Capítulo 3

Capítulo 3 El Torneo de Arte de la Espada de las Siete Estrellas Comienza



PERIÓDICO MURAL DE LA ACADEMIA HAGUN
Personajes —— Escritora • Kagami Kusakabe

OUMA KUROGANE

■ PERFIL
Afiliación: Academia Nacional Akatsuki, Año Tres
Rango Blazer: A
Arte Noble: Kusanagi
Apodo: Emperador Espada de Viento
Resumen Personal: Ex mejor estudiante de la Academia Bukyoku

Gráfica de Atributos (empezando por el extremo izquierdo, siguiendo el sentido de las agujas del reloj)
Habilidad Física: A
Suerte: C
Poder Ofensivo: A
Poder Defensivo: A
Capacidad Mágica: B
Control Mágico: C

¡Checkeo de Kagamin!
El único caballero rango-A entre los estudiantes de Japón. Durante la escuela primaria, fue el campeón del torneo nacional Sub-12, y se hizo bastante famoso, pero desde la escuela secundaria no se ha mostrado en enfrentamientos de campeonato.
A pesar de que no participó en el Festival de Arte de la Espada del año pasado, regresó este año. Es un misterio dónde ha estado y qué hará, pero su fuerza sigue siendo evidente. Sin dudas, es uno de los favoritos para ganar este torneo.


***

En otra parte, en la Academia Hagun de Tokyo, una caballero despertó en una enfermería.

“...Nnn...”

Párpados pesados se abrieron para reflejar un techo blanco desconocido.

¿Dónde... estoy?

La joven quedó ligeramente confundida al ver esto. En parte se debía a que prácticamente nunca había estado en un hospital—pero más era por el mareo causado al despertar de un sueño largo. Aunque cuando entendió qué estaba pasando, se sentó derecha reflexivamente—y al hacerlo, alertó a la chica rubia con ojos esmeralda, Kanata Toutokubara por el ruido de las sábanas.

Kanata alejó sus ojos de la televisión de la sala y soltó un suspiro de alivio.

“¡Ah! ¡Touka-chan, despertaste... gracias a dios!”

“¡Kana-cha-ack!”

Al ver a Kanata a su lado, Touka intentó hablarle, pero se trabó al morderse la lengua.

“¡Ahm ah! Me mordí la lengua...”

“Supongo que era de esperarse que tu cuerpo siga un poco lento. Has estado durmiendo bastante tiempo, después de todo.”

“¿Estuve durmiendo...?”

¿Entonces, cómo es que llegó a dormir tanto y que su cuerpo se sintiera tan pesado? Mientras Touka trataba de poner en orden sus recuerdos fragmentados—

¡Y ahora! El punto de inflexión en la primera ronda del Festival de Arte de la Espada se está acercando. ¡El día de hoy tendremos el anticipado enfrentamiento final del Bloque B, la Princesa Carmesí de la Academia Hagun—Stella Vermillion! ¡Y su oponente, Risa de Hielo de la Academia Kyomon—Mikoto Tsuruya! Nuestro analista, Muroto-pro, está aquí con nosotros. Muroto-pro, qué piensas de este enfrentamiento—

Las palabras que venían de la pantalla de la televisión le devolvieron la memoria.

Durante el ataque de Akatsuki, había liderado al consejo estudiantil contra el Emperador Espada de Viento Ouma Kurogane con el fin de proteger a Stella Vermillion, y había sido derrotada por él. ¿Qué sucedió después de eso? No lo sabía, y con un rostro pálido le preguntó a Kanata.

“¡Kana-chan, ¿qué sucedió?! ¡¿Qué pasó con Stella-san?! ¡¿Kurogane-kun y los demás están bien?!”

“Están bien. Las hermanas Hagure lograron proteger a Vermillion-san. Kurogane-kun sufrió algunas heridas, pero se ha recuperado y en este momento se encuentra en el evento. En cuanto a nosotros, todos fuimos lastimados con forma ilusoria, así que no nos sucedió nada particularmente malo—excepto por ti y el vicepresidente. Los dos recibieron demasiado daño, y quedaron en estado comatoso.”

“¿Uta-kun también?”

“Sí.”

La mirada de Kanata viajó hacia detrás de Touka. Siguiéndola, notó a Utakata yaciendo en profundo sueño en la cama junto a la suya.

“...Uta-kun...”

“Al igual que tú, su recuperación sólo se ha retrasado por agotamiento extremo, por lo que la vida del vicepresidente no está en peligro. Pienso que despertará más tarde hoy, o quizás mañana.”

“En... serio... haaa...”

Habiendo escuchado los detalles de lo que había acontecido después de haber perdido el conocimiento, Touka suspiró profundamente.

Supongo que cumplí con el mínimo de mis deberes como Presidente del Consejo Estudiantil...

Al menos había logrado prevenir que aquel ataque destruya la Academia Hagun por completo, y eso era suficiente. Aun así, todo eso fue gracias a sus amigos que habían decidido quedarse en la línea frontal con ella.

“Gracias, Kana-chan.”

“...Jaja. Por favor dales tus gracias también a los demás. Definitivamente estarán felices.”

“Sí, lo haré.”

¡Oh, no, parece que tenemos un problema!

Un grito, casi de angustia, pudo escucharse desde la televisión.

“Oh vaya, parece que hay un gran alboroto allí. ¿Me pregunto cuál será el problema?”

“No lo sé. ¿Qué podrá ser?”

Naturalmente, sus ojos se desplazaron hacia la pantalla de la TV. En ella, podían ver a un hombre con lentes casi chorreando sudor.

¡Oh cielos, parece que la representante Stella Vermillion no ha llegado al campo ni ha respondido a la señal de comienzo del enfrentamiento!

Eso era inesperado.

“¡¿Eeeeehhh?!”






¿No respondió a la señal de comienzo del enfrentamiento? ¡Algo como eso...!

Habiendo escuchado que Stella se encontraba bien, esta transmisión sorprendió aún más a Touka.

“Kana-chan. Antes dijiste que Kurogane-kun estaba en el evento—¿eso significa que Stella-san no está con ellos?”

“No estoy segura acerca de los detalles, pero parece que su derrota contra el Emperador Espada de Viento le dolió mucho, y por eso acudió a Saikyou-sensei para que la entrene una a una luego. Creo que ese es el motivo por el cual no viajaron juntos como resultado.”

“Entonces así fue. Pero si viajó con Saikyou-sensei, por qué ella no está—”

¿Por qué no está en el estadio para el momento en que comenzó el festival? Kanata y Touka estaban perplejas. Mientras tanto, recibieron más información de la transmisión de TV.

Ah, acabamos de recibir un mensaje de los jueces. La representante Stella Vermillion se ha comunicado con ellos para informarles que una falla de tren la ha retrasado, por lo que llegará tarde al estadio.

Ese es un gran problema ¿Pero no se supone que la fiesta para los representantes se celebró dos días antes del evento, para evitar que sucedan estas cosas?

Es cierto. Se supone que debió llegar a Osaka junto a los otros participantes de Hagun... Oh cielos, ¿qué es esto? ¡La representante Mikoto Tsuruya le ha pedido a los jueces que le concedan la victoria por ausencia!

“¿Stella-san perderá por ausencia a estas alturas?”

Kanata preguntó, mirando la pantalla con una expresión preocupada. Touka negó con la cabeza.

“No, estoy segura de que estará bien.”

Habiendo participado en el anterior Festival de Arte de la Espada como capitana de equipo, en aquel momento ella había comprendido bastante las reglas del festival.

“Que los participantes tengan que llegar dos días antes no es una regla. En el caso de que alguien vaya a llegar tarde, ese enfrentamiento puede posponerse.”

Bueno, los jueces nos han presentado su decisión. Declaran que “de acuerdo a las reglas, el cuarto enfrentamiento del Bloque B será pospuesto—por lo tanto, no se reconocerá una victoria por ausencia.”

No hay nada que hacer entonces. Esas son las reglas, después de todo.

¿Existe alguna sanción por llegar tarde?

No habrá ninguna en este caso, ya que el retraso de los horarios del tren ha sido confirmado por los propios jueces. No obstante, sería recomendable que formalicemos como regla la llegada al evento dos días antes—prevendría que sucedan estas cosas.

Todas las decisiones concercientes a la celebración del Festival de Arte de la Espada eran tomadas vía concenso de los jueces. Como en muchas otras competiciones de lucha, esta decisión no podía deshacerse una vez tomada. En otras palabras, gracias a esta decisión, Stella ya no estaba en peligro de quedar descalificada. Kanata suspiró con alivio.

“Haa. Eso sí que me tomó por sorpresa.”

“Pero si no llega antes del nuevo horario establecido para el enfrentamiento, quedará afuera.”

Espero que lo logre...

Por cierto, el enfrentamiento de Stella habría sido el último de la primera ronda de enfrentamientos del Bloque B. En ese momento, un anunció llegó del evento.

Damas y caballeros, su atención por favor: habrá un intermedio de diez minutos mientras preparamos el ring, y a continuación comenzará la primera ronda de enfrentamientos del Bloque C.

“Entonces ya vamos por la mitad de la primera ronda. Es impactante que me haya perdido tanto. Oye, Kana-chan, ¿el enfrentamiento de Kurogane-kun ya terminó?”

“No. El suyo es el cuarto enfrentamiento del Bloque C, que inicia en breve.”

“Eso es grandioso...”

A decir verdad, Ikki fue el que se convirtió en representante al derrotarla a ella. Como Raikiri, este era un enfrentamiento que no podía perderse.

“Por cierto, ¿quién es su oponente?”

“Ah, claro, no pudiste conocer el fixture ya que estuviste inconsciente en ese momento...”

“Sí. Entonces, Kana-chan, ¿quién es el oponente de Kurogane-kun?”

“Este enfrentamiento será de gran interés para ti, Presidente.”

Kanata mostró una expresión compleja, como tratando de reprimir una sonrisa irónica. Touka tuvo una horrible premonición—

“El oponente de El Peor en la primera ronda es... Yuudai Moroboshi, el Rey de la Espada de las Siete Estrellas.”

—que dio en el clavo casi de inmediato.

“Kurogane-kun otra vez tuvo mala suerte en la primera ronda, ¿no?”

“Sí, así fue. También le sucedió durante el torneo de selección... creo que simplemente no tiene buena suerte en general.”

“Pero supongo que uno podría pensar en ello como desafíos necesarios que un héroe debe superar, ¿no?”

Aun así, qué mala suerte, haber sido emparejado con el Rey de la Espada de las Siete Estrellas desde el principio. Se han realizado ajustes al estilo del torneo para adaptarse a la aguda reducción de competidores de este año, resultando en un descarte de los cabezas de serie. Parece que como resultado Ikki salió perdiendo.

Es como si fuera alguna clase de imán de problemas...

“Como Raikiri, quien ha luchado con ambos, ¿qué piensas acerca de este enfrentamiento entre El Peor y el Rey de la Espada de las Siete Estrellas?”

Kanata preguntó de repente, acudiendo a Touka por una predicción. Probablemente se había aburrido ahora que la transmisión había sido reemplazada temporalmente por comerciales debido al intermedio.

“Bueno, veamos...”

Touka cerró los ojos, pensando.

“Yo diría sesenta / cuarenta a favor de Moroboshi-kun.”

“Sesenta-cuarenta. Ese es un margen bastante reducido, considerando que se trata del Rey de la Espada de las Siete Estrellas.”

“Esta conjetura parece como un ejercicio de improbabilidad si consideramos sus respectivos lugares en la sociedad, pero tengo mis razones.”

“¿Y qué tipo de razones son esas?”

“Kurogane-kun tiene buena afinidad con oponentes como Moroboshi-kun. ¿Conoces el Arte Noble de Moroboshi-kun, Mordida de Tigre?”

“Es la habilidad para denegar otras Artes Nobles, ¿no?”

“Sí. Los Blazers son capaces de realizar proezas sobrehumanas conocidas como Artes Nobles. En otras palabras, podemos usar magia. Por lo tanto, la habilidad de devorar y denegar habilidades mágicas le otorga a su usuario una ventaja avasallante sobre todas las clases de Blazers. El agua de Lorelei, el fuego de la Princesa Carmesí, el viento del Emperador Espada de Viento—ninguno de esos elementos son útiles contra Moroboshi-kun. Su Tora-Ou simplemente los hará pedazos.”

“Cierto. Tú también fuiste forzada a salir del rango corto, Presidente.”


Touka asintió. Hace un año, había quedado estancada en un combate a larga distancia debido a que Mordida de Tigre disipaba todos los relámpagos de Raikiri. Sin otras opciones había intentado usar la velocidad extrema de Raikiri para poner fin a la batalla sin darle a Moroboshi la oportunidad de contraatacar, pero su hábil manejo de la lanza aseguró que ella nunca se encontrase en un rango adecuado para usar Raikiri, resultando en su derrota. Para ella, esos eran los recuerdos de una amarga derrota.

“Ahora que lo pones así, es una habilidad bastante abrumadora.”

“Lo es. Sólo es útil contra Blazers, pero en lo que respecta a ello, su habilidad para aventajar a cualquier Blazer es increíble... sin embargo, Kurogane-kun no es alguien que dependa de la magia en una batalla en primer lugar. Utiliza las artes marciales a un extremo que es raro entre los Blazers, usando magia solamente en los momentos más oportunos. Por el otro lado, Mordida de Tigre es un Arte Noble que existe puramente para denegar otras Artes Nobles. No tiene ningún poder ofensivo. Como tal, las opciones ofensivas de Moroboshi-kun estarán limitadas a su manejo de la lanza—su propio arte marcial.”

Por lo tanto el resultado de este enfrentamiento entre los dos consistiría en una competencia de habilidad marcial. Era una competencia en donde una espada estaba en desventaja en términos de alcance comparada con una lanza.

“Dicho eso, no creo que una ventaja de alcance sea suficiente para poner de rodillas al Rey Sin Corona de la Espada.”

Su Raikiri había sido sellado por esa ventaja de alcance el año pasado. Pero la movilidad de Ikki, su juicio y el gran número de trucos de distancia media que tenía bajo la manga superaban por mucho al nivel de un caballero estudiante. Sería una verdadera hazaña mantener amarrado a un espadachín de ese nivel dentro del rango de ataque de uno, incluso para el Rey de la Espada de las Siete Estrellas.

“El Rey de la Espada de las Siete Estrellas perdiendo en primera ronda...”

“...Es una posibilidad clara.”

Al menos, no será un enfrentamiento unilateral. De eso Touka—habiendo luchado con ambos Reyes de la Espada—podía estar segura. La habilidad de Ikki en combate cuerpo a cuerpo era sin dudas de nivel nacional. Podía competir incluso por la corona del Rey de la Espada de las Siete Estrellas.

Aun así, enfrentar al Rey de la Espada de las Siete Estrellas en la primera ronda no es algo que puedas considerar siquiera como mala suerte.

Pero si se encontraba en su mejor momento, podría ocasionar una derrota inesperada.

“¡Haz tu mejor esfuerzo, Kurogane-kun!”

Tuvo esperanzas, y desde allí le envió su apoyo a Ikki—desde Tokyo hasta Osaka.






Damas y caballeros, su atención por favor. Ya que hemos completado los preparativos del ring, comenzaremos con la primera ronda de enfrentamientos del Bloque C. Representantes del Bloque C, por favor reúnanse en sus salas de espera.

Una vez más la escena se desplazó hacia el Domo de la Bahía, donde se estaba realizando el anuncio sobre los preparativos del ring rodeado de vidrio artificial.

Ese anuncio había llegado a oídos de Ikki y compañía, quienes habían estado apoyados contra la valla de espectadores mirando los enfrentamientos anteriores.

Ikki se dirigió a Shizuku y Arisuin, quienes estaban con él.

“Supongo que es hora de que me vaya a la sala de espera.”

El suyo era el cuarto enfrentamiento del Bloque C, no había razón para que se apresurara, pero tampoco había excusa para llegar tarde.

“Da lo mejor de ti, Ikki.”

“Estaré rezando por tu buena fortuna en la batalla, Onii-sama... Dicho eso, el descaro de esa mujer Stella es increíble. Dejando de lado el hecho de no llegar a su propio enfrentamiento, se retrasó incluso para el tuyo.”

“¿No se supone que el orden de importancia es al revés normalmente?”

“Después de esto, voy a usar las técnicas asesinas que aprendí en Ciento Ocho Formas de Fastidiar a la Nueva Esposa y la derribaré.”

“Jaja... por favor ten algo de piedad. Bueno, nos vemos.”

Habiendo apaciguado a Shizuku, quien estaba disgustada porque Stella no había sido la primera en venir y alentar a su hermano, Ikki se despidió y luego se dirigió a la sala de espera. Ikki había estado mostrando una expresión relajada todo este tiempo que estuvieron juntos, una tan calmada que no parecía que tuviera que batallar hoy. Quizás debido a eso fue que Shizuku soltó un suspiro de alivio al verlo irse.

“Qué bueno. Onii-sama no parece nervioso como antes.”

“Jaja. Bueno, luchó con Alas Gemelas, ¿Por qué le temería a un oponente del nivel del Rey de la Espada de las Siete Estrellas?”

Hallando razonables las palabras de Arisuin, Shizuku asintió. Esa batalla le había hecho bien a su hermano. De eso no tenía dudas.

Justo entonces, una voz familiar resonó.

“¡Ho~la! ¡No los veía desde ayer!”

Una mujer con bata blanca saludaba mientras llegaba desde la dirección en la que Ikki se había retirado.

“Kiriko-san...”

“Bueno, bueno, nos estamos encontrando mucho últimamente, ¿no?”

“Hmmm, es verdad—es como si el destino nos estuviera reuniendo.”

“Aunque estar destinado a estar con doctores no es mi estilo.”

Kiriko se encogió de hombros ante el chiste de Arisuin, y entonces su rostro se tornó serio.

“Recién me crucé con El Peor. ¿Le sucedió algo?”

“Pienso que Onii-sama está muy relajado. ¿Por qué dices eso?”

“Exactamente. Está demasiado relajado. Cuando nos encontramos, traté de hacerle un checkeo rápido. Su pulso, temperatura, sudoración... incluso su circulación y balance hormonal estaban demasiado serenos. Normalmente en cualquier persona antes de una pelea esos valores deberían cambiar al menos un poco, pero él no tuvo cambios en ninguno de ellos.”

Esa difícilmente era la reacción de un ser humano. Como Kiriko explicó, Ikki había experimentado un estado de excitación en el encuentro con Moroboshi el día anterior. Como tal, su muestra de hoy de una completa falta de entusiasmo significaba que—

“Se está obligando a sí mismo a relajarse, y mucho. Él no estaba así ayer... entonces, su nivel de entusiasmo habría sido el adecuado para el combate. Debe haber algo que le preocupa.”

¿Algo que a Onii-sama... le preocupa...?

“¿Estás segura, segura acerca de esto?”

“No podría decirte qué es lo que le preocupa, pero estoy segura de mi diagnóstico.”

“¿Podría estar tratando de no desperdiciar más energía que la necesaria al relajarse?”

“No lo creo. Una cantidad adecuada de excitación puede incrementar tu habilidad en combate... de hecho, me llamó la atención precisamente porque él debería ser del tipo de caballero que comprende ese principio.”

Un silencio de mal augurio cayó con el diagnóstico funesto de Kiriko, y en medio de aquella inquietud Shizuku recordó las cosas que ellos habían escuchado de ella la noche anterior luego de separarse de Ikki—las cosas que habían escuchado acerca de Moroboshi, la persona con la que Ikki iba a pelear pronto.






“¿A qué te referías con un ‘sentido trágico del deber’?”

Ikki no ganaría. Habiendo escuchado a Kiriko decir eso con tanta seguridad, Shizuku la presionó por una respuesta. Desde su perspectiva, se sentía como si estuviera insultando a su hermano injustamente, pero Kiriko no diría tales cosas sin tener sus razones.

“...La hermana de Moroboshi estaba en la tienda hoy, ¿cierto? Creo que ya lo saben, pero ella no puede hablar.”

“Sí, lo oímos del Rey de la Espada de las Siete Estrellas, que ella tiene alguna clase de condición mental.”

“Es culpa de él que ella no pueda hablar.”

“¿Qué... dijiste?”

“Bueno yo no creo que sea así por supuesto, pero él sí, porque no se halló ninguna otra razón.”

Después de eso, Kiriko habló sobre los orígenes del sentido del deber de Moroboshi.

Todo había comenzado hace seis años—con la tragedia que había ocurrido cuando tenía el apodo de la ‘Estrella de Naniwa’, el mejor caballero joven de Kansai.

“Era un día festivo. Moroboshi-kun y su familia estaban yendo a un parque de diversiones en tren cuando el accidente ocurrió. El evento llegó a las noticias nacionales, así que estoy segura de que ambos lo conocen, ¿no?”

Shizuku asintió. Ciertamente lo había visto mientras estaba en la casa de sus padres.

“Según recuerdo, fue una tragedia terrible que se llevó las vidas de cientos de personas. Pero que el Rey de la Espada de las Siete Estrellas estuviera involucrado, no lo había escuchado hasta que Onii-sama me lo contó hoy.”

“Sí, muchos perdieron la vida en ese accidente. De hecho, que esté vivo hace que Moboroshi-kun sea un hombre afortunado. Sin embargo, no escapó ileso. Mientras que sus padres y su hermana sólo sufrieron heridas leves, él se lastimó severamente. A decir verdad, perdió ambas piernas.”

“¿Las perdió...? ¡Quieres decir, ¿que quedó incapacitado...?!”

“Sí. Con la culminación de la ciencia médica moderna, la cápsula iPS es capaz de adherir extremidades perdidas—brazos, piernas, y en algunas circunstancias incluso la cabeza. Pero su milagrosa habilidad está limitada sólo a adherir. No puede regenerar piernas que quedaron como una pasta.”

En otras palabras, las lesiones de Moroboshi no habían sido reversibles con ciencia médica.

“Por eso, aunque salvó su vida, el héroe local de Osaka, aquel sobre el cual mucha gente tenía grandes expectativas, considerándolo como una de las personas más talentosas después de la Princesa Yaksha... se vio obligado a retirarse antes de los enfrentamientos eliminatorios del grupo superior de la liga de escuela primaria.”

Cuán frustrado debió estar. Cuán terrible debió sentirse. Y aun así, el Moroboshi de aquel entonces no podía siquiera ponerse de pie. No podía luchar en ese estado. Aunque era una decisión amarga, la Estrella de Naniwa aceptó su destino. Su inherente positividad le permitió superarlo y caminar por un sendero distinto al de un caballero. Pero—

“Hubo personas que no pudieron superarlo de la misma manera que él.”

Una fue Koume Moroboshi, la hermana menor Moroboshi. ¿Por qué? La razón... era una más cruel.

“La que había dicho ‘Quiero ir al parque de diversiones’ aquel desafortunado día fue ella.”

“¡Entonces...! Entonces, ella...”

“Sí, Koume-chan se culpó a sí misma.”

Si no hubiera sugerido que vayan a un parque de diversiones, su hermano no habría perdido las piernas, y más importante, el brillante futuro que se le había prometido. Debido a su pedido egoísta—ella seguía culpándose a sí misma aún más—tanto que se le rompió el corazón. Al final, perdió la habilidad de hablar, casi como para disipar ese egoísmo.

“Pensar que sucedió algo así...”

“Las enfermedades del corazón son difíciles de curar. A diferencia de las lesiones y padecimientos, el método con el cual se curan difiere enormemente de persona en persona. Nosotros los doctores, tristemente, no podemos hacer nada. Pero hay un hombre que puede curar a Koume-chan.”

Por lo que había hablado antes sobre el deber, Shizuku y Arisuin podían deducir la identidad de ese hombre.

“Debe ser el Rey de la Espada de las Siete Estrellas, el propio Yuudai Moroboshi.”

“Sí, la anormalidad que sufrió su hermana encendió el fuego una vez más en él, quien había renunciado al camino del caballero.”

Había pasado medio año desde el accidente, cuando Moroboshi se enteró de alguna forma del hecho de que ella había estado investigando sobre un método para utilizar las células del cuerpo para que las extremidades perdidas vuelvan a crecer vía magia, y acudió a ella.

Doc, ayúdame. ¡Ayúdame a luchar una vez más!

Seguramente no lo había consultado con su familia antes de viajar desde Osaka hasta Hiroshima, cargando sólo su cuerpo lesionado... y una singular determinación.

“Acepté sin dudarlo. Por supuesto, no fue porque me haya conmovido su pasión ni nada. Para mí, su llegada fue sumamente conveniente, ya que estaba buscando ratas de laboratorio para mi investigación. Jaja, soy una mujer cruel, ¿no? En ese momento, pensaba que podía hacer cualquier cosa, que estaba bien que hiciera lo que sea. Así que di un paso dentro del reino de los dioses, y creé nuevas partes para reemplazar las perdidas.”

“Entonces, las piernas que tiene Moroboshi ahora son...”

“Sí, canibalicé componentes del resto de su cuerpo a nivel molecular y fusioné las partes dispersadas en un par de piernas falsas.”

Como otra usuaria de agua, Shizuku se quedó sin palabras ante la habilidad de la Caballero de Bata Blanca. El número de usuarios de agua en todo el mundo que podían recrear un par de piernas nuevas para alguien que las había perdido no podía ser más de tres. Además, con su método todos los componentes provinieron originalmente del propio Moroboshi, superando así el rechazo de su cuerpo como podría suceder en un trasplante.

Sin embargo—

“Hmm, ¿pero las piernas no llegan a casi la mitad de la masa total del cuerpo humano? ¿Una transferencia de esa magnitud no sería perjudicial para el resto del cuerpo?”

La pregunta de Arisuin era exactamente lo que Shizuku estaba pensando. Y sus miedos fueron certeros.

“Tienes buen ojo para esto. Es como dices. Tuvimos problemas. Primero estuvo la atrofia severa de su musculatura por todas partes, al punto de que su vida estuvo en peligro. La densidad de sus huesos también decreció debido a la creación de los huesos de las largas y robustas piernas, provocando que desarrolle osteoporosis.”

En el período posterior a la operación, Moroboshi había estado tan débil que incluso el mero acto de inahalar y exhalar haría que sus huesos del pecho le duelan. Estaba cerca de morir, probablemente más que luego del accidente.

Pero eso sólo fue el principio. Con el fin de que su cuerpo recupere un grado de movilidad satisfactorio, él tenía que construir su masa muscular. Necesitaba hacerlo tan rápido como fuera posible, ya que su reducida musculatura perdería pronto la habilidad de cumplir con sus funciones corporales básicas.

Entonces Kiriko lo obligó, con ese delgado cuerpo, a cumplir con un régimen de ejercicios típico de los atletas de primera línea.

“Por supuesto, era imperdonable forzarlo a hacer eso con su cuerpo de la misma manera.”

Sus huesos demacrados se rompieron, sus débiles músculos se desgarraron. Sus blandos tendones de partieron, sus nervios gritaron por todas partes. Tragándose su agonía, corrió con piernas quebradas, levantó mancuernas con brazos arruinados. Kiriko curaba su lastimado cuerpo con magia de sanación, pero eso sólo significaba que experimentaría aquella ruina incontables veces.

Fue un proceso imprudente no distinto de la tortura. Los vómitos y la incontinencia se volvieron ocurrencias de cada día. Al final—

“Tres meses. Ese tiempo fue necesario para renunciar.”

“Era inevitable. Tal osadía...”

“O debería decir que es asombroso que haya podido soportarlo durante tres meses.”

La opinión común entre Shizuku y Arisuin había sido que tres meses fue demasiado tiempo. Había superado claramente los límites de un tratamiento—¿alguien podría continuar haciendo esas cosas?

Aun así, la realidad fue en contra de su razonamiento.

“Y allí es donde ambos de equivocan. La que renunció... fui yo.”

“¿Eh...?”

“Al principio, siempre lo había tratado como una rata de laboratorio, observando su progreso y redactándolo en un registro. Pero aunque parece obvio... él no es una rata de laboratorio. Es un ser humano igual que yo. Al ver a ese ser vivo retorcerse en la agonía del dolor que había excedido la tolerancia humana por días, por semanas, no pude mantenerme calmada... para ser honesta, estaba enloqueciendo. Incluso en mis sueños, podía escuchar sus gritos de agonía.”

Luego de tres meses, no podía evitar pensar que su investigación era obra del diablo. Tenía que detener esto de inmediato. La tecnología existente para prótesis era asombrosa. No podían replicar movimientos muy sutiles ni permitir que fluya magia a través de ellas como las piernas originales, lo que significaba que Moroboshi no podía ser un caballero otra vez, pero eran lo suficientemente avanzadas como para casi no implicar dificultades en la vida diaria.

¿No sería suficiente eso?

Pensado de esa manera, le había pedido a Moroboshi cesar con el proceso de rehabilitación y permitirle a ella realizar la operación que le devolvería la carne en sus piernas a la parte superior de su cuerpo.

“...Pero él me dijo esto.”

Incluso hoy, no podía olvidar sus palabras, no podía evitar recordarlas. Con sudor en su frente, y respirando con dificultad, dijo—

Verás, Doc. ¿Cuáles crees que fueron las últimas palabras que Koume dijo? Su rostro estaba lleno de lágrimas, y dijo, ‘Lo siento’. Desde entonces, no la he oído decir nada más. Todo es mi culpa, porque soy muy patético. Tiene que soportar una carga que no debería porque me lesioné. Ella sólo quería ir al parque de diversiones, pero ahora piensa que ese tierno egoísmo es un pecado... por eso no puedo permitir que todo terminé aquí. Quiero hacerle saber. Que no necesita disculparse. Que no necesita preocuparse. Pero no puedo hacerlo con este patético cuerpo. ¡Lo que perdí en ese accidente—mis piernas, mi fuerza, mi lugar en el mundo—voy a recuperarlos, para demostrárselo con resultados, no con palabras como ‘ya estoy bien’, o nunca me lo perdonaré! ¡Por eso...! ¡Hasta que logre que Koume se perdone a sí misma y pueda hablar otra vez, no importa las veces que mis huesos se rompan o que mis músculos se desgarren...! ¡Nunca más dejaré que vea mi espalda encorvada! ¡Porque así... debe ser un hermano mayor!

“Y así como dijo, nunca se detuvo—nunca deseó parar—hasta que su rehabilitación estuvo completa... y después de algunos años, su trabajo duro y desesperado finalmente dio frutos. La Estrella de Naniwa Yuudai Moroboshi regresó a este escenario, y no con menos fuerza que antes.”

Y entonces trepó, todo el camino hasta la cima de los caballeros estudiantes de Japón—convirtiéndose en el Rey de la Espada de las Siete Estrellas.

“Aun así, el deber que Moroboshi-kun se había propuesto aún no se ha completado. Hasta el día que Koume-chan hable otra vez, siempre será un hombre desesperado.”

Por lo tanto su deseo por un enfrentamiento serio con Ikki no provenía de la ambición, sino que todo lo hacía por su hermana. La flama en él—ese sentido del deber como un hermano que había surgido arrastrándose desde las profunidades del infierno—no se había extinguido, sino que ardía más.

“Al haber estado mirándolo siempre, puedo prometerles. El Rey de la Espada de las Siete Estrellas Yuudai Moroboshi no es alguien que pueda ser derrotado meramente por tener la ambición de derrotarlo. Las personas que luchan por otras que son importantes para ellos son muy fuertes.”






El sólo recordar lo que había oído acerca de la ferocidad del ardor por la batalla de Moroboshi hacía que Shizuku temblara.

Recuperar la voz de su hermana—había sido la razón por la que Moroboshi había podido recuperarse de una lesión aparentemente irreparable y logrado su regreso al escenario, luego de superar un proceso de rehabilitación similar a la tortura. Su tenacidad y determinación eran extraordinarias.

Moroboshi-san es, sin dudas, fuerte.

No sólo su cuerpo, sino también su espíritu. No era alguien a quien Ikki podía derrotar si iba a la batalla con dudas en su mente.

¡Onii-sama...! ¡Por favor reacciona de alguna manera!

Shizuku, con emociones parecidas a una plegaria, miró la puerta azul por la que su hermano saldrá. Y conforme miraba—

“Ah...”

Allí, en las gradas de espectadores sobre la puerta azul, estaba sentada una chica bajita con peinado bob-cut—la hermana de Moroboshi, Koume Moroboshi. Como Shizuku, había venido a ver a su hermano, quien emergerá de la puerta roja.

...Su expresión lucía terriblemente dolorosa.

Ejem. Damas y caballeros, su atención por favor. Nos disculpamos por la larga espera. ¡Y ahora, comenzará el primer enfrentamiento de la primera ronda del Bloque C!

Ante el anuncio, los ojos de Shizuku y Koume se dirigieron hacia el ring.

Si estuviera en los zapatos de Koume, ¿cómo se sentiría? Cómo se sentiría si Ikki hubiera perdido las piernas por ella, y luego se hubiera sumergido en un mundo de dolor y luchara contra otros con el fin de reclamar su voz, mientras ella no pudiera hacer nada más que mirar—¿cómo se sentiría entonces?

“...Ah.”

Sólo pensarlo se sentía como si le estuvieran cortando el corazón.






A diferencia de los enfrentamientos del Bloque B, que habían pasado por algunos problemas, el Bloque C estaba marchando sin percances. En medio de todo esto, Moroboshi regresó a su sala de espera a continuación de su usual precalentamiento, y miró un pedazo de papel en su silla de tubos.

¡Da lo mejor de ti!

Estaba escrita con letras circulares y tiernas.

Anoche, él no había regresado al hotel. Luego de llamar una ambulancia para Ikki, había regresado a la tienda, donde la clientela seguía sin reducirse. Al final, no tuvo tiempo de volver. Este pedazo de papel se lo había dado Koume justo antes salir de la casa esta mañana.

Antes de despedirse para asistir a la ceremonia de apertura, él le había pedido.

Oye, ¿puedes pedirme que dé lo mejor de mí, como siempre lo haces?

Él le pedía esto antes de cada enfrentamiento, como si fuera alguna clase de amuleto de la buena suerte. Como siempre, una mirada afligida destellaba en el rostro de Koume antes de que pudiera convertirla en una sonrisa para entonces escribir ese mensaje.

Como siempre.

Conforme miraba el mensaje, Moroboshi recorda ese rostro que había visto en ese momento. Esa expresión dolorosa y de disculpas. Él sabía por qué ella pensaba de esa manera, por qué ponía esa expresión. Koume entendía que era por ella que él había dado un paso atrás en el mundo de los caballeros. Por supuesto, él nunca le había pedido su gratitud ni le había dicho nada parecido. Pero eran hermanos de sangre, y como tal ella había podido suponer lo que él pensaba. Por eso ella titubeaba. ¿Por el momento sólo podía animar desde un costado a su hermano, quien estaba luchando por su bien, como si no fuera asunto suyo?

Habiendo visto a través de ella, Moroboshi... había sonreído dulcemente.

“Tonta.”

No tienes que pensar que necesitas disculparte, Koume. No hiciste nada malo. No te preocupes, sólo avanza a tu propio ritmo y mejora de nuevo. Aunque sean años, décadas... no importa cuánto tiempo te tome. Hasta ese entonces, no perderé. ¡Hasta que te des cuenta de que no me quitaste nada, hasta el día que te mejores, seguiré ganando! Y cuando ese día llegue, por favor, como solías hacerlo hace mucho tiempo—

Representantes en sus salas de espera, su atención por favor. El tercer enfrentamiento se acabó, y el cuarto comenzará ahora. Representante Ikki Kurogane de la Academia Hagun y Representante Yuudai Moroboshi de la Academia Bukyoku, por favor procedan hasta sus respectivas entradas.

“¡Shaa! ¡Es hora de patear traseros!”

¡Mírame de cerca!






En el tercer enfrentamiento de la primera ronda del Bloque C, el representante Byakuya Jougasaki demostró su fuerza, lanzando espléndidamente a su oponente fuera del ring durante una cuenta regresiva de diez segundos para un KO. Como se esperaba del segundo mejor del año pasado, ¿no lo crees, Muroto-pro?

Sí... no obstante, una victoria por cuenta regresiva no me sienta bien como caballero. Entiendo que la regla está creada para garantizar la seguridad de los participantes, pero no puedo evitar preferir que lo resuelvan a puñetazos dentro del ring.

Ya veo. Creo que debe haber muchos en la audiencia que sienten lo mismo. ¡Y ahora veamos nuestro siguiente enfrentamiento! ¡Damas y caballeros, se terminó la espera! ¡Les traeremos el que probablemente sea el enfrentamiento más anticipado de hoy—el cuarto enfrentamiento del Bloque C!

Con las palabras del comentarista Iida dando el pie, las vallas de las puertas de entrada comenzaron a elevarse, y los competidores del cuarto enfrentamiento ingresaron.

¡Primero, por la puerta roja, tenemos al actual campeón—de la Academia Bukyoku, tercer año, Yuudai Moroboshi! ¡El héroe del oeste, con su ingenioso manejo de la lanza y su habilidad para devorar magia convirtiéndolo en el depredador natural de los Blazers, el año pasado trepó hasta la cima de Japón! Su camino no fue uno sin obstáculos. Una vez perdió ambas piernas en un accidente que sufrió antes del torneo Sub-12. Esto puso fin a su camino como caballero, y fue obligado a retirarse como resultado. ¡Pero está de regreso! ¡Desde las profundidades del infierno, superando aquella lesión irreparable, hasta la cúspide! ¡Ya sea la gloria o los reveses de un caballero, él lo conoce todo y no le teme a nada! ¡El Rey de la Espada de las Siete Estrellas, Yuudai Moroboshi, está aquí hoy en este ring para tratar de lograr algo sin precedentes—una segunda victoria consecutiva en el Festival de Arte de la Espada!

En ese momento, los ánimos sacudieron el suelo.

¡Ho-shi! ¡Ho-shi!

¡Escuchan los gritos! ¡Están sacudiendo el Domo de la Bahía! ¡Como se esperaba del héroe local, es inmensamente popular!

La estruendosa adulación era como el estrépito de la tierra misma. Seguramente ningún otro caballero estudiante de Japón podría recibir tantos aplausos. Situándose del otro extremo de las expectativas de los espectadores, Moroboshi materializó su Dispositivo Tora-Ou y lo elevó como atravesando los cielos.

“¡Shaaaaa!”

Como diciendo “¡déjenmelo a mí!”

¡Ooooooooohhhhh!

¿Qué es esto? ¡Representante Moroboshi! ¡A pesar de los aplausos que sacuden la tierra, él no se encogió! ¡Ni siquiera luego de tales expectativas, de tales esperanzas! ¡Puede cargarlas todas sobre sus hombros—qué gran joven! ¡Qué hombre!

Eso es lo grandioso de él.

¿Oh, a qué te refieres?

Como dijiste antes, Iida-san, él se recuperó de una lesión que se pensaba era imposible recuperarse. Por eso él, más que nadie, debería estar consciente y ansioso por la condición de su cuerpo. Pero no demostró cobardía, ni inquietud. En cambio, lo soportó y luego vivió conforme a las expectativas que recibió. Como diciendo ‘me encuentro bien, no tienen que preocuparse por mí.’ ...Y además, yo una vez pasé por el mismo procedimiento de recuperación que Moroboshi-kun.

Entonces, Muroto-pro, ¿una de tus piernas es una prótesis?

Sí. Después de todo, la pérdida de las cuatro extremidades es bastante común en el torneo RDC. Por eso hay una gran demanda de tales operaciones de recuperación. Sin embargo, yo mismo incluido, casi no hay casos de éxito. ¿Sabes a qué se debe eso?

No, no lo sé. ¿Podría decírmelo?

A decir verdad, la operación en sí misma tiene un ciento por ciento de probabilidad de éxito. Es la rehabilitación la que la mayoría no puede soportar. La operación es un procedimiento donde se toma la carne existente de uno para recrear partes perdidas. Por lo tanto, varias complicaciones post operatorias como osteoporosis severa y pérdida de musculatura provocan que el funcionamiento de los órganos vitales internos decaiga. Pero como el cuerpo no recuperará los músculos sin entrenamiento, uno tiene que pasar por un entrenamiento muscular con el fin de que el cuerpo recupere su estado original como parte de la rehabilitación. Eso significa sufrir incontables instancias de músculos desgarrados y huesos rotos... yo soy un hombre adulto, pero no pude soportarlo. En apenas tres días, estaba suplicándole al doctor con lágrimas en los ojos que regrese mi pierna a mi cuerpo. Pero Moroboshi-kun logró atravesar esa rehabilitación infernal, e incluso obtuvo una fuerza incomparable con la de antes. No es algo que pueda lograrse con espíritu y determinación extraordinarios. Honestamente... no puedo imaginarlo. Su corazón, su habilidad y su cuerpo se encuentran en un plano superior. No veo a nadie derrotando al Rey de la Espada de las Siete Estrellas con estas agallas, coraje y tenacidad.

¡Entonces podríamos llegar a ver el primer par de victorias seguidas en la historia del Festival de Arte de la Espadaaaaa! ¡Y ahora, el primer oponente del Rey de la Espada de las Siete Estrellas ingresará al ring!

Conforme Iida hablaba, todos los ojos se dirigieron a la puerta azul. En medio de las miradas, un joven caminaba calmado, y con una espada negra en su mano.

¡Estoy seguro de que todos aquí reconocen este rostro! ¡Habiéndose visto involucrado en un escándalo con la Princesa Carmesí Stella Vermillion, es el primer caballero rango-F que aparece en el escenario del Festival de Arte de la Espada! ¡Pero no se dejen engañar por su rango—su fuerza es totalmente genuina! En el proceso de selección de su escuela, derrotó a Raikiri Touka Toudou—quien le dio varios problemas a nuestro actual campeón el año pasado—de un solo golpe, e incluso derrotó a la caballero rango-A Stella Vermillion en un duelo no oficial. ¡Un caballero de fuerza anormal, a quien alguien le dio el apodo de Rey Sin Corona de la Espada! ¡Poseyendo la magia más débil junto a los espadachines más fuertes, es el caballo negro más visto de este año! ¡Aquí viene, ingresando al ring—de la Academia Hagun, primer año, el representante Ikki Kurogane!

La respuesta a la llegada de Ikki no fue tan escandalosa como cuando Moroboshi apareció, pero también se escuchó fuerte. Todos estaban esperando para ver qué clase de actuación llevará a cabo este inusual caballero rango-F, que había venido a competir en este escenario por el puesto número uno de Japon.

Habiendo atestiguado las apasionadas respuestas del público, Arisuin tragó saliva.

“El momento ha llegado. Ikki finalmente llegó al escenario nacional.”

El desafortunado caballero del que nadie esperaba nada, a quien trataban injustamente, había llegado a estar de pie aquí en el ring de las nacionales, para ser reconocido por todos. Como uno de la misma escuela, y como uno que había estado con él a través de los enfrentamientos de selección internos de la escuela, Arisuin no pudo evitar sentirse profundamente conmovido por esta escena.

“Sí... pero a lo que Onii-sama apunta se encuentra mucho más lejos. No puede perder en este lugar.”

Shizuku dijo con algo de tensión, antes de dirigirse a Kiriko.

“¿Cómo está ahora Onii-sama, Kiriko-san?”

“Hah. Sólo un momento...”

Kiriko cerró su ojo izquierdo.

Doctor Scope.” (1)

Canalizando poder mágico en su ojo derecho, comenzó a examinar a Ikki. Luego mostró una sonrisa tranquila.

“Jeje~. Como se esperaba de alguien acostumbrado a las luchas y los conflictos.”

“¿Qué sucedió?”

“La anormalidad que detecté cuando me crucé con él antes se ha ido. Ahora está totalmente metido en la batalla. Su balance de hormonas y presión sanguínea están manteniendo un estado óptimo de nerviosismo y entusiasmo. Probablemente logró poner en orden sus emociones durante el período de espera. Bastante impresionante. No necesitas preocuparte, Shizuku-chan. Tu hermano sin dudas—¡se encuentra en la mejor condición posible!”

Tras lo cual, el escenario estuvo listo, y los actores también. Los gongs de guerra sonaron.

¡Y ahora! ¡Festival de Arte de la Espada—Ronda Uno, Bloque C, Cuarto Enfrentamiento! ¡El enfrentamiento entre Yuudai Moroboshi e Ikki Kurogane comienza! ¡EMPECEMOS—!






Al instante en que la señal de inicio se dio, Ikki se impulsó desde el suelo, arremetiendo directo contra Moroboshi.

¡Oh, wow! ¡Es el representante Kurogane con un rápido ataque desde el principio!

La multitud rugió, haciendo eco del comentario sobre Ikki tomando una rápida ofensiva contra el Rey de la Espada de las Siete Estrellas. Una maniobra que no consideraba la situación, sentían. ¿Fue insensato quizás? ¿Apresurado, prematuro?

Pero Arisuin por otro lado expresó elogio ante esa estrategia.

“¡Buena decisión!”

“¿Alice?”

“En cualquier caso, Ikki no puede hacer nada a distancia—no tiene habilidades de largo alcance. Así que la clave para la victoria es superar el rango de ataque de la lanza y continuar la batalla dentro del rango de la espada.”

Por eso, un rápido ataque era una buena táctica.

“El largo alcance de la lanza es simultáneamente su ventaja y su deficiencia. ¡Si la guardia del lancero se rompe, entonces uno podría lograr una ventaja en un solo golpe!”

“Pero Moroboshi-kun definitivamente lo sabe bien. No dejará que alguien rompa su guardia tan fácilmente.”

Como confirmando las palabras de Kiriko, Moroboshi se desplazó de su postura defensiva. Llevando sin prisas la punta de su lanza Tora-Ou, permaneció preparado, y entonces—un escalofrío puso la piel de gallina a los espectadores en el Domo de la Bahía.

Esto incluía a Shizuku.

“¡Qué... qué tipo, poder emanar tanta presión por sólo adoptar una postura...!”

Sí, la fuente de los escalofríos era la presión emanada por Moroboshi sobre los alrededores al adoptar su postura. Incluso el alboroto de la multitud de antes fue silenciado por esa presencia—decenas de miles devorados en un instante por un solo hombre parado en el ring.

Incluso Ikki, quien había estado aproximándose para un ataque veloz, se vio obligado a parar ante tanta presión. Esto era lo que había detenido a Yui Tatara hace dos días: Happo Nirami de Yuudai Moroboshi.

Pero fue sólo por un momento. Poniendo más poder en sus piernas, Ikki continuó su arremetida.

¡El representative Kurogane! ¡A pesar de haberse detenido una vez, no tiene miedo! ¡Arremete con valientemente!

Sí que tiene un corazón fuerte. Una persona normal se hubiera quedado temblando e inmóvil ante esa clase de presencia, pero él no se desacelera en absoluto.

Pero esto era sabido para Moroboshi—que este nivel de estrategia de miedo nunca funcionará en El Peor. Permaneció estoico hasta el momento en que Ikki ingresó en el rango de su arma. Entonces—

“¡Shii!”

—el acero destelló.

Tora-Ou mostró los colmillos, penetrando el aire. Ikki dio marcha atrás de aquel rango, dejando algunos cabellos que revolotearon suavemente con el viento. Quizás había sido un poco lento para reaccionar ante la velocidad de la lanza.

La reacción de Moroboshi hizo que la multitud rebosara de vitoreos.

¡Es filosa como una razuradoraaaaa! ¡Es como si pudieras escuchar el sonido de la lanza cortando el aire desde aquí en la cabina de comentaristas! Kurogane, tuvo que retroceder—¡con un solo ataque, Moroboshi ha detenido su asalto!

No es un solo ataque.

¿Eh?

Haz un zoom sobre el pecho de El Peor.

Habiendo escuchado a Muroto decir eso, Iida hizo zoom con la cámara. Y allí en las pantallas LCD gigantes del domo, ciertamente—podían verse algunos cortes en el uniforme de Ikki.

¡Es-Estos son! ¡Hay cortes de punta de lanza en su ropa en dos lugares distintos!

Sí. Incluyendo su cabello, lo que lo convierten en tres. Ese es el Sanrensei (2) del Rey de la Espada de las Siete Estrellas, una técnica de alta velocidad con la lanza que desde el punto de vista de un tercero parece como una sola estocada, pero en realidad ataca tres puntos al mismo tiempo. Es fácil prestarle atención a Moroboshi como un luchador que posee la habilidad anti-Blazers más fuerte de todas, la destrucción de la magia. Pero su refinado manejo de la lanza es, desde mi perspectiva, su mejor arma. Atravesar su guardia es una hazaña extremadamente difícil. El Peor estaba totalmente consciente de ello, y es por eso que no ingresó al rango de Moroboshi.

Esto era sentido común. Después de todo, embestir de frente a un lancero que te tiene en su campo de vista era insensato, ya que una lanza era un arma con una fuerza sin igual al enfrentar oponentes en una línea recta. Si un ataque frontal sorpresa no funcionaba, entonces uno debía hallar una manera de acercarse por los costados—otra vez, como era de esperarse.

Por eso el siguiente curso de acción de Ikki tomó a todos por sorpresa. No corrió ni saltó, sino que caminó como si diera un paseo, acortando la distancia entre él y Moroboshi. Sus movimientos estaban desprovistos de instinto asesino, y se detuvo a un metro y medio del segundo. ¡No lo suficientemente cerca para alcanzarlo con su espada, pero si lo suficiente para que Moroboshi lo alcance a él con su lanza!

¡¿Qu-Qué?! ¿Qué pretende hacer Kurogane? Es casi como si dijera ‘¡vamos, golpéame!’

Los comentaristas también quedaron confundidos. Ciertamente, era una acción incomprensible. Con sólo mirar, uno pensaría que estaba provocando a Moroboshi. Algunos miembros de la audiencia reaccionaron.

¡Hoshii! ¡Enséñale cómo se hace! ¡Patéale el trasero!

¡No permitas que un gamberro de Tokyo te menosprecie!

Algunas protestas surgieron en una sección de las gradas. Y como respondiendo a sus voces—

¡Moroboshi hace su movimiento! ¡El Rey de la Espada de las Siete Estrellas inicia un furioso asalto sobre su intrépido enemigo!

—una vez más demostró su técnica, una continua barrera con Sanrensei demasiado rápida para captarla a simple vista. Puntas de lanza formaron una densa lluvia de muerte descendiendo como una descarga de disparos de ametralladora.

Era ineludible. O debería haber sido ineludible, y aun así—

¡No lo golpea! ¡No lo golpea! ¡Incluso con su famosa velocidad, Sanrensei ni siquiera puede rasguñarlo! ¡Qué tremendo juego de piernas! ¡Sus movimientos al esquivar la punta de la lanza son tan elegantes que uno pensaría que está bailando!

Mientras permanecía dentro del rango de Sanrensei, una técnica que podía penetrar tres puntos en un solo aliento, Ikki estaba—a diferencia de antes—moviéndose de lado a lado y esquivando todos los ataques.

No había acortado la distancia sin pensarlo. Sanrensei era una técnica impresionante. Podría considerarse como sobrehumana. Pero él conocía algo que era más rápido y agudo por mucho: el Contraataque Marginal del Devorador de Espadas. Reflejos y velocidad más allá del conocimiento humano y que podían crear la ilusión de ocho tajadas simultáneas. Comparado con eso, sus ojos eran más que suficientes para seguir el ritmo de Sanrensei, el cual no tenía la misma presión que la técnica que podía hacer que veas ocho ataques ilusorios al mismo tiempo. Mientras interpretara la trayectoria de la lanza con una mente calmada, podría lidiar con él fácilmente.

De esa manera, ese combate había durado unos diez segundos, con Moroboshi atacando e Ikki evadiendo. Entonces, juzgando que Ikki estaba manejando sus ataques con facilidad, Moroboshi dio pasos largos hacia atrás, abriendo la distancia entre ellos una vez más.

¡Incapaz de mantener su posición, Moroboshi retrocede! ¿Qué es esto? ¡Como si le devolviera el favor por la presión que puso sobre él, Kurogane ha hecho retroceder al Rey de la Espada de las Siete Estrellas sin desatar un solo golpe!

¿Qué... qué está pasando?

¡¿Es una broma...?!

¡I-Increíble! ¿En serio ese caballero es un rango-F?

¡Qué genial!

¡Hay reacciones mixtas entre las gradas! ¡Estos dos sí que saben cómo montar un buen show!

Como se esperaba, su victoria sobre representantes pasados del Festival de Arte de la Espada como el Cazador y Raikiri no fueron simple suerte. Esta es la primera vez que veo a un representante que puede moverse con tanta intensidad y velocidad a distancia media. No obstante, todavía ninguno de los dos ha ido al frente con todo lo que tiene.

Muroto murmuró. Dijo la verdad. Aunque Moroboshi lucía como si lo estuvieran superando, una sonrisa surgió en los extremos de su boca.

“Sí que tienes coraje para usarme como herramienta de pre-calentamiento. ¿Ya te encuentras bien ahora?”

Preguntó.

“Sí. Gracias a ti, lo comprobé.”

Ciertamente, durante su intercambio de ofensiva-defensiva, ninguno de los dos había presionado su ataque. Ikki había permanecido en la zona de peligro, asumiendo continuamente el riesgo al esquivar a Sanrensei por un pelo con el fin de confirmar que su cuerpo no se inmovilizaba por el miedo.

Y habiendo interpretado las intenciones de Ikki, Moroboshi se había acomodado a él. Era por esta gentileza que Ikki le estaba agradeciendo.

Ciertamente, gracias a él, pudo confirmar esto—

“¡—que sin dudas estoy en mi mejor día!”

La extensión de sus piernas era óptima, los movimientos de su cuerpo eran nítidos. Su visión era amplia y clara. Había evadido los ataques de Moroboshi por un pelo, pero no sentía miedo en su corazón. Las anormalidades que se habían presentado cuando enfrentó a Ouma la noche anterior se habían ido.

Estará bien. ¡Podía luchar! Sintiendo eso, adoptó una postura, permitiendo que el instinto asesino se infunda en él por primera vez desde que llegó aquí. Al ver a Ikki de esa manera, Moroboshi asintió.

“Bien. Entonces la hora de servicio gratuito terminó. ¡Voy a ir en serio de ahora en más!”

La presión que exudada se duplicó. Como se esperaba del Rey de la Espada de las Siete Estrellas, incluso mantener miradas con él hacía que fuera difícil respirar.

Pero puedo hacer esto. Puedo ganar.

Después de todo, había descubierto algo con el choque anterior.

Justo como sentí al ver videos de él... ¡existe una debilidad letal en el manejo de la lanza de Moroboshi!






“Tiene una buena mirada en su rostro. Parece que Ikki ha visto a través de ello—el defecto del Rey de la Espada de las Siete Estrellas.”

Touka murmuró desde su cama en la enfermería de la Academia Hagun mientras miraba la transmisión de TV del combate entre los dos.

“¿Un defecto?”

“Sí. Diría que lo investigó viendo muchas veces los videos de Moroboshi, y luego confirmó sus sospechas durante este combate.”

“No puedo afirmar que lo comprendo. ¿Cuál sería su debilidad?”

“Hmmm... Kana-chan, ¿cuáles crees que son las opciones ofensivas de una lanza?”

Habiendo recibido esa pregunta, Kanata pensó brevemente antes de responder.

“La perforación, naturalmente. ¿No?”

“Bueno, es verdad que la lanza es un arma perforante. Pero tiene otra opción que se deriva de su ventaja de alcance absoluta, y esa es la barrida.”

Las lanzas sólo tienen hojas en sus puntas, por lo que con un arma barredora uno no podía dar una impresión tan fuerte como con una espada. Pero a decir verdad, sería una estupidez subestimar una lanza. Un golpe alimentado por la fuerza centrífuga de un bastón robusto de más de un metro de largo podría romper huesos humanos con facilidad. De hecho, algunas formas chinas de manejo de la lanza consideraban las perforaciones como fintas. En otras palabras, estas escuelas de artes marciales usaban la perforación como señuelo para hacer que el oponente esquive antes de usar la lanza como un bastón como el principal medio de ataque.

“Sin embargo, la barrida no existe en el manejo de la lanza de Yuudai Moroboshi. No sólo en este enfrentamiento. Desde su regreso, ha confiado en una técnica puramente perforante, y no ha usado una barrida ni siquiera una vez—eso incluye el enfrentamiento conmigo.”

“Wow, no noté eso.”

Kanata expresó su asombro de manera elegante al escuchar la verdad.

“Aun así, ¿por qué sólo usa perforaciones? ¿Acaso siente que no necesita usar nada más?”

“Es verdad que la perforación es muy fuerte ya que requiere poco movimiento para lograr la velocidad que posee, y concentra toda la fuerza de uno en la punta de la lanza, dándole un gran poder ofensivo. Especialmente cuando uno considera que Sanrensei casi no tiene retraso entre retroceso y perforación con la lanza, podrías considerarlo como la forma de ataque definitiva. Por lo que es como tú dices, Kana-chan. Él no necesita la barrida—aunque podría ser una historia distinta si el oponente es un experto como Kurogane-kun.”

A pesar de su velocidad y agudeza, la perforación era un ataque de punta, y carecía de las habilidades de control de área que una barrida tendría. Un ataque de punta era fácil de ver, y una vez desatado deja al cuerpo de uno extendido hacia delante, abierto para un contraataque.

“Esto es algo similar a lo que se denomina ‘espada muerta’ en el kendo.”

“En otras palabras, no debería ser difícil para Kurogane-kun derrotar el estilo de Moroboshi-san con sus reflejos, ¿o sí?”

“Eso... normalmente sería así.”

En ese momento, Touka mostró una sonrisa traviesa, algo raro de ver.

“¿Normalmente?”

“Desafortunadamente, el hombre al que Kurogane-kun está enfrentando no es normal. Si los pensamientos de Kurogane-kun son como acabo de mencionar, está preparado para sufrir mucho dolor... como yo el año pasado.”

¡Oh cielos! ¡Una vez más, Kurogane toma la iniciativa!

Como Touka dijo, la batalla se había desatado una vez más en una alejada Osaka. Habiéndose asegurado de que no había miedo alguno en sí mismo, Ikki acortó el espacio entre ellos, tratando de aprovechar la ventaja que había visto con su anterior choque.

¡Pero Moroboshi no dejará que se acerque tan fácilmente! ¡Lo enfrenta con Sanrensei!

Por supuesto Moroboshi aprovecharía la ventaja de su alcance para asestar un golpe primero.

¡Uno!

Amagó a la derecha, evadiendo un primer golpe dirigido a su frente.

¡Dos!

Un paso a la izquierda, esquivando con elegancia la puñalada hacia su corazón.

Una técnica que desataba tres ataques en un aliento. Era brillante, pero en última instancia algo construido con entrenamiento. No era tan flexible como el Contraataque Marginal del Devorador de Espadas, una técnica sobrehumana derivada de un don único y natural. Podía lidiar con esto y aún tener tiempo de sobra.

Ese fue el segundo. ¡El próximo es el último! Luego del próximo ataque, Moroboshi tendrá que respirar.

Probablemente, tres golpes en un aliento era su límite. Por eso, Ikki eligió el tercer y final como el momento para su contraataque.

¡Con este ataque, desataré el golpe inicial! ¡Probablemente no lo derribe, pero me permitirá tomar la delantera en esta batalla!

El tercer golpe estaba volando directo hacia su muslo.

¡Tres—ahora!

A pesar de lo asombrosamente rápido que era, seguía siendo un ataque en un solo punto. Si él se alejaba un milímetro de ese punto, fallaría. Daría otro paso a la izquierda, y se acercaría para quedar dentro del rango de su espada—

Entonces cortaré su cuerpo conforme paso junto a él—

En ese momento cuando Ikki había evadido el camino de la lanza con su paso al costado y estaba ingresando en su propio rango de alcance para cortar a Moroboshi—vio algo imposible.

Tora-Ou que debería haber sido esquivada se había doblado pronunciadamente hacia la izquierda. Como una serpiente tras su presa, la punta de la lanza lo buscó.

“¡Uuh!”

Aunque se sorprendió con este inesperado desarrollo, tomó la decisión en un instante. Abandonando su embestida, dio un gran salto hacia la izquierda, saliendo del rango de la lanza.

Pero fue una evasión arriesgada... y una imperfecta, de hecho.

¡¿Qu-Qué?! ¡Con Kurogane esquivando los tres ataques elegantemente, y Moroboshi sólo defendiéndose, uno pensaría que Kurogane tenía la ventaja—pero eso fue revertido en un instante! ¡Recibió un corte por la mitad de su oreja! ¡El Rey de la Espada de las Siete Estrellas tiene el primer golpe!

Las gradas clamaban ante el golpe inicial. Ikki por el otro lado temblaba ligeramente, ignorando la sangre que goteaba de su oreja.

¿Qu-Qué fue esa última perforación? ¡No vi nada de eso en sus videos!

Había estudiado las repeticiones de Moroboshi incontables veces con el fin de idear una manera de explotar este defecto, pero Tora-Ou no había demostrado nunca algo como eso. ¿Era una nueva técnica? No. Estaba ocurriendo algo muy extraño si ese era el caso.

¿Por qué los comentaristas no mencionaron esta técnica?

Podrá ser que—

¿—No pueden verla?






La estimación de Ikki había sido certera. La curvatura de la lanza no había sido vista por la audiencia.

“¡Aah! ¡Qué lástima! ¡Tenía un buen presentimiento sobre él si atacaba por allí...!”

Los labios de Arisuin mostraron una mueca conforme Ikki falló en aprovechar la oportunidad en el último momento de su ataque. Qué lástima—había estado tan cerca. Dijo Arisuin, ya que sólo pudo ver que Ikki no había podido evadir la perforación final de Sanrensei. Si hubiera sabido lo que ocurrió en ese instante—cómo Ikki había caído en una trampa conforme golpeaba el aparente punto débil del estilo basado sólo en perforaciones de Moroboshi, y cómo Moroboshi había roto la premisa de que un paso al costado respecto del rango de la lanza lo matendría a uno a salvo de su ataque sorpresa—probablemente no habría dicho lo que dijo. Muchos además de Arisuin fuieron engañados de manera similar.

“¿Fue realmente sólo ‘una lástima’?”

Pero Shizuku tenía dudas, a pesar de no haber visto la curvatura de aquella perforación.

“¿A qué te refieres, Shizuku?”

“Mira el rostro que Onii-sama tiene ahora.”

Incluso desde lejos, podían ver que Ikki estaba impactado.

“Si sólo hubiera fallado en esquivarlo, su cautela no sería tan contundente. Algo sucedió en ese ring, algo que no pudimos ver—y esa seguramente fue la intención de Moroboshi-san.”

Había alguien más que había predicho este giro de eventos desde el principio. Esa era Touka Toudou, Raikiri, en Tokyo.

“Como pensé, él lo usó...”

Que ella pudiera predecir esto era algo de esperarse. Después de todo, ella misma había enfrentado lo mismo el año pasado.

“...Aunque no pude esquivarlo y recibí un golpe severo en mi costado.”

“Um, Presidente. ¿Hay alguna clase de secreto en esa perforación? No pude ver nada más que a Kurogane-san no pudiendo esquivar el último golpe de Sanrensei.”

“Como dije antes, la debilidad de la perforación radica en su facilidad para esquivarla. Sin embargo, la perforación de Moroboshi ha anulado esta lógica al... bueno, Kana-chan, su perforación puede doblarse en la dirección en la cual un oponente la evade y lo persigue.”

“¿Una perforación que se dobla, dices?”

“Sí. Moroboshi ha eliminado las vulnerabilidades del ataque de un solo punto con el uso de una perforación dirigida.”

“Pero, Presidente, no pude ver como se doblaba. Y además, los Blazers deberían tener sólo una habilidad, y la de Moroboshi no tiene nada que ver con el cambio de su alcance. Y tampoco creo que posea un Arte Noble que le permita manipular la forma de su Dispositivo como la del Devorador de Espadas.”

“Supongo que no puede evitarse que no llegaras a ver como se dobló la lanza. Para empezar, la lanza en sí misma no se está doblando. Es como tú dices, Kana-chan. Esto no fue el resultado de usar un Arte Noble—en otras palabras, es un arte marcial, como Sanrensei. En cualquier caso, ahora Moroboshi-kun tiene control sobre el flujo de la batalla al haber asestado el primer golpe. Ahora es una cuestión de vida o muerte para Kurogane-kun.”

Como Touka había dicho, la batalla comenzó una vez más.

¡El Rey de la Espada de las Siete Estrellas ha dado un paso al frente! ¡Se encuentra a la ofensiva!






Atacarme mientras sigo confundido. ¡Sabe que es su momento!

Ikki frunció el ceño mientras Moroboshi avanzaba hacia él por primera vez desde que el enfrentamiento había comenzado. Moroboshi sin dudas sabía que él estaba titubeando.

*¡Swish!*

La lanza se disparó de nuevo, apuntando a sus piernas. Estaba tratando de limitar la movilidad de Ikki.

¡No pensemos en atacar ahora y concentrémonos en evadir! ¡Recuperaré el ritmo a medida que evado!

Esquivando las perforaciones dando medio paso atrás, intentó calmarse. Cada perforación parecía cortar el aire—no podía detenerse. Tendrá que esperar por la oportunidad decisiva cuando la lanza, habiendo errado, se clave en el piso de piedra—

La oportunidad que se imaginó ocurrió en ese instante. ¡Y aun así, la lanza que debería haber ido por sus piernas de pronto se elevó, en busca de su rostro!

¡Uwaaa!

Moviendo la cabeza hacia atrás, la esquivó por poco, sin embargo recibió un ligero rasguño en la mejilla.

¡No hay dudas! ¡Aunque no comprendo el principio detrás de ello, las perforaciones de Moroboshi se doblan!

Una lanza debería ser recta, pero esta fluía como la arcilla. Era algo imposible, pero al verlo dos veces se había evacuado cualquier duda. Y no sólo dos veces; todas las perforaciones de Moroboshi luego se curvaban. Arriba y abajo, izquierda y derecha, cambiando siempre de acuerdo a su voluntad—persiguiendo a Ikki cuando escapaba.

Esto es una locura. ¡Daré un paso al costado, sino me atravesará!

Esta técnica no era una contra la cual usar evasiones finas como un cuchillo. No tenía otra opción más que escapar completamente del rango de ataque de la lanza, y eso hizo con toda su fuerza.

¿Qué le está sucediendo a Kurogane? ¡Al verlo escapar atolondradamente parece casi como si las bellas evasiones de antes fueran una mentira! ¡Es como si escapar le costara todo lo que tiene!

¡Eso es verdad!

Ikki soltó una sonrisa irónica ante el mordaz testimonio del comentarista.

Pero escapar no era lo mismo que perder. Escapar era evitar perder. Sin importar lo indecoroso que se viera, aún buscaba la victoria. No escapaba porque tuviera miedo. Aunque huía seguía observando a Moroboshi, los engranajes dentro de su cabeza giraban mientras pensaba en cuál era el secreto detrás de las perforaciones dirigidas de Moroboshi.

Los comentaristas lo han dejado bastante en claro—la audiencia no puede ver lo que está pasando.

Si ellos pudieran ver la lanza teledirigida, los comentaristas no habrían dicho lo que dijeron. Más que comentar sobre el desesperado escape de Ikki, deberían estar elogiando la impresionante técnica de Moroboshi.

Lo que significa que el mecanismo detrás de la perforación dirigida tiene que ser—

“¿Qué sucede? ¡No puedes ganar si sólo huyes, Kurogane!”

Una vez más, un destello de acero penetró el aire. Todo este tiempo, ese detello inminente de acero plateado había sido el foco de atención de Ikki. Lo que era normal; una técnica misteriosa estaba destinada a llamar la atención después de todo.

Pero eso es un error. ¡No debería concentrarme en la punta, sino en las manos de Moroboshi!

En ese instante, Ikki vio a través de la perforación dirigida. No pasó por alto que Moroboshi cambiaba la manera en que inclinaba sus codos y torcía sus muñecas, cambiando la trayectoria de la perforación en su camino.

¡Como pensé... así funciona!

Ciertamente. Desde el principio, la lanza en sí misma no se doblaba. El fenómeno de la ‘curvatura’ era una ilusión óptica causada por la sutileza del cambio.

Torcer mientras uno perfora, y penetrar mientras uno tuerce. Fácil de decir, pero realizar esa acción mientras se desataba una serie de tres perforaciones de manera tan veloz que un espectador sólo vería una no era nada sencillo. Esto iba más allá de la velocidad de reacción humana. No era algo que uno podía hacer viéndolo en la mente de uno. Era algo que Moroboshi había grabado dentro de sí mismo a través de una increíble cantidad de entrenamiento, en su carne, en sus huesos y en su sangre. Esta lanza no necesitaba órdenes de su cerebro para perseguir al enemigo.

Esta era la técnica Houkiboshi (3) de Yuudai Moroboshi, un arte marcial tan avanzado que parecía magia.

Qué asombrosa técnica...

Incluso sin el sentido natural con el que había nacido el Devorador de Espadas, él había logrado crear un milagro, un movimiento que superaba los límites de la humanidad a través de trabajo duro y auténtico. Como artista marcial colega, Ikki tenía que respetar a Moroboshi. Lo conmovió más que nadie ver a alguien revertir la debilidad de la perforación—la simpleza de la evasión—e incluso emplear ese defecto en su estilo de combate. Era marilloso haber podido venir al Festival de la Espada y enfrentar a un caballero tan impresionante.

¡Pero no quedaré satisfecho sólo cruzando espadas!

Ahora sabía que Houkiboshi era una técnica puramente física. Por eso, él también podía atacar. Era simple—la fuerza de Houkiboshi radicaba en perseguir y atacar al oponente mientras éste se encontraba en un estado de indefensión post-evasión.

Por lo tanto—

¡—Simplemente no esquivaré en absoluto!”

Cambió su plan de batalla de repente. Houkiboshi, el cual había ido por su garganta, fue desviada por Intetsu. Ya no combinó evasión con retirada, sino avance con defensa.

“¡¿Kuh—?!”

Moroboshi de inmediato contraatacó con su combinación de Sanrensei y Houkiboshi, pero el secreto se había revelado—si uno no intentaba esquivarla, entonces no era distinta a cualquiera otra perforación. Ikki acortaba la distancia lentamente, desviando cada ataque y barriéndolos a un lado conforme llegaban.

¡Quééé! ¡Kurogane ha cambiado las cosas! ¡Dejando de esquivar, está avanzando con osadía hacia el frente! ¡Vuelan chispas mientras llueven los destellantes golpes, pero los está haciendo a un lado y se aproxima rápidamente!

Ante este cambio de ritmo de Ikki, Moroboshi frunció el ceño por primera vez desde que comenzó el enfrentamiento. Para un oponente normal, el acto de avanzar mientras se desvían las perforaciones de alta velocidad de Sanrensei debería ser imposible aunque comprendiera el principio detrás de Houkiboshi.

Pero Ikki podía hacerlo. Con su poder de observación, capaz de cosas como Visión Perfecta y Robo de Espada, él ya había descubierto los hábitos y técnicas de Moroboshi hasta cierto punto. Al perseguir a Ikki tanto como pudo, le había demostrado demasiado.

“¡Haaaa!”

¡Moroboshi hace lo mejor que puede para seguir desatando golpes de alta velocidad! ¡Pero no puede detener a Kurogane! ¡No puede detenerlo! ¡Esa falange de lanzas tiene que hacerlo retroceder de alguna forma!

Si sigue así, el Rey de la Espada de las Siete Estrellas estará en problemas. ¡La fuerza de la lanza es su alcance: si un enemigo se introduce en su guardia, entonces su capacidad de combate se reducirá a la mitad! ¡Moroboshi tiene que detenerlos de alguna manera!

Pero ahora que Ikki lo había descubierto, Moroboshi no podía prevenir su avance sin importar lo rápido o seguido que golpeara. Como estaban las cosas, sólo era cuestión de tiempo para que quede dentro del rango de ataque de la espada. Y habiendo ganado tal ventaja, un espadachín del calibre de Ikki nunca desperdiciaría esa oportunidad. ¡Una vez que atraviese la guardia de Moroboshi, esta batalla se acabará!

Finalmente, atravesó el umbral. Sólo se encontraba a un paso de distancia del rango de alcance de su espada.

“¡Mierda—!”

En un último intento de detener los pasos de Ikki, Moroboshi una vez más desató Sanrensei. Pero fue inútil. Habiendo robado la técnica de Moroboshi, Ikki pudo interpretar instantáneamente la trayectoria de Sanrensei en base al ángulo de los codos de Moroboshi y el desplazamiento de su mirada.

Bloqueando el primer y el segundo golpe, emparejó su ritmo con el preludio del tercero—¡y se metería dentro de su propio rango de alcance!

¡De esta manera Kurogane tiene a Moroboshi casi a su alcance!

Al ver al Rey de la Espada de las Siete Estrellas siendo cazado, un grito se escuchó desde las gradas.

¡Corre, Hoshiiii!

Pero aún falta un golpe de Sanrensei. Al igual que Houkiboshi, era una maniobra de alta velocidad perfeccionada por incontables cantidades de práctica repetida, el proceso por el cual se grabó en su cuerpo y no dejaba lugar para pensar. Aunque ellos querían que escapara, él no podía. ¡Movió su cuerpo para dirigir su último golpe hacia el pecho de Ikki!

Pero Ikki ya había visto eso—los hábitos de Moroboshi, su ángulo de ataque, la trayectoria de la lanza, todo. ¡Sería imposible que no superara este golpe!

¡Una vez que bloquee este último golpe, estaré dentro de mi rango! De una sola vez, la victoria será—

—Pero en ese momento, un destelló corrió a través de su cerebro.

¡No, espera, esto es malo—!

Y entonces, algo increíble sucedió en el ring. Ikki, quien debería haber tenido éxito en su persecución de Moroboshi, fue perforado en el hombro por Tora-Ou y alejado del rango de alcance de su espada.






¡¿Quééééé?! ¿Qué sucedió aquí? ¡A todos nos parecía que el asalto de Kurogane iba a tener éxito, pero de repente Moroboshi lo hizo retroceder! ¡Recibiendo un golpe en el hombro, fue alejado de su rango de una sola vez!

“¡Eso no es posible! ¡Onii-sama nunca se hubiera equivocado en esa situación!”

Shizuku se alteró claramente ante el inesperado desarrollo. Pero a su lado, Arisuin había palidecido mientras atestiguaba algo incluso más increíble.

“¡Shizuku! ¡Mira a Intetsu!”

Conforme él exclamó, Shizuku también vio algo imposible.

“¡Eso... no puede ser...!”

Esto... ¿Cómo decirlo? ¡El Dispositivo de Kurogane, Intetsu, se ha roto! ¡Es como si una inmensa bestia le hubiera arrancado un pedazo!

Ciertamente, la cristalización del alma de Ikki, su Dispositivo espada Intetsu, tenía una gran parte de ella cortada.

¿Qué sucedió? ¡Se supone que un Dispositivo ni siquiera debería torcerse, menos aún romperse, a menos que sea golpeado por una gran fuerza, pero...!

El comentarista estaba confundido otra vez. Eso era natural. Un Dispositivo estaba construido a través de la cristalización del poder mágico con una increíble densidad. A pesar de haber relatado un enfrentamiento entre caballeros durante mucho tiempo, Iida sólo podía contar con los dedos de una mano la cantidad de veces que vio un Dispositivo romperse.

Por el otro lado Muroto, quien estaba a cargo del análisis, estaba entusiasmado.

¡No, existe una excepción!

¿Una... excepción?

Sí. ¡Por favor mira con atención al Tora-Ou del Rey de la Espada de las Siete Estrellas!

Ante las palabras de Muroto, todos los ojos se posaron sobre Moroboshi. Y entonces todos lo notaron. En algún punto, su lanza había quedado envuelta en un aura dorada.

Todos sabían qué era esa aura.

¡Esto, esto es! ¡En algún punto de la pelea el Rey de la Espada de las Siete Estrellas ha activado su Mordida de Tigre!

Este era el mismo Arte Noble anti-Blazer Mordida de Tigre por el cual Moroboshi era famoso, y con el cual había disipado el Arte Noble del Emperador Espada de Viento, Kusanagi, la noche anterior.

¿Pero por qué activo su Mordida de Tigre? ¡Kurogane ni siquiera estaba usando Artes Nobles...!

Pero conforme Iida dijo eso, su rostro cambió tan pronto como parecía llegar a sus propias conclusiones.

¡No puede ser, acaso...!

Así que te diste cuenta, huh. Eso es. Disipar un Arte Noble es disipar la magia que hay en ella. Y aquello en lo que un Blazer invierte poder mágico no se limita sólo a sus Artes Nobles. ¡Sus armas, los Dispositivos, también están hechos de poder mágico! Parece que el Rey de la Espada de las Siete Estrellas de alguna forma ha aprendido una técnica aterradora en el año que pasó desde la obtención de su título. El año pasado, su Mordida de Tigre sólo había podido disipar Artes Nobles, en las cuales un Blazer sólo deposita una porción de su poder. Pero este año... ¡incluso puede destrozar una construcción mágica de tan alta densidad como un Dispositivo!

Incluso en el lejano Tokyo, Touka Toudou tragó saliva al atestiguar este desarrollo de la batalla.

“¡Algo como eso...!”

“Presidente, esto... ¿será demasiado difícil para Kurogane?”

“...‘Demasiado’ ni siquiera se acerca.”

Sí. “Demasiado” no alcanzaba para describirlo. El Dispositivo que representaba el alma de un Blazer. Si era dañado o se rompía, la repercusión mental era lo suficientemente dolorosa para dejarlo inconsciente con facilidad. Al poseer Mordida de Tigre, el poder para destruir incluso los Dispositivos, el propio acto de cruzar espadas con él era algo en donde se exponía el corazón de uno y se solicitaba la muerte.

Afortunadamente, la hoja de Ikki no había sido destrozada por completo esta vez, pero no habría una segunda oportunidad. Su Intetsu no podrá recibir otro golpe de Tora-Ou.

Esto también significaba que Ikki había perdido su medio para lidiar con Houkiboshi.

¡No hay blanco de oportunidad—!

Todos sintieron un escalofrío ante la aterradora naturaleza de la Mordida de Tigre—Touka y Kanata, quienes estaban mirando la transmisión juntas, así como los compañeros de Ikki en el estadio.

Ikki pensaba distinto. Más que la técnica—era la persona llamada Yuudai Moroboshi la que lo hizó temblar.

¡Qué persona aterradora...!

Mordida de Tigre era ciertamente una habilidad formidable. Aunque poseyera esa única habilidad, él sería capaz de dominar el Festival de Arte de la Espada.

Pero este caballero con el que estaba luchando no actuó de esa manera. No se deleitó con ese poder avasallante, sino que lo planeó todo intrínsecamente, atrayendo a Ikki. Desde el primer Sanrensei, todas sus acciones no habían sido más que un plan. Primero había usado Sanrensei para atraer a Ikki dentro del rango, y luego usó la debilidad de la perforación como señuelo antes de contraatacar con Houkiboshi.

Por supuesto Ikki, al descubrir que Sanrensei había sido meramente un cebo para la verdadera trampa que se desataría en la forma de Houkiboshi, sentiría que tenía el movimiento letal. Y entonces él, como camarada representante del Festival de Arte de la Espada, había podido ver rápidamente a través del hecho de que Houkiboshi era una técnica física contra la cual no era necesario esquivarla, sino desviarla—y por lo tanto atacaría, ingresando en la guardia de Moroboshi.

Pero todo esto iba de acuerdo al escenario de Moroboshi.

Houkiboshi no era el golpe definitivo. Ciertamente, nunca estuvo destinado a ser el golpe final, sino un señuelo para llevar a Ikki a una situación donde Intetsu se encontrara con Tora-Ou de frente... para que él pudiera desatar su Mordida de Tigre sobre el punto débil crítico de un Blazer—¡su Dispositivo!

Uno pensaría que con tal habilidad, él sería más directo.

Pero en cambio lo planeó todo eficiente y meticulosamente, golpeando las grietas en el proceso de pensamiento de su oponente. Si él no hubiera dudado de sí mismo en ese instante—pensando “Si puede destruir Artes Nobles, también podría destruir Dispositivos”—y entonces no hubiera retrasado su ataque, Intetsu seguramente habría sido destrozada y él habría sido derrotado.

“Cielos, qué lástima. Sólo un poco más y habría devorado esa opaca espada por completo.”

“¡Kuh...!”

El Moroboshi que yacía frente a Ikki ahora había perdido todo rastro del pánico que había mostrado antes—no, era con una risa sin miedo con la que miraba a Ikki mientras a éste le sangraba el hombro.

En este punto, Ikki estaba seguro. Que este hombre al que estaba enfrentando, Yuudai Moroboshi, parecía rudo con las palabras, atrevido y osado... pero en realidad era tan listo que le provocaba escalofríos a uno. Cada una de sus acciones y movimientos fueron ejecutados con el fin de atraer a Ikki. Independientemente de qué oportunidad Ikki intentara explotar, la profundidad y flexibilidad de su estrategia significaba que actuó como él deseaba, acercarse a él.

Sí que piensa con anticipación...

Sólo cinco metros los separaban, pero para Ikki parecía un nebuloso destino mucho más lejano.

¡Así que este es el dominio del caballero estudiante número uno de Japón, el Rey de la Espada de las Siete Estrellas...!






“Esta situación luce bastante nefasta.”

Arisuin murmuró conforme miraba a los dos por separado, creando otro punto muerto. Ahora que Moroboshi había comenzado a usar su Mordida de Tigre, Ikki no podrá desviar sus ataques y avanzar. En otras palabras, había perdido la capacidad de lidiar con Houkiboshi, y aunque Arisuin y los demás no sabían de su existencia, al ver a Ikki tener problemas para esquivar tantas veces sí sabían que tenía que haber alguna clase de secreto detrás de esa perforación. Por lo que Shizuku sólo pudo asentir, afligida, en respuesta al murmullo de Arisuin. Ya dos veces había estado en el umbral de la victoria sólo para sufrir un giro instantáneo. Ikki era claramente el que estaba en la ofensiva, pero Moroboshi todavía no había recibido ni un rasguño. Desde la perspectiva de un observador, era obvio quién estaba controlando esta batalla.

“Pensar que Onii-sama sería manejado tan contundentemente...”

En ese momento, alguien desde un costado apareció, cuestionando el comentario pesimista de Shizuku.

“Me pregunto eso.”

Era una mujer alta vestida con un traje.

“Señora Directora...”

Era la directora de la Academia Hagun, Shinguuji Kurono. Se situó al lado de ellos, y encendió un cigarrillo mientras corregía la idea equivocada de Shizuku.

“Es verdad que desde aquí parece como si Kurogane hubiera estado bailando en la palma de la mano de Moroboshi, y para ser honestos el flujo de la batalla hasta ahora ha estado en manos del segundo. Pero no ha procedido como él lo había planeado. Mientras que luce bastante calmado, probablemente no está tranquilo por dentro.”

“¿A qué se refiere?”

“Esa Mordida de Tigre se suponía que fuera resultado de capa tras capa de trampas, el as que decidiera el enfrentamiento. Pero el enfrenteamiento no terminó allí. Kurogane se dio cuenta en el último momento posible que su objetivo todo el tiempo fue Intetsu, y usó su cuerpo para proteger su Dispositivo.”

Como dijo, Moroboshi probablemente se lamentaba por la oportunidad perdida. Tal ataque sorpresa no podía llevarse a cabo una segunda vez. Ikki no dejará que Tora-Ou golpée a Intetsu de nuevo.

“En otras palabras, el mejor plan de Moroboshi ha salido mal, gracias a un rápido momento de sensatez de parte de Kurogane.”

En ese caso, el enfrentamiento regresó al principio—ciertamente, considerando que Moroboshi había revelado más de sus ases, se encontraba en desventaja.

“En cualquier caso, Moroboshi no es el único aquí capaz de aventajar a su oponente.”

Por supuesto, Ikki no podía escuchar a Kurono desde dónde estaba en el ring. Pero casualmente, parecían pensar lo mismo en ese momento.

“Como se esperaba del Rey de la Espada de las Siete estrellas. Sí que me diste un susto allí, Moroboshi-san.”

“Espero que no me llames cobarde. Hacer que al enemigo ‘le salga el tiro por la culata’ es un viejo truco.”

“Por supuesto que no diré eso. De hecho, a mí también me agrada bastante esa estrategia.”

Conforme hablaban, Ikki alzó su cabeza, con una sonrisa atrevida—casi como una al contar una broma—en su rostro.

“Por eso, ahora es mi turno de darte un susto, Moroboshi-san.”

Ciertamente. Ikki también se enorgullecía de poder incorporar estrategias y trucos en sus artes marciales. No iba a ser superado en eso y dejarlo así. Le dará un buen susto a Moroboshi, no se conformará con menos.

Y ya había pensado en una manera—una manera de engañar a Moroboshi y poner fin a este enfrentamiento.






¡Oh vaya! ¡Kurogane acaba de proponer un inesperado desafio! ¡Aun después de haber visto la distancia entre él y el mejor de las Siete Estrellas, no tiene miedo! ¡No se echará atrás!

¡Eso es, Kurogane! ¡No pierdas en términos de espíritu!

¡Da lo mejor de ti! ¡Ikki—!

A pesar de que el enfrentamiento ha dado un giro más para uno de los lados, el insaciable espíritu de lucha de Ikki provocó vitoreos entre los espectadores en las gradas. Ignorándolos, Moroboshi pensó cuidadosamente en las palabras del hombre frente a él.

Él... no parece como la clase de tipo que finge.

Pero no podía imaginar qué jugada haría. Ikki ya no podía desviar a Houkiboshi con su espada. Con Mordida de Tigre activada eso sería como un suicidio, no distinto de rendirse. Ittou Shura no cambiaba nada. Con Mordida de Tigre, Tora-Ou era un comensal feroz que incluso pudo devorar a Kusanagi con facilidad, y con mucho menos poder mágico del nivel de Ikki. También era una técnica con límite de tiempo, no algo que podía usarse contra un oponente con el poder de disipar la magia.

¿Entonces de dónde provenía esa confianza? No podía imaginarlo. Y precisamente porque no podía imaginarlo—

—Es que es interesante.

Sus labios formaron una sonrisa con deleite.

“¿Y, no ibas a asustarme?”

No era frecuente que alguien tuviera un plan que él no pueda ver. Sería una lástima si no lo atestiguaba. En preparación para lo que sea que él iba a hacer, una vez más niveló la punta de su lanza hacia Ikki con un movimiento de sus hombros.

“...Digo eso, pero no dejaré que me muestres algo aburrido. Nosotros los de Osaka odiamos las cosas aburridas.”

“Espéralo con ansias.”

Diciendo eso, Ikki se agachó, preparando sus piernas para impulsarse.

“Entonces... ¡aquí voy!”

Se impulsó desde el piso de piedra, como tratando de romperlo, y despegó hacia Moroboshi.

¡Kurogane toma la iniciativa! ¡Y rápido! ¡Su velocidad no ha bajado desde que comenzó el enfrentamiento! ¡Ya ha sido repelido dos veces por el pináculo de las Siete Estrellas! Este es el tercer intento—¿tendrá éxito?

El comentario de Iida rebosaba de emoción, al igual que la multitud expectante conforme se preguntaban cuál era el significado del desafío de Ikki.

Bueno, si quieren decir que es rápido, lo es... pero, esto...

El caballero profesional Muroto, por otro lado, tenía sus dudas. El curso de acción de Ikki no había cambiado en absoluto. Seguía embistiendo de frente como un jabalí salvaje. Moroboshi, naturalmente, también estaba molesto.

¿Me enbestirá de frente? ¡¿Acaso no aprendió la lección...?!

E incluso lo estaba haciendo sin usar Ittou Shura. Debería haber quedado bastante claro que no podrá atravesar Houkiboshi sólo con habilidades físicas. Por ende, avanzar con un ataque totalmente frontal una tercera vez era un poco decepcionante.

“Kurogane. Lo dije antes. ¡No estaré satisfecho si me muestras algo aburrido!”

Naturalmente, recibió a Ikki con Houkiboshi, la lanza dirigida que le había dado tantos problemas antes. Y—

“¡Hazlo pedazos! ¡Mordida de Tigre—!”

Encantado con la habilidad para destruir magia, Houkiboshi se convirtió en un golpe que no podría ser evadido ni desviado. El intento de Ikki de esquivarlo hacia su derecha para evadir la inminente lanza era algo que Moroboshi había visto muchas veces. Sin perder el ritmo, ajustó su Houkoboshi hacia ese lado. Esta vez, perseguirá a Ikki cuando escape y perforará su garganta.

Entonces en ese momento—Ikki, quien debería haber estado en donde él lo quería, se disipó como un espejismo.

¡¿Haa?!

El enemigo que debería haber recibido su golpe mortal había desaparecido. Incapaz de comprender eso, Moroboshi quedó atónito—y entonces se dio cuenta.

Ikki, a quien él había intentado clavar hacia la izquierda, lo había rodeado por la derecha y se situó dentro del rango de ataque de su espada.

¡¿Qu, qué es esto?!

¡Moroboshi ha cometido un error terrible! ¡Ha fallado con su lanza! ¡Es un error muy pero muy grande!

Eso era incorrecto. Moroboshi no había cometido un error, sino que había sido engañado por Ikki. Shizuku y compañía, quienes habían atestiguado esa técnica antes, se dieron cuenta de ello.

“Shizuku, eso fue—”

“¡Sí! ¡Definitivamente es Shinkirou, la cual uso en el enfrentamiento contra Ayatsuji-senpai!”

Ciertamente, esta era una de las técnicas con la espada creada por el propio Ikki, la cuarta espada secreta, Shinkirou.

Era una forma especial de juego de piernas que alternaba entre rapidez y lentitud, creando post-imágenes en frente de uno mismo que engañaban a su oponente al hacerlos cortar aire. En este caso, este Shinkirou no utilizó post-imágenes al frente y atrás, sino de lado a lado, engañando al Rey de la Espada de las Siete Estrellas.

¡Maldición! ¡Fui engañado por una post-imagen—!

Moroboshi también era un caballero estudiante de primera clase. Sabía qué era lo que lo había engañado, lo que su oponente intentó. Y habiéndose dado cuenta de esto, de inmediato ejecutó su mejor contraataque posible. No teniendo tiempo para barrer su lanza hacia atrás, tuvo que usar el extremo opuesto de la lanza.

Este era el mejor curso de acción... pero no lo lograría a tiempo. Moroboshi sabía esto. Ikki había elegido esta estrategia basado en el punto ciego de la persecución de Houkiboshi, y habiéndolo superado por completo, él había quedado dentro de su rango. Este será el golpe letal, irrecuperable, incluso con la contraofensiva más apropiada. La hoja de Ikki lo alcanzará más rápido que lo que lo hará su propio ataque. Y tampoco podía evadirlo.

En ese momento, Moroboshi supo que había sido derrotado.

Por eso quedó shockeado cuando al momento siguiente, el extremo opuesto de su lanza se conectó con la mejilla de Ikki, alejándolo de nuevo.

¡Ohhh! ¡Qué brillantez de parte de Moroboshi! ¡Notando que había fallado, de inmediato ejecutó una perforación inversa con la parte posterior de su lanza! ¡Dejando a Kurogane, quien lo había rodeado por la izquierda, lejos del rango de su espada otra vez! ¡Kurogane una vez más fue incapaz de permanecer dentro del alcance de su arma! ¡Esta es la imponente defensa del Rey de la Espada de las Siete Estrellas!

Los aplausos llovieron sobre Moroboshi por su tercera defensa exitosa. Pero no llegaban a sus oídos.

¡Esa... no fue mi jugada!

Eso lo entendió en ese instante, aunque hizo todo lo que pudo, no era posible que su contraataque haya aterrisado primero. Claro está, si Ikki no había cometido un error fatal en esos momentos finales y decisivos.

Podrá ser que—

El corazón de Moroboshi vacilaba por sus dudas. Naturalmente, recordó la noche anterior. La figura del cuerpo de Ikki congelándose durante la batalla con Ouma.

¡Como pensé, te sucede algo, Kurogane!

Y desafortunadamente, su conjetura dio en el blanco.






La mente de Ikki tambaleó por el golpe con la parte posterior de la lanza que lo había golpeado en el cráneo. Su cerebro se estremeció, su visión flotó.

¡Otra vez...!

Los síntomas que habían emergido en la pelea contra Ouma la noche anterior habían permanecido dormidos hasta ahora. En el momento crítico cuando estuvo a punto de derrotar a Moroboshi, habían resurgido, haciendo que el cuerpo de Ikki no se mueva como deseaba.

¡Maldición! ¿Qué le sucedió a mi cuerpo?

¿Creíste que podrías seguir igual después de haber peleado con la espadachina más fuerte del mundo? Aunque tu cuerpo se encuentra bien, ella dejó su marca en tu espíritu.

¿En verdad me... descompuse?

¿Acaso su miedo a Edelweiss sin saberlo se convirtió en una herida letal? Ikki comenzó a sudar frío mientras esos pensamientos de sufrimiento que una vez fueron desconocidos e incognocibles pasaban por su mente. Sus compañeros reconocieron la anormalidad.

“¿Qué está pasando? Ese era el momento de terminar el enfrentamiento, pero pude ver que los movimientos de Ikki de repente vacilaron.”

Kiriko coincidió con Arisuin.

“Ciertamente lo hizo. El contraataque de Moroboshi-kun fue muy rápido, por lo que fue difícil de notar, pero él claramente se frenó.”

“Entonces Onii-sama... en verdad está demasiado nervioso...”

Kiriko negó en respuesta.

“No, no es eso. Si estuviera nervioso, se debería haber congelado hace mucho tiempo, y en cualquier caso dudo que tu hermano sea la clase de caballero que se congela debido a simple nerviosismo. Aunque hubiera algo malo con él, aun así realizaría los movimientos correctos... pero es precisamente por eso que su problema podría ser más serio.”

“¡¿S-Serio?! ¿A qué te refieres con eso? ¡¿Algo le sucedió al cuerpo de Onii-sama?!”

“Por lo menos, no tiene lesiones visibles. No puede haber error en mi diagnóstico. Su cuerpo se encuentra perfectamente bien, y las heridas que recibió en el transcurso de este enfrentamiento... bueno, no son serias. Por lo tanto, pienso que probablemente el problema se radica dentro de él. No soy una experta en pacientes con condiciones mentales y por ende no puedo darte una respuesta clara, pero existe un padecimiento entre los peleadores conocido como ‘Punch Eye’. Albergando un miedo extremo por los ataques de sus oponentes, el cuerpo del peleador afectado se congela y es incapaz de moverse. Es una severa enfermedad que puede poner fin a la carrera de los peleadores afectados.”

“¡¿Estás diciendo que Onii-sama tiene esa condición?!”

Shizuku exclamó, al notar que algo fuera de lo común le había ocurrido a su hermano.

“Cálmate. Como dije, esta no es mi especialidad. Sólo estoy dando mi opinión sobre los posibles casos... Dicho eso, él luchó y perdió contra Alas Gemelas Edelweiss, la espadachina más fuerte del mundo, ¿no?”

La sangre se fue del rostro de Shizuku. Entendía el significado detrás de las palabras de Kiriko. Su hermano era fuerte. Sin embargo, aún no era tan fuerte como para poder enfrentar a la más fuerte del mundo. Que haya podido regresar entero ya era en sí mismo anormal.

“No sería extraño que aún tenga heridas en su corazón, en donde nosotros no podemos ver.”

“Es-Eso es...”

“Parece que podría ser como tú dices, Kiriko-san. E incluso si no fuera un caso de ‘Punch Eye’, la expresión de Ikki lo dice todo—el repentino freno de sus movimientos en ese momento fue de una manera u otra, anormal.”

Incluso desde lejos, Ikki parecía perturbado. De hecho, Arisuin creía que la situación era seria precisamente por cómo él luchó para reprimir esa vacilación y dominar la expresión en su rostro, y aun así hacerlo parecía estár más allá de su habilidad.

Sin embargo—

Shinguuji Kurono, quien estaba un poco alejada, tenía una opinión distinta sobre el tema.

Esto no es un caso de ‘Punch Eye’ o algún tipo de desorden de estrés post-traumático.

Con una mirada, había descubierto lo que estaba afectando a Ikki incluso donde él mismo no había podido... aunque quizás sería mejor decir que ella había previsto este giro de eventos hace mucho tiempo. Desde el fin de la pelea de Ikki con Edelweiss, había supuesto que algo así podría suceder. Por eso sabía que esta afección no resultaría en el fin de su carrera como lo haría un caso de ‘Punch Eye’.

Sin embargo, eso no cambia el hecho de que sus movimientos se han entorpecido. Además, probablemente Moroboshi también lo ha notado. Dado eso, la situación se había vuelto peligrosa.






Ciertamente, Moroboshi pudo interpretar eso por el rostro de Ikki desde donde se encontraba en el ring.

Está desesperado por mantener una fachada calmada, como anoche.

Su expresión era la de alguien afectado por una condición que él mismo no entendía. Definitivamente se trataba de una recaída del problema que había tenido la noche anterior.

Moroboshi suspiró por dentro ante esta revelación. Tenía la intención de derrotar al Rey Sin Corona de la Espada en su mejor condición, y así probarle su fuerza a Koume.

Pero ya estamos en el ring.

Ver la debilidad de un oponente y a pesar de eso no atacarlo era como burlarse de su batalla. Sentía que era una lástima, pero no se contendrá.

Tú mismo me mostraste tu defecto fatal... no pienses mal de mí, ¡pero voy a atacarte sin contenerme!

Sin reservas, Moroboshi se movilizó para obtener la victoria.

¡Moroboshi se está moviendo para atacar a Kurogane, quien aún sigue tambaleándose por el fuerte golpe de antes! ¡Te han arrinconado... ¿puedes escapar de este aprieto, Rey Sin Corona de la Espada—?!










NOTAS DEL TRADUCTOR:

(1) Doctor Scope: sería algo así como Doctor Alcance o Doctor Mira, pero preferí dejarlo en inglés ya que suena mejor.

(2) Sanrensei, 三連星: “Tres Estrellas Unidas”

(3) Houkiboshi, 帚星: “Cometa”


Traductor al Inglés: DisavateraMX (Baka-Tsuki)
Traductor al Español
: nahucirujano
Corrección: nahucirujano

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