Prólogo


Prólogo Una Ciudad en el País de la Nieve


Escuchen, chicos. El alcohol es una bebida para adultos. Eso significa que quien beba alcohol es un adulto.


En un nevado país en Eurasia, bajo un cielo gris oscuro de invierno. En frente de una capilla, una niña de cabello rojo de diez años de edad sostenía una botella de alcohol verde esmeralda en su mano y levantaba la voz.

¡Una vez que prueben esto, ya no serán niños! Se unirán al rango de los adultos como nosotros. ¡Y los adultos nunca traicionarán a sus amigos! ¡Nunca abandonarán a los débiles! El alcohol es como un juramento entre amigos. ¡¿Están listos?!

Ante esas palabras, los dos chicos de cinco o seis años de pie en frente de ella se enderezaron y respondieron en voz alta.

“ “¡Sí, estamos listos!” ”

“¡Bien! ¡Entonces demuéstrenlo!”

“ “¡Okey!” ”

Con sus respuestas, los dos chicos acercaron los vasos de madera en sus manos. En cada uno de esos vasos, la chica de cabello rojo vertió un poco de alcohol. Los dos chicos al mismo tiempo sorbieron el alcohol que se les había servido, y lo tragaron sin titubear.

Wh-Whoooooaaa...

Y simultáneamente lo escupieron.

¡¿Qu-Qué demonios fue eso?! ¡Sabe muy feo!

¡Me quema la garganta...!

Los dos cayeron de rodillas y manos al piso, sintiendo náuseas. Frente a los dos bajo su mirada—la chica de cabello rojo se reía animadamente con una grandiosa voz.

¡Parece que aún es demasiado pronto para ustedes! ¡La próxima prueba será el año que viene, así que dejen que Alice y yo los protejamos por un año más!

Ugh...

¡Llegar a ser adulto es difícil, ¿huh? Timur...

Al borde de las lágrimas, los dos chicos se limpiaron la boca con la nieve a sus pies. Viéndolos a ambos, la chica de cabello rojo y el chico de más o menos su edad mostraron sonrisas parentales.

Ja ja ja. Aún queda un largo camino hasta que se conviertan en adultos.

Había un joven cuyo cabello rubio lucía de alguna forma, lúgubre. A primera vista, era un niño harapiento que lucía como si se hubiera manchado con hollín y lodo, pero observando con más cuidado, se trataba de un chico joven con rasgos horrorosamente preciosos.

Esta era la infancia de él, quien un día sería llamado Nagi Arisuin, y que ingresaría a la Academia Hagun.

Arisuin—no, Alice—apartó la vista de los dos chicos para dirigirse a la chica.

A fin de cuentas, eres una adulta malvada, Yuuri. Timur y Condra sólo tienen seis años, y sabías que no podrían beber algo como eso, ¿cierto?

En respuesta, la chica mostró una sonrisa orgullosamente malévola.

No hay problema. Tratar de excederse los hará más valientes.

Su nombre era Yuuri. Como Alice, era una chica de la calle, y la líder de este equipo que tenía su cuartel general en el galpón de la iglesia.

Yuuri, la chica con la personalidad animada llena de espíritu firme.

Alice, el chico con la personalidad delicada llena de bondad.

Eran dos personas diametralmente opuestas, pero tenían una cosa en común. La idea de que tenían que proteger a los niños débiles que no podían sobrevivir por su cuenta.

Por eso cuidaban a los niños más jóvenes de la calle más que a ellos mismos, y los criaban. Yuuri tenían la confiabilidad de un padre. Alice tenía el afecto de una madre. Aun cuando ellos también eran niños, desempeñaban esos roles espléndidamente.

—Y lo que estaba ocurriendo ahora era un rito de paso para ese equipo. Los niños que bebían de la botella verde de licor indecentemente fuerte, eran aceptados no como niños, sino como amigos adultos. No tenían padres. No tenían adultos de quienes depender. Por eso—debían ir más allá tanto como fuera posible, para convertirse en adultos tan rápido como fuera posible.

Yuuri, quien pensaba eso, había celebrado la ceremonia. Pero no importaba qué tipo de razón tenía. Era imposible que niños bebiendo alcohol fuera algo—

¡Oye! ¡Yuuri! ¡¿Les estás dando alcohol a los niños otra vez?!

¡Oh, mierda! ¡Es la monja! ¡Todos escóndanse!

Habiendo sido descubiertos por la aterradora Hermana que dirigía la iglesia, Yuuri y los dos chicos jóvenes escaparon, corriendo en distintas direcciones.

Los chicos escaparon instantáneamente ante la orden de su líder. Su confianza en Yuuri era profunda. Bueno, aunque así fuera...

¡Vengan aquí, mocosos traviesos! ¡Si no regresan, no habrá sopa para ustedes hoy!

Nos dejamos llevar por los engaños de la Líder en contra de nuestra voluntad.

Es culpa de la Líder. Nosotros no hicimos nada. Es la verdad.

Ante la promesa de la sopa caliente, la lealtad de ambos fue tan fuerte como un pañuelo, pero...

¡¿B-Bastardos—?! ¡Voy a recordar esto―!

Ja ja ja.

Mientras soltaba una risa dedicada al grupo de jóvenes, Alice permaneció allí. El día se estaba terminando. Pronto será hora de trabajar.

De repente, en ese momento.

U-Umm... ¡hermana Alice!

Tres chicas salieron del galpón. Eran niñas de alrededor de cinco, seis, y siete años de edad. Y la de siete años, Anastasia—la mayor entre los niños además de Yuuri y Alice—permaneció frente a Alice con sus blancas mejillas sonrojándose como manzanas.

T-Ten...

Con nervios le presentó una bufanda hecha a mano. Era algo que ella había hecho durante los últimos días tejiendo lana que había recibido de la Hermana, luego de aprender del habilidoso Alice. Así que sabiendo sin dudas que esto era algo que quería ver si ella había hecho bien, Alice la recibió.

Oh, cielos. La tejiste bellamente, ¿no? Debes haber trabajado mucho en esto.

Elogiando la artesanía, trató devolvérsela. Pero la chica acercó la bufanda al pecho de Alice con firmeza.

Es―¡Es un regalo para ti, hermana!

¿Para mí?

Anastasia asintió con fuerza.

Porque siempre estás... trabajando... bajo el frío, dando lo mejor de ti...

...Ya veo.

Comprendiendo los sentimientos de Anastasia, Alice envolvió la bufanda hecha a mano en su cuello. Misteriosamente, se sentía más cálida que la bufanda barata que usualmente usaba.

Qué cálida... Gracias, Anastasia.

Ejeje....

Recibiendo las gracias, Anastasia mostró una expresión de encanto. Era una sonrisa que abrigó no sólo su cuerpo, sino su corazón.


—Hablando honestamente, sus vidas diarias eran miserables. Con sólo el galpón que la Hermana les estaba ofreciendo, era imposible para dos niños de diez años encargarse de dos chicos y tres chicas. Había trabajos de parte de las pandillas criminales de su ciudad natal, pero luego de que el gobierno eliminó los impuestos, no quedó nada. Para comer, sólo tenían la sopa que la Hermana le preparaba a todos de vez en cuando, y pan duro guardado en bolsas de plástico. Todo eso se compartía entre todos. Naturalmente, difícilmente podía decirse que era suficiente para satisfacer a niños en crecimiento, y siempre tenían hambre.

Pero aun así, esos días eran una bendición para Alice.

Comparado con la cantidad que comía cuando estaba solo, esto era menos. Con el fin de criar a los niños, tenía que trabajar más. Pero—si comparaba esos días de ser amado con aquellos donde vivía solo, robando y revolviendo basura, estaba más que contento con el tiempo pasado aquí.

Viviendo cerca de sus preciados amigos. ¿Podría querer algo más? No, no había nada más.

Si mañana, y pasado mañana, pudieran ser igual de pacíficos—

Ahh, si tan sólo—











Traductor al Inglés: KLSymph (Baka-Tsuki)
Traductor al Español
: nahucirujano
Corrección: Sin corrección.

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