le permitiría a ella llegar a una conclusión acerca del número de casos especiales durante este Festival de Arte de la Espada.

—Era la clase de trabajo que llevaría a un descubrimiento.

El desencadenante de esto fue la llamada telefónica de Ikki quien se había preocupado por Amane Shinomiya.

Hablando francamente, Kagami no estaba muy interesada en Amane Shinomiya. Seguramente había muchos misterios entre los equipos. Los poderes que poseían usualmente no se conocían con claridad. Pero eso no se limitaba sólo a los novatos sin nombre que no tenían experiencia en la liga de secundaria. Para empezar, las escuelas no iban por allí fanfarroneando acerca de las habilidades de sus Blazers, porque no había ningún beneficio en revelar la información de los miembros del equipo propio.

Además, este año había varios participantes, más allá de Amane, que no habían sido representantes experimentados durante sus años de secundaria. Debido a eso, Kagami no había reconocido a Amane más que como otro de los novatos sin nombre, por lo que no se molestó en investigarlo profundamente.

Ouma Kurogane, el Emperador Espada de Viento. Stella Vermillion, la Princesa Carmesí. Y Yuudai Moroboshi, el actual Rey Espada de Siete Estrellas. Había contendientes que atraían la atención de más personas.

Sin embargo, la llamada telefónica de Ikki había provocado que germinara un interés por Amane en un rincón de su mente, por lo que Kagami había buscado en los datos de las siete escuelas para satisfacer casualmente ese interés. Como resultado—

“¿...Qué es... esto?”

Kagami quedó estupefacta. Aunque las montañas de Tohoku eran frías incluso en verano, gotas de sudor frío cayeron por su espalda. Lo que estaba en frente de los ojos de Kagami era el informe escolar de Amane Shinomiya que había conseguido con mucho esfuerzo. Los resultados de las batallas de práctica cursadas se encontraban allí.


Seis batallas, seis victorias—seis victorias sin combate.


Kagami había recolectado los resúmenes de las batallas de selección de muchos contendientes como parte del club de periodismo, pero nunca había visto un récord tan raro como este.

No, espera, si hablo de cosas que no he visto antes...

Probablemente ha visto un récord de batallas tan raro como el de Amane, ¿cierto? A lo que no había estado prestando atención hasta ahora, Kagami se vio obligada a recordarlo.

...Ingresando al Festival de Arte de la Espada como un novato sin nombre. Nunca antes ha habido nadie así.

Era una tendencia ordinaria. Si pensaba en cómo han sido las cosas hasta ahora, ¿no era de esperarse? Las personas que tenían poder desearían todo lo que pueden ver en el mundo. En este mundo, había muchas personas influyentes que elegían ser representante en su primer año, pero...

Es como si alguien hubiera reunido a todas las personas en el mundo que no se habían mostrado hasta ahora.

De pronto, Kagami lo sintió. Como si se encontrara en medio del proceso de darse cuenta de algo absurdo. Y esa revelación era absurda incluso para alguien que no era estudiante.

Por eso, no puedo dejarlo pasar.

Como recordaba esa sensación de disconformidad, no investigarlo sería...

Era una reportera. Por lo tanto Kagami reunió todos sus materiales y cuestionó la disconformidad dentro de sí. La información acerca de todos los representantes de las siete escuelas. Los miembros administrativos de las escuelas, y los miembros del comité directivo del Festival de Arte de la Espada.

—Y luego de que pasaran algunas horas, ya era de noche. Kagami Kusakabe había llegado a una conclusión. Las habilidades excesivamente altas que había pulido como reportera día a día, habían llegado a la verdad que comenzaba a notar.

No hay dudas.

Kagami miró la lista de nombres del Festival de Arte de la Espada de este año, los nombres de los representantes de las siete escuelas, y comentó.


“¡...Entre las siete escuelas, hay... alguien de más...!”


En ese momento. Un calor ardiente penetró la espalda de Kagami.

“¿—Eh?”

En frente de los documentos que Kagami estaba mirando, pudo ver un cuchillo gris oscuro emergiendo de su pecho por un momento.

Kagami reconoció la forma del cuchillo que era iluminado por la lámpara de escritorio.

...Lo...sabía.

El cuchillo que emergió del pecho de Kagami era el Dispositivo conocido como Ermitaño Oscuro. Y el dueño de ese Dispositivo era...

“A...lice...-chan...”

Reuniendo sus últimas fuerzas, Kagami dirigió su mirada detrás de sí. Allí, vio un frío rostro que no lucía para nada como el del compañero de la escuela que veía todos los días.

Su compañero—Nagi Arisuin movió los labios de su frío rostro. Sin un ápice de emoción, una voz emergió de sus labios cadavéricos.

“Eres bastante lista.”

Y entonces retiró el cuchillo, emitiendo un sonido líquido. Al mismo tiempo, el cuerpo de Kagami cayó al suelo entre la montaña de documentos.

No puedes...

No tenía fuerzas para levantar su cuerpo o para escapar. El desvanecimiento de una herida letal provocado por la forma ilusoria del arma, se robó la consciencia de Kagami.

Senpai... Stella-chan... cuidado...

Y entonces Kagami rezó. Desde su garganta que ya no podía gritar, trató de enviarles sus esperanzas al menos.

¡El Festival de Arte de la Espada de este año... esconde un monstruo...!

Y así, Kagami Kusakabe cayó en una profunda oscuridad.






Agachado sobre una de sus rodillas, Arisuin observaba a Kagami desmayada. Había perdido el conocimiento por completo. De esa manera, probablemente permanecería dormida todo el día.

“Qué desafortunado. Si Kagamin fuera un poquito más lenta, podríamos haber sido amigos por unas horas más.”

La conclusión a la que ella llegó...

Entre las escuelas, hay alguien de más.

Lo que Kagami había descubierto—había dado ciertamente en el blanco. En el Festival de Arte de la Espada de este año, como ella había concluido, había un poder maniobrando secretamente debajo de la superficie.

El nombre de ese poder era—Academia Akatsuki.

Era una nueva escuela conformada por una inmensa organización con el sólo propósito de destruir el Festival de Arte de la Espada. En el presente, había siete estudiantes. Casi todos eran miembros de la inmensa organización que establecía la Academia Akatsuki, pero eran elites del bajo mundo de la sociedad quienes empleaban al grupo terrorista Rebelión. Se han infiltrado en las siete escuelas, y ya habían tomado control del sistema del Festival de Arte de la Espada. Con el fin de crear caos en el torneo, el Festival de Arte de la Espada había sido conquistado, porque este nuevo poder quería sacar a la unión que apoyaba a las Siete Estrellas.

Kagami se había dado cuenta de esta situación. Y como se había dado cuenta de ello—había sido atacada.

“Esto es muy malo, pero no puede evitarse.”

De repente, el datapad en su bolsillo vibró. Había estado recibiendo notificaciones muchas veces ahora, pero Arisuin había estado vigilando a Kagami desde las sombras, por lo que las había ignorado.

Lo que Arisuin sacó de su bolsillo no era el datapad de Hagun, sino una herramienta escolar distinta. Como la pantalla no mostraba a nadie, sabía de dónde provenía el mensaje. El único que usaría este datapad para contactarlo era el hombre a cargo de las comunicaciones para la Academia Akatsuki. El Pierrot, Reisen Hiraga.

“¿Qué sucede?”

Ah, por fin me comunico contigo. Como no contestabas, pensé que yo no te agradaba.

“Tengo tales pensamientos a menudo, creo.”

Qué rudo.

Ante los sonidos de risas viniendo por el teléfono, los ojos de Arisuin se entrecerraron con disgusto. No había manera de que pudiera agradarle la voz de este hombre, porque aunque era un tono que fácilmente podrían calmar a cualquiera, esa risa parecía aparecer y desaparecer frívolamente como burlándose de todo.

Por cierto, ¿por qué no atendiste de inmediato?

“Surgió un pequeño problema.”

¿Oh? ¿Qué clase de problema?

“Parece que una chica del club de periodismo de Hagun comenzó a sospechar de nuestra operación, así que la silencié.”

¿...Y cuánto sospechó?

Ligera pero claramente, el tono a través del teléfono se volvió más severo.

Arisuin levantó uno de los documentos que Kagami había estado mirando antes de desmayarse, y respondió.

“Yui Tadara de la Academia Donrou.
Amane Shinomiya de la Academia Kyomon.
Sara Blacklily de la Academia Rokuzon.
Reisen Hiraga de la Academia Bunkyoku.
Rinna Kazamatsuri de la Academia Reitei.
Ouma Kurogane de la Academia Bukyoku.
Nagi Arisuin de la Academia Hagun.
Lo suficiente para escribir estos siete nombres, incluyendo el tuyo y el mío.”

...Ciertamente tenía algo.

“Como no conozco a ninguno de nuestros miembros excepto por ti que te comunicas conmigo y Ouma-san que es un invitado, no puedo confirmar que esta lista sea correcta por completo. Ella parece haber predicho nuestras intenciones, así que por el momento la he callado, pero... ¿me pregunto si esta lista dio en el clavo?”

Ah, discúlpame, todavía no puedo darte detalles de nuestros miembros. Por el momento, lo que tienes ahí es una lista sin sentido. Bueno, ya se está acercando el festival, así que ocurrirá pronto. Aunque no me agrada, tengo que mostrar mi rostro, así que te presentaré en ese entonces... Aun así, esa lista acertó tres de siete. ¿Me pregunto cómo lo averiguó?

“Mirando estos datos, parece que investigó a todos los representantes del pasado. Aparte del invitado, todas nuestras historias personales fueron fabricadas. Ellos no aguantarían contra la investigación a fondo de un profesional.”

Ya veo, ya veo. En otras palabras, ¿esto es resultado de la ineptitud de la gente encargada de la documentación? Bueno, luego lidiaremos con los responsables—hah, tu reacción fue verdaderamente apropiada. Es lo que esperaba del Assassin Negro. ¡Qué confiable! Oh, por cierto, ¿cómo te desharás de nuestra perceptiva ratoncita?

“Sólo la he aturdido—aunque si quieres que la mate, lo haré.”

Arisuin no había mostrado un ápice de titubeo en su voz, aun cuando su objetivo era una chica con la que se habían hecho amigos ayer. Esa voz fría y desapasionada como una hoja afilada confundió a Hiraga quien se encontraba del otro lado de la línea.

¡Oh no, no! Matarla implicaría tener que esconder la evidencia. Después de esta noche, el mundo entero sabrá de la Academia Akatsuki, así que será suficiente con mantenerla prisionera todo el día en alguna parte.

“Entiendo. Sólo fue una pequeña broma... Si hay algo más que necesites, ¿me contactarás?”

Arisuin apresuró a Hiraga como si estuviera a punto de colgar la llamada. Desde el principio, esta fue una conversación desagradable. No tenía intención de conversar mucho. En respuesta, Hiraga...

No, no. No soy yo el que quiere algo. Hay alguien más que quiere hablar contigo. Te pasaré con él ahora.

Tras lo cual, alguien tomó la llamada. La siguiente voz que oyó fue...

Soy yo, Alice.

En un instante, el rostro de Arisuin se tensó. No podía ver a quién estaba del otro lado, pero comprendió claramente. Era imposible que no pudiera reconocer a quien estaba escuchando. Esta voz severa y pesada era de—

“Ha pasado tiempo, ¿no, Wallenstein-sensei?”

Ahh, has ido a Japón, ya veo.

El Espadachín de Un Brazo, Sir Wallenstein. Uno de los líderes de Rebelión, los Doce Apóstoles. El hombre que había descubierto la fuerza de Arisuin y lo entrenó y convirtió en el principal assassin de Rebelión.

“Sensei, usted también está en Japón, ¿no?”

En lugar de confiarle la supervisión a los demás, necesitaba venir aquí yo mismo.

Wallenstein ya había venido a Japón. Ante esa realidad, el cuerpo de Arisuin se atiesó un poco. Probablemente por miedo, ya que Arisuin conocía la fuerza de ese hombre. De acuerdo al estándar de la Unión de Caballeros, ciertamente podía ser considerado un rango A. No tenía vulnerabilidades en cuanto a habilidad o experiencia de combate, y su manejo de la espada era excelente. Sin dudas, era el líder más poderoso de Rebelión.

Ahora que tal persona había venido para tomar el mando directamente, el plan de Rebelión sobre el Festival de Arte de la Espada debe ser real.

“Entonces Sensei, ¿qué desea que haga hoy?”

Luego del moderado saludo, Arisuin le preguntó por negocios a través de la llamada. Y Wallenstein barrió la pregunta con una voz severa.

...Alice. Tú eres el más superior entre los pupilos que he tenido. El que obtuvo resultados contra las pandillas criminales, cultos, y grupos terroristas... asesinando a las personas que comparten el bajo mundo con nosotros en guerras por el territorio sin importar lo importante que sean, sin importar el esfuerzo que fue necesario para acercarse a ellos. Puede que nunca hayas pensado en esto ni siquiera ahora, ¿pero comprendes apropiadamente tu rol hoy?

En respuesta, Arisuin—se quedó en silencio un instante. Y cerró sus ojos, como preparándose para alguna despedida.

“Sí. Lo comprendo totalmente. Y no fallaré. Ya me he ganado la confianza del equipo principal de Hagun. Los aplastaré de un solo golpe. Y mi Atadura Oscura es un Arte noble que puede robar toda su capacidad de pelea en un instante. No hay nada de qué preocuparse, Sensei. En la víspera del festival, sin dudas tendré éxito. Lo juro por mi nombre, el Assassin Negro.”

Hizo esa promesa sin titubeos en su voz. Escuchando esa respuesta...

...Me alivia escuchar esas palabras.

Wallenstein le concedió coraje a Arisuin con una voz que sonaba como si estuviera sonriendo en alguna parte.

Cuento contigo, Alice.

Ante ese apoyo, Alice respondió asintiendo.

“Sí, por favor déjemelo a mí.”

Al concluir esa conversación, Wallenstein cortó la llamada.

Que Sensei se contacte conmigo.

Era algo extraño. Pero quizás era razonable. La víspera del festival que estaba ocurriendo hoy era una orden del patrocinador que Rebelión empleó. Era la ceremonia de apertura para la Academia Akatsuki, el poder que destruiría el Festival de Arte de la Espada. Ningún error, por más pequeño que sea, estará permitido ni será perdonado. Si ocurría cualquier error, las esperanzas de Rebelión y sus patrocinadores se harían pedazos.

Ahora, tengo que ordenar este lugar.

Para que la víspera del festival continúe como estaba planeado, Kagami y sus documentos tendrán que quedar confinados hasta esta noche. Así, Arisuin dirigió su sombra mágica, y sumergió a Kagami y los documentos dentro de la oscuridad.

“No pienses mal de mí. Con el fin de implementar el plan, no podemos tener elementos sospechosos.”

Y todos los rastros fueron borrados.






Luego de ocultar a Kagami y sus documentos, Arisuin regresó al alojamiento para los participantes del entrenamiento.

Y dirigiéndose directamente a su habitación, abrió la puerta—

“Bienvenido, Alice.”

En su habitación que estaba iluminada sólo por la lámpara sobre la mesa de noche, Shizuku, tumbada sobre las sábanas vestida con un negligé y leyendo un libro de bolsillo, lo recibió.

“Oh cielos, ¿sigues despierta, Shizuku?”

“Iré a dormir pronto.”

Diciendo eso, Shizuku pasó la página suavemente con un dedo. Ciertamente, no le faltaban muchas páginas.

“¿Qué estás leyendo?”

Ciento Ocho Maneras de Fastidiar a la Nueva Esposa. Una lectura obligatoria para las suegras.”

¡Aterradora!

“...En cualquier caso, te has estado divirtiendo bastante últimamente, Alice.”

En la subsiguiente pausa, Arisuin pensó en cómo debería responder. Luego de escuchar la llamada de preocupación de Ikki, Arisuin había salido de noche para vigilar a Kagami varias veces. Si salía a caminar todas las noches, era natural que los demás sospecharan, pensó. Especialmente en una noche tan lluviosa como esta.

Pero responder con una mentira incómoda sólo sacaría a luz esas sospechas. Shizuku era una jovencita inteligente que podía discernir las sutilezas de la mente de una persona. Así que...

“En realidad no me he estado divirtiendo, ¿sabes? El Festival de Arte de la Espada llegará pronto. Tengo que prepararme por mi cuenta.”

Arisuin no dijo la verdad, pero tampoco dijo una mentira.

“¿En verdad?”

En respuesta, Shizuku contestó con un tono que no sonó muy interesado, y siguió leyendo. En ese momento, él estuvo agradecido por lo poco que Shizuku se preocupaba por los demás. Sus intereses y preocupaciones giraban solamente en torno a su hermano, Ikki Kurogane, después de todo.

Tengo... un poco de envidia, ¿huh?

Conforme pensaba eso, se dio cuenta de que sus días con Shizuku habían llegado a su fin. Una vez que la víspera del festival termine, él abandonará Hagun. Y nunca volverá.

—Entonces.

“Oye, Shizuku.”

Arisuin, quien había entrado a la habitación, fue a buscar una botella de alcohol de su bolso de viaje que había dejado en un rincón.

“¿Te gustaría compartir una copa conmigo?”

En esa última noche, invitó a Shizuku a beber con él. Shizuku escuchó la invitación de Arisuin, y levantó su cuerpo lentamente. Y en la oscuridad, ella se concentró en la botella de alcohol que él sostenía—

“¿Es esa la bebida que huele a medicina y que no terminamos en aquel bar al que fuimos?”

Cuando dijo eso, Arisuin recordó.

Ahora que lo menciona, esto es de la celebración posterior a aquella primera victoria en las batallas de selección, ¿no?

Más que beberla, Arisuin sólo la había probado un poco sentándose a su lado. Pero no más que eso, mientras Shizuku tomaba agua con lágrimas en los ojos por el aroma de los químicos del whisky.

“Perdón, lo olvidé. Supongo que beberé solo—”

“No, está bien.”

Diciendo eso, Shizuku se levantó de la cama y se sentó en el sofá.

“¿Estás segura? Es difícil para ti, ¿no?”

“Por hoy está bien, porque hoy es un día especial.”

¿Es un día especial?

¿Sucedió algo bueno? Alice se lo preguntaba, pero si a ella no le importaba, no debería haber problemas en beber. Arisuin trajo dos vasos, y se dirigió al sofá. Se sentó frente a Shizuku, sirvió el fluido ámbar en los dos vasos, y ofreció uno.

Shizuku aceptó el vaso, y cercó su nariz a él.

“Ugh.”

Hizo una mueca con todas sus fuerzas. Era imposible acostumbrarse en un solo día al singular aroma que ingresaba a su nariz, después de todo.

“Tú también estás diferente, Alice. Tienes muchas otras bebidas alcohólicas fáciles de tomar.”

“Ja ja, es verdad.”

Sus palabras estaban en lo cierto, pensó Arisuin.

“Pero si hablamos de este bebida alcohólica, sería malo que fuera fácil de tomar, sabes.”

“¿A qué te refieres?”

Shizuku inclinó la cabeza ligeramente. En respuesta, Arisuin desplazó su mirada hacia la botella con etiqueta oscura sobre el escritorio, y habló.

“...Hace mucho tiempo, cuando era joven, hice una promesa con una amiga vecina. Los adultos beben algo así de desagradable, entonces quien sea que lo beba es un adulto.”

Oyendo eso, Shizuku soltó algo que sonó como un pequeño estornudo.

“Jajaja. ¿Qué fue eso? Qué idea tan tierna.”

“Sí, mucho... Bueno, debido a eso, aquellos niños que bebían se volvían adultos.”

“¿Entonces era un rito de paso para tu grupo de amigos?”

“Rememorando, eso es correcto básicamente.”


“No eras un buen niño, ¿no, Alice? Aún no habías alcanzado la mayoría de edad, ¿cierto?”

“Donde yo crecí, no teníamos esa clase de costumbres de todas maneras.”

Con su respuesta, Arisuin tragó el contenido de su vaso. El alcohol dentro de su boca le provocó una sensación de cosquilleo, y una esencia de medicina ingresó por su nariz. Era un licor peculiarmente fuerte. A decir verdad, la bebida era una preferencia muy específica entre las personas que eran exigentes con los whiskys.

“...Honestamente hablando, incluso ahora no soy muy bueno con el sabor de esta bebida.”

“¿Pero aun así la bebes?”

“Es un sabor que me trae recuerdos, ¿sabes? Bueno, tampoco es como si bebiera seguidos de esta botella.”

“Hmm... pero yo no tengo nada como eso, así que no me gusta mucho el alcohol.”

Mientras decía eso, Shizuku levantó su vaso y bebió todo el whisky de una sola vez. Y puso un rostro amargo.

“...Esto no es para mí después de todo. Me quema la garganta, y el aroma a medicina en mi boca me hace doler la cabeza.”

“No era necesario que lo bebieras...”

“Está bien. Hoy es un día especial.”

Mientras frotaba su garganta con un dedo, Shizuku respondió.

Especial—ya había escuchado esa palabra hace poco. ¿Qué tenía de especial? Arisuin preguntó con ansiedad.

“Eso dijiste antes, ¿pero qué tiene de especial? ¿Sucedió algo bueno?”

En respuesta, Shizuku negó con la cabeza ligeramente.

“No a mí. Alice, es un día especial para ti, ¿no?”

¿...Eh?

En ese momento, las palabras de Shizuku hicieron que el corazón de Arisuin salte. Ciertamente, en lo que respectaba a él, esta era la última noche que pasaría con Shizuku. Una vez que llegue el amanecer, y que el sol salga otra vez, él se presentará como un miembro de la Academia Akatsuki. Pero seguramente ella no sabía nada de eso. Aun así—

“¿...Por qué... lo piensas?”

Shizuku le respondió a Arisuin quien tenía una mirada de asombro en su rostro.

“Porque esta fue la primera vez que me invitaste algo, Alice.”

¿La primera vez...?

“¿Cómo puede ser? Después de que Ikki luchó contra el Cazador, ¿no fuimos a beber juntos?”

“Eso fue... porque Onii-sama estaba herido y estaba preocupada. Incluyéndome a mí, nunca te has acercado a otra persona por tu cuenta. Hablas con todos de manera amistosa, de manera amable, y es fácil llevarse bien contigo, pero—pero nadie se ha ‘acercado’ a ti.”

Arisuin se quedó sin aliento sin que se diera cuenta. Exactamente como Shizuku dijo, Arisuin era consciente de ello. Era encantador con todos, era amigable con todos, pero nunca abrió su corazón a nadie.

No había dejado que nadie se acerque innecesariamente, porque se había infiltrado en Hagun con un motivo engañoso. Y como no tenía intención de que nadie sospeche de él, se había comportado de manera acorde.

Pero Shizuku se había dado cuenta. Arisuin estaba asombrado por esto.

“...Me sorprendes. Sí que ves a través de mí, Shizuku.”

Shizuku parecía haber dado en el blanco...

“Naturalmente, porque eres mi hermana mayor, Alice.”

Mostrando una pequeña sonrisa en ese rostro adorable como muñeca de porcelana, respondió.

“Me llamaste por tu cuenta por primera vez. No sé cómo o por qué, pero debe ser un día especial para ti, ¿cierto? Así que compartiré una copa de alcohol contigo—pero sólo una.”

Esta vez quería hacer a un lado el alcohol. Shizuku respondió así, y torció los labios como haciendo un puchero. Ante esa tierna expresión, las mejillas de Arisuin se aflojaron mostrando una sonrisa.

“Ja ja, una copa es suficiente... Gracias, Shizuku.”






Era natural que la fatiga se acumule. Luego de que Shizuku tomó una copa al principio, no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a cabecear sobre el sofá. Pronto, se quedó completamente dormida debido a la hora.

Ahora que lo mencionas, cuando fuimos al bar aquella vez, ella terminó durmiéndose.

Quizás tenga la clase de constitución física que hace que se duerma cuando ingiere alcohol. Mientras pensaba eso, Arisuin levantó a Shizuku como una princesa. Aunque probablemente no pescaría un resfriado durmiendo sobre el sofá siendo verano, aun así no era educado dormir sobre el sofá. Por eso Arisuin decidió llevar a Shizuku a su cama.

“...Nnnuuu... Onii-sama...”

En el camino, Shizuku se movió, y dejó escapar una voz infantil.

“Jaja, ¿qué clase de sueño estarás teniendo?”

“Sal de en medio... no puedo matarla... munya munya...”

“¿Qu-Qué clase de sueño estás teniendo...?”

Con su rostro palideciendo un poco, Arisuin llevó a Shizuku a su cama, y la posó sin despertarla. La tapó con las sábanas. Cuando hizo eso, Shizuku mostró una expresión confortable, y se acurrucó en el futón.

“Qué lindo rostro durmiente.”

Mientras miraba el adorable rostro de Shizuku, Arisuin se sentó sobre su propia cama adyacente, y pensó en las palabras que Shizuku había dicho antes.

“Hermana mayor... ¿no?”

Murmurando, Arisuin miró al sofá donde se habían sentado hasta hace un rato. Lo que estaba viendo era... la botella verde de alcohol con la etiqueta ennegrecida que fue dejada sobre la mesa. Y... con el tenue y pálido alcohol, los recuerdos que éste trajo.

Asociados con la botella, los viejos recuerdos anteriores a que fuera hallado por Rebelión, y se convirtiera en un assassin. En un país extranjero, criando chicos de la calle junto a una chica llamada Yuuri, donde los niños lo miraban como una hermana mayor—los recuerdos de esos días finales.


 ※ ※ ※


No lo olvidaría. Temprano a la mañana del día siguiente, la lluvia caía sobre el vecindario. Todavía no nevaba, pero era una lluvia lo suficientemente fría como para congelar el cuerpo.

Bajo la fría lluvia, Alice llevaba un paraguas de plástico, de frente a un hombre alto. El hombre era un cobrador de la banda local. La ganancia del trabajo pedido por la banda le era entregada a este hombre, y la parte restante luego de que tomaran su parte le fue dada a Alice.

Pero este sólo era un subordinado de las bandas. No era un hombre decente que mantiene su palabra.

...Mira.

El porcentaje de dinero que recibió Alice ahora era por mucho, más pequeño que el que se suponía.

Prometiste un veinte por ciento—

Alice se quejó, y el hombre le escupió en la cara.

No te burles de mí, mocoso de mierda. Deberías agradecer que te dejemos trabajar en nuestra isla.

Hablando con ojos que parecían estar mirando basura, el hombre se fue.

Luego de que Alice ya no podía ver su espalda, sacó la lengua un poco a modo de burla.

A pesar de que somos tan parecidos por fuera.

Limpiándose el escupitajo del hombre sobre su mejilla con su manga, Alice se cubrió y se quitó la nueve que había caído sobre él.

Allí, revisó un contenedor de plástico rosado que había envuelto y sellado.

Me pregunto si se habrá enfriado un poco.

Su contenido era un pastel de carne que llevaba un turista.

Si ese hombre lo hubiera visto, no había dudas de que se lo habría quitado, así que Alice lo había ocultado de antemano.

Ha pasado tiempo de que hemos comido carne. Todos estarán felices.

También tengo que compartirlo con la Hermana. Ah, pero hoy hay una congregación, así que se fue a la ciudad vecina, ¿no?

Mientras se pregunta eso, Alice se apresuró con pasos rápidos.

Quería ver los rostros felices de todos tan pronto como pudiera.

Pero—


¿...Eh?


Cuando Alice regresó, la puerta del galpón detrás de la iglesia estaba parcialmente destrozada.

Al ver eso, Alice quien estaba acostumbrado a ver peleas lo comprendió de inmediato. Personas hostiles habían atacado.

¡...C-Chicos!

Elevando un grito, Alice soltó todo lo que llevaba y entró al galpón corriendo.

Pero no había nadie adentro. Todavía era temprano por la mañana. No era hora de que las hermanitas se levantaran. Pero no estaban allí, y sólo se encontraban las sábanas sucias que usaban.

¡¿Qué sucedió?! ¿A dónde se fueron todos...?

Y en el momento que levantó una de las sábanas, Alice vio lo que había debajo, y se quedó sin aliento.

Había manchas de sangre. Y encima no era sangre seca, sino fresca. Y cuando miró la sangre más de cerca, halló pequeñas gotas de ella que guiaban hacia la calle principal. Al haber sido lavadas por la lluvia, él no habría podido notarlas si no hubiera prestado atención, pero estaba seguro.

Alice, con sus pies rugiendo por la urgencia, corrió, y siguió el rastro de sangre.

Una premonición desagradable. Era una premonición extremadamente desagradable. Sudor frío estaba bajando por su espalda. El hecho de que había sangre significaba que alguien se había lastimado.

¿Acaso era sangre de sus amigos?

¡Eso... no puede ser...!

No tenía sustento, pero murmuró eso como tratando de persuadirse a sí mismo.

Sin embargo, la verdad fue despiadada.

La sangre que Alice estaba siguiendo desde la iglesia hacia la carretera en frente—iba en la dirección opuesta de aquella por la que Alice había regresado de trabajar. Y entonces vio—

Ah.

Una chica de cabello rojo con el torso manchado de sangre fresca, apoyándose casi sin vida contra la pared de ladrillos junto a la carretera.

¡Y-Yuuriiiii!

Gritando su nombre, Alice corrió hacia ella de inmediato.

Yuuri, quien estaba sentada en la vereda, respondió a su llamado.

...Ah...

Abrió lentamente sus ojos, y miró a Alice quien se acercó corriendo.

...Ah... gracias a dios... Alice. Estás... bien...

¡¿Te encuentras bien?! ¡¿Qué pasó aquí?!

Ante la pregunta, el rostro de Yuuri se retorció de dolor y frustración.

...No lo... sé. La gente de Sergei... nos atacó de repente... dijeron que estaban deshaciéndose de la basura... Maldición, se llevaron a todos... Qué inútil, ¿huh...?

¡¿La banda lo hizo? ¡¿Por qué...?! ¡Si les pagamos el tributo...!

Ni idea... ¡*Tos* *tos*...!

Tosiendo violentamente, Yuuri escupió sangre sobre el suelo frío.

¡Yuuri! ¡No hables ahora!

Sería malo para ella que siga hablando. Si no la llevaba con un doctor de inmediato...

Afortunadamente, había transeúntes en la calle, y todos ellos notaron la situación.

¡Disculpen! ¡¿Podría alguien llamar a un doctor, por favor?!

Alice pidió suplicando en voz alta. Sin embargo—

En ese instante, todos los que estaban viendo la situación alrededor de ellos apartaron la vista de Alice y Yuuri de prisa. Y todos ellos se retiraron a paso ligero. Como si nadie hubiera escuchado la voz de Alice.

¿Eh... qu-qué es esto...?

¡P-Por favor! ¡¿Podrían prestarme un teléfono?! ¡Si quieren dinero, les pagaré!

A pesar de los repetidos pedidos de Alice, nadie le prestó atención.

Todas las personas que habían estado mirando a la chica ensangrentada con interés a la distancia se apresuraron para irse cuando Alice los llamaba. Cada uno de ellos, como escapando de un tema problemático. Ante esa deprimente respuesta, Alice dudó de sus propios ojos.

¿Por qué...? Está sangrando de esta manera... se supone que nadie...

¡Oigan! ¡¿Pueden escucharme?! ¡Mi amiga está muriendo!

Olvídalo...

A Alice quien estaba gritando con una voz descorazonada, Yuuri le habló con esfuerzo.

Nadie... nos ayudará. No hay nadie aquí que salvará a gente como nosotros... Lo sabes, ¿cierto?

Las palabras de Yuuri. Alice las comprendía bien. Porque Alice y los demás eran personas abandonadas sin familiares ni dinero. No había un solo beneficio en ayudarlos. Eso era algo que los adultos entendían perfectamente.

Pero nosotros somos... diferentes, ¿no?

¿Eh...?

No somos... como ellos.... ¡Somos adultos geniales...! ¡¿C-Cierto?!

Esas palabras tomaron por sorpresa a Alice, cuyos ojos se abrieron grandes. Adultos geniales—esas palabras eran la promesa entre ambos, y se reprochó a sí mismo.

Ese día, Alice y Yuuri se tomaron de las manos por primera vez, y juraron bebiendo aquel alcohol. No iban a pensar sólo en ellos mismos, y ya no serían personas desagradables. Se habían vuelto adultos geniales que ayudaban a los demás, que amaban a los demás.

Pero—

...Tienes razón. ¡Tienes toda la razón! ¿Pero por qué lo dices ahora?

Pero a su pregunta, Yuuri no respondió. Sólo miró a Alice pacíficamente, y,

En ese caso, ve y... ayúdalos...

¿Cómo podía... decir esas palabras como si estuviera confiándole todo a él?

Ante sus palabras, Alice sintió una ansiedad que no podía expresar, y tomó a Yuuri del hombro.

¡¿Qué estupideces estás diciendo?! ¡Reacciona! ¡No puedo hacer algo así solo, ¿sabes?! ¡Yo fui el que perdió contra ti!

...Ja ja, *tos*... para nada. Hemos estado juntos por mucho tiempo... así que sé... que siempre... te has contenido... para no matarme... Con tu poder... puedes protegerlos... así que...

¡Espera! ¡No quiero escucharte inventando excusas como esa!

Le gritó con lágrimas cayendo por su rostro.

Pero los ojos con que Yuuri lo miraba ya estaban vacíos, y dijo...

...Depende de ti... Alice...

Y al final, Yuuri cerró sus ojos, como durmiendo. En ese momento, toda la fuerza se desvaneció de su cuerpo.

¿...Yuuri?

Levantando la voz, Alice le sacudió el hombro.

Oye, respóndeme...

Pero no se movió. No despertó.

...Yuuri, no puedes. No puedes quedarte sentada aquí. Dijimos que iríamos al sur. Lo prometimos... acaso no lo prometimos...

Goteo, goteo. Siguió hablando conforme caían las lágrimas. Pero Yuuri no respondió.

¿Cómo pudo? Alice comprendió, después de todo.


...Que Yuuri no volvería a despertar.


No era como si fuera la primera vez, ni siquiera una ocurrencia extraña. Sucedía todo el tiempo en esta ciudad.

Pero no quería reconocerlo. El lugar que quería proteger, fue destruido tan fácilmente, tan abruptamente.

No quería aceptarla. Esta—amarga realidad.

Sin embargo, el tiempo seguía sin parar, y no esperaría a Alice.

¡Oh, aquí está! ¡Oye, hermano! ¡Ese tipo, Alice, volvió!

Genial, atrápalo. Pero no le arruines la cara. Él solo vale el precio de veinte de esos niños.

Podía escuchar voces rudas y muchos pasos detrás de él. Girando la vista, vio a los miembros de la banda local a los que Yuuri y él se habían asociado, todos con armas y Dispositivos. Y rodearon a Alice en un parpadeo, cada uno apuntándole con un arma.

Alice miró a todos los adultos a su alrededor con ojos demacrados, impasibles... y preguntó—

¿...Por qué hicieron esto? Siempre les hemos dado el dinero que querían.

Jej jej. Bueno, es por los funcionarios públicos. Los peces gordos quieren que la ciudad luzca bien, ¿sabes? Y el dinero que nos traen ustedes resulta ser demasiado pequeño. Si podemos conseguir una gran bonificación, no podemos rehusarnos a traicionarlos, ¿entiendes?

Bueno, el fuerte devora al débil. Así es como funciona el mundo de los adultos. Ríndete y no te resistas, ¿de acuerdo? No queremos aplastarte como la basura y que termines como esa idiota de allí.

Diciendo eso, uno de los miembros de la banda extendió una mano. Sujetó el cabello de Alice, y trató de levantar a Alice.

Mirando el brazo que lo tiraba, Alice pensó,

El fuerte devora al débil—sí, eso es verdad.

Después de todo, estas eran personas que había vivido más tiempo que él y los demás niños. Lo que dijo el hombre era correcto. Porque si no, esta tragedia no habría ocurrido.

El mundo no había cometido un error. Todo esto... no era irrazonable ni irracional. Adulto genial—bailando al son de un ideal fantástico, era él quien se había equivocado.

Lo entendía muy bien ahora. Ciertamente. Comprendió esto, a regañadientes. Entonces—


—les quitaré todo.


Y en el momento que la mano extendida jaló del cabello de Alice,

Ah—

La visión de Alice explotó con un color rojo furioso.


¡Aaaaaaaaaaaaaaahhh!


Y—todo terminó en un destello.

Cuando su visión recuperó el color... Alice estaba en la guarida de la banda. Era un salón que aparentemente tenía una capa de pintura roja salpicada en sus paredes. Él se encontraba sobre los restos de aquellos que ya no tenían forma de humanos, sólo carne. En medio del vapor que se elevaba de las vísceras desparramadas, todo el cuerpo de Alice estaba pintado con sangre.

Y conforme el color regresaba, vio frente a él... en un rincón del salón, a sus hermanos y hermanas menores, con sus dientes repiqueteando ruidosamente.

H-Hiiii...

P-Por favor no... nos mates...

Ahh—aaaaahhh...

Sus ojos reflejaban a Alice claramente. Ojos turbios con terror y desesperanza revolviéndose dentro de ellos. No había un ápice del respeto que siempre le tuvieron hacia él. No había rastro de sus sonrisas reconfortantes.

Viendo las expresiones de sus hermanas menores, Alice quedó convencido. De que los había protegido.

Y—al mismo tiempo, los había perdido.


 ※ ※ ※


Cuando Alice volvió en sí, estaba caminando por la ciudad solo bajo la lluvia sin paraguas.

No se estaba dirigiendo a ninguna dirección en particular. Sólo estaba deambulando como un fantasma sin propósito. La lluvia congelada lo había empapado totalmente de pies a cabeza, pero no le importaba. Estuvo empapado en sangre antes de esto, ¿así que cuál era la diferencia?

Los transeúntes que a veces pasaban a su lado, una vez que posaban sus ojos sobre el cuerpo cubierto de sangre de Alice, instantáneamente apartaban sus miradas y se apresuraban. Ya sea que fuera un huérfano manchado de sangre, o que estuviera a punto de morir, no tenían relación con su vida.

Ya no podía recordar su resentimiento. Ni la frustración, ni la tristeza, ni nada. Todos sus sentimientos brotaron junto con sus exhaustas lágrimas.

Pero... Alice pensó que eso era bueno.

—Recordó. Los últimos momentos de su cercana amiga, la calidez abandonando su cuerpo mientras él la sostenía. Las expresiones aterradas de sus hermanos menores al ver su rostro. El dolor de perder a las dulces personas que amaba.

Si tuviera que recordar tal sufrimiento, mejor era no sentir nada en absoluto.

En ese momento.


No lo creo, soy el primero en descubrir un niño así.


De repente, detrás de Alice quien estaba deambulando como un fantasma, una voz resonó.

Alice giró la cabeza lentamente, y miró detrás de sí con ojos demacrados. Allí, un joven caballero vistiendo una sotana negra de sacerdote estaba viendo en su dirección.

Esa expresión, tenía cierta atmósfera. Alice quien había vivido una larga y dura vida lo comprendió—este hombre no era una persona decente. Era aún peor que los miembros de la banda que Alice acababa de matar, pero Alice no temió. Porque esa emoción también se había ido con sus lágrimas. Así que Alice preguntó sin vacilar.

¿...Quién eres?

Sólo un sicario idiota al que le robaste su presa.

El joven respondió que estaba limpiando la basura que la basura que era la banda local a pedido del alcalde.

Era ciertamente irónico. Considerando a Alice y los demás como basura, estaba planeado que los que vinieron a limpiarlos a ellos también iban a ser limpiados.

En serio, qué estúpido.

Frunciendo los labios con desprecio, Alice preguntó otra vez. Este sicario, ¿por qué estaba aquí para empezar?

¿...Y? ¿Qué quejas tienes contra mí?

El joven le respondió.

Ninguna. Ya que te encargaste del trabajo por mí, vine aquí para traerte tu pago. Toma.

De adentro de la sotana, el joven sacó algo redondo y lo hizo rodar hacia los pies de Alice.

Rodando, rodando.

Lo que cayó allí era... la cabeza de un viejo. La cabeza del alcalde de la ciudad. En otras palabras, la cabeza del hombre que había ordenado que arrasaran con Alice y sus amigos.

Mirando esa cabeza sin asombro,

...Es un regalo muy considerado, ¿no?

Alice piso esa cabeza y la aplastó bajo su pie sin titubear. Y,

Jejeje... ajajaja...

Una risa exagerad emergió de su interior.

—En serio, qué mundo.

La banda mató a Yuuri, se suponía que el alcalde iba a matar a la banda que mató a Yuuri, y el sicario fue asesinado por el sicario que él mismo envió.

Alice estaba convencido. El infierno se suponía que era un lugar donde uno va cuando muere, pero qué ridículo. Si el lugar en el que se encontraba ahora no era el infierno, ¿entonces cuál era?

En este mundo, proteger a alguien... amar a alguien...—qué absurdo.

En serio, ¿cuán cómicos somos?

De repente, el joven le habló a Alice quien se estaba riendo con una voz seca.

La conclusión a la que acabas de llegar es correcta. Amor, dinero, ética, moral—este mundo está lleno de ficciones. Varios engaños, excusas, mentiras, oscurecen las verdades del mundo. Los destacados siguen a sus propios egos. Es la única providencia de este mundo. Y al darte cuenta de esto, has llegado a calificar para unirte a nosotros que pensamos igual. Nosotros, traemos la verdad a este mundo repleto de engaños, somos Rebelión. Tu habilidad para matar es algo que nos sería útil. Ven conmigo, chico.

Era una invitación de un bajo mundo aún más oscuro que este lugar. En respuesta, Alice preguntó—

¿Y si digo que no?

Ya lo he dicho. El fuerte toma todo. Esa es la verdad del mundo. Si no aceptas, te tomaré por la fuerza.

Sed de sangre surgió del cuerpo del joven.

Pero Alice se paró frente a él como si sólo fuera una brisa. Alice ya no podía ser amenazado con violencia. El hombre podía tomar las cosas con violencia, pero Alice ya no tenía nada que perder. Sin embargo—

Ja ja ja, ya veo. Es bueno que sea fácil de entender, ¿huh...?

Precisamente como no tenía nada que perder, Alice estaba interesado en esta discusión.

No me importa. De todas formas, no tengo a donde volver, nadie a quien proteger, no tengo nada... Pero si aceptas una condición, te seguiré.

¿Cuál es?

Cien millones—dame esa cantidad. Si lo haces, trabajé para ti.

Lo que Alice demandó fue dinero. Y no sólo un monto trivial, sino uno colosal.

¿Cien millones para un mocoso sin historial como tú? Ese es un número bastante exagerado.

Por supuesto, el joven mostró un rostro de desagrado. Y devolvió la pregunta.

¿Y si me niego?

En respuesta, Alice rió desdeñosamente.

¿Necesitas que lo diga?

Estaba diciendo que si se negaba, lo tomaría de todas formas—ante su total arrogancia, ante su desesperada actitud,

...Jajaja, qué mocoso interesante. Muy bien. Cien millones, lo arreglaré para ti.

El joven lucía excesivamente amistoso. Aceptó rápidamente la ridícula demanda de Alice, y preguntó otra vez.

Bueno entonces, chico. ¿Cómo te llamas?

Alice. Así me llaman todos.

Yo soy miembro de los Doce Apóstoles, El Maestro de la Espada de Un Brazo, Wallenstein. Bienvenido, Alice.

Wallenstein extendió un brazo desde su sotana, y buscó un apretón de manos con Alice. Alice también respondió—y forjó un acuerdo en ese lugar.

Inmediatamente después, le confió los cien millones que recibió a la Hermana por las expensas y cuidar de sus hermanos y hermanas, cortó todas sus relaciones con esa ciudad, y se fue.

Y como Wallenstein deseaba, eliminó todas las falsedades de la ética y la moral, concentró su ingenio en asesinar, y exhibió total lealtad a Rebelión. Como el Assassin Negro—

Esa era la vida pasada del chico que se llamaba a sí mismo Nagi Arisuin.






¿Es gracioso, no?

Reflexionando sobre su vida pasada, Arisuin rió amargamente. Como parte de su tarea de infiltración, ser una hermana mayor como ahora sólo era una farsa.

Pero esa farsa terminaría hoy. En breve, esta relación ficticia llegaría a su fin.

En ese momento, ¿con qué clase de ojos lo miraría Shizuku? Arisuin recordó las expresiones aterradas de sus hermanas menores en aquel entonces, con los ojos llenos de rechazo y desagrado contra un homicida.

Probablemente no lo perdonaría. Pero no estaba triste por eso. Como mucho, fue una relación para facilitar sus deberes.

La jugadora clave de Hagun, la caballero rango B llamada Lorelei. Acercarse a ella, convirtiéndose en una hermana mayor fue el método más eficiente.

No fue nada más que eso.










NOTAS DEL TRADUCTOR:

(1) Jolly Roger: es el nombre que recibe la bandera tradicional de los piratas de Europa y América. La más conocida es la negra con una calavera cruzada por huesos en blanco, usada por Edward England.


Traductor al Inglés: KLSymph (Baka-Tsuki)
Traductor al Español
: nahucirujano
Corrección: Sin corrección.

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